La ministra española de
Igualdad, Irene Montero, se mostraba el pasado viernes contraria a aumentar el
gasto de Defensa en la negociación de los próximos presupuestos, y dijo que “necesitamos
más dinero, sanidad y educación y dependencia, y no más dinero en tanques y
armas. Esa es nuestra posición política y lo que defenderemos en la negociación
de los Presupuestos”. La ministra, que se desplazó a Nueva York para impulsar la
agenda feminista, no quiso calificar la reciente cumbre de la OTAN en Madrid,
pero en cuanto a la intención del gobierno de Pedro Sánchez de reforzar la
partida de Defensa, dijo que “la mejor alternativa para el mundo en este
momento es la defensa de la paz, y en eso vamos a trabajar”. Montero reafirmó
que Podemos aspira a una reorientación “feminista” del gasto público en los
próximos Presupuestos Generales, para dar prioridad a la vertiente social y
mejora de los servicios públicos. Unas palabras que se contraponían con la
opinión del ministro de Universidades y miembro de los 'comunes', Joan
Subirats, quien el mismo viernes opinaba que estaba “justificado” asumir más
costes militares ante el aumento de las amenazas y riesgos internacionales que,
a su juicio, conllevaba la guerra de Ucrania.
La semana pasada, Irene
Montero no se fue de vacaciones, sino que viajó a Estados Unidos con una agenda
cerrada. En total, una decena de actos, eventos y reuniones (dos de ellas en la
Casa Blanca) en menos de tres días que puso de manifiesto que lo que molestó a
la derecha no fue la visita, sino el fondo de la misma. La gira de Irene
Montero -acompañada de la secretaria de Estado de Igualdad y contra la
Violencia de Género, Ángela Rodríguez-, tenía por objeto “reforzar la agenda
feminista”. En concreto, pretendía abordar aspectos relacionados con la nueva
Ley de Interrupción Voluntario del Embarazo y de salud sexual en un marco
convulso como consecuencia de la sentencia del Tribunal Supremo que tumbó el
derecho al aborto en EEUU.
El primer día, la
Ministra Montero se reunió con Andrea Gillespie y David Stacey, abogada de
políticas internacionales y director de Asuntos Gubernamentales del Human
Rights Committee, respectivamente. Después, se vio en la Casa Blanca con
Chiraag Bains, asistente adjunto del presidente y director adjunto del DCP para
la Justicia Racial y la Equidad. Y por la tarde, mantuvo un encuentro con
Jennifer Klein, directora Ejecutiva del Consejo de Políticas de Género de la
Casa Blanca; a las 18:15 estuvo con periodistas en la Embajada de España y a
las 19:30 horas participó en la recepción de honor organizada por la embajadora
de representantes de España ante la Organización de los Estados Americanos
(OEA), Carmen Montón.
Irene Montero se retrató
en Times Square junto a su equipo (por cierto, una estampa bastante parecida a
la de Isabel Díaz Ayuso junto a Miguel Ángel Rodríguez y compañía). Lo que
provocó un ‘maremágnum de reproches y vituperios contra la dirigente de Unidas
Podemos, no provocados porque no tuviera agenda, sino porque escocía que, simplemente,
fuera ministra y actuase en consecuencia. Pese a todo, Ayuso utilizó su viaje
para cargar contra Montero: “Cuando el gobierno de la Comunidad de Madrid
viaja, lleva una agenda política”. “Como si la ministra de Igualdad no la
tuviera. La tuvo, pero no le gustó, como tampoco aprueban que sea ministra”,
escribió Adrián Lardiez en ElPlural.
“Irene Montero no puede
hacerse selfies en New York tras reunirse con organizaciones y representantes
de políticas de género, feministas y antirracistas del Gobierno de EEUU y de la
ONU durante cuatro días, pero Ayuso sí puede tras reunirse con Telemadrid en
Times Square porque patatas”, comparte Rufian en su cuenta de Twitter. A lo
mejor un viaje para reunirse con altos cargos de competencias a las que se
dedica el Ministerio de Igualdad tiene más justificación que el de una
presidenta de una Comunidad Autónoma a la que entrevistan los tres mismos
medios que podrían hacerlo en Madrid.
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