Carlos Mazón, president de la Generalitat valenciana, desubicado.
Durante la jornada de la
catástrofe de la DANA del pasado martes 29 de octubre, el president Carlos Mazón
desapareció de la Generalitat Valenciana. Nadie pudo desvelar sus pasos ni aclarar las principales claves
que desentrañan qué falló en su actuación. Nadie consiguió explicar las cinco horas de ausencia en lo peor
del día de la DANA. Primero se aseguró que estaba en una “comida de trabajo”,
pero nadie desveló en su agenda oficial con quién comió o se entretuvo. Llegó
dos horas tarde a la reunión del centro de emergencias. Y todas las fuentes
consultadas por Lucas Marco, Laura Martínez y Sergi Pitarc, en ElDiario.es, coinciden
en que Mazón llegó extremadamente tarde (hacia las 19.30) a la primera reunión
del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) en l'Eliana, epicentro
de la respuesta a la emergencia. “Cuando llegó, con una situación totalmente
descontrolada, aún retrasó más el desarrollo del Cecopi, al tener los técnicos que
explicarle la delicada situación. Lo cual, añadido a la nula agilidad de su
consellera Salomé Pradas, propició que la alerta se enviara, ya con Mazón en el
Cecopi, a las 20.12, cuando cientos de personas estaban ya atrapadas o,
directamente, fallecidas”. Antes de que Mazón llegara a dicho Centro, la
televisión autonómica À Punt ya había retransmitido en directo los brutales
estragos de la DANA. La mañana de ese martes había encadenado tres actos ajenos
a la DANA sin anular su agenda en ningún momento. Tras la última reunión con la
patronal y los sindicatos, finalizada a las 14.30, el president salió del Palau
y se le perdía la pista. A esas horas, el jefe del Consell no se conectó al
Cecopi ni siquiera por videoconferencia, como hicieron otras instituciones.
¿Dónde estuvo el presidente entre las 14’30 y las 18’45, cuando recibió una
llamada de la consellera Pradas, alertando del riesgo de desbordamiento de la
presa de Forata? “Una fuente del PP sostiene que el equipo de Mazón pensaba que
la DANA ‘causaría alguna inundación, como es habitual en València, pero sin
importancia’. Hasta que no fue irremediable, no tomaron conciencia de la
gravedad de la situación. Y, cuando ya no había nada que hacer, mandaron la
alerta a la desesperada”, afirma la misma fuente, que incide en ese aspecto
relevante, dando entender la actuación de Carlos Mazón y de su equipo: “Solo
confiaba en José Manuel Cuenca y en Cayetano García Ramírez, dos personas
incapaces de gestionar la Administración”, recuerda en referencia a su
secretario autonómico del Gabinete del Presidente y al secretario autonómico de
Presidencia, dos altos cargos que estuvieron toda la semana codo con codo con
el jefe del Consell, en una suerte de 'politburó' bunkerizado.
La consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas.La consellera de Justicia
e Interior, Salomé Pradas, convocó la reunión del Cecopi para las 17.00 de ese
día. Sin embargo, una fuente implicada en el operativo considera que, teniendo
en cuenta las señales del desastre que se avecinaba, “se debería haber convocado
para las 15’00 como muy tarde”. Fuentes consultadas aseguraron que el Cecopi se
convocó “ultratarde”, a tenor de la gravedad extrema de la situación. A pesar
de las señales, Mazón abandonó el Palau de la Generalitat y se desplazó a un supuesto
acto de la Conselleria de Sanitat en la otra punta de la ciudad. “Una fuente
del ejecutivo valenciano confirmó que Salomé Pradas se dedicó, muy agobiada y
bloqueada, a entrar y salir de la sala del Cecopi, mientras trataba de
contactar por teléfono con Mazón. Hasta las 17’00 no se conoció toda la
información al detalle. Se asegura que, sobre las 18.45, la consellera contactó
con Mazón para comunicarle el riesgo de desbordamiento de la presa de Forata.
