Enrique San Francisco fallecía
el pasado lunes en Madrid, a los 65 años de edad. El actor y cómico ingresó a
principios del mes de enero en el Hospital Carlos III con una neumonía necrotizante
de la que no se pudo recuperar por complicarse con otra cepa bacteriana.
Actor con cinco
largometrajes, cuarenta obras teatrales y una veintena de series de televisión
a sus espaldas, Quique San Francisco, quien padecía las consecuencias de sus
excesos y residía en un hotel tras dejar su casa por problemas económicos, repetía
sin cansarse: “Me tachan de drogadicto, juerguista y mujeriego. Y todo es
verdad”. Su vida fue todo menos sosegada y discreta. Exprimía cada minuto al
máximo y expresaba sus opiniones sin cortarse nunca, ya fuera por sus continuas
idas y venidas a las drogas o por su también pertinaz ruina económica, marcada
sin duda por sus excesos. Pasó por la cárcel varias veces, fue legionario y
soltaba mandobles, donde quisieran escucharle, contra el Gobierno, los gestores
de la pandemia y los creadores de una vacuna contra la Covid. Dijo incluso que
le gustaban muchas de las cosas de Vox, provocando no solo revuelo, sino la
animadversión de muchos compañeros.
Vivió su infancia en
Barcelona con su madre y, tras haber hecho publicidad, con solo seis años
debutó en el cine. Luego llegó al teatro y a la televisión. Gran amante de las
motos, Quique sufrió un accidente el 24 de octubre de 2002 al ser embestido por
un turismo que lo dejó tendido en pleno centro de Madrid. Con tibia y peroné
fracturados, necesitó ocho operaciones para, al final, postrarse en una silla
de ruedas durante año y medio, lo que le impidió seguir en una serie. Sus peores
años estuvieron marcados por la heroína y la cocaína, que minaron su salud, su
imagen y sus relaciones personales y alejó incluso a las personas que más le
querían, como su novia.
En la actualidad residía
en la habitación de un hotel a las afueras de Madrid. El pasado 23 enero debía
haber presentado el espectáculo de humor 'La penúltima' en Getxo (Vizcaya),
pero suspendió días antes porque ya no se encontraba bien. Tras la noticia del
fallecimiento, compañeros, políticos y amigos del cómico han compartido en
redes sociales diferentes momentos sobre su relación con el actor. Uno de ellos
fue El Gran Wyoming. El presentador de “El Intermedio” recordó cómo era
trabajar con el actor: “Un aluvión de vida y de intensidad todo el rato. En
todas las comidas que hacemos los amigos y tal siempre salía a relucir. El otro
día estuve comiendo con Resines, pues si quieres como si no, aparece Quique”,
proseguía asegurando que era “un figura y un trasto”. Trabajando, era “ligeramente
informal”.
Una de sus últimas
apariciones fue en el anuncio de Navidad de Campofrío, en el que el cómico
encarnaba a la muerte y pedía paciencia a quienes le esperaban en el cielo. Fue
dos meses después de esta aparición, cuando se dejó sorprender por ésta.En esta ocasión, Quique
San Francisco se puso en la piel de la muerte para aplaudirle a la vida.
En “Se te acabaron los
cuentos, Sherezade”, Aníbal Malvar escribe en Público que los periódicos son
librillos de historia escritos sin tiempo para pensar. O deberían. “Si por La
Razón fuera, dentro de unos siglos los estudiantes de Historia de España se
estarán devanando el cacumen para analizar las razones por las que Pablo
Iglesias exige capacidad de veto (sic) en la conformación del Consejo General
del Poder Judicial. Y dejando de lado un acontecimiento secundario sobre no sé
qué millones despistados de un tal Juan Carlos I, ese rey del que usted me
habla, pues solo alcanza rango de segunda noticia en el diario que dirige desde
las teles Francisco Marhuenda. El Mundo también lo había planificado así, pues
en su primera edición la portada nos destacaba que ‘Casado rompe con Sánchez
para evitar las imposiciones de Iglesias’, y solo en el faldón informaba de que
‘Juan Carlos I regulariza solo cinco de 12 años de viajes en jet privado’. Se
corrigió a tiempo Francisco Rosell en segunda edición, pues aquí ya sí nuestro
emérito alcanza el cartel de prima donna en las noticias del día” (...) Con Juan
Carlos I no cae solo la borbónica leyenda, sino la reputación de toda una
generación de periodistas que han sido tan pillados como él, pues ocultaron
durante décadas la verdad a los españoles en un paraíso deontológico tan
descontrolado como las Islas Caimán.El daño reputacional que todas estas
revelaciones están haciendo a la prensa española es irreversible. Y no es que
los periodistas gozáramos de gran prestigio antes del borbonazo. Pero hoy ya
podemos ser tildados sin aspaviento de colectivo incapaz o mentiroso, a
elección del consumidor”.
“Poca credibilidad le
queda al sector monárquico de la profesión para convencernos ahora de la
honestidad del heredero, un Felipe VI que se encuentra en la misma tesitura que
sus panegiristas. Si no sabía nada de las andanzas peseteras de su papi,
teniendo a sus pies uno de los más loados servicios de inteligencia del
planeta, poco margen le queda para convencernos de que está capacitado para
asumir la jefatura del Estado.
“En la otra cara de la
moneda opaca, no olvidemos que Felipe VI era beneficiario de una de esas
herencias turbias, al menos. La off shore Lucum, cuya existencia, como sabéis,
hubo de ser desvelada por un diario británico, The Telegraph. Siempre la
pérfida Albión. Cuesta creer que tampoco supiera nada el nuevo monarca de esas
tarjetas black que sus hermanas y sobrinos manejaban con soltura por los cortes
ingleses de Madrid, a dos tiros de piedra de los espías de Zarzuela. Sobre todo,
con los antecedentes familiares que ya había sufrido en carnes propias. Desde
que estallara el caso Urdangarin, nuestro rubio ex príncipe tenía el deber de
vivir con la mosca detrás de la oreja.
