Rajoy, tras su primer bienio en el Gobierno.
Dos años después de subir al poder, Mariano Rajoy,
con sus 186
diputados, ha defraudado a un buen número de sus propios
seguidores que se han pasado a otro bando o han dejado de creer en él. Nunca
tuvo un Gobierno tanto poder en sus manos para cambiar el país de arriba abajo,
transformándolo completamente para bien y no para mal. Pero hélas, la
corrupción, lejos de desaparecer, ha crecido y el presidente Rajoy, y con él la
derecha política española, ha vuelto así a perder la ocasión de regenerar la
economía y la política. “A pesar de los síntomas de recuperación que apuntan
algunas variables –escribe Jesús Cacho en ‘Dos años de Gobierno Rajoy: de la esperanza
a la resignación’, en Vozpópuli–, el gran ajuste se ha quedado a medio camino,
está a medio hacer, y pocas esperanzas caben ya de que este Ejecutivo sea capaz
de completar la tarea, metido como va a estar casi de inmediato en justas
electorales… Los mismos nubarrones se ciernen sobre la reforma del sistema
financiero. Si el éxito de la misma había que medirlo por la vuelta del dinero
a los canales del crédito, entonces el resultado, al menos de momento, ha sido
un fiasco. Y, sin crédito, con alta presión fiscal y con 6 millones de parados
se hace difícil imaginar una recuperación del consumo privado, y por ende, de
la economía. Los dos años de legislatura apuntan ya a un ganador claro: la gran
banca... En un país con una democracia tan débil como la
española, la crisis se ha traducido en una concentración de poder desmesurada,
sin igual en nuestra historia reciente, en manos de un ramillete de banqueros y
grandes empresarios (por no hablar de los lobbys y su influencia sobre
los reguladores) que cuentan con capacidad sobrada para modular, cuando no
frustrar, todo intento reformista, liberalizador e incentivador de la
competencia, todo lo cual se subsume en una pérdida todavía mayor de calidad
democrática… El programa con el que el PP concurrió a las generales de 2011
decía que ‘Promoveremos la reforma del sistema de elección de los vocales del CGPJ,
para que, conforme a la
Constitución , doce de sus veinte miembros sean elegidos de
entre y por los jueces y magistrados de todas las categorías’. Un loable
intento de volver a la división de poderes, vigorizar la justicia y recuperar
el crédito de los ciudadanos. El propio Mariano así lo expresó en su discurso
de investidura. Tras lo ocurrido, está claro que los electores han sido
burlados de nuevo. Vuelve el PP do solía, haciendo lo contrario de lo
prometido, sin que quepa esta vez la disculpa del ‘déficit público que no
esperábamos¡. Con la Justicia
en manos de los políticos y los medios de comunicación –todos quebrados– en
manos de los bancos, hablar de democracia en España no pasa de ser una broma”.
Manifestaciones contra “el Gobierno
ilegítimo de Rajoy”.
Multitudinarias manifestaciones recorrieron este
fin de semana las calles de 55 ciudades españolas, convocadas por la Cumbre Social contra
el “Gobierno Ilegítimo” de Mariano Rajoy y sus “políticas autoritarias contra
los ciudadanos”. Trabajadores de la sanidad, la educación, servicios sociales,
la limpieza, sindicatos, representantes políticos y ciudadanos, salieron a las
calles “contra las mentiras del Gobierno y sus recortes”. En Madrid, las
manifestaciones contra el primer bienio de Rajoy fueron encabezadas por
trabajadores, seguidas, en segundo plano, por Cándido Méndez, Ignacio Fernández
Toxo y Julio Salazar, los secretarios generales de los sindicatos UGT, CCOO y
USO, y de representantes políticos. La portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya
Rodríguez, alertó de la nueva “vuelta de tuerca” en las políticas de recortes
del Gobierno, concretamente con una nueva reforma laboral que, en su opinión, podría
plasmarse en despidos más baratos y en la reducción de las prestaciones de
desempleo. Cayo Lara, coordinador general de IU, afirmó que su
partido no consentirá “ni en silencio, ni pasivamente” un “golpe de Estado” de
“la troika (CE, BCE y FMI), la banca, el poder financiero y el Gobierno” a los
“derechos laborales”. Numerosas pancartas repetían: “¿Sin luchar, qué
tendrás?”, “Salvan bancos. Cierran hospitales”, “La banca culpable” o
“Reconquistemos nuestros derechos”.