Fuentes oficiales de Presidencia aseguran que Mazón estaba “trabajando e
informado puntualmente”. De hecho, sale en coche del Palau –en el centro de
València–, a l'Eliana, a unos 20 kilómetros de distancia. Presidencia descarga
sobre la consellera Pradas la competencia de la gestión de la crisis: “Se
encontraba dirigiendo el Cecopi, convocado desde las 15:00 horas, como marca la
ley autonómica”. La llegada tan tardía del president ralentizó aún más la toma
de decisiones, a pesar de que Salomé Pradas permanecía al frente del Cecopi
desde hacía horas. “Llegó Mazón y ralentizó todo porque los técnicos se lo
tuvieron que volver a explicar. No puede ser que se pusieran al frente de los
políticos”, apostilla la misma fuente en referencia a Mazón y a la consellera
de Justicia e Interior, Salomé Pradas. “Son muy flojos y no están preparados”.
Con el reparto de las competencias en el primer jecutivo de Mazón y sus socios
de extrema derecha, la gestión de las Emergencias recayó en un partido
sobradamente conocido por su negacionismo climático y mucho más interesado en la
competencia autonómica de los festejos taurinos, el mundo del que provenía el
extorero y entonces vicepresidente valenciano, Vicente Barrera. Entre los
populares valencianos casi nadie apoyaba la gestión de Mazón, convertido en una
suerte de 'zombi' político. Menos aún la de Salomé Pradas. En privado y sin
piedad, numerosos cargos o excargos del partido ponen de vuelta y media al
presidente y a la consellera. Y se
registran silencios atronadores. Una fuente del PP afirma tajante, en
referencia al departamento que dirige Salomé Pradas: “No creo que ningún alto
cargo en esa conselleria estuviera capacitado para gestionar la emergencia que
les sobrepasaba”. La misma fuente asegura que la capacidad de la consellera
titular de la respuesta a las Emergencias era “limitada”. “Se ha visto que le
queda grande”, agrega. El fallo garrafal en la respuesta a la catástrofe pintaba
un panorama extremadamente complicado para los populares valencianos. Su líder
ya era sinónimo de incompetencia.
Mazón fichó a un experto en toros como
director general de Interior el mismo día de la llegada de la DANA.
El mismo día que llegaba
la devastadora DANA a la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón nombraba a un
experto en tauromaquia para situarse al frente de la gestión de las emergencias.
El puesto era ocupado por Vicente Huet Ballester, exalcalde del Partido Popular
y experto en “festejos taurinos”, nombramiento que fue anunciado y oficializado
el mismo martes 29 de octubre por la mañana, horas antes de la catástrofe que
arrasó hasta 70 pueblos valencianos. La Conselleria, en declaraciones horas
efectuadas antes del desastre natural, destacaba al mediodía su conocimiento en
“la idiosincrasia de los festejos taurinos y, en especial, del bous al carrer”.
En la misma dirección se pronunciaba la portavoz de la Generalitat, Ruth
Merino, quien aludió a la “amplia experiencia” de este cargo en “la gestión de
la administración pública, principalmente en la local”, por su anterior puesto
como alcalde. Un nombramiento que se vio en los últimos días inmerso en la
polémica no sólo porque se diera en tiempo y forma, coincidiendo con la DANA,
sino también por la gestión política ejecutada por Mazón en materia de
emergencias ante este desastre sin precedentes en su territorio. Según
publicaron varios medios, el nombramiento fue una “apuesta segura y directa del
presidente”. Incluso se llegó a publicar en la revista ‘Aplausos’,
especializada en contenido taurino, que destacó su “conocimiento del sector” y
su relación con los municipios de la provincia de Valencia en cuanto al ‘bous
al carrer’. El puesto de director general de Interior de la Generalitat
Valenciana permaneció vacante tres meses, desde que Vox salió del Gobierno
valenciano el pasado mes de julio. El aterrizaje de Huet en el equipo de la
consellera Salomé Pradas coincidió de pleno con la mayor catástrofe
meteorológica en España. El nuevo director general de Interior tomó el puesto
que dejó vacante el alto cargo de Vox, Arturo Alepuz Arrué, cesado el pasado 12
de julio. Alepuz, funcionario de prisiones, ocupó el puesto durante casi un
año, hasta la salida de Vox del ejecutivo valenciano el pasado mes de julio.
