El posible vínculo de Feijóo con el contrabandista, Marcial Dorado, el narco de la foto, publicada por El País durante el verano de 1995, es una anomalía que, políticamente, le inhabilita. Así lo explicaba Nacho Caballero el pasado 10 de los corrientes en ElPlural.com. “El PSOE saca toda su artillería contra Alberto Núñez Feijóo. Desde el estallido del caso Mediador, los socialistas han recrudecido el mensaje para remarcar la connivencia del Partido Popular con la corrupción. Miembros destacados del aparato de Ferraz e incluso notorios rostros del Consejo de Ministros incorporan al argumentario una de las máculas imborrables de la dilatada carrera del líder conservador: su fotografía con Marcial Dorado. De hecho, hay voces en la ejecutiva federal que recriminan al gallego que rehúya la polémica hasta el punto de adelgazar su agenda pública. Altos cargos de la dirección socialista no evitan comentar en privado que los ecos de su nueva estrategia resuenan con virulencia entre los gruesos muros de Génova 13. Fuentes de Ferraz destacan que la agenda de Feijóo ‘ha menguado rápidamente’ desde la sesión de control al Gobierno del pasado miércoles, 7 de marzo. Por primera vez en sede parlamentaria, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, resucitaba la instantánea del líder del Partido Popular junto al narcotraficante gallego Marcial Dorado en un yate. Una imagen que, hasta la fecha, era coto vedado para las formaciones a la izquierda del PSOE, que recurrían a ella una y otra vez en cualquier ámbito. En el cuartel general del PSOE subrayan, a sotto voce, la atrofia que ha sufrido la agenda del líder de la oposición. ‘Se ha refugiado en su perfil de Twitter. Está desaparecido’, señalan dichas fuentes socialistas. Creen que el ‘nerviosismo’ ha hecho presa del presidente de los conservadores al mencionar ‘barcos, viajes o amistades peligrosas’. Lo que no imaginaban bajo ningún concepto en Ferraz es que la alusión implícita de Sánchez a su relación con Marcial Dorado implicara la ‘práctica cancelación de su agenda pública’. Entienden que la ‘amistad’ de Feijóo con el que fuera un reconocido narcotraficante gallego ‘es un hecho’. ‘Feijóo lo sabe y, por eso acusa el golpe de forma tan clara’, resumen altos dirigentes del PSOE, aconsejando al presidente del Partido Popular dar la cara porque ‘esconderse en la sede de Génova’ no hará que las preguntas sobre su relación con Dorado ‘desaparezcan’. La ‘amistad’ de Feijóo con Marcial Dorado es única en Europa. Al menos así lo transmiten estas fuentes. ‘No hay un caso similar en todo el continente’, detallan desde Ferraz, donde estiman que el vínculo entre el político y el narco supone tal ‘anomalía’ que debería de ‘inhabilitar políticamente’ al líder de la oposición”.
