En una misiva dirigida a mi E. Mail, he recibido un mensaje conciso y claro de Ricardo que habla de la fortuna de los mayores. El escrito logra resumir en siete definiciones las cualidades de esa gente. Cita la plata en los cabellos, el oro en los dientes, las piedras en los riñones, el azúcar en la sangre, el plomo en los pies, el hierro en las articulaciones y una fuente inagotable de gas natural. “¡¡¡Nunca pensé –me comenta– que, a los cincuenta o sesenta años, se pudiera llegar a tener tanta riqueza!!!
A todo esto cabe añadirle la afición cada vez más generalizada de los mayores por no romper los lazos con el mundo. En “nosolousabilidad” realizan un interesante estudio sobre el uso de Internet para mayores. La investigación refleja importantes puntos débiles y da las claves para que la web sea más fácil de usar y de alguna manera más intuitiva entre las personas que han llegado con una edad avanzada. La brecha entre los “nativos de Internet” y los llamados “inmigrantes tecnológicos” es muy pronunciada, de manera que la dificultad crece proporcionalmente a la edad a la que se ha producido el primer contacto con la informática. No obstante, los mayores de 65 años llegan al 17% del total de la población española, estimándose que para el 2020 ya será el 20%. Su autor, Juan Carlos García Gómez, documentalista en el Servicio de Información (SIU) de la Universidad de Murcia y editor del blog “Usalo.es”, destaca algunos de los problemas que se encuentran las personas mayores cuando se enfrentan a los contenidos online.
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