Huet era una “apuesta personal” de Mazón. Entre las funciones delegadas de la
dirección general figura la Unidad del Cuerpo Nacional de Policía adscrita a la
Comunitat Valenciana, formada por unos 400 efectivos. La Policía autonómica
cuenta con un grupo específico de intervención en emergencias, especializado en
auxilio y colaboración en rescates y evacuaciones, que sirve de apoyo en
situaciones de catástrofe como las inundaciones. Su tardía incorporación al
equipo de la Conselleria de Justicia e Interior se suma al caos y la
descoordinación de la respuesta a la emergencia del desastre de la DANA. Ese
mismo día llegó Mazón dos horas tarde a la reunión de emergencia. Tal y como
recoge ‘El Confidencial’, dicha reunión se fijó a las 17’00 horas de la tarde,
pese a que la alerta roja de las autoridades meteorológicas se emitió a las 09’41
horas de la mañana y el CECOPI informó de la crisis hidrológica a las 12’20
horas. De esta manera, el citado medio explica que Mazón envió en un primer
momento a la consellera de Interior y al director general a la reunión, junto a
otros responsables de Emergencias, y no se personó hasta que recibió la alerta
de la Conferencia Hidrográfica del Júcar (CHJ). quien había avisado de que el
caudal sobrepasaba los 1.700 metros cúbicos por segundo; un aviso que se
produjo a las 18.45 horas.
El presidente de la Generalitat
Valenciana, Carlos Mazón en la comparecencia del martes 29 de octubre, tras el
primer Cecopi.
El lunes, 5 de los
corrientes, Mazón trató de desembarazarse de las severas críticas que recibió
por su actuación y la de su Gobierno y pasó a la ofensiva. Alegó todo tipo de
excusas y apuntó al Gobierno, a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y al
ministerio de Transición Ecológica, pero fue inmediatamente desmentido, en sus
afirmaciones, tanto por el Gobierno como por el responsable de la UME. Compromís
—en la oposición junto al PSPV— registró este mismo lunes una petición para que
una comisión de investigación en Les Corts indagase, una vez establecida la
situación, “los errores” que pudo haber cometido el Gobierno autonómico a la
hora de afrontar la emergencia. Para el síndic de Compromís, Joan Baldoví, lo
que hizo Mazón, durante esos días, fue darle prioridad a “salvar su silla en
lugar de centrarse en la coordinación efectiva del operativo de emergencia. Mazón
no ayuda a resolver esta crisis. Necesitamos un liderazgo capaz de gestionar
bien y sin poner obstáculos”. Según Baldoví,
Mazón “debe apartarse” de la gestión de la DANA “o que lo aparten”. Por su
parte, el PSPV manifestó que “por el momento” no va a pedir responsabilidades y
“ya llegarán las respuestas”. Sin embargo, sí afirmó que no iban “a tolerar que
el president de la Generalitat mintiese y se escondiese en mentiras”. Siete
días antes, el día D, Mazón había manifestado en una rueda de prensa a las 13
horas que la tormenta se dirigía “hacia la Serranía de Cuenca” y había agregado
que se esperaba que, “en torno a las 18’00 horas”, disminuyese “su intensidad
en todo el resto de la Comunitat Valenciana”. A las 13.14, Mazón tuiteó un vídeo de esa rueda de prensa
en el que se recogía tal declaración, acompañado de ese texto: “Sigue la alerta
por lluvias nivel rojo en todo el litoral del interior de norte de Valencia; se
mantiene la situación 1 de emergencia en la Ribera Alta; extremad la precaución
y seguid las indicaciones de las autoridades y los avisos de emergencias del
112”. No obstante, cuando empezó a verse la magnitud de la catástrofe, el vídeo
fue eliminado de X porque, según Mazón, se escribió con la información que daba
Aemet en ese momento y se eliminó para no generar “confusión”, porque la
realidad meteorológica era “absolutamente distinta” y había quedado “caducada”
durante el día. considera Compromís considera que el president alertó “tarde” a
la población. “Mazón no avisó a la población cuando tocaba, generando una
situación de indefensión para los ciudadanos”, dijo Baldoví. Y el PSPV señaló: “Los
socialistas no vamos a permitir que Mazón, en ese intento de salvarse
políticamente, vaya contras las instituciones y denigre a sus profesionales”.
