domingo, 7 de febrero de 2021

Las farmacéuticas ponen en riesgo la campaña de vacunación europea.

 Falta de comunicación y de transparencia.

El conflicto entre la UE y la empresa farmacéutica AstraZeneca, con reproches cruzados sobre los compromisos adquiridos en los contratos, ha hecho saltar la alarma. Los meses de preparación para la campaña de vacunación pusieron un escenario mucho más incierto de lo que aseguraban las autoridades europeas. “La solución explica  Beatriz Asuar Gallego, en Público– hubiera sido fácil en el pasado: publicar los contratos con las farmacéuticas y suprimir las patentes de las vacunas para favorecer la producción masiva. Sin embargo, los países ricos siempre optaron por no confrontar con las farmacéuticas, que mantienen en secreto los contratos y protegen los intereses de los laboratorios. Lo ocurrido evidencia lo importante de la información sobre los contratos. Belén Tarrafeta, farmacéutica experta en acceso a medicamentos, valora que la falta de transparencia en los contratos ‘está creando un clima de desconfianza que no es positivo’: ‘Los europarlamentarios y los ciudadanos de Europa quieren saber lo que podemos esperar, cuánto nos va a costar y con qué condiciones. Además, los países de la UE ignoran las condiciones de los contratos entre las farmacéuticas y otros países (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá...) y sospechan que quizás las cláusulas de otros contratos tengan un impacto sobre los nuestros. Desde hace meses, se está pidiendo una transparencia, cuya ausencia sólo beneficia a la industria’. Tarrafeta lamenta que, una vez que se aprobaron las primeras vacunas, ‘se pecó de triunfalismo y de creer que llegaba lo fácil. Pero, si fue un milagro conseguir vacunas en tan poco tiempo, vacunar países enteros en pocos meses es otro reto enorme’. Los problemas con los retrasos empezaron con Pfizer. Las vacunaciones en toda Europa se han ralentizado y países como Italia estudian incluso poner una demanda a la farmacéutica. Pfizer dijo que tenían que reducir el ritmo de entrega de las vacunas durante el mes de enero y de febrero para ‘adecuar sus instalaciones para aumentar su capacidad de producción’. Esto ha alterado los planes de todos los países europeos”.

Irene Bernal, experta en Políticas Públicas Sociales y Sanitarias y portavoz de Salud Por Derecho.

La tensión entre las farmacéuticas y la UE no ha dejado de crecer desde que el Ejecutivo comunitario reclamase las dosis pagadas, exigiendo que todos los puntos del contrato se hicieses públicos. Asuar Gallego recuerda que Europa compró a AstraZeneca hasta 300 millones de dosis de forma adelantada y, desde Bruselas, se ha llegado a sugerir que la farmacéutica está desviando las vacunas (que deberían llegar a Europa) a otros países como Israel o Reino Unido. Pascal Soriot, director ejecutivo de AstraZeneca, dice en una entrevista en La Reppublica: “Reino Unido firmó el contrato tres meses antes que la UE. Tuvimos ese tiempo extra para reajustar todos los fallos que íbamos detectando”. Y, tras muchas presiones, se ha hecho público un contrato de la Comisión Europea que corresponde al acuerdo con CureVac, la empresa alemana que aún está pendiente de conseguir la autorización de comercialización de la Agencia Europea del Medicamento. El contrato se publicó lleno de tachones que ocultaban aspectos claves como el precio de la vacuna. Varias organizaciones alertaron sobre esta opacidad. De hecho, Emily O'Reilly, Defensora del Pueblo Europeo, ha abierto una investigación, tras recibir varias quejas por parte de la ONG Corporate Europe Observatory, sobre el rechazo de la Comisión Europea de hacer públicos los contratos firmados para la compra de vacunas. El Ejecutivo comunitario tiene hasta el 11 de febrero para pronunciarse sobre varias solicitudes de acceso a documentos que ha rechazado. Aunque la opacidad de las farmacéuticas no es nueva y es, además, “una de las razones de la falta de equidad en el acceso a medicamentos y de los desabastecimientos de medicamentos a nivel nacional, europeo y mundial”, según señala Tarrafeta. E Irene Bernal, experta en Políticas Públicas Sociales y Sanitarias y portavoz de Salud Por Derecho, es una de las profesionales que lleva meses alertando sobre las consecuencias de la opacidad de los contratos firmados entre la UE y las farmacéuticas. Un ejercicio de transparencia real permitiría una exención de patentes de forma que la tecnología hubiera sido compartida y habría “muchas más empresas produciendo”. En el seno de la Organización Mundial del Comercio, se pidió oficialmente la supresión de patentes para países pobres como India y Sudáfrica. Sin embargo, los países ricos como Estados Unidos y Europa rechazaron dicha opción. Los retrasos han generado problemas, pero es que, con el acaparamiento de más de la mitad de las dosis que se prevén producir este año por parte de los países ricos, los pobres se han quedado en una situación realmente crítica. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, alertó sobre esto en una reunión virtual del Foro Económico Mundial: “Necesitamos que aquellos que han acaparado las vacunas las liberen para que otros países puedan tenerlas”. Y Bernal lamenta: “La Comisión Europea tiene un problema importante y, en los acuerdos, las farmacéuticas nunca pierden porque es un negocio. Hay un acaparamiento de vacunas porque quién más paga es quién tiene más acceso y las estrategias de las farmacéuticas de precios diferenciados son muy comunes”. 

