No, no es Alicia en el país de las maravillas, sino Cristina en Argentina.
A contramano del vicepresidente Cobos, quien tiene la más alta consideración, los K –la presidenta Cristina Fernández y su esposo, Néstor Kirchner– son los políticos con peor imagen en Argentina. Lo dice una encuesta realizada a nivel nacional por Mangement & Fit. Como contrapartida, el dirigente con mayor porcentaje de imagen positiva es el vicepresidente Julio Cobos, con 54,8 % de apoyos. Néstor y Cristina son los últimos, con 19,7 % y 20,1 %, respectivamente. Evidentemente, las últimas medidas políticas tomadas por los Kirchner –más los escándalos de corrupción y enriquecimiento ilícito en que se han visto involucrados– no obtuvieron buena repercusión en la sociedad. La imagen de Cristina de Kirchner, que iniciara su mandato con un 56 % de aprobación, no superaba, en agosto último, el 23 %. Y el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), que mide la Universidad Torcuato Di Tella, cayó a su valor histórico más bajo, ubicándose en 1,11 puntos sobre un máximo de 5, lo cual representaba una caída del 10 % en los últimos 30 días.
Otra encuesta de IGEE (Índice General de Expectativas Económicas), de la Universidad Católica Argentina, indica que las perspectivas económicas de los argentinos empeoraron en septiembre, al caer 19,8 % con respecto a igual mes de 2008, en tanto que 7 de cada 10 argentinos apenas lograban llegar a fin de mes con sus ingresos. Y el 62 % consideraba que la situación económica actual del país era “mala o muy mala”.
Con respecto a la situación económica para los próximos seis meses, el 43% pronostica que “será mucho o algo peor”, el 31% que “no será mejor ni peor”, y el 20% que “será mucho o algo mejor que la actual”. El sondeo arrojaba también que 7 de cada 10 argentinos apenas lograban llegar a fin de mes con sus ingresos. Las personas con menor poder adquisitivo (70 %), los mayores de 65 años (70 %) y los habitantes del interior del país (69 %) eran quienes manifestaban tener más dificultades para llegar a fin de mes.
Sanateros! Si van a argumentar, por lo menos partan de premisas verdaderas.
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