“Se le han terminado las
historias a Sherezade. Hemos nacido, hemos crecido y moriremos en una monarquía
parlamentaria corrupta. Y así deberíamos hacerlo constar, incluso con orgullo,
en nuestra sacrosanta e inmarcesible Constitución. Y, si queréis estar
informados, idos a vivir a Inglaterra, que es lo que tiene que concluir un buen
patriota en estos casos”.
El
pasado martes se vivió en el Congreso de los Diputados una extraña jornada en
la que se abrieron las puertas principales reservadas para las grandes
ocasiones y entró el rey de España, Felipe de Borbón. El monarca había acudido
a Las Cortes, según dijo, “a conmemorar, rodeado de las altas instituciones del
Estado, el fracaso del golpe del 23-F de 1981”. En el breve acto, Felipe VI
destacó la “firmeza y autoridad” de su padre y homenajeó la labor
“determinante” de Juan Carlos I, “para defender a España de las fauces de sus
propios subordinados en el Ejército y salvar la democracia”. Sin embargo, el
rey emérito no estaba presente en Las Cortes, sino en Abu Dabi (Emiratos
Árabes), una dictadura en la que se esconde, desde el pasado 3 de agosto, del
escrutinio público por su corrupción y desde donde escuchó, complacido, las
palabras de agradecimiento de su hijo, el rey Felipe VI,quien
destacó la “firmeza y autoridad” de su padre en el 23-F. El rey no hizo ningún
comentario sobre la ausencia de su progenitor, pero sí quiso recordar su
actuación ante los hechos de aquel día, subrayando que “asumió como jefe de
Estado su responsabilidad y su compromiso con la Constitución para que se
tomaran todas las medidas necesarias y mantener el orden constitucional dentro
de la legalidad vigente”. Cuarenta años después de aquel intento fallido de
golpe de Estado, encabezado por el teniente coronel de la Guardia Civil,
Antonio Tejero, Felipe VI quiso recordar a
su padre y homenajearlo a su manera.
Entrada del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero al grito
de “todos al suelo”. EFE.
Recordemos esos viejos tiempos.
Los primeros síntomas de malestar en el ejército aparecieron en abril de 1977,
con motivo de la legalización del Partido Comunista de España (PCE). En
noviembre de 1978 tuvo lugar la desarticulación de la Operación Galaxia, una
intentona golpista que planeaba un golpe de Estado contra el Gobierno de
Suárez. Su principal responsable, Antonio Tejero, fue condenado a 7 meses de
prisión. Tres años más tarde, Tejero protagonizaba el golpe del 1981. Días
antes, se publicaron varios artículos golpistas, en el periódico “El Alcázar” y
en el “ABC”, en los que se criticaba al dimitido Suárez y se precisaba la
necesidad de “un golpe de timón”, proponiendo al general Alfonso Armada como
candidato a presidente del Gobierno. Tras una ronda de contactos con los
líderes de los partidos políticos, el rey Juan Carlos I designó a Leopoldo
Calvo-Sotelo candidato a presidente el 10 de febrero y el día 23 se votó su
investidura en segunda votación, ya que la primera, el 20, no había prosperado
al no contar con mayoría absoluta. A las 18:00 horas de la tarde del 23 de
febrero de 1981 empezó la segunda votación nominal para la investidura y el
primer diputado en votar fue José Manuel García Margallo. Veintitrés minutos
más tarde, cuando el diputado socialista, Manuel Núñez Encabo,iba
a emitir su voto, un grupo de 200 guardias civiles dirigidos por Tejero,
subfusil en mano, irrumpieron en el hemiciclo del Congreso de los Diputados,
iniciándose la Operación Duque de Ahumada, en referencia al fundador de la
Guardia Civil.
Los tanques en las calles de València, la
noche del 23 de febrero de 1981.
Las primeras horas del
golpe fueron harto confusas. Un reportero sueco confundió el tricornio de la
Guardia Civil con una montera de torero e informó, según el historiador Gabriel
Cardona, en su libro “A golpes de sable”, publicado en 2008: “Un despistado
periodista sueco recibió una fotografía de agencia donde se veía a Tejero,
conminatorio y pistola en mano, en el salón de sesiones del Congreso. El sueco,
sin otras informaciones aclaratorias, miró el aparente tricornio y compuso un
titular apresurado: 'Un torero asalta el Parlamento español’”. Esa tarde, desde
la tribuna de las Cortes, Antonio Tejero gritó: “¡Quieto todo el mundo!” y
ordenó que todos se tirasen al suelo. Como militar de más alta graduación allí
presente y como vicepresidente del Gobierno,Gutiérrez Mellado,
teniente general del Ejército de Tierra, se levantó y, dirigiéndose a Tejero,
le ordenó que se pusiera firme y le entregase el arma. Tras un brevísimo
forcejeo de Gutiérrez Mellado con varios guardias civiles, en el que no
pusieron reducirle, Tejero efectuó un disparo al aire que fue seguido por unas
ráfagas de los subfusiles de los asaltantes. Todos los diputados, menos
Gutiérrez Mellado, el comunista Santiago Carrillo y el expresidente Suárez, se
mantuvieron levantados o sentados en sus escaños. Tejero cogió por el brazo a
Suárez, y ambos salieron del hemiciclo. Se dirigieron al cuarto de ujieres
donde Suárez pidió a Tejero que se explicara, pero el golpista le desautorizó.