Personal sanitario administra la segunda dosis de la vacuna contra la Covid-19, de Pfizer

Belén Tarrafeta también valora que la falta de transparencia en los contratos “está creando un clima de desconfianza que no es positivo: los europarlamentarios y los ciudadanos de Europa quieren saber lo que podemos esperar, cuánto nos va a costar, y con qué condiciones. Además, los países de la UE no saben las condiciones de los contratos entre las farmacéuticas y otros países (Reino Unido, Estados Unidos, Canadá...) y, por tanto, empiezan, a sospechar que quizás las cláusulas de otros contratos tengan un impacto sobre los nuestros. Desde hace meses se está pidiendo transparencia, porque la falta de transparencia sólo beneficia a la industria”. ¿Era previsible todo esto? Tarrafeta explica que estas dificultades son “completamente normales” y lamenta que, una vez que se aprobaron las primeras vacunas, “se pecó de triunfalismo y de creer que llegaba lo fácil. Si fue un milagro conseguir vacunas en tan poco tiempo, vacunar países enteros en pocos meses es otro reto enorme. No sé si los ciudadanos en general y los políticos en particular se dan cuenta de la complejidad que supone aumentar exponencialmente la capacidad de producción de vacunas”, añade. Los problemas con los retrasos empezaron con Pfizer. Las vacunaciones en toda Europa se ralentizaron y países como Italia estudian incluso poner una demanda a la farmacéutica. Pfizer dijo que tenían que reducir el ritmo de entrega de las vacunas durante el mes de enero y de febrero para “adecuar sus instalaciones para aumentar su capacidad de producción”. Esto alteró los planes de todos los países europeos.

COVAX prevé alcanzar los 2.270 millones de dosis de vacuna Covid-19 repartidos para finales de 2021.

