domingo, 30 de septiembre de 2012

Los antidisturbios aporrean a quienes protestan contra el Congreso.

                                                                                                                                                       
Los leones o leonas del Congreso estuvieron esta semana más protegidos  que nunca. No es que fueran amenazados por cazadores furtivos o por masas rebeldes. Es que fueron custodiados por casi 1.300 policías antidisturbios que, a su vez, velaron celosamente  a los diputados de las Cortes y al mismo Gobierno que así lo dispuso, frente a las protestas y manifestaciones, convocadas por la plataforma “En Pie” y por la coordinadora “25-S”.  La bronca se dispara muy cerca de las Cortes. “De ‘tomar’ el Congreso –escribe Víctor Sanpedro, catedrático de Opinión Pública y Comunicación Política en la Universidad Rey Juan Carlos, en un artículo publicado en Público.es–, se pasó a “ocuparlo” y de ahí a ‘rodearlo’ y, por fin, a ‘rescatarlo’. Ni hacerse con el poder, ni ocuparlo temporalmente, ni someterlo siquiera a un ultimátum. ‘Rescatarlos’: a ellos, a los parlamentarios que ocupan sus escaños, presos de la disciplina de partido y de los Consejos de Administración…”. Todo empieza a principios de esta semana, con un despliegue inusitado de fuerzas alrededor de la Cámara baja de las Cortes. El martes, Madrid amanece sitiada y acaba convirtiéndose en las primeras horas de la noche en una verdadera batalla campal. Los disturbios explotan comienzan con el intento de algunos alborotadores de avanzar hacia el perímetro de seguridad que rodea el Parlamento y los agentes de orden responden con virulencia. Algunos manifestantes intentan llamar a la calma y que la movilización no derive en una acción violenta. Muchos reaccionan con sentadas ante los agentes. Pero, pese de los porrazos y a la persecución bajo tierra (estación de cercanías de Atocha), la Policía no consigue atajar la protesta sino todo lo contrario. Los momentos más tensos se desarrollan a partir de las 19 horas, en las inmediaciones de la plaza de Neptuno, a apenas 100 metros de la Cámara, en donde los diputados debaten en sesión plenaria. Se registran varias cargas policiales, que son precedidas de carreras, gritos y momentos de pánico. Los manifestantes gritan contra los agentes. La carga policial más violenta llega después de que un grupo de personas vestidas de negro, con banderas y con el rostro oculto, se encaren con la Policía. Los sucesos dejan, según fuentes de Interior, un balance de 36 detenidos y 64 heridos, entre ellos, 27 policías.
  

Los antidisturbios, provistos en todo momento de numerosas protecciones, casco, escudo e incluso pistolas de pelotas de goma, que llegan a utilizar en los momentos más tensos, son capaces de reaccionar violentamente. Lo que provoca que, en los instantes de máxima tensión, el centro de Madrid se convierta en una ratonera, con manifestantes sin poder escapar del cerco de la Policía. Algunos de ellos se refugian en hoteles, bares o establecimientos de la zona. Y, mientras miles de personas se manifiestan fuera o huyen de la acción de los antidisturbios, dentro del Congreso, los parlamentarios continúan con sus actividades habituales. Desde la Cámara, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, dice que hay que “distinguir entre las personas que vienen a manifestarse y los que vienen a montar jaleo”. Jorge Fernández Díaz, ministro de Interior, también justifica la carga policial. Felicita a las fuerzas de seguridad por haber actuado “extraordinariamente bien”. Y señala que, gracias a ella, se pudo impedir que un grupo de personas lograra “ocupar” el Parlamento y “coaccionar” a los diputados, lo que está “expresamente prohibido”.


Por el contrario, una mayoría de  diputados de IU-ICV-CHA se desplaza a la concentración e intercambia opiniones con los manifestantes. José Luis Centella y Alberto Garzón califican de “desproporcionadas” las cargas policiales y acusan al Gobierno de haber generado tensión al “criminalizar” la protesta que “no se corresponde con el llamamiento ni con la actitud de los convocantes”. (Ver la entrada “¿Se infiltró la Policía en el 25-S”, correspondiente al pasado día 27). Fue, según ellos, un exceso policial brutal que no atendió a ninguna lógica, sino a la “criminalización de la protesta”. Por el contrario, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno, defiende la actuación de la Policía y atribuye a los manifestantes, a los que llama “radicales”, toda la responsabilidad de los incidentes y las cargas policiales. “La Policía –dice– evitó el asalto al Congreso, que era el objetivo de los convocantes. Los agentes tuvieron que aguantar una agresión permanente, un ataque desproporcionado. Les tiraron de todo: piedras, botellas, tornillos... En la plaza de Neptuno se recogieron 265 kilos de piedras y 400 latas cerveza que se utilizaron como armas arrojadizas, así como punzones, palos y tirachinas. La actuación policial fue impecable, muy positiva y muy profesional”. 