Pasadas las 20:00 horas, otros 5 diputados fueron separados del resto: el
vicepresidente del Gobierno, teniente general Gutiérrez Mellado; el líder de la
oposición, el socialista Felipe González; el segundo en la lista del PSOE,
Alfonso Guerra; el líder comunista, Santiago Carrillo y el ministro de Defensa
y presidente de UCD, Agustín Rodríguez Sahagún. Poco después, se sublevaba en
Valencia el Capitán General de la III Región Militar, Jaime Milans del Bosch
quien desplegó la División Motorizada “Maestrazgo” y, con dos millares de
hombres y cincuenta carros de combate, se desplegaron por las calles, apuntando
a los edificios institucionales, como el Ayuntamiento o las Cortes valencianas.
Siete horas más tarde del
pronunciamiento, a las 1 horas,14 minutos de la madrugada del 24 de febrero,
se emitió, al fin, a través de la primera cadena de TVE, un mensaje del rey,
vestido con uniforme de Capitán General de los Ejércitos, grabado una hora
antes en su despacho del Palacio de la Zarzuela. El monarca se dirigió a la
nación (en ese momento y no durante las siete horas que precedieron) para “pronunciarse
contra los golpistas, defender la Constitución, llamar al orden a las Fuerzas
Armadas en su calidad de Comandante en Jefe y desautorizar a Milans del Bosch,
quien recibió la llamada del Rey, ordenándole retirar las tropas”. A partir de
ese momento el golpe se dio por fracasado. Sin embargo, Tejero resistió hasta
el mediodía del día 24. Hacia las 10 horas se permitió la salida de las
diputadas del Congreso. Media hora más tarde, Tejero negociaba con Armada las
condiciones de su rendición: su salida sin la presencia de periodistas y que
los guardias de rango inferior hasta teniente no serían juzgados. La Zarzuela
dio su conformidad al acuerdo. Este pacto se conoce como el pacto del capó, ya
que se firmó sobre el capó de un Land Rover. Cuarenta años más tarde, los
partidos independentistas, soberanistas y republicanos piden en el Congreso que
se conozcan “con exactitud” cada documento, cada grabación, cada información
significativa que obre en poder del Estado español y que se aporte “luz y
taquígrafos” a los “verdaderos acontecimientos que alumbraron” el 23-F.
Mensaje del rey Juan Carlos tras la intentona golpista del 23-F,
emitido en TVE en torno a la una y
cuarto de la madrugada.
Alerto Soler Montagud
escribe en Nuevatribuna.es: “En conmemoraciones como la del 23-F, me seduce el
fantasioso deseo de leer un libro de historia escrito dentro de cien años, para
conocer lo que en realidad sucedió en aquella jornada. Me encantaría tener
acceso a los secretos que guardan las cintas con las conversaciones telefónicas
de aquella larga noche en el Congreso, unas grabaciones cuyo paradero se
desconoce. Me gustaría llegar a mis propias conclusiones a partir del contenido
de los informes que hoy son materia reservada, un dossier que, sin duda,
permitiría que todos los españoles supieran quienes fueron los ideólogos del
golpe, y quienes estuvieron detrás de las bambalinas a la espera de actuar en
función de cómo se desarrollaran los acontecimientos. Como dijo Sabino Fernández
Campos, ‘cuando se busca la verdad, se corre el riesgo de encontrarla’, y algo
así debe suceder con la verdad de los hechos de aquel evento histórico que
muchos se empeñan en maquillar en unos aspectos y ocultar en otros. Intuyo la
presunción de que esa verdad, la auténtica verdad, podría cuestionar muchos
fundamentos de nuestra historia política reciente, algo que probablemente no
debe interesar —ni convenir— a muchos sectores del
poder, incluso de ideologías dispares. Si el contenido de las cintas y los
documentos hasta hoy inaccesibles se hicieran públicos y despejaran rumores y
dudas acerca de una connivencia con los golpistas del entonces Jefe de Estado,
sería yo el primero en reconocer sin reservas su mérito si se confirmara el
trascendente papel que ahora se le atribuye institucionalmente. Pero hasta que
eso suceda, la virtud de la prudencia me aconseja una buena dosis de
escepticismo y otra más de paciencia”.
Si ese golpe de Estado fracasó
fue, según cuenta Juan Luis Valenzuela en ElPlural.com, por lo chusco de
algunos de sus protagonistas y la más que comprobada existencia de tres golpes
en uno: el del propio Antonio Tejero (el clásico contra el comunismo y la
desintegración de España); el del capitán general de la III Región Militar
Milans de Bosch (nostálgico del régimen anterior) y, el tercero, el del general
Armada, revestido de ambición personal por llegar a ser Presidente de Gobierno
de ese nuevo ejecutivo surgido del golpe. En todo caso, el golpe, de haber
prosperado en sus tres versiones, hubiera llevado a una etapa similar de
represión y de falta de libertades. No cabe olvidar que, en la España de 1981,
la trama civil franquista era potente y amplia. Llegaba desde los cuartos de
banderas donde dominaban estos oficiales y jefe militares de pasado franquista
y pensamiento golpista, hasta todo un conglomerado de prensa ultraderechista.