El 'president' Carlos Mazón, entre la consellera Salomé Pradas, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y Vicente Mompo, presidente de la Diputación de València.Hubo también una cierta
descoordinación a la hora de recibir medios de otros territorios. Según recoge
El Correo, este domingo partieron bomberos de Bilbao para ayudar. Un día antes,
habían protestado porque se les había activado y desactivado tres veces desde
el miércoles al mediodía. “Tres vehículos preparados, un camión grúa con grupo
electrógeno, hospital de campaña, bombas de achique, material de rescate
variado en superficie y bajo superficie, buzos especializados..., y, a pesar de
todos los esfuerzos de nuestro jefe de operaciones, desconocemos los motivos
políticos u organizativos por los que los valencianos no pueden contar con
nuestra ayuda”, expusieron los bomberos. Eldiario.es publicó que helicópteros
enviados por el Gobierno andaluz se habían vuelto después de estar “dos días de
brazos cruzados”. Otra de las polémicas se mantuvo en lo que Baldoví tachó de
caos en la gestión del voluntariado. “La Generalitat —dijo— ha entorpecido el
trabajo de los voluntarios canalizados a través de la administración, generando
confusión y obstáculos”. Medios valencianos contaron ese caos en la gestión de
toda la solidaridad que la tragedia generó. El Centro de Coordinación Operativo
Integrado (Cecopi) se vio hasta cierto punto desbordado y en un punto
restringió el tránsito con la idea de “ordenar esa gran ola de solidaridad y
garantizar la seguridad de todos los que quisieran participar y especialmente
facilitar las labores de las unidades que están teniendo dificultades para
compatibilizarse con los ciudadanos”. Un mensaje de la consellera Nuria Montes
también causó fuertes críticas por su “falta de empatía”. Para la oposición, el
gabinete de Mazón “también ignoró las necesidades emocionales de los
familiares, olvidando un componente clave de atención en situaciones de crisis”. Montes compareció ante los medios para
explicar a las familias de las personas fallecidas que no podrían acceder al
pabellón al que se estaban trasladando los cadáveres. “Aquí no se van a
entregar cuerpos a familias, no se va a permitir el acceso de familiares a la
zona donde tenemos custodiados a todos los fallecidos, así que tienen que
esperar de forma obligatoria la llamada del juzgado y la entrega de la
documentación pertinente”, dijo. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo,
insistió el lunes en declarar la emergencia nacional contra el criterio de
Carlos Mazón. “Estamos ante una emergencia nacional. Si esto no lo es, ¿qué lo
es?”, aseguró el líder de la oposición en una declaración sin preguntas en la
sede de la calle Génova. Declarar la emergencia nacional supondría de hecho
quitarle el mando de la gestión de la crisis a la Generalitat para dárselo al
Gobierno central. La distancia entre
Alberto Núñez Feijóo y Carlos Mazón crecía a medida que pasaban los días, la
desconexión era total y uno al otro se iban desmontando los discursos. El
pasado jueves Feijóo buscaba la bronca con el Gobierno y Mazón echaba el freno,
dejando solo al presidente nacional del PP en la batalla por el relato; ahora
los papeles se habían invertido y era Feijóo quien aislaba al President de la
Generalitat. Pero Feijóo no solo dejó solo a Mazón en esto, también obvió de
manera clara su papel en los incidentes en Paiporta. El presidente del PP
subrayó que los reyes “sí han estado a la altura de las circunstancias” al
saber “estar donde hay dolor”, pero ignoró la presidencia del president. Ni una
mención al barón popular.
