Javier F. Ferrero escribe
en Spanish Revolution:
“En un mundo donde las
modas y tendencias cambian con la velocidad de un tuit, nos encontramos con un
fenómeno que parece haberse instalado en el corazón de la sociedad española: la
‘Leonormanía’. Una ola de admiración y fascinación que ha inundado las portadas
de revistas y periódicos, colocando a la princesa Leonor en el centro de todas
las miradas. Pero, ¿es esta ‘Leonormanía’ un reflejo genuino de la admiración
popular o simplemente una estrategia de distracción ante los verdaderos
problemas que enfrenta España?
“Mientras las revistas
como Hola y Trendencias nos hablan de la belleza y carisma de la princesa, y
cómo ha deslumbrado en Asturias, hay una pregunta que resuena en el aire: ¿Por
qué esta obsesión con la monarquía en pleno siglo XXI? En una era donde la
democracia, la igualdad y el mérito deberían ser los pilares fundamentales,
resulta paradójico que una institución anacrónica como la corona siga ocupando
un lugar tan prominente en la sociedad.
“La monarquía, esa
institución perfecta para delinquir, con su historia de polémicas y un rey
padre huido por miedo a ser juzgado por sus escándalos, parece ser una reliquia
del pasado que no encaja con la España moderna y progresista que muchas y
muchos deseamos. La corona, con sus raíces en el fascismo franquista, es un
recordatorio constante de una época oscura que muchos preferirían olvidar. Y,
sin embargo, aquí estamos, en 2023, debatiendo sobre la ‘Leonormanía’ mientras
se ignora el clamor popular por una república que fue arrebatada por la
dictadura.
“La idea de que la Corona
representa la antítesis de la igualdad es innegable. En un sistema donde el
acceso al trono se determina por el simple hecho de nacer en una familia
específica, se desafía el principio fundamental de mérito y capacidad. Se nos
presenta a Leonor como una figura feminista, pero ¿qué ha hecho, aparte de
nacer en la familia real, para ganarse ese título? Ser mujer no es suficiente
para ser feminista. Macarena Olona, Ayuso o Cuca García Gamarra son ejemplos de
mujeres que, a pesar de serlo, han mostrado posturas contrarias al feminismo…La
historia nos ha mostrado que las modas van y vienen, pero las verdaderas
transformaciones surgen del deseo colectivo de cambio. La ‘Leonormanía’ pasará,
pero el anhelo de una república permanecerá. Es el momento de mirar hacia el
futuro, de dejar atrás las sombras del fascismo franquista y abrazar una nueva
era de libertad y democracia”.
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