viernes, 27 de noviembre de 2020

Rosa Lluch: "Otegi y la izquierda abertzale demuestran con los hechos que se han alejado de la violencia".

 

Rosa Lluch, en su despacho en la Universidad de Barcelona.

Rosa Lluch, la hija de Ernest Lluch, asesinado hace 20 años por ETA, considera que estamos asistiendo a una “utilización política” de las víctimas del terrorismo. En una entrevista mantenida con Neus Tomàs, asegura que le gustaría que su padre fuese recordado como un “universitario”, con todo lo que implica esta palabra. “Alguien que aprende, investiga, enseña y comparte”, resume. Como su padre, también Rosa es profesora de Universidad. Su especialidad es Historia Medieval y Paleografía y nunca ha formado parte de ninguna asociación de víctimas. Rosa se pregunta por qué el PP critica ahora el acercamiento de presos a cárceles de Euskadi cuando, estando en el Gobierno, también lo hizo y reconoce que sintió “una profunda molestia” cuando escuchó a Santiago Abascal leer el nombre de las víctimas durante el debate de la moción de censura.

Neus Tomàs le pregunta por qué decidió no integrarse en alguna de estas entidades. Rosa contesta: “Porque, en el momento en el que pasé a ser una víctima, cuando mataron a mi padre, no me sentí nada identificada con el discurso de las asociaciones de víctimas. No me sentía representada e incluso algunas de sus afirmaciones me incomodaban. Por lo tanto, es una opción que nunca me he planteado. Considero que mi función en la vida no es ser víctima del terrorismo. Es una lucha que hay que mantener y agradezco el trabajo de gente como Robert Manrique, pero yo no me lo planteé”. Rosa no puede explicar cómo hacer para no odiar a quien provoca tanto dolor. “Pienso que si odias no vives porque el odio dirige tu vida y tus pensamientos. Si yo hubiese odiado habría permitido que los terroristas no solo hubiesen matado a mi padre, sino que se hubiesen llevado una parte de mí. El odio no te deja pensar en el futuro”.

Rosa dice notar una mayor agresividad respecto al que piensa distinto. Y que los partidos tienen alguna responsabilidad en ese aumento de la agresividad “porque se ha ido a una polarización, a blanco o negro, o conmigo o contra mí. En la diversidad de opiniones está la riqueza de la sociedad… Estamos asistiendo a una utilización política de las víctimas del terrorismo de ETA, cosa que en el fondo hace que no se reconozcan el resto de víctimas. Determinados partidos están volviendo a utilizar el terrorismo de ETA como si fuese algo actual sin tener en cuenta que hace años que se acabó. Quedan secuelas y consecuencias, pero no nos despertamos con asesinatos y secuestros. Nos trasladan a una época que en realidad no coincide con la actualidad. Solo hay que ver las respuestas de los jóvenes cuando se les pregunta por ETA. Los discursos van por un lado y la realidad va por otro”.

Neus Tomàs le recuerda que Arnaldo Otegi afirmó el año pasado que se echaba de menos una figura como Lluch porque fue alguien que siempre defendió el diálogo. Y le pregunta qué debería hacer la izquierda abertzale para estar a la altura. “Tanto Otegi -contesta Rosa- como la izquierda abertzale han ido dando muchos pasos adelante. También es verdad que a medida que ellos han ido avanzando se les ha ido exigiendo más. Yo no soy quién para decir qué debe hacer Arnaldo Otegi o la izquierda abertzale porque es un proceso que deben hacer ellos. Lo que han hecho hasta ahora, que es separarse de la violencia y condenarla, a mí me sirve. Yo no dudo de su sinceridad porque con los hechos están demostrando que se han alejado de esa violencia. Ahora bien, también es cierto que en algunos momentos hubiese estado bien una condena más categórica. Puede que parte de las víctimas o la sociedad necesiten un perdón más categórico. Yo no lo necesito”.

Rosa Lluch se auto define como una catalanista socialista profunda. “No necesito otras etiquetas. Lo que tenemos que hacer es trabajar para que el conjunto de la sociedad esté bien, no solo los que son como nosotros. En la Catalunya que yo vivo hay mucha gente que no es ni independentista ni antiindependentista. Nos han planteado un blanco o negro. Una de las cosas que me preocupan es que se han equiparado conceptos como comunista, socialista, feminista e independentista. Independentista no es una ideología por ella sola. Independentista es que quieres la independencia. Pero nadie nos está explicando qué pasará mañana, qué modelo de sociedad o economía tendríamos”.

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