Amanda García advirtió en
Público que había silencios ruidosos y el del Partido Popular con Carlos Mazón
era uno de ellos. “Desde el fin de semana nadie en el PP se dirige públicamente
al president de la Generalitat: ni para defender su gestión de la catástrofe
provocada por la DANA, ni para trasladarle su apoyo político. Este martes fue
la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, pero veinticuatro
horas antes fueron Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Castilla y León,
y la Junta de Andalucía, con Juan Manuel Moreno Bonilla al frente. Todos
evitaron pronunciarse sobre el papel de Mazón en esta crisis. ‘No voy a hacer
declaraciones. No puedo. Lo lamento. Solo quiero lo mejor para el pueblo de
València’, contestó Ayuso, emocionada, a los periodistas’. ‘Estamos ante una
situación de emergencia nacional y quien tiene que estar al frente de esto es
el Gobierno de España’, dijo Mañueco el lunes. Antonio Sanz, consejero de
Presidencia e Interior del Gobierno de Moreno Bonilla apuntó en la misma
dirección, sin mencionar a Mazón. Y los barones del PP, como Feijóo, también se
alejan del president del Generalitat hasta borrar su nombre del vocabulario. En
los territorios también creen que la situación del País Valencià es ‘una
emergencia nacional’ y coinciden con Feijóo, y contra el criterio de Mazón, en
que el Gobierno debió asumir el mando. La DANA ha desatado ya una tormenta política
en el partido conservador y el mandamás valenciano está en el punto de mira de
todos. Un callejón ‘con pocas salidas’, deslizan fuentes del PP. No solo por la
falta de entendimiento total con Feijóo, que está quedando en evidencia, quizás
lo de menos, sino porque el retraso en las alertas que llegaron a los teléfonos
móviles de los valencianos, y que pudieron haber salvado decenas de vidas si se
hubiesen enviaran antes, apunta únicamente hacia él. Mazón es consciente de
ello y por eso este lunes se lanzó a la ofensiva con un relato alternativo de
los hechos en el que señala a la Confederación Hidrográfica del Jucar y a la
UME (Unidad Militar de Emergencias), dos organismos de carácter técnico que
dependen del Gobierno central. Así, aunque todo el mundo coincida en que ‘no es
el momento’ de empezar a buscar culpables y pedir responsabilidades —con 215
fallecidos en la provincia de València y tres más en Castilla La-Mancha,
mientras la búsqueda de desaparecidos continúa—, en el PP ven a Mazón en una situación
‘difícil’. Este lunes, tras el primer pleno extraordinario del Consell tras la
catástrofe, el popular intervino sin preguntas ante los medios de comunicación
y, aunque subió el tono para que no se escuchasen, fue incapaz de silenciar los
gritos ‘dimisión’ que le interrumpían”.
Salomé Pradas, junto a Carlos Mazón.
Así contó Toni Cuquerella
en ElDiario.es lo sucedido ese día: “Cuatro veces llamó la delegada del
Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, en poco más de una hora y
media el día de la DANA para ofrecer a la Generalitat Valenciana la ayuda del
Ejecutivo de Pedro Sánchez. En las tres primeras, este ofrecimiento de socorro
cayó en saco roto, según avanzaba este miércoles la Cadena SER. Las llamadas
ofreciendo la intervención de la UME las realizó Pilar Bernabé a la consellera
de Justicia e Interior, Salomé Pradas, a las 12’23 horas, a las 12’48 horas y a
las 14 horas, tras haber recibido la alerta roja meteorológica de AEMET, y el
aviso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) del riesgo de
desbordamientos del río Magro y el barranco del Poyo, pero el gobierno de
Carlos Mazón consideraba que todavía no necesitaba los recursos del Estado para
ayudar a la población. Estas llamadas se produjeron el fatídico martes 29 de
octubre cuando la delegada del Gobierno ya había anulado su agenda a primera
hora de la mañana tras recibir la alerta roja de AEMET a las 7’30 horas. En ese
momento, Pilar Bernabé se reúne con la UME, Guardia Civil, Protección Civil y
responsables de carreteras del Estado para que estuvieran activados ante el
episodio de fuertes lluvias que arreciaba inicialmente en las comarcas de
Requena-Utiel y la Ribera Alta. Tras esta reunión se da inicio de una fase de
comunicación externa. Así, a través de las redes sociales, a las 8’30 horas la
delegación del Gobierno ya alertaba de la jornada complicada que se avecinaba y
recomendaba prestar atención a las alertas y a las autoridades civiles. La UME
también emite avisos a la población a través de las redes sociales y no hay
duda de la gravedad. Este post de las 13’20 horas advertía de lluvias torrenciales
en la costa mediterránea, e incluso se hacía eco de las recomendaciones de
Protección Civil, como aquellas que se referían a evitar cruzar zonas
inundables, e incluso otras que explicaban cómo actuar si nos vemos atrapados
dentro de un coche por el agua. La tercera llamada de la delegada del Gobierno,
se realiza a las 14 horas y el
ofrecimiento de la ayuda tampoco es aceptado. A final, la situación propicia
que la consellera de Justicia acepte en una cuarta llamada el refuerzo de
recursos, pero estos no se desplegarán de forma generalizada. La UME se
limitará a la comarca de Requena-Utiel. Cuando la Unidad Militar de Emergencias
informa del despliegue a las 17 horas, ya muestra imágenes de inundaciones en
Utiel con varios metros de inundación. La Cadena SER añade que la consellera
convoca al centro de coordinación de emergencias Cecopi a las 17 horas que
explica que no es operativa, y en la que no se encuentra el propio president de
la Generalitat, Caros Mazón. Sobre las 19 horas, y tras la llamada de la
alcaldesa de Paiporta, Maribel Albalat, advierte que “desde mi ventana veo
inundarse mi pueblo”. Es entonces cuando un dirigente que se encuentra en la
reunión pregunta “¿Lanzamos la alerta?”. Y esta se enviará a las 20’12 horas”.