Miles de personas denunciaron que el “Gobierno ilegítimo” de Mariano
Rajoy lleva dos años aplicando “políticas autoritarias contra los ciudadanos”.
Al final de la marcha, dos representantes del mundo de la cultura leyeron un
manifiesto elaborado de forma conjunta por la Cumbre Social y
Marea Ciudadana, que concluía: “No somos una mayoría silenciosa. Emplea tu
fuerza, defendamos lo público, defendamos las pensiones, defendamos a las
personas, reclamamos nuestros derechos fundamentales: salud, educación,
pensiones, trabajo y vivienda. Sí podemos”. Las organizaciones convocantes
quisieron mostrar que la ciudadanía puede unirse, dejando a un lado intereses
particulares, para denunciar el desmantelamiento de los pilares del Estado del
Bienestar que, a su juicio, está llevando a cabo el PP desde que ganó las
elecciones el 20 de noviembre de 2011.
La presidenta de la AVT , Ángeles Pedraza, durante
la lectura del manifiesto en la concentración de Madrid convocada por su
organización.
Pero, no sólo la izquierda
impugna fuertemente a Rajoy. También el ala ultra del PP y las víctimas de ETA
buscaron forjar un cambio en la estrategia antiterrorista del Gobierno. A
finales de octubre, miles de personas se concentraron en Madrid para pedir
justicia para las víctimas del terrorismo, algunos de ellos al grito de “ETA
culpable, Gobierno responsable”. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y el
ala ultra del PP se concentran en la plaza de Colón, bajo el lema “Justicia para un final con vencedores y
vencidos”, en protesta por la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) que anuló la doctrina Parot.
La presidenta de la AVT , Ángeles Pedraza, espera
que existan resquicios legales para que los “asesinos” no salgan tan
rápidamente de la cárcel como la etarra, Inés del Río. “Estoy aquí –declaraba el padre de Marta del Castillo–
porque todos nos sentimos víctimas del terrorismo y porque, con la decisión de
Estrasburgo, muchos violadores y asesinos se van a beneficiar de ello”.
Ataviados, algunos, con banderas
pre-constitucionales, los manifestantes gritaron “a los terroristas,
nunca libertad. Las víctimas no quieren venganza, las víctimas quieren justicia”.
Un grupo numeroso entonó un cántico contra Rajoy, aunque con poco éxito de
seguimiento. “Siento rabia
porque todo lo que está ocurriendo huele a negociación con ETA. Queremos una
justicia con vencedores y vencidos”, reclamó una víctima que subió al
escenario. “La terrorista Inés del Río puso una bomba para matarme a mí y a mis
compañeros –se preguntó Enrique González,
sargento de la Guardia
Civil – y ahora tengo que ver cómo sale a la calle por sus
derechos. ¿Y dónde están los míos?”. En la misma línea se pronunció Alfonso
Sánchez, también guardia civil: “Inés
del Río intentó matarme en la
Plaza de la República Argentina. Los políticos que no están
aquí me han traicionado”. Y Ángeles
Pedraza, portavoz de la AVT ,
pidió que “el clamor” de la manifestación llegue a Estrasburgo. “Se quieren
reír de nosotros y de nuestro dolor. No estamos dispuestos a pasar página ni a
blanquear la trayectoria de aquellos que han cometido crímenes detrás de un
proyecto político totalitario. Seguiremos aquí hasta que los terroristas sean
derrotados de forma total. Queremos un final con vencedores y vencidos. No es rencor lo que tenemos, es justicia lo
que queremos”.
Raúl del Pozo, periodista de El
Mundo, escribía el pasado viernes sobre el segundo año triunfal de Rajoy y
recordaba que Luis Bárcenas está esperando a las próximas elecciones para
soltar la artillería. Del Pozo hace balance de su bienio en clave de Aznar,
analizando la tortuosa relación entre expresidente y sucesor. Compara a ambos
líderes, basándose en las palabras del sector cercano a Aznar, que asegura que
el expresidente “sería un chulo del barrio de Salamanca, pero era fiable”,
mientras que Rajoy “genera adhesiones sólo por miedo”. Recuerda que Rajoy
mantiene unido al PP con el Gobierno “con dos institutrices de grillete [Sáenz
de Santamaría y Cospedal] y ni siquiera le inquieta ya la fracción aznarita”.
Sin embargo, asegura que el ala dura del PP cree que “a Aznar no se le pasa
por la cabeza montar un partido como a Suárez, que será fiel hasta el final”.