Médicos Sin Fronteras y Salud Por Derecho pusieron en marcha una campaña concreta para pedir al Gobierno de España que se desmarque de la posición de la Unión Europea (UE) y apoye la suspensión de patentes. “Hemos intentado acercarnos al Gobierno, pero no ha sido posible”, lamenta Bernal. La suspensión de patentes sería la solución para estos 67 países pobres que corren el mayor riesgo de quedarse atrás y de tener acceso a cualquier vacuna solo a través de COVAX. Hasta el momento, COVAX ha asegurado 700 millones de dosis para la población de 92 países: 3.600 millones para cada país y, teniendo en cuenta que hay vacunas que necesitan dos dosis, en algunos sitios solo se podría vacunar a la mitad. La Organización Mundial del Comercio (OMC) funciona por consenso, pero esta propuesta partió en dos al Consejo de los Acuerdos de Propiedad Intelectual (ADPIC): 99 de los 164 se mostraron muy reticentes a cambiar de opinión y apoyar la iniciativa. El asunto se debatió en una reunión del grupo de los ADPIC. El objetivo era elaborar un informe que se tratara en la próxima reunión del Consejo General del 17 de diciembre, fecha en la que se preveía que se refrendara o no la decisión. Sin embargo, no hubo acuerdo y todo apuntó a que se alargaran las conversaciones. Los países miembros de la UE, como España, y otros ricos como Estados Unidos o Japón insistieron en que ya había iniciativas como COVAX destinadas a una equidad. COVAX tiene el objetivo de conseguir proporcionar dosis suficientes para el 20% de la población de los países financiados, es decir, de los de más bajo ingreso. Es una herramienta útil, pero limitada en este sentido porque no aumenta la capacidad de fabricación como para que llegue a todos los países no solo de rentas bajas, sino también de medias. Participan en esta iniciativa hasta 187 países, entre los que destacan la falta de EEUU o Rusia. 

Raquel González (Médicos Sin Fronteras)

Otro de los argumentos de los países ricos es que los acuerdos de los ADPIC ya tienen determinadas “flexibilidades” que mejoran las condiciones comerciales que dejan margen de acción para diferentes medidas. “El problema –explica Raquel González, portavoz de Médicos Sin Fronteras– es que se tiene que hacer país por país y producto por producto. Además, hay países que tienen limitaciones por su legislación nacional, carecen de capacidad institucional o hay presiones de socios comerciales que dificultan todo el proyecto. Son disposiciones muy estrictas que hacen que sea muy difícil. La exención no es excluyente de las flexibilidades, pero es que es una respuesta mucho más rápida, abierta y automática”. Raquel recuerda casos que se han vivido durante la pandemia que dan a entender por qué las patentes y los monopolios pueden convertirse en un obstáculo en el acceso a la salud. Pone el ejemplo de Holanda y de la farmacéutica Roche durante los primeros meses de pandemias. La alta demanda de kits de pruebas para el coronavirus provocó que la farmacéutica suiza no pudiera atender todas las necesidades. Los laboratorios holandeses dependían de Roche para obtener los suministros y hacer pruebas de detección. Pero, por la escasez que había al tener la farmacéutica el monopolio, Holanda no pudo realizar pruebas durante los primeros meses de pandemia. El Gobierno pidió a Roche que compartiera la fórmula e intentó hacer una licencia obligatoria. El tiempo pasaba y finalmente la farmacéutica cedió, pero el tiempo que pasó fue fundamental para salvar vidas. “Aprobar la exención de las patentes de las vacunas permitiría que no se perdiera tiempo y que todos los miembros de la OMC pudieran elegir si utilizan esta exención o no. España puede no utilizarla, pero sí debería apoyar que otros países en desarrollo lo hicieran, también porque la fabricación será mucho más rápida”, añade González.

La nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias, abre la puerta a la vacuna rusa Sputnik, siempre que Europa la autorice.