También contaban con violentos pistoleros como los Guerrilleros de Cristo Rey,
la Triple A y el Batallón Vasco Español. No faltaba ni la red político
partidista con el partido Fuerza Nueva de Blas Piñar como el más relevante de
las formaciones ultras a las que se sumaban otras como el diverso conglomerado
falangista. Además, llovía sobre mojado con un antecedente golpista bloqueado a
tiempo con distintas detenciones, como fue la denominada “operación Galaxia” en
noviembre de 1978. De nuevo “en acción” el teniente coronel Tejero, acompañado
del capitán de la Policía Armada, Ricardo Saénz de Ynestrillas, ambos condenados
en un consejo de guerra a la leve pena de siete meses y seis meses de cárcel
respectivamente. Pero ¿habría sido un golpe cruento? La respuesta de nuevo es
sí. A la breve reflexión de cuestiones históricas y sociopolíticas habría que
añadir esta que, a continuación, desarrollamos: la represión y los
fusilamientos estaban preparados, al menos en las personas que inminente y
urgentemente habría que eliminar. Si el intento de golpe militar del 23 de
febrero de 1981 se hubiese consolidado, la ultraderecha había elaborado listas
negras en cada una de las provincias españolas. Esta información fue
posteriormente ampliada y concretada en varios medios de provincias. El
objetivo de estas listas era claro: hacer desaparecer rápidamente a unas 3.000
personas con claro compromisos con la democracia.
Pérez Royo.
Javier Pérez Royo escribe
en Eldiario.es “Un homenaje vergonzante”. El jurista español y comentarista
político recuerda: “La monarquía española tiene un problema de credibilidad
inocultable. El origen del problema está en la ejecutoria de don Juan Carlos
durante su reinado. La credibilidad de la institución no ha sido asaltada desde
fuera, sino que ha sido torpedeada desde dentro. Ha sido la propia Casa Real,
con Felipe VI al frente de la misma, la que emitió un comunicado el día en que
entró en vigor el primer decreto de estado de alarma, en el que levantó
sospechas sobre la conducta de su padre. Nadie en España ha puesto en cuestión
la honorabilidad de don Juan Carlos con la intensidad con que lo ha hecho su
hijo. El comunicado de la Casa Real sobre las operaciones financieras del rey
emérito es el equivalente del anuncio de la puesta en venta de Génova 13 por
parte de Pablo Casado. Es la confesión de una trayectoria marcada por la
corrupción. Hasta el momento, el 23F había quedado fuera de cualquier tipo de
sospecha acerca de la conducta en el mismo de don Juan Carlos I de Borbón. Se
había publicado algún que otro libro o algún que otro artículo, en los que se
ponía en duda que la conducta del rey ese día fuera tan inmaculada como se la
había presentado a la opinión pública tanto española como internacional. Pero
la figura de don Juan Carlos respecto al golpe de Estado se mantenía en este
punto prácticamente incólume. Desde la celebración del cuarenta aniversario del
23F de la forma en que se ha producido en el Congreso de los Diputados, ya no
va a poder seguir siendo así. Nadie con relevancia en el país había considerado
que la conducta del Rey Juan Carlos I respecto del golpe de Estado del 23F de
1981 era materia susceptible de ser sometida a investigación. No había nada que
investigar. Me temo que no va a ser así de ahora en adelante”.
“El rey Felipe VI el martes, en el Congreso de los Diputados, ni mejoró la imagen de don Juan Carlos ni el de la de la institución monárquica”.
Pérez Royo desconoce de
quién ha sido la idea de la celebración del acto. Dice que, formalmente, fue un
acto de celebración del triunfo de la democracia sobre el golpe de Estado. Pero
que, “materialmente” fue “un homenaje vergonzante a don Juan Carlos por su
intervención en ese día”. “¿No se le ha ocurrido a nadie que, con una
celebración como la que se ha hecho, se está dando pie para que se solicite una
reforma de la ley de secretos oficiales y se tenga acceso a la documentación
sobre el 23F? ¿Están tan seguros los organizadores del acto de que la conducta
del rey ese día no se vería afectada por el conocimiento de la documentación
clasificada como secreta? ¿Qué van a hacer el Gobierno y el Congreso de los
Diputados si se solicita una reforma de la ley para tener un conocimiento más
exacto de lo que ocurrió el 23F y de la conducta del rey respecto del mismo? En
mi opinión, el homenaje disimulado, pero nada encubierto que se le ha tributado
a don Juan Carlos este pasado martes ha sido un error. Y un error no menor. Se
le ha podido tributar de la forma en que se ha hecho porque respecto del 23F se
sabe lo que se sabe o, dicho de otra manera, porque todavía está clasificada
como secreta información respecto de lo que ocurrió ese día. Lo último que
necesita don Juan Carlos en particular, y la monarquía en general, es que se
solicite una investigación sobre el 23F. La conducta del rey Juan Carlos ese
día era un ‘activo’ de la institución monárquica. ¿Podrá continuar siéndolo si
se tiene acceso a la documentación clasificada? ¿O si se rechaza toda solicitud
de reforma de la ley para tener acceso a ella? Tengo la impresión de que este
homenaje vergonzante no ha sido de utilidad para mejorar
ni la imagen de don Juan Carlos ni la de la institución monárquica”.
Felipe VI y Pedro Sánchez, este martes, en
el Congreso. Eduardo Parra - Europa Press
El “no” del PSOE, PP, Vox
y Ciudadanos consiguen que el Congreso rechace eliminar la inviolabilidad del
rey y el aforamiento de Juan Carlos I. La iniciativa de ERC no logra ser
aprobada y divide a los socios del Gobierno: frente al 'no' de los socialistas,
Unidas Podemos sí apoya la retirada de los privilegios judiciales de los
miembros de la Casa Real. Ocurrió sólo unas horas después de que el Congreso de
los Diputados celebrara el 40 aniversario del fallido golpe de Estado del 23 de
febrero de 1981, en un acto presidido por el rey. La Cámara Baja debatió una
proposición no de ley de ERC, instando al Gobierno a retirar la inviolabilidad
de Felipe VI y a eliminar el aforamiento de su padre, el rey emérito, huido de
España desde el pasado verano por las investigaciones sobre su patrimonio. Juan
Carlos I fue el gran ausente del evento sobre el 23F pese a ser, según su hijo
Felipe VI, quien con su “firmeza y autoridad” paró la intentona golpista. El
nombre del rey emérito se volvió a escuchar por la tarde en las tribunas del
hemiciclo durante el debate de la iniciativa de ERC que no salió adelante en la
votación del jueves, porque el PSOE se sumó a las derechas de PP, Vox y
Ciudadanos, anunciando su voto en contra de la propuesta de los republicanos.