Roberto R. Aramayo publicó
el pasado 5 de noviembre, en Nuevatribuna.es, el siguiente artículo titulado
“Mazón se desautoriza, forzando su dimisión por ineptitud manifiesta”: “Donde
dijo digo ahora Mazón dice sandeces contradictorias para exculparse, cuando
bastaba con reconocer que tomó decisiones desacertadas y remangarse para
coordinar la emergencia sin protagonismos personales. Cuando metes la pata toca
disculparse y reconocer los errores. Cualquiera puede llegar a equivocarse y
aprendemos de nuestros errores. El retraso en las alertas fue algo realmente
deplorable, pero te pueden traicionar los nervios y basta con reconocerlo,
haciendo borrón y cuenta nueva. Sin embargo, cambiar tu discurso para
transferir tus responsabilidades a diestro y siniestro es algo tan bochornoso como
patético e inaceptable.
“Ahora resulta que sus
dilaciones y titubeos fueron inducidos por personas e instituciones ajenas a
sus competencias. Las instancias aludidas han procedido a desmentir con datos y
hechos esas intempestivas acusaciones. Obrar así en un momento tan delicado
solo le deja una salida: dimitir como presidente de la Generalitat. No por
incompetencia manifiesta, que también, sino por tomar el pelo a sus
compatriotas y burlarse de quienes han experimentado una tragedia monumental.
“Hacer de perro del
hortelano era lo único que no le correspondía. No ha sabido dirigir la
emergencia y tampoco ha dejado hacerlo. En sus manos estaba pedir los recursos
que necesitara y se le ofrecieron desde un primer momento. La otra opción era
reconocer que las dimensiones del desastre le desbordaban personalmente y
elevar el nivel de la emergencia para transferir su mando. Retener la
coordinación y justificar sus fallos en presuntos errores ajenos es lo único
que no cabe perpetrar.
“Hasta Feijóo pide
indirectamente su relevo, en lugar de aconsejarle que lo haga él mismo, después
de haber transitado por esa misma senda que ahora recorre Mazón. Este tipo de
cosas debían haber sido examinadas una vez superada la crisis y paliadas las
terribles consecuencias de una catástrofe que ha devastado poblaciones enteras.
Lo único que toca es atender a las víctimas y sus múltiples necesidades de todo
tipo. Conseguir que se hable de sus propias miserias con un discurso tan ruin
como mendaz no es de recibo. Debe marcharse con su legión de asesores ineptos
que le han dejado engañarse a sí mismo y no le reprochan un comportamiento tan
lamentable.
“El único protagonismo
corresponde a la gente afectada por una desgracia descomunal y arrebatárselo
con ese relato propio del trumpismo es algo totalmente inaceptable. Bastaba con
reconocer los desaciertos, en lugar de borrar declaraciones tan inoportunas
donde se restaba gravedad al fenómeno meteorológico en ciernes, como si con
ello se pudiera conjurar. Ponerse a recordarlo intentando transferir su
responsabilidad es una salida pueril que le inhabilita en la gestión pública.
Él se ha desautorizado a sí mismo y debe actuar en consecuencia, para no
distraernos de lo único que cuenta en este momento”.