A lo largo de febrero llegarán 1.8 millones de dosis de AstraZeneca, adelanta la ministra de Sanidad, Carolina Darias, abriendo la puerta a que España use la vacuna rusa, la Sputnik V, con la condición de que sea aprobada por la Agencia Europea del Medicamento. “Vamos a recibir cualquier vacuna que tenga la autorización de la EMA, ese es el único margen”, señala Darias durante su primera intervención en el Congreso de los Diputados, tras ser cuestionada por el diputado de EH Bildu Iñaki Ruiz de Pinedo sobre la posibilidad de usar el fármaco ruso en España ante el déficit de vacunas. Ruiz de Pinedo denunció ante la ministra el “negocio especulativo a costa de la salud pública” que, a su juicio, están realizando algunas compañías farmacéuticas, entre ellas AstraZeneca: “No es aceptable este chantaje. Nos sorprende la dureza de la Comisión Europea para ordenar recortes y lo flexible que ha sido ante el chantaje de esta farmacéutica”. La Comisión de Salud Pública mantuvo finalmente el pasado viernes el uso de la vacuna de AstraZeneca para el grupo de edad comprendido entre los 18 y los 55 años. En España hay aproximadamente 12.600.000 personas entre 55 y 80 años. Ninguno de ellos será vacunado por las dosis de AstraZeneca así que Sanidad debe elegir a un segundo grupo que reciba 1,8 millones de dosis durante febrero. Con esta decisión, España se suma a la línea de otros países como Francia o Alemania, que rechazan su administración en personas de más de 65 años. Lo que altera los planes iniciales de vacunación. Todavía debe completarse la primera parte de la campaña, con sanitarios y sociosanitarios, con usuarios de residencias, y con grandes dependientes. La inmensa mayoría de estos dos últimos grupos son personas mayores. Pese a todo, la ministra Darias insiste en que hasta marzo llegarán 6 millones de dosis de vacunas, juntando las dosis de Pfizer, Moderna y AstraZeneca. Lo que supone la vacunación de 3 millones de personas en tres meses, a millón por mes, siempre que se pongan todas las dosis. Si eliminamos de la ecuación los 3 millones que habría vacunados en marzo, quedarían por vacunar todavía 29,9 millones de españoles para alcanzar la inmunidad de grupo. Pero, si Sanidad quiere cumplir sus promesas, para administrar la vacuna a toda esta población quedarían solo cinco meses.

La portavoz de Podemos, Isa Serra.

La portavoz de Podemos, Isa Serra, defiende la necesidad de tener empresas públicas, tanto en el plano farmacéutico como energético, para defender los servicios públicos, que es la principal lección que arroja la crisis del Covid-19. Así lo manifesta en rueda de prensa en la sede del partido en relación a las declaraciones del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quien en una entrevista en “Eldiario.es” e “Infolibre” asegura que nacionalizaría compañías farmacéuticas si eso sirviera para “asegurar que el derecho a la salud se garantiza”. Iglesias mostró su rechazo a que “se puedan hacer negocios” y conseguir “grandes beneficios” con las vacunas contra el coronavirus “a costa de la salud pública”. Serra reivindica que, para tener unos servicios públicos en condiciones, es necesario que existan empresas que no estén sometidas a las lógicas del mercado, algo que se ha apreciado con los problemas de suministros de la vacuna del Covid-19 en la Unión Europea. A su juicio, esta problemática revela como existen compañías que se están “burlando” de las necesidades de la ciudadanía y se “ríen” de los estados con pretensión de sacar “beneficio del sufrimiento”, vendiendo vacunas “al mejor postor”.

Rusia asegura que su vacuna Sputnik V tiene una eficacia del 92%.

Sputnik V, la vacuna rusa contra el coronavirus, de doble dosis, tiene una eficacia del 91,6% contra la enfermedad sintomática, según los resultados provisionales de los ensayos publicados en la revista científica, “The Lancet”. Estos se basan, según Eldiario.es, en el análisis de los datos de casi 20.000 participantes, de los cuales tres cuartas partes recibieron la vacuna y una cuarta parte, un placebo. En el caso de las personas mayores, el ensayo incluyó a 2.144 participantes con más de 60 años: la vacuna fue bien tolerada y los datos de seguridad de 1.369 de estos adultos mayores revelaron que los efectos adversos más comunes fueron los síntomas gripales y la reacción local. Estos coinciden con la mayoría de los efectos adversos notificados en los otros grupos que, en general, fueron también leves; los graves (los que requirieron ingreso hospitalario) fueron escasos tanto en el grupo de placebo (0,4%) como en el de la vacuna (0,2%). Ninguno se consideró asociado a la vacunación; se notificaron cuatro muertes en el ensayo, ninguna de las cuales se consideró relacionada con la vacuna. La Gam-COVID-Vac o Sputnik V es una vacuna de dos partes que incluye dos vectores de adenovirus, modificados para expresar la proteína S del SARS-CoV-2. Los adenovirus también están debilitados para que no puedan replicarse en las células humanas y no puedan causar la enfermedad. La vacuna rusa ha sido autorizada en otros 14 países, entre ellos Hungría, Argelia, Serbia, Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay, Turkmenistán, Bielorrusia, Kazajistán, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Según “The Lancet”, el estudio en que han participado 21.977 personas ha arrojado estos resultados sobre la eficacia del suero ruso también en personas mayores de 60 años. Se trata de una vacuna de dos dosis, que proporciona una “respuesta inmunitaria robusta” frente a la infección por coronavirus. Entre el 7 de septiembre y el 24 de noviembre de 2020, 21.977 adultos fueron asignados al azar al grupo de la vacuna o al grupo placebo, y 19.866 recibieron dos dosis de vacuna o placebo y se incluyeron en el análisis del resultado primario. 