Catalina Telechea, de ERC, reprochó al PSOE de “proteger a una monarquía
corrupta”. A su juicio, “los múltiples escándalos que pesan sobre la monarquía
son de dominio público, tanto que la Fiscalía ha abierto una investigación por
las cantidades de dinero” que el rey emérito recibiera “de manera irregular”.
La diputada recordó que “el rey actual constaba como beneficiario de cuentas
bancarias en Suiza”.
Aitor Esteban: “Nos desconcierta que se conmemore un golpe de Estado”.
El diputado y portavoz
del PNV, Aitor Esteban,. explicó el motivo por el cual no asistió al acto
conmemorativo del 23F. “Nos desconcierta que se conmemore un golpe de Estado.
Es un acto organizado por el Congreso en el que no se contó con la opinión de
los portavoces de los grupos. Se nos podría haber preguntado. Además, es
incómodo conmemorar unos sucesos envueltos en una bruma informativa y bastante
propaganda. Sucesos de los que desconocemos los detalles porque no se quiere
modificar la ley de secretos oficiales”. Asimismo, añadió que le resultaba un
sinsentido que se citasen y estuviesen presentes partidos como Vox a los que sí
le hubiera gustado que el golpe hubiese prosperado. Por su parte, Espinosa de
los Monteros dijo que aquel acto era una cortina de humo del Gobierno. “100.00
muertos por la pandemia, millones de hogares arruinados. Siete días
consecutivos de terrorismo en las calles, golpistas en instituciones…No es el
momento para que el Congreso se ponga a revisar episodios de hace 40 años”. Arrimadas,
por su parte, recordó: “Nuestra democracia venció y se consolidó. Todos
recuerdan perfectamente dónde estaban. Fue una noche de mucho miedo, pero acabó
con la esperanza del triunfo”. La líder de Ciudadanos denunció que “sigue
habiendo mucha gente que no quiere celebrarlo porque no creen en la democracia
española. No celebran que la democracia española solventara este reto”. A su
juicio, lo que es una “anomalía democrática” es que los partidos que no lo
celebran “son los socios estables y permanentes” del Gobierno. Y dejó caer que,
“desde el 23F no hubo un golpe de Estado hasta 2017”.
Partidos independentistas y republicanos
piden en el Congreso conocer con “luz y taquígrafos la verdad” sobre el 23F.
Gerardo Pisarello,
miembro de la Mesa del Congreso y diputado por En Comú Podem, manifestó su
desengaño con el acto del 40 aniversario del 23F y pidió que no sirva tanto
para “lavar la imagen” del rey Emérito Juan Carlos I como para “blanquear” el
neofranquismo. Rufián y sus acompañantes leyeron un “manifiesto pactado y
firmado por todos”. Declararon que “este
Estado es un candado que impide que los pueblos catalanes, vascos, gallegos y
las clases populares de ese Estado avancemos hacia un escenario democrático” y
hacia la “justa libertad social”. “Mientras el Estado español siga sustentando
en los mismos estamentos, mientras no se reconozca el derecho a la
autodeterminación, ni existirá normalidad democrática ni este Estado podrá ser
considerado una democracia plena”. El líder de Más País, Íñigo Errejón, recordó
que “tal día como hoy, hace 40 años había mucha gente en su casa quemando papeles
porque tenía miedo de que viviéramos una involución democrática. Hay quienes
están muy interesados en que nuestra historia sea palaciega, de cuatro o cinco
hombres que trajeron la democracia nuestro país. Pero hay que homenajear a los
que llevaban mucho tiempo luchando por nuestro país. A cada generación —insistió— le toca hacer su tarea. Nos toca garantizar
que no se retrocede, pero hay quienes están interesados en volver 40 años
atrás”. En este sentido, lamentó que se conozcan más detalles de aquella
intentona “por documentales falsos y la ficción que por documentos oficiales”.
Con respecto al rey Felipe VI, afirmó que “su peor enemigo no son los
republicanos, sino su padre y, por tanto, hoy tiene una estupenda importunada
para desmarcarse” del rey Emérito Juan Carlos I.
Un grupo de parlamentarios mira hacia la puerta
durante el intento de golpe de estado del 23-F - EFE
Elisa Beni en Eldiario.es
(“Una columna con trampa”) señala que, durante el 23-F, ninguno de los
parlamentarios miró a las cámaras, a la propaganda, a sus intereses electorales
o personales. Todos mantuvieron la respuesta digna de una nación democrática.