Un reportero gráfico es trasladado por sus compañeros tras recibir un pelotazo de goma en el tobillo durante las cargas policiales en el 25-S

Un pequeño grupo de antidisturbios golpea indiscriminadamente a todo lo que se mueve en la Plaza de Neptuno. Las imágenes de la concentración en esta plaza dan la vuelta al mundo. Un grupo de policías avanza, blandiendo sus porras. Algunos manifestantes responden, lanzando objetos. Los agentes, acorralados, se protegen con sus escudos. Pero la dignidad de la ciudadanía está muy por encima de la profesionalidad de esta Policía y sabe guardar el orden. En Atocha, los antidisturbios entran en la Estación para golpear y disparar a los manifestantes que ya se han replegado, lo que podría ser una acción policial de dudosa validez. Varios miembros de prensa son identificados, agredidos, amenazados y denunciados por los miembros de antidisturbios que se niegan, a su vez, a dar su número de identificación que no llevan a la vista. (Ver vídeo sobre la crónica del asalto a los periodistas, al final)  Los antidisturbios intimidan a los fotógrafos que graban su actuación.

El camarero Alberto Casillas Asenjo pasa del anonimato a una más que posible fugaz celebridad más que merecida. A sus casi 50 años, consigue parar la ofensiva de los agentes antidisturbios cuando éstos intentan cargar contra unos manifestantes. Casillas para el ataque, con su cuerpo, enfrentándose a los antidisturbios y pidiéndoles que respeten su local. En una entrevista (Ver vídeos del final), declara: “No soy un héroe, fue un acto humano; cualquier ciudadano hubiera hecho lo mismo”. Desde su local, ve a multitud de jóvenes que se refugian en el interior y hasta ocho agentes que se acercan a ellos. Quien parece estar al mando, ordena: “Entren y procedan a la detención”. Casillas les hace frente y les espeta: “Aquí no van a entrar porque esto está lleno de gente inocente”. Los agentes lanzan amenazas, como cuando encuentran oposición o alguien les pide el número de la placa. De hecho, Alberto fue amenazado con la detención y un amago de agresión: “Ahora, cuando lo pienso en frío, no sé si hubiera hecho lo mismo, pero tenía mucho miedo porque se podría haber producido una turba en el bar que habría dejado un reguero de sangre”. Luego, en torno a las 22 horas, otros manifestantes radicales llegan y comienzan a lanzar piedras a los agentes, siendo Alberto Casillas alcanzado por una de ellas, provocándole dolores en un brazo. En las imágenes se puede ver cómo el camarero pide calma a todos, agentes y manifestantes, que estaban lanzando piedras y otros insultando.
Las imágenes de Alberto Casillas han dado la vuelta al mundo y su mujer y su hija, que viven en Venezuela, le llamaron para felicitarle: “Mi hija me llamó, llorando de orgullo; se enteraron por las noticias y tuve que disimular un poco para que no se pusieran más nerviosas”. Ahora, más calmado, repita su conversación con la Policía. “Vi que iban a entrar. Y les dije… bueno, dije alguna palabrota. Dije que por mis ‘tal’ no iban a entrar. Yo no quería ir contra las leyes, pero si entraban se iba a crear una masacre. Había niños y todo”. Casillas recuerda: “Héroe es cada persona que lucha por sus derechos. La gente me daba las gracias y yo les decía que no había nada que agradecer. Todo el mundo lloraba, gritaba y yo no podía permitirlo. El pueblo, cuando ve que atacan al pueblo, tiene que protegerse entre sí”, concluye.

Detención de Miguel Ángel Quinteiros.

Fotos y un vídeo colgado en Internet  (#OcupaEl-Congreso) muestra cómo un manifestante de 72 años es sacado de entre los manifestantes, arrastrado por los suelos. Uno de los agentes tira de su chaqueta. El otro, de su porra a la que el hombre se agarra con fuerza. Una vez atravesada la verja, le dan la vuelta, lo tumban boca abajo  e intentan esposarlo por la espalda, tirando de su brazo derecho.”No haga resistencia, que es peor”, le advierte un tercer policía. “No hago resistencia. Es que me duele, hostias, le replica el manifestante. La versión de la policía recogida en el atestado es que increpaba de una forma “muy agresiva”  a varios miembros de la unidad. “Su actitud generaba un incremento de la hostilidad por los otros manifestantes, por lo que el inspector se dirige a él “para que deponga su actitud”. Al hacerlo, según el informe policial, “trata de golpear al inspector a la altura de la cara”, pero éste para el golpe con su mano derecha. Acto seguido, el detenido trata de quitarle la defensa, agarrando la misma con su mano derecha, con una actuad muy violenta, consiguiendo desestabilizar al inspector jefe y casi tirarlo al suelo. El hombre presenta “una resistencia activa muy acentuada, lo que les obliga “a reducirle, aplicándole la fuerza proporcional hasta conseguir, finalmente, inmovilizarle. Miguel Ángel Quinteros, que así se llama este detenido que es miembro del colectivo Attac y de la Plataforma por una Banca Pública, estaba, según explica, sentado en el suelo, cuando le agarraron entre varios agentes por el brazo y