Miguel Tugores, presidente de la Fundación DEARTE Contemporáneo de
Medinaceli y dinamizador cultural de la villa desde el Palacio Ducal, rehabilitado por él, compró, en asociación con
nueve amigos, una vivienda construida en el siglo XIX. La retocó y la convirtió en la Casa de Eros, recién abierta
el pasado fin de semana.
Se trata de un particular
templo del placer, pintado completamente de rosa, “el color de la piel más
sensible del cuerpo”, según matiza Miguel Tugores. En este voluptuoso paraíso
de arte el placer se alcanza a través de la vista, el gusto (en su salón de té)
e incluso del olfato, gracias a Eros Sensual Art, el perfume que ha sido creado
ex profeso para esta particular ágora dedicada al sexo.
En las paredes, pasillos
y habitaciones de esta casa con rasos, espejos y con una estética marcadamente
'kitch' modelan, más de 60 obras de artistas actuales se ofrecen, expuestas
complacientemente a los espectadore. Y, en un ambiente erótico que nace con el
objetivo de sumar un nuevo atractivo que dinamice “económica, social y
culturalmente Medinaceli”, Tugores, experto en arte, supo dar respuesta a una
de sus preocupaciones: ¿cómo poner a la localidad ocilitana en el mapa nacional
e internacional? Un sueño cumplido para él. “Siempre pensé que, cuando me
jubilara, abriría un museo de arte erótico en la casa de mis padres, en
Mallorca. Pero de repente, surgió la posibilidad de comprar esta casa y pensé
que, realmente, no me voy a jubilar nunca, así que me tiré a la piscina”.
Tenía él la idea de que
la Maison D' Eros se convirtiese en un punto de referencia para artistas de
temática erótica, un género que, insiste, no suele tener cabida en las galerías
de arte. De hecho, artistas como el portugués Ruy Silva ya han creado un
tríptico especial pensando en este nuevo espacio dedicado al arte más
concupiscente. “Museos eróticos hay pocos. Cinco o seis en Europa”, detalla.
Aunque, en realidad, la etiqueta museo no es la más adecuada para definir la
Maison D' Eros. “La palabra museo implica algo estático y esta casa va a ser
todo lo contrario: algo muy dinámico”, insiste Tugores.
De hecho, todo (pintura,
grabado, fotografía, videoarte...) tiene cabida en esta casa en la que se entra
'por detrás', penetrando el Jardín de las Delicias, un patio de 90 metros cuadrados
reservado a la escultura, en el que actualmente se pueden ver obras de los
artistas sorianos como Miguel Ángel Rodríguez y Ricardo González. Pero este
recinto erigido como Olimpo de lo epicúreo se plantea también como un lugar en
el que aprender y disfrutar del cuerpo, de ahí que igualmente esté previsto
organizar charlas no estrictamente relacionadas con el arte. “Por eso la
llamamos ágora”.
Miguel Tugores preparó
una colección permanente de arte erótico, compuesta por “mis enamoramientos,
mis joyitas”, señala entusiasmado. Todo ello conferirá a este nuevo enclave de
Medinaceli un carácter “único” prácticamente en el mundo, “centrado en el
cuerpo humano”, insiste Tugores.
De momento, el boca a
boca ha comenzado a atraer a visitantes en sólo una semana. El recinto
expositivo está abierto de jueves a lunes de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00
horas. El precio de la entrada es de cinco euros, un precio “módico”, insiste
Tugores, para disfrutar de una sensual 'orgía' de arte contemporáneo.
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