España se pliega a Israel y abandona a la Flotilla.
La Global Sumud Flotilla,
que navegaba bajo una amenaza directa de Israel, fue interceptada anoche por el
ejército de Israel cuando se encontraba a 175 millas náuticas de la Franja.
Israel ya había advertido que interceptaría, hundiría barcos y detendría a la
tripulación. Una decena de barcos militares israelíes salió al paso de los
veleros de segunda mano que ya se acercaban a unas 100 millas de la costa
palestina. Los activistas a bordo de la flotilla fueron detenidos y llevados a
puerto, según Israel, que mostraba el vídeo de la detención de Greta Thunberg
Más de 500 personas —entre
médicos, periodistas, observadores y activistas a bordo de unos cuarenta barcos—
mantenían el rumbo con un objetivo claro: romper el bloqueo ilegal sobre la
Franja y entregar ayuda humanitaria. Pero el riesgo de intercepción era
inminente. El Gobierno español siguió la estela de Italia y confirmó que su
buque de salvamento no entraría en la zona de exclusión impuesta ilegalmente
por Israel en el Mediterráneo oriental. La decisión de Moncloa era clara: estar
presente, pero no proteger. Y el mensaje que transmitían España e Italia era
devastador: Avalaban con su silencio la amenaza israelí, dejaban a la flotilla
sola ante el asalto, renunciaban a garantizar el derecho internacional y la
seguridad de civiles que llevaban ayuda humanitaria.
El ministro israelí,
Gideon Saar, tachó a la flotilla de “provocación” y amenazó con impedir su
llegada a Gaza. Pero cada ataque contra la Flotilla fue como un ataque directo
a Palestina. Y cada renuncia europea, un acto de complicidad. En la madrugada
de hoy, una “interceptación ilegal israelí” se hizo con al menos 15 de sus
barcos. A pesar de esto, una treintena de naves continúa su travesía a 46
millas náuticas de la Franja de Gaza, con el objetivo de "romper el asedio”
al enclave. En la flotilla viajaban unos 30 ciudadanos españoles, 22 italianos,
21 turcos, 12 malasios, 11 de Túnez, 11 de Brasil y 10 de Francia. También hay
ciudadanos de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, México y Colombia, entre
otros países.
A pesar de que la Global
Sumud Flotilla ha sido diezmada por las interceptaciones de varios de sus
barcos, la misión para llevar ayuda humanitaria a Gaza sigue en marcha.
Gobiernos de todo el mundo siguen de cerca los hechos, mientras varias ciudades
han convocado protestas contra la intervención israelí. Según el último informe
de la organización, 13 embarcaciones han sido interceptadas por las fuerzas
marítimas de Israel, mientras que 30 lograron evadirlas. A las 00:20 hora GMT
de hoy, jueves, los barcos que continuaban la travesía se encontraban a unos 85
kilómetros de la costa palestina.
La organización ha
denunciado que, desde el miércoles, las fuerzas israelíes han embestido una de
sus embarcaciones y atacado a otras con cañones de agua. Las retenciones
comenzaron a unas 80 millas náuticas de Gaza, en aguas internacionales. Los
buques interceptados son el 'Alma', el 'Adara', el 'Sirius', el 'Aurora', el
'Dir yassine', el 'Grande Blu', el 'Hio', el 'Huga', el 'Morgana', el 'Otaria',
el 'Seulle', el 'Spectre' y el 'Yulara'. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha
emitido un comunicado según el cual la Embajada de España en Israel, así como
los consulados en Jerusalén y Nicosia, están siguiendo de cerca la situación de
la Global Sumud Flotilla. Las representaciones diplomáticas están “plenamente
movilizadas para prestar toda la protección diplomática y consular a nuestros
ciudadanos”. El ministerio ha asegurado que está en contacto con las
autoridades israelíes y con la Delegación de la Unión Europea en Tel Aviv para
garantizar la protección diplomática y consular. “España exige que la
integridad física y los derechos de los ciudadanos españoles sean respetados.
La Global Sumud Flotilla es una iniciativa de la sociedad civil pacífica y
humanitaria”.
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