Tampoco cree Del Pozo que “Zaplana, Acebes, Cayetana, Lucas, Trillo, Piqué,
Sanz, Herrera, Valcárcel, Michavila y otros, organicen conjura alguna, pero
algunos de ellos suelen comentar que Mariano odia el conflicto pereza”. Asegura
el periodista que a Rajoy, “en el caso
de la relación con Aznar, le ha faltado elegancia y le ha sobrado desdén”.
Señala: “Hace dos años, el PP arrasaba; ahora, se ha dejado en la lona un
tercio de aquella mayoría que asombró a Europa”. Y remacha, con contundencia:
“El partido sigue a Mariano, pero la gente va dejando de seguirle”.
José Miguel Monzón (más
conocido como El Gran Wyoming) presentaba la semana pasada el libro “No estamos locos” en el que realiza un repaso a
la historia más reciente de nuestro país. El humorista y conductor de El
Intermedio (La Sexta )
zarandea las conciencias de los ciudadanos, desenmascara a la derecha española
y explica que buena parte de los problemas de hoy en día tienen su origen en la Guerra Civil. “La
derecha de este país –dice el humorista– cree que uno es de extrema izquierda,
de Herri Batasuna o proetarra, si simplemente hace memoria. Pero, este libro no
es un acto de venganza. Simplemente, es un libro que nos cuenta por qué esta
crisis ha provocado tamaño caos, desorden y un cambio de sistema en España”.
Sus principales protagonistas son “una
serie de gente que lo que quiere no es arreglar la crisis, sino utilizar la
crisis para cambiar el sistema”. Tanto es así que El Gran Wyoming no tiene
reparos a la hora de calificar como los “verdaderos antisistema” a los
gobernantes que “se meten en el sistema para destruirlo” y no a las personas
que superados por los acontecimientos “calzan rastas y rompen una papelera”. El
autor de este libro asegura que es necesario olvidar el “maldito rencor
cainita” de la derecha española. Como ejemplo, Wyoming recuerda que “cuando
ganó las elecciones, lo primero que hizo el alcalde de Sevilla del Partido
Popular fue quitar una calle a Pilar Bardem de la periferia. Ese es el maldito
rencor cainita que nos asiste, mientras todavía hay calles dedicadas a los
genocidas”. En su opinión, está claro que los vencedores de la guerra “no quieren ver ni un
brote rojo todavía. Porque ellos saben que el mal se transmite genéticamente:
de comunista a comunista y de roja a roja. Por ello, quieren exterminar el germen
rojo”. El Gran Wyoming recuerda que “la solución empieza por uno mismo”,
por lo que resalta la necesidad de que todos los ciudadanos sean conscientes de
que el Gobierno “no lo hacen mal. Lo hace muy bien. Porque su gestión consiste
en que ellos mismos se forren. Eso es exactamente lo que quieren hacer. Y
mientras tanto, el ciudadano queda en la puñetera calle. Les importamos un
carajo”.
En nuestra sección de
fotomontajes recordamos la evidencia de que España no sigue siendo un país europeo. Y menos aún si lo comparamos con Gran Bretaña, al menos cuando
comparamos las monarquías respectivas, por mucho que los medios de comunicación
se empeñen en ello. Nuestra realidad es bien distinta, aunque nuestro gobierno
y senado se empeñe en hacer ciertas comparaciones. O aunque los presupuestos
generales españoles hablen de reducción de partidas. Pero lo más clamoroso es
cuando hablamos de grandes litigios.
Tras mirarse en el café de
todas las mañanas, Erlich, nos muestra la lógica con la que el Gobierno
pretende salir de la crisis, el sistema explicado a los niños, el fantasma que
recorre Europa y un Jesús para los tiempos que corren:
Seguimos con el humor
publicado estos días en la prensa: Peridis, Forges, Ferrán, J. R. Mora, Raúl
Salazar, Pat y Manel Fontdevila:
Pep Roig, desde Mallorca, nos muestra a San
Concertino, patrón de los desamparados y algunas de las consignas presentadas:
Calla, pueblo, calla; luces fatuas; espejismos y luces de algunos partidos.
Terminamos con cuatro vídeos. En el primero, el PP celebra, con un anuncio muy especial, que hace dos años conseguía la mayoría absoluta:
Monty Python's Flying Circus (T1 E05. Sketch de la entrevista de trabajo y un trozo más con vendedores de enciclopedias.
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