Víctor Lenore critica, en
Vozpópuli, el galardón literario más comercial de España “que cada vez se va alejando más de la literatura
para acercarse a la televisión”. Fernando Savater (finalista en 1993) dijo que “sospechar
del Planeta es como sospechar de los Reyes Magos”, mientras que el prestigioso
crítico Constantino Bértolo propuso a los periodistas culturales “cubrir los
premios literarios como si fuesen casos de corrupción”.
“Aunque parezca
increíble, en 1980, se nombró finalista a Juan Benet, representante de la más
alta literatura, para intentar recubrir al premio de prestigio cultural.
Después, se pasó a buscar narradores capaces de escribir con ritmo cinematográfico,
pongamos Terenci Moix, pero hoy ya se han dado cuenta de que es mucho más
sencillo pedir a un equipo de guionistas (el trío Carmen Mola) que escriban un
libro como escribirían un capítulo de Hospital Central. Lo próximo es que la
Inteligencia Artificial se fije en los párrafos más leídos de nuestros libros
electrónicos para crear el bestseller transgénico definitivo.
“El Mundo destaca un
párrafo aséptico, que resume en pocas líneas la intensidad autorreferencial del
galardón: ‘Planeta ha apostado por una autora de la casa, que ya había
publicado seis de sus siete novelas en el sello. Además, desde otoño de 2022,
Sonsoles Ónega reina con su magazine en las tardes de Antena 3, cadena que
también pertenece al grupo editorial’. Es un poco como si Burger King contrata
como jurado a Ferrán Adriá, Juan Mari Arzak y José Andrés para dar un premio al
whopper como mejor hamburguesa del año.
“El País ofrece una
larguísima pieza sobre la noche de la entrega, donde el firmante aprovecha
cualquier oportunidad para dejar miguitas de pan a sus lectores, avisando de que
este es un premio de postureo. ‘Entre invitados a la populosa gala (con también
populoso photocall) se encontraban figuras de la política como Yolanda Díaz,
vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social;
Miquel Iceta, ministro de Cultura y Deportes; Joan Subirats, ministro de
Universidades (todos en funciones), o el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni.
También numerosos personajes del mundo periodístico y televisivo; algunos
escritores, no tantos’, precisa.(…)
“El enviado del diario de
Prisa toma también su venganza rematando el artículo con este comentario: ‘Un
ejército de camareros sirvió ensalada de huerta con langostinos de Sant Carles,
lomo de lubina y roll de verduras con piñones, y, de postre, chiboust de
castaña a la vainilla (los nombres de los platos están resumidos por cuestión
de espacio). Cava y vinos variados’. Una pena ese resumen de los nombres de los
platos, que seguramente fuera lo más literario de toda la noche”.
Asimismo el crítico
televisivo Bob Pop y la periodista Àngels Barceló, dos de los rostros que gozan
de cierta notoriedad en la industria, han visto conveniente compartir una
crítica afilada contra Atresmedia. De manera tajante, Bob Pop se dispuso a
compartir su opinión poco tiempo después de que se diese a conocer la noticia: “¿Por
qué no lo llaman Premio Atresmedia a la Empleada del año y se dejan ya de
tonterías?”. Àngels Barceló ironizó con su interlocutor en las ondas: “He visto
que no te han dado el Premio Planeta... Yo pensaba 'a ver, ¿no se ha
presentado?' Porque me ha extrañado mucho”. Y remató: “¡Es una trabajadora del
grupo, la trabajadora estrella del grupo! Entonces, pues han dicho 'jo,
Sonsoles Ónega, qué guay que te vamos a dar el Premio Planeta. Ten en cuenta
que eso es como si te damos un plus de productividad en la empresa”.
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