La vacuna rusa ya cuenta con el respaldo de la comunidad científica internacional.

El mismo día en que las autoridades sanitarias rusas registraron la vacuna Sputnik V, la periodista española Pilar García de la Granja, empleada del grupo Mediaset y corresponsal del canal Telecinco en EE.UU., expresaba en Twitter, de manera tan contundente como gráfica, su rechazo al nuevo fármaco: “Yo no me pongo la vacuna de Putin ni atada”. Lo cuenta David Romero en Actualidad.rt.com: “Más allá de la muy relativa importancia de su decisión personal, su reacción visceral e inmediata, disparada como un acto reflejo frente a la mera aparición en escena de una vacuna rusa, sirve al menos como muestra de una actitud lamentablemente extendida en el espectro mediático de Occidente, en especial entre los voceros periodísticos de los poderes más conservadores de cada país, aunque no solo ahí. La referencia a la Sputnik V como ‘la vacuna de Putin’ es también una constante en el discurso de sus inmediatos detractores, lo que pone en evidencia que su rechazo y su desconfianza tienen un carácter mucho más político e ideológico que científico. En un ‘análisis’ del 12 de agosto, la cadena CNN llegó a cuestionar directamente si ‘una vacuna de Vladímir Putin’ era digna de confianza, dejando de lado cualquier consideración sobre sus bases biológicas. Ahora, la vacuna rusa ya cuenta con el respaldo de la comunidad científica internacional, certificado con la publicación de sus resultados inmunológicos en The Lancet, que confirma una eficacia de más del 91% y la ausencia de efectos adversos graves. Ello ha contribuido decisivamente a rebajar el clamor crítico contra el fármaco desarrollado en Moscú, y ha puesto en evidencia, retrospectivamente, la innecesaria inflamación mediática y el alarmismo informativo que cundió como reacción primaria de Occidente ante una propuesta rusa para atajar una crisis sanitaria que nos afecta a todos (...) Lo cierto es que los raíles biotecnológicos por los que avanzó el desarrollo de la vacuna Sputnik V estaban ya construidos hacía años, y resultaron clave en la rapidez con la que se ha obtenido el fármaco. Ello, unido a un trámite burocrático acelerado por las autoridades rusas en ágil respuesta a la emergencia sanitaria –muy similar, por otra parte, al practicado en el resto de países que trataba de impulsar sus vacunas–, explica en buena medida el tiempo récord logrado en el registro de la Sputnik V. Fue mucho trabajo, habíamos llegado a la segunda fase de ensayos clínicos”. En resumen, el desarrollo de la vacuna Sputnik no empezó de cero tras la aparición del nuevo coronavirus, sino que partió de un trabajo científico muy avanzado ya, en el que simplemente fue necesario implementar modificaciones.

 
Producción de la vacuna Sputnik V en una instalación de San Petersburgo (Rusia), 4 de diciembre de 2020.