“Lo que cualquier analista —advierte Beni— es capaz de analizar en el resto de
democracias occidentales, la ruptura de los guardarraíles, la anulación o
neutralización de los obligados contrapesos, la desidia y la falta de
corrección democrática de los poderes del Estado, se nos hace bola cuando lo
tenemos enfrente… El cortoplacismo ciego, el absurdo de que sean los magos del
electoralismo los que llevan los timones, la bisoñez en ocasiones de políticos
que no son conscientes de que lo que tenemos se puede ir por el desagüe lastran
la posibilidad de protegerla, como la negativa de los poderes fácticos a
aceptar que no podemos seguir por el camino de retroceso e involución que hemos
iniciado, por mucho que sirva a sus intereses. Eso pasó hace 40 años, que tras
apenas tres de vigencia de una constitución moderna y ejemplar —copiada de los
mejores modelos, por ser sinceros— estuvimos a punto de naufragar en el
totalitarismo. Sufrimos un ataque de extraordinaria gravedad contra el sistema
de derechos y libertades. En aquel momento, la profunda convicción democrática
de los parlamentarios y del gobierno, que permanecieron secuestrados por la
fuerza de las armas, fue capaz de mantener la dignidad y reflejar el sentir
democrático de todos los ciudadanos. Por muy chulas que sean las teorías de la
conspiración, en aquel terrible momento, en el que la democracia y sus vidas y
hasta las vidas de miles de españoles estaban amenazadas —se llegaron a
publicar las listas de rojos que tenían los golpistas para pasar por las armas— ninguno de
ellos miró a las cámaras, a la propaganda, a sus intereses electorales o
personales. Todos mantuvieron la respuesta digna de una nación democrática, con
especial intensidad en el caso de Adolfo Suárez, el general Gutiérrez Mellado,
vicepresidente del gobierno, y el secretario general del Partido Comunista,
Santiago Carrillo. Sí, el comunista, ahora que tantos estúpidos utilizan la
palabra como si no hubiera sido un remo imprescindible para llegar donde
estamos. Defendieron ellos con riesgo y con orgullo la democracia y debemos
defenderla ahora porque sabemos perfectamente lo difícil que resultó alcanzarla
y también que existen ahora mismo riesgos que la pueden amenazar”.
El
rey Felipe VI charla con los líderes políticos durante los actos del 23-F en el
Congreso.
“¿Y no sería más
demócrata celebrar el 24-F?”, se pregunta Aníbal Malvar en Público. “Somos un
país rarito, no me digáis que no. Ayer, por ejemplo, celebramos el 40
aniversario del 23-F, cuando lo que teníamos que haber celebrado es la
desactivación del golpe de Estado, que fue precisamente el día después. Es como
si nuestras autoridades, con esta equívoca fecha, pretendieran rendir homenaje
equidistante a los golpistas y a los golpeados. En Francia, por ejemplo, no se
celebra el día en que los nazis entraron en París, sino la fecha en que la ciudad
de Baudelaire fue liberada. Estos gabachos no tienen ni puta idea. Otra de las
simpáticas peculiaridades que ha rodeado esta celebración del 23-F, es que
celebramos algo que no conocemos, pues una todavía vigente ley franquista de
1968 permite que la documentación oficial sobre aquel día bigotero y tricornial
permanezca secreta. El pueblo español aun no goza del derecho a conocer lo que
sucedió en aquellas calendas. Nuestra cacareada democracia plena solo se puede
mantener caliente bajo el confortable manto de la ignorancia. Por aquel 23-F
solo fueron enjuiciadas 30 personas, 29 militares y un solo civil. Y, al rato,
todos menos el montaraz Antonio Tejero fueron indultados o puestos en libertad
por patrióticas razones. España siempre ha sido siempre muy indulgente con sus
golpistas, salvo que el golpe se ejecute con urnas y los sediciosos sean
catalanes. Para el español de bien, una urna será siempre más peligrosa que una
pistola. Por eso asesinar a un toro drogado es arte más apreciado que escribir
un soneto en alejandrinos. Ya he insinuado que en lo de ser especialitos no nos
gana nadie. Tampoco deja de ser curioso que el héroe oficial de aquella jornada
que ayer celebrábamos, ese Juan Carlos Primero del que usted me habla, haya
pasado la gloriosa onomástica exiliado de Abu Dabi, quizá sufriendo todo tipo
de privaciones”.
Todos los grupos parlamentarios menos Vox
aplauden en recuerdo de las 1.081 mujeres asesinadas por violencia machista
desde 2003 en España.
Javier Gallego señala en
Eldiario.com que, en este 23-F, se paró otro golpe en el Congreso. “Después de
la anormalidad democrática que supuso rendir honores a un rey sin honor, se
produjo lo que debería ser normalidad democrática: la unanimidad frente a la
ultraderecha. Por fin, el cordón sanitario. Los partidos de izquierdas y
nacionalistas pactaron un texto conjunto de rechazo a la proposición de Vox en
el que se leyó el nombre de las 1.081 mujeres asesinadas por la violencia
machista desde que hay registro de las víctimas, a imitación de lo que hizo
Abascal con las víctimas de ETA. Ciudadanos y PP dieron réplicas propias y no
se sumaron a la lectura, pero sí al aplauso durante el recuento y a la ovación
de dos minutos que estalló después, al escucharse el nombre de la última
asesinada. Como dijo Baldoví, uno de los momentos más emocionantes vividos en
el Congreso. Un Congreso que nos da pocas alegrías y muchos disgustos, añado.
Nunca se habían unido todos los partidos para aplaudir juntos, de pie en el
hemiciclo, contra el retroceso social, la involución ideológica y los falsos
debates de la extrema derecha. Nunca tampoco habíamos visto a la portavoz del
PP aplaudir a la de la CUP cuando empezó la lectura o a Esquerra Republicana de
Catalunya aplaudir a la ponente de Ciudadanos. Antes de pasar a las contradicciones,
disfrutemos un segundo de este momento fugaz de respeto, concordia y sensatez
frente a la sinrazón, el machismo y el rencor. Sí se puede. Cuando quieren,
pueden ponerse de acuerdo en lo que es y no es democracia. Vox no lo es. Es
iliberal y antidemocrático, no cree en las libertades, defiende los gobiernos
franquistas y la ilegalización de partidos, pretende decidir qué es España y
quiénes no merecemos pertenecer a este país. Promueve el odio entre
compatriotas, hacia las feministas, contra los inmigrantes. Es cómplice de la
violencia contra las mujeres, los homosexuales y los menores extranjeros no
acompañados. Alienta la violencia policial contra los ciudadanos que ejercen su
derecho de manifestación. Hace apología del terrorismo de Estado… Tampoco PSOE
y Unidas Podemos deberían apalancarse. Los fascismos se nutren del malestar
social y en España hay mucho provocado por la crisis territorial, sanitaria,
económica y migratoria. El Gobierno no está actuando con diligencia para
rescatar a muchos, para acabar con los focos de pobreza y conflicto, para dar
un futuro a los más jóvenes. Cuidado con eso. Este 23-F se paró un golpe, pero
no nos confiemos, la extrema derecha sigue avanzando y seguirá intentándolo”.
Imágenes, fotomontajes y
fotos sorprendentes:
El rey emérito “Juan Carlos I de
España, último en pagar”, presenta una segunda declaración ante la Agencia
Tributaria y paga cuatro millones de euros
Juan
Carlos está a una regularización más de que le otorguen la nacionalidad
andorrana.
Emires organizan una
representación del 23-F para que Juan Carlos se sienta como en casa.
La
respuesta de Echenique a Ana Rosa Quintana tras su comentario sobre cómo saludó
al rey.
Ana Rosa Quintana hizo un
comentario sobre el instante en que Pablo Echenique, el portavoz de Unidas
Podemos en el Congreso de los Diputados, pasó ante él: “Todas las autoridades
pasaron por delante del rey, le mostraron sus respetos, todos con la mano en el
pecho, con inclinación de cabeza, y vimos al portavoz de Podemos que, en vez de
pasar por delante, estaba mucho más atrás y pasó sin siquiera mirar al rey...
Yo no sé si esto es lo normal...”. Quintana comentó después que entiende las
limitaciones físicas que tiene, pero, aún así, insistió: “Pararse yo creo que
sí se puede parar”. El propio Echenique respondió a ese comentario en las redes
sociales, recordándole las limitaciones que tiene y lo que hizo ante el rey:
“Estimada @anarosaq, con la derecha conduzco la silla y la otra no la puedo
levantar, así que llevarla al corazón... Me paré el mismo tiempo que todos,
incliné un poco la cabeza y di los buenos días al rey, sólo que fuera de tu
encuadre. Ya manipuláis con cualquier gilipollez”.
Melilla
retiró la penúltima estatua de Franco que quedaba en pie en España.
La estatua del caudillo,
la penúltima que quedaba en pie en nuestro país, fue retirada este martes en la
ciudad autónoma de Melilla, a propuesta del Gobierno regional que salió
adelante con el apoyo de los tres partidos que lo conforman, Coalición por
Melilla, PSOE y Ciudadanos. El PP, grupo mayoritario de la Asamblea con 10 de
sus 25 diputados, se abstuvo, y Vox, que solo tiene un escaño en la Cámara
regional, votó en contra. Existe un enorme conjunto escultórico en Santa Cruz
de Tenerife erigido en marzo de 1966. La última estatua franquista aún no
retirada es el monumento a la Victoria, popularmente conocida como “Monumento
del Ángel”. El autor de la misma es Juan de Ávalos, artista que dirigió la obra
escultórica símbolo máximo del franquismo, las del Valle de los Caídos.
Las caras de los
diputados de Vox cuando todo el Congreso aplaude de pie.
Miguel Perera.
El Supremo falla que la 'faena' de un torero no es una
obra de arte.
40 años del
23-F en viñetas.
Ese es el título del
editorial de la decimoséptima entrega (número 16) de Tebeosfera, un especial
con motivo de los 40 años del 23-F en el que se hace un repaso por las viñetas
sobre el asunto. ¡Los lean, coño! “En este número, coordinado por Félix López,
se ofrece un apartado monográfico dedicado a analizar la representación en las
viñetas de humor gráfico y en los cómics del fallido intento de golpe de estado
del 23 de febrero de 1981, más un conjunto de reseñas sobre tebeos tangentes
con esta cuestión y dos artículos de miscelánea, además de otras reseñas de
otras publicaciones”
“Todo hombre que empieza a vivir de una manera seria por dentro, empieza
también a llevar una vida más sencilla por fuera”. (Ernest Hemingway).
Gregorio Sánchez, más conocido como Chiquito de la Calzada, tendrá una
escultura de bronce de dos metros en el parque malagueño que lleva su nombre.
No es tan chiquito ese personaje cuyos inicios en el mundo de la comedia, con“no puedorrrr”, “cuidadorrrr” o “hasta luego,
Lucas”, no fueron en su España natal, sino en Japón.
Ocaso en el Mediterráneo.
El Roto.
El humor, en la prensa de esta semana: El Roto,
Peridis, Eneko, Manel F., Vergara, Enrique, Nieto, Miliky y Duarte. J.R. Mora
La fábula del salario y el alquiler
Sobre la vilencia.
El nuevo socisalismo
Los muy patriotas.
...hasta enterrarlos en el mar..
Acabar con las inmatriculaciones.
Riesgo extremo.
Pep Roig, desde Mallorca: Hagan cola, La piedra con la
que dos veces tropezar, Contra lo rutinario, Panorama en negro, Visiones…
Los vídeos de esta semana.