Cuca Gamarra atribuye el comportamiento del presidente a la más pura ‘desesperación’ por el estado de las encuestas.En el cuartel conservador se esperaban los ataques, pero no con tal prontitud. Feijóo está más que acostumbrado a este recurso para intentar desgastarle, y cree que ya ha superado el máximo daño que le podía haber causado aquella estampa. Pese a todo, según revela El País, está visiblemente molesto con el jefe del Ejecutivo por haberlo sacado del baúl de los recuerdos. “En el PP apuntan que Feijóo no habría hecho lo propio, pero entienden que cada cual tiene su estilo. Lo cierto es que la sutil frase de Sánchez es el paradigma del estado de las relaciones entre los dos principales partidos del arco parlamentario, amén de esbozar un boceto de lo que será la campaña para las elecciones del 28 de mayo. Con todo, en Génova creen que Sánchez está ‘muy nervioso’ y por ese motivo ha redoblado su presión sobre el líder de la oposición. Según estas informaciones, en el fuero interno del PP creen que Sánchez preside un Gobierno ‘en colisión permanente’, incapaz de ocultar su fractura interna durante el debate de la toma en consideración de la reforma, donde Unidas Podemos votó contra el articulado socialista. No obstante, a pesar de esto, en Génova no creen que aquella escenificación implique una ruptura en el corto plazo. ‘Resistirán’, resuelven. Por lo tanto, la línea marcada por los estrategas conservadores es mantener un perfil bajo y ‘observar el circo’ en el flanco izquierdo. En público, los populares también subrayan la falta de ‘gratitud’ de Sánchez con el PP tras su apoyo al sí es sí. La portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, destaca que el voto favorable de los conservadores evidencia ‘responsabilidad’, a la par que una muestra de apoyo a las mujeres. Por ello, cree que ‘no hubiera estado mal un poco de gratitud. La número dos del PP atribuyó el comportamiento del presidente a la más pura ‘desesperación’ por el estado de las encuestas. ‘Buscan o intentan utilizar cualquier cosa para desgastar, pero ahí a nosotros no nos va a encontrar’, promete Gamarra. No obstante, insta a Sánchez a que demuestre ‘un poco más de nivel’ y una altura en pos de la ‘convivencia política’, que es lo que ‘esperan y demandan los españoles’”.
La alusión de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados ha vuelto a abrir el más incómodo de los álbumes de fotos de Alberto Núñez Feijóo: el que recoge sus años de amistad con el narcotraficante Marcial Dorado. “Y le digo algo más, señoría –afirma el presidente del Gobierno en las Cortes–. Cuando yo me subo a un barco, lo primero que hago es comprobar quién es el patrón, y creo que ustedes me entienden”. El PP lo tilda de provocación y fuentes de su dirección citan a la cantante Marta Sánchez para referirse a la “desesperación” que perciben en Sánchez. Pero, añade Daniel Salgado en ElDiario.es del pasado día 11, “lo cierto es que el episodio Dorado, del que la icónica imagen en un barco en la ría de Arousa es solo la punta del iceberg, sigue rodeado de incógnitas. En Génova, lo despachan con cierta displicencia, la misma que el equipo de Feijóo empleaba en Galicia para referirse al caso. ‘Ya hemos dado todas las explicaciones. Está resuelto electoralmente. Ganamos las elecciones dos veces en Galicia’, dicen esas mismas fuentes”. Las fotografías transcendieron en marzo de 2013, hace una década, cuando las publicó El País. Tres años después, Feijóo obtenía su tercera mayoría absoluta consecutiva en la comunidad. Y, en 2020, repetía e igualaba el récord de Fraga Iribarne: cuatro mayorías absolutas seguidas. Su incontestable dominación electoral, apoyada en un robusto blindaje mediático, legitimaba, a su propio ver, aquella oscura relación. “Que yo sepa, Marcial Dorado no me ha quitado un voto”, respondía Feijóo a elDiario.es, en marzo de 2020, meses antes de los últimos comicios autonómicos a los que se presentó. Es más, de hacer caso al propio narcotraficante, incluso se los habría proporcionado. Por lo menos uno, el suyo propio. “Conozco la honradez de Feijóo. Si puedo, le votaré”, contestó en una entrevista con Jordi Évole emitida en mayo de aquel mismo año. En el programa de Lo de Évole, Marcial Dorado ofrece su versión sobre una amistad que el hoy presidente del PP niega. “No hay ni una amistad estrecha ni ancha, ni una amistad directa”, llegó a declarar al poco de la publicación de las fotos. “Ahora se ve que ya es un político. No quiero decir que no sea honrado, pero no está hablando con el corazón, habla con el cerebro de político”, replicó Dorado en Lo de Évole, siete años después. “Duele, duele... pero, si duermes en mi casa, si mi mujer te hace el desayuno... Eso no es estrecha amistad, ni es ancha, ni es cónica, ni es cuadrada”.
Y es que aquella “amistad
no directa” había comenzado en la primera mitad de los noventa por medio de
Manuel Cruz, un enigmático personaje vinculado a la extrema derecha en Ferrol y
que entonces era chófer de conselleiros. Murió en 1999, en un accidente de
tráfico y su entierro fue, según la primera versión de Feijóo, la última vez
que habló con Dorado. Más tarde se sabría que no. Lo desmentía el propio
Marcial Dorado en prime time: “Hacia 2.000 ó 2.001 soy yo el que se marcha. Él está
más en política y yo siempre fui un poco escapado. De hecho, la última vez es
él quien me llama. Era 2001, y nos vimos”. Feijóo era, en ese momento, el
director de Correos en el segundo Ejecutivo de Aznar. Pero antes de aquel
final, habían vivido muchas cosas juntos. Las que recoge la serie de imágenes
desvelada por El País. Además de navegar por la ría de Arousa en la embarcación
propiedad del narco, viajaron juntos a Ibiza, Canarias, Picos de Europa o
Cascais, en Portugal. También hubo fiestas y fines de semana en las mansiones
de Dorado en la Illa de Arousa o Baiona (Pontevedra). “Creo que no fui a
Andorra, no lo sé, recuerdo que había nieve”, intentó explicarse Feijóo en la
rueda de prensa posterior a la publicación de El País. Ese mismo día, alegó que
desconocía las actividades ilícitas a las que se dedicaba Dorado, a pesar de
que este ya había sido arrestado en 1983, en una de las grandes redadas contra
el contrabando de tabaco, y en 1990, dentro de la mediática Operación Nécora,
relacionada con el tráfico de estupefacientes. Y a pesar de que, según recontó
Jordi Évole en otro de sus programas, había aparecido vinculado con el
contrabando en 66 noticias de La Voz de Galicia, en 18 de El País, en 20 del
ABC y en 19 de La Vanguardia, Marcial Dorado cayó finalmente en 2003, mientras
Feijóo era conselleiro de Política Territorial del último Gobierno de Manuel
Fraga Iribarne. Y cumple condena por narcotráfico y blanqueo de dinero. En
julio de 2020, el Ministerio de Interior le concede el tercer grado. Ni él ni
el político arrojaron luz sobre los rincones más opacos de lo sucedido: quién
pagaba los viajes –unas veces uno y otras veces otro, dijo Feijóo– o si hubo contratos
de las empresas legales de Dorado con la Xunta en la que su amigo era alto
cargo. De entrada, Feijóo lo niega. Su gabinete asegura que no podía facilitar
los expedientes de aquellos años porque una inundación en un almacén los había
desgraciado. Pero en la única biografía que existe sobre Alberto Núñez Feijóo, “El
viaje de Feijóo” (Esfera de los libros, 2021), del periodista Fran Balado, el
asunto cubre ocho de sus 367 páginas. No aporta datos novedosos, pero sí recoge
la misma argumentación que ahora, tras la intervención de Pedro Sánchez,
repiten en la dirección de los populares.
El presidente gallego insiste en “Salvados” en que fue un ingenuo y no supo a qué se dedicaba el capo con el que viajó a Canarias, Ibiza, Picos de Europa y Portugal. José Precedo nos lo recordaba en Eldiairo.es del 4 de marzo del 2.018. La propaganda de su Gobierno intentó reducir a una instantánea años de relación y excursiones al mar, la montaña y el extranjero junto a Dorado. “Feijóo era número dos de Sanidad en Galicia durante aquellos viajes y a Dorado ya le habían detenido en la Operación Nécora y vinculado al lavado de dinero. Las preguntas de Jordi Évole forman parte de uno de los anuncios del programa, emitido por La Sexta, en el que se entrevista al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, uno de los barones en alza del PP de Rajoy, cuyos índices de popularidad seguían hundidos desde el batacazo electoral en Catalunya. El diálogo sobre sus años de amistad con el narco constituía el pasaje más tenso de la entrevista de Évole a Feijóo, coincidiendo con la crisis en que estaba sumido su partido. Y, cada vez que salía el asunto de Marcial Dorado, afloraba un Feijóo más nervioso y dubitativo. ‘Fue un momento en el que tuve que dar explicaciones de qué había ocurrido 20 ó 25 años antes con personas que conocí o con las que tuve algún tipo de encuentro. Esas fotos eran, cuando menos, difíciles de explicar’. [...] “¿Usted cree que, si yo supiese de lo que iba a ser acusado, me dejaría hacer fotos o iría a comer con él? No tenía nada que ocultar, por lo tanto, en ningún caso tenía información de si era verdad o no. La verdad judicial era que sí tenía alguna relación con determinados negocios relativos al narcotráfico. Y era evidente que en Galicia sí se sabía que había personas que se habían dedicado al contrabando de tabaco, eso sí lo sabía, no se lo puedo ocultar, pero alguna relación o algún asunto pendiente de la justicia... jamás tuve conocimiento de que lo tuviere”.
En una de las preguntas, Evole muestra su incredulidad y recuerda que Dorado había salido vinculado al contrabando o al narcotráfico en noticias de La Voz de Galicia, El País, Abc y La Vanguardia. Feijóo responde: “Sí, pero, si supiese esto, ¿qué ganaba yo? La verdad a veces puede no entenderse en toda su amplitud, pero esa es la verdad. Y si usted me dice que ‘soy un ingenuo', a estos efectos, no tenga la menor duda. Que he aprendido que ahora, lamentablemente, cuando a uno lo invitan, pregunto '¿este quién es?' y hay veces que no voy”. Las respuestas de Feijóo en “Salvados” mantienen la línea argumental que tanto él como su equipo siguen cuando estalla el escándalo en la primavera de 2013, tras difundirse aquel álbum de fotos que delataba una parte oculta de su biografía: un alto cargo de un Gobierno autonómico compartiendo viajes y fines de semana en casa de uno de los señores del tabaco. Según prurba luego la Audiencia Nacional, durante aquellos años, Dorado estaba lavando cantidades millonarias. Y acaba condenado a 13 años por tráfico de cocaína y los yates y mansiones que alojan a Feijóo están hoy incautados por la Justicia. La propaganda oficial del Gobierno y del PP gallego trata de que aquello quede en una foto, producto de un descuido de juventud de Feijóo. Pero eso no es del todo exacto. Ni Feijóo era un joven –tenía más de treinta años y altas responsabilidades en el Gobierno gallego a principios de los 90, cuando era secretario general de Sanidad a las órdenes del hoy presidente del Consejo de Estado, José Manuel Romay Beccaría–. Ni aquello fue solo una foto. Está probado que Feijóo viajó a Ibiza, Canarias, Picos de Europa y Cascais (Portugal) en compañía de uno de los mayores capos de la Rías Baixas. Además de las fiestas y fines de semana que ambos compartían en las mansiones de Dorado en la Illa de Arousa y Baiona, una localidad turística cercana a Vigo. El presidente llegó a contar a El País –cuando uno de sus periodistas se presentó a contrastar la veracidad de las fotos antes de publicarlas– que también viajó a Andorra con Dorado. Un día después de que el diario escribiese que era uno de los destinos favoritos de los narcos y contrabandistas para lavar dinero, el presidente corrigió ese dato y dijo que en realidad había estado en Picos de Europa. “Sé que había nieve”, dijo, visiblemente nervioso, en su rueda de prensa más delicada. Junto a Dorado y Feijóo –y sus parejas de entonces– navegaba en aquellos yates un personaje clave en esta historia. Manuel Cruz, con un pasado oscuro vinculado a la ultraderecha de Ferrol, era en aquel momento chófer de Romay Beccaría en la Xunta y, al mismo tiempo, testaferro de Dorado (sí, ambas cosas eran compatibles entonces: los noventa fueron una era de realismo mágico en Galicia). Fue precisamente Cruz quien presentó al político y al contrabandista en un acto con empresarios en la comarca del Salnés, en las rías Baixas, una de las zonas más turísticas de Galicia y donde se concentraron históricamente los capos de la droga que antes se habían bregado en el contrabando. Y la respuesta de Feijóo fue convocar una rueda de prensa en el Parlamento gallego, en la que intentó responder durante más de una hora a todas las preguntas que se le iban planteando. Pero, pese a su larga comparecencia y a la ronda de entrevistas que concedió en medios nacionales durante los días siguientes, la relación de Dorado y Feijóo deja muchas incógnitas en el aire. Para empezar, quién pagaba los viajes.
Feijóo respondió primero que él no firmó ningún contrato, pero añadió que no pondría la mano en el fuego por todo el personal de la Xunta. Ante las reiteradas preguntas de la oposición por aquellos expedientes, su Gobierno acabó respondiendo semanas después que no podía facilitar los de aquellos años porque algunos se habían perdido en la inundación de un almacén. El juez que había detenido a Dorado por narcotráfico en 2003 desmontó sin pretenderlo parte de la versión del presidente en una entrevista en El Mundo. Feijóo había repetido a los medios que rompió toda la relación con el contrabandista, en 1997, y que solo lo vio, en 1999, en el entierro de Manuel Cruz, fallecido en un accidente de coche. Pero el instructor de aquella causa, al intentar quitar hierro a los vínculos de Feijóo y el narco, reveló que hubo conversaciones de ambos más allá de 2001 cuando pinchó el teléfono de Dorado para investigarlo. El juez Taín negó que, en la causa que acabó en una condena de 13 años, hubiese hallado “algún indicio legal contra Feijóo” (que nadie había insinuado) pero al desvelar la existencia de aquellas charlas puso en duda la explicación del presidente. En una de las pocas declaraciones hechas a través de sus abogados desde la cárcel, Marcial Dorado tampoco aclaró demasiado sobre aquellos años. En julio de 2013 aseguró que la última excursión que realizó con Feijóo fue a Ibiza en el verano de 1998, un año después de que Aduanas anunciara una operación para detenerlo. A partir de ahí se enfrío la relación, según Dorado que califica como falsas las alusiones del juez Taín a llamadas posteriores, aunque tuviese “la intención de defenderlo”. El tercer protagonista, Manuel Cruz, tampoco puede aclarar nada porque falleció en accidente de coche en 1999, tras ser implicado en una causa por blanqueo como testaferro de Dorado en los negocios de gasolineras. Los días más difíciles de la carrera política de Feijóo acabaron con un reparto de ayudas de la Xunta a los medios de comunicación gallegos. Tras unos primeros días de sobreexposición pública, el presidente que se presentó como víctima de una campaña que pretendía amedrentarlo, decretó el fin de “la infamia” aprovechando las declaraciones del juez Taín el 4 de abril de 2003, cinco días después de que aquellas instantáneas vieran la luz. El tema se convirtió entonces en tabú en la prensa gallega y Feijóo optó por espaciar también sus intervenciones en los medios nacionales. Se acabaron aquellas visitas a Madrid aprovechando los comités de dirección del partido en los que el líder gallego dejaba titulares que lo hacían emerger como un verso suelto dentro de una organización sacudida por la corrupción: “Me avergüenzo de Bárcenas”, “Nos falta contundencia contra la corrupción”, “Debemos mejorar el relato sobre la crisis”…
Antonio Contreras hace en InfoLibre la presentación de una periodista que trata de este tema: “Filóloga y periodista, Ana Pardo de Vera se encuentra entre las pocas mujeres que ha dirigido un periódico, Público, donde ahora ejerce como directora corporativa y de relaciones institucionales. Autora de varios libros, el año pasado publicó su primera novela, ‘Chantaje a una jueza’, con el trasfondo de la corrupción en Galicia y ecos que recuerdan el reciente caso Mediador. Pardo de Vera participa en diversos medios como colaboradora, defendiendo siempre con rotundidad posiciones progresistas. ‘Me parece bien que Pedro Sánchez saque el tema de la foto de Feijóo con Marcial Dorado porque no me imagino a ningún líder europeo con una foto así a sus espaldas. No es la foto de 'yo no sabía que era narcotraficante': hay una amistad de muchos años con un señor que empezó con el tráfico de tabaco y terminó con el narcotráfico, responsable de la muerte de muchísimos gallegos. Una auténtica masacre que se ha conocido tarde, gracias también a la serie Fariña. Cualquiera que haya tenido contactos o vínculos con el narcotráfico, aunque solo fuera una amistad, debería cuidarse de presentarse a unas elecciones. Para mí es demoledor. ¿Qué hubiera pasado en Alemania si hubiera una foto de Angela Merkel con un narcotraficante en un barco?”.
Otras imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
Margarita Robles, ministra de Defensa, anunció con una sonrisa que la princesa de Asturias es la heredera de la Corona y la que ocupará el mando supremo de las Fuerzas Armadas. La formación tendrá una duración de tres años, por lo que la hija del rey Felipe VI pasará un curso por cada ejército: Ejército de Tierra (Zaragoza), la Armada (Marín) y el Ejército del Aire (San Javier). Esta enseñanza militar comienza este 2023 y concluye en 2026. Ante el anuncio sobre la formación militar de la princesa Leonor (“¿No puede decir que tiene los pies planos?”), el cachondeo se ha expandido en las redes. Los tuiteros han bromeado y opinado sobre que la joven de 17 años termine sus estudios para irse a la ‘mili’, algunos incluso han pedido clemencia para ella. (Tremending)
Festival de CORRUPCIÓN en la Guardia Civil. Imputados
altos mandos y empresarios en varios casos de corrupción: Mediador, Cuarteles y
Uniformes... más los habituales en zonas “narco”. (Skakeo FanZine).
Rafa Castaño resuelve el Rosco
y gana el bote de 'Pasapalabra' de un tirón, sin apenas dudar y sin tan
siquiera dar una oportunidad a su rival, Orestes Barbero, de intentarlo. Para
algunos tuiteros y seguidores del programa fue demasiado espectacular y algunos
tuiteros claman “tongo”. Algo que nunca había ocurrido y que algunos han
achacado a preguntas un poco más “fáciles” de lo normal y esperaban un duelo
igualado entre sus concursantes favoritos. Pero Orestes no pudo ni empezar su
Rosco, algo que ha molestado a sus seguidores. Por otra parte, siempre aparecen
acusaciones de tongo en los finales de todos los concursos televisivos. Pase lo
que pase, puede que la inaudita resolución de esta era de Pasapalabra sirva
para alimentar un fuego que probablemente se hubiese encendido de todas formas.
(Tremending)
El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Vergara, Manel F, Flavita Banana, J. Morgan, Terán……
Pep Roig, desde Mallorca:
Los vídeos de esta
semana:
Núñez Feijóo, sobre sus fotos "difíciles de
explicar" con el narco Marcial Dorado – Salvados
Núñez Feijóo, el 20 de marzo del 2020: "Que yo
sepa Marcial Dorado no me ha quitado ningún voto"
Sánchez menciona la fotografía de Feijóo en el yate
del narco Marcial Dorado
Rafa Castaño gana el mayor bote de Pasapalabra
2.271.000€ REACCIÓN
Primera entrevista a RAFA CASTAÑO tras ganar el bote
de PASAPALABRA: ¿Lo compartirá con Orestes?
Blanca Portillo recoge el Premio Málaga premio en
vaqueros: "Sin belleza también se puede ser actriz"
Florentinos contra el Barça – Polònia
ConverJUNTSia – Polònia
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