El día 13 de agosto del 2020, dos días después del registro de la vacuna en territorio ruso, su sección de opinión albergaba un artículo titulado “La vacuna de Putin”, que incluía frases como: “El remedio ruso contra el coronavirus solo tiene de novedoso haberse saltado todas las normas” u otras reflexiones tan científicas como “no tenemos por qué creer a Putin”. Tras la publicación de The Lancet, el mismo periódico reconoce, que “la vacuna rusa Sputnik V está venciendo poco a poco el escepticismo generalizado con el que fue recibida en la comunidad científica internacional”, en una nota que reporta fielmente el reconocimiento recién obtenido en Occidente, pero que tiene a bien recordar, por si acaso, que “el presidente ruso, Vladímir Putin, ha utilizado la vacuna con fines propagandísticos desde el primer momento”. Otros medios españoles como ElConfidencial.com también se lanzaron en su momento a desacreditar la propuesta vacunológica rusa, con la terminología despectiva que ya empezaba a ser habitual en aquellos días de mediados de agosto. “Pese a las ínfulas lunáticas del anuncio, nadie fuera de Moscú lo ha tomado en serio”, continúa el artículo, destacando que “pronto todo espectador relevante ha girado la cabeza para seguir a los verdaderos competidores de esta carrera por la vacuna, que ahora mismo están en China, EE.UU. y Europa”. “Si lo que pretendía Putin era dar un golpe de efecto y poner a Rusia en el mapa, no lo ha logrado. Lo único a lo que apunta el anuncio es a la desesperación del líder ruso”, aseguraron entonces los autores del texto. Pero la vacuna rusa también fue objeto de chanzas y burlas más a ligera. Lluvias de memes y tertulias chistosas en televisión contribuyeron conformar el contexto de prejuicio y desprecio sistemático sobre el que la Sputnik V tuvo que imponerse finalmente a fuerza de evidencia científica. En las páginas de los principales medios y agencias de noticias europeas se hablaba entonces de “resultados prometedores” y los políticos comenzaban a evocar “el principio del fin” de la pandemia… Hoy, la contundencia de los datos científicos publicados en The Lancet ha introducido un importante cambio en la percepción global de la vacuna rusa. Y, mientras algunos proyectos vacunales se han visto enredados en conflictos contractuales o han arrojado cifras de efectividad más modestas, la vacuna Sputnik cumple sobradamente con los estándares exigidos por las autoridades sanitarias internacionales, y con los contratos de suministro firmados con varios países del mundo. Queda ya, por tanto, muy poco margen para la discusión. Sin embargo, en el camino de la Sputnik V hacia su éxito actual, ha podido encontrarse, una vez más, el notorio rastro de la desconfianza injustificada, la rusofobia y los prejuicios que habitan en una parte considerable de las sociedades occidentales y en algunos de sus dirigentes políticos y mediáticos. Y contra esas actitudes, no consta que exista por ahora una vacuna eficaz.

La vacuna en España es como una peli de Berlanga.

Imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:

El contrato de la Unión Europea con AstraZeneca.

Se filtra el documento con el orden de vacunación propuesto por Isabel Díaz Ayuso para la Comunidad de Madrid. (@CensoredJules)


Lo de Ayuso es un no parar. Ni un día sin dar el cante en esta pandemia. Ya hemos hecho varias veces resúmenes de lo suyo: lo de las residencias de ancianos, la comida rápida para niños, su Twitter como un mercadillo de marcas, las dimisiones en Salud, todo el despropósito del Zendal, lo de pedir medidas más duras al Gobierno mientras se niega a tomar medidas más duras... Pero la cosa es que ya no nos da tiempo ni a seguirle el ritmo, porque hay temporadas que va a varias por día. (Temending)

Arranca la confesión de Bárcenas: “Rajoy destruyó personalmente las pruebas de la contabilidad B, pero me guardé una copia”.

El pasado miércoles saló a la luz el escrito enviado por el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas, a la Fiscalía Anticorrupción, en el que confirma un cambio de estrategia y se ofrece a colaborar con la justicia. Bárcenas tira de la manta y, en su confesión, confirma la existencia de la 'caja B' del PP y acusa al ex presidente del Gobierno, Mariano Rajoy de conocer la financiación ilegal y de haber cobrado sobresueldos.

Wyoming tiró literalmente de la manta, al más puro estilo Bárcenas, con un mensaje para el PP: “Es muy grande, con ella se han estado tapando las vergüenzas del Partido Popular durante décadas”.


No robarás.

No darás falso testimonio ni mentirás.