Adolfo Suárez y el 23-F
Felipe VI hace un encendido elogio del papel de Juan
Carlos I en el aniversario del 23-F
Felipe VI reivindica la "firmeza y
autoridad" de su padre el 23-F
El nacionalismo se une en el 23F: "Este Estado y
los pilares que lo sostienen son un candado"
Aitor Esteban muy clarito sobre la
"conmemoración" del golpe de estado del 23F
Jon Iñarritu, de Euskal Herria Bildu: «Si tan ejemplar
es la monarquía, ¿qué problema hay para retirar la inviolabilidad?»
Ibiza, una isla cosmopolita que ha vivido de su belleza paisajística, ¿tiene los días contados? Es la pregunta que se hizo en el 2006, cuando la derecha impuso un proyecto faraónico de una autopista que amenazaba con romper la isla en dos mitades: la que se movía en torno al caciquismo, y la que se rebelaba en contra del mismo; la que se agazapaba tras el cemento y hormigón, y la que sacaba el pecho y defendía la naturaleza por encima de las ideologías de la derecha. Desde ese momento, se desató en la isla una lucha encarnizada, basada en la resistencia de unos y la supervivencia de otros. El mar dejaba de ser frontera natural y el ibicenco se transformaba en un personaje universal, siendo menos isleño que nunca. Y su lucha contra la agresión de los nuevos tiempos batió records. Expoliada por empresarios y políticos depredadores, la isla, sufrió una degradación brutal. “Ibiza está en venta –advertían de los defensores del paisaje, en greña contra la explotación descarnada que pretendía vender tierra a toda costa–; le han pintado la cara y los labios con coloretes baratos y está siendo prostituida por unos proxenetas que lucen corbata y trabajan en despachos con grandes ventanales”. Todo ello es contado detalladamente en “La cicatriz. Ibiza: negro sobre verde”(Editorial@documentabalear.cat. Tel. 971718123). La entrañable Illa Blanca, herida por aquella llaga negra que la dividía en dos, se defendió a muerte. Hoy, trece años más tarde, recordamos esa larga y lacerante agonía.
¡A SOTAVENTO!
El periodista Santiago Miró ha escrito una novela cuyo título es: “¡A sotavento!”. Se trata de Felix I, rey de Saludania, quien se desplaza, como cada verano, de Kadum a Kentaka, en donde altas personalidades de la política, el deporte, el espectáculo, los negocios y la farándula se dan cita, buscando contactar con él e intentando ser fotografiadas a su lado. La historia se desarrolla paralelamente a la de otro personaje, Antonio Hernández, un habilidoso contrabandista cuyo barco es descubierto por el Servicio de Vigilancia Aduanera con una mercancía de varios kilos de cocaína. El monarca, que ha sabido ganarse el apoyo y beneplácito de todos, se ve, al final, enfrentado a una crisis sin precedente que trata de soslayar con su carisma habitual. Pero, esta vez… “ ¡A sotavento!” es publicada por la editorial catalana “La Tempestad”, marca editorial en lengua española dedicada al ensayo, la literatura, la biografía y la poesía: www.edicionestempestad.com, teléfono 93 225 04 39. El autor de esta novela, se echa cautelosamente al mar de la literatura, consciente de enfrentarse a las aventuras y peligros que se presentan y le acechan.
"Maestros depurados en Baleares durante la Guerra Civil"
Presentación, Manuel Tuñon de Lara. Lleonard Muntaner. Editor. Palma (Mallorca) Mayo 1998.
"Zeta, el imperio del zorro"
Los escándalos internos de un grupo escandaloso. Editorial Vosa. Abril 1997.
"Queridos forasteros"
Presentación de Manuel Vázquez Montalbán. Lleonard Muntaner, editor. Mayo 1996.
"Caciquismo y corrupciones municipales en las islas"
Ediciones Actuales, Barcelona, 1978.
Seguidores
Entrevistas a isleños en Madrid
Entrevistas a isleños en Madrid (A caballo entre dos siglos) Pinche en la fotografía
A modo de epílogo. Capitulo I. Enano, feo y sin blanca. Capítulo II. Potro salvaje. Capítulo III. De retorno a mi isla. Capítulo IV. Paz es su nombre Capítulo V. Veinticinco siglos antes. Capítulo VI. Esperando a la muerte bajo un almendro en flor. --------------------------------------- Antología de Relatos.
Libro de relatos de varios autores integrantes del taller de escritura creativa de Alcobendas, entre los que se incluyen Cinco coma dos, Ácido y seda, Negro sobre blanco, Prunus Cerasus y otros 27 textos.Prologado por Reina Roffé.
Oficialmente, nací en Palma de Mallorca, el 25 de julio de 1943. Fui fruto del amor de un guardia civil con una montañesuca de Santander y viví mi infancia en Mallorca e Ibiza. De 1966 a 1969, estudié periodismo y cursé un "Diploma de Maêtre ès Arts" en París. Luego, volví a Mallorca, en donde ejercí el periodismo en el diario "Última Hora" y, más tarde, en el Grupo Zeta, abriendo una delegación en Baleares. En 1986, me desplacé a Madrid, en donde trabajé para la revista Interviú hasta 1995. Publiqué varios libros de ensayo y, a lo largo de once años, conocí oficial y realmente el paro. De paso, puse un poco de música en el becuadro de mi vida, estudiando en el Real Conservatorio de la Música, en donde conseguí el diploma de Intrumentista (Trompeta) y toqué en diversas bandas.
El 18 de diciembre del 2006, inicié en Internet el "Diario de un periodista en paro" y, posteriomente, en las mismas páginas, el libro "La cicatriz". Y, desde enero del 2008, "Diario de un periodista jubilado" (www.smfdiario.blogspot.com) En enero del 2010, inicié, en las mismas páginas, la novela "El meteco, Ben Azibi". Y, en el 2011, las entrevistas "Isleños en Madrid" (A caballo entre dos siglos.)