No codiciarás los bienes ajenos.

No encarcelarás a la mujer del Prójimo.



Ya no hacía falta ni llegar al día de la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados para ver el tono bronco y marrullero que iba a tener Partido Popular contra el Ejecutivo. Sólo hacía falta leer una de las preguntas registradas por su secretario general, Teodoro García Egea. Ahí va: “¿Le preocupa al vicepresidente segundo el bienestar de algún español que no sea un 'okupa'?”. Pero, como el tono totalmente improductivo y malicioso de la pregunta parecía no ser suficiente, la bancada de la derecha se lanzó a gritar e interrumpir al vicepresidente del Gobierno cuando la respondía este miércoles. El bochornoso momento tuvo que ser cortado por la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, como si fuera una clase infantil: “Les pido silencio, por favor [...] Y no se escondan tras unas mascarillas porque se les reconoce igualmente”. Por su parte, Egea continuó con el show, haciendo gestos y sacando un papel escrito a bolígrafo con el texto: “¿Informe?”. Iglesias le respondió: “¿Pero usted no tiene la sensación de estar haciendo el ridículo sacando una tarjetita y haciendo gestos?”. (Tremending)

El pasado jueves, Dolores Rubio, la gerente del equipo médico del centro hospitalario 'Príncipe de Asturias' de Alcalá de Henares, pidió quitar los móviles a los pacientes para que no pudiesen hablar con sus familias y fuesen más fácilmente convencibles de lo bien que se está en el hospital Zendal, con sus espacios diáfanos y sus retretes también abiertos de par en par, como en la antigua mili y, de este modo, no pudiesen hablar con sus familias y fuesen más fácilmente convencibles de lo bien que se está en ese hospital. La gerente, que fue número dos de Sanidad con Cospedal y llegó a ser directora general de Salud Pública con el PP, solicitó que se les “quite” el teléfono para que no pudieran contactar con sus familias y ser “influenciados” para no pudiesen acudir al hospital de Emergencias Isabel Zendal. La Cadena Ser publicó unas grabaciones en las que se le escucha argumentar tal decisión.

Libertad de expresión. Libertad Pablo Hasél.

Pont d'en Gil (Menorca).

El humor, en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Vergara, Manel F., Enrique, Ferranmartín, Javirroyo, Maikel, Miliki Duarte…







 Canta Bárcenas, se conmueve rajoy.


La ley del silencio.


Lo importante.

Responsibilidad de Estado
Isabel.
Vuelve a encenderla.







Desde Mallorca, Pep Roig recuerda: Todos a cubierto, Como los tramposos, Va de burradas (No es un chiste, lo ha dicho, + -, un político de Cs con cargo principal en Madrid), Aprovechando, Como lo del “día de la marmota”, Problemasurgidocracia…







Los vídeos de esta semana:

La UE controlará a quién venden las farmacéuticas europeas sus vacunas.

Las farmacéuticas siempre ganan.

El Gobierno abre la puerta a utilizar la vacuna rusa tras la petición formulada por EH Bildu en la #SesiónDeControl​ para hacer frente al déficit de vacunas. Iñaki Ruiz de Pinedo: “Ya es hora de acabar con la absurda idea de que solo podemos recibir vacunas de las grandes farmacéuticas occidentales. Nos alegramos de que el Gobierno acepte adquirir todas las vacunas efectivas y seguras, al igual que Alemania y Francia”.

Sputnik V se usará en México y ¡sorpresa! Lluvia de críticas y advertencias en los grandes medios.

Sputnik V ‘invade’ la Argentina (y se desata la locura en los grandes medios) 

Bárcenas confiesa que el PP se financió ilegalmente entre 1982 y 2009 y Rajoy lo sabía. 

Cantamos lo que somos, para llegar a ser lo que queremos.


NO-DO militars vacunats - Polònia


¡Rap, lucha, comunidad y sororidad!. Fem possible l’impossible  El rap dels Comuns (Miss Raisa & Ada Colau)

Psicología de Soul | Visto por un Psicólogo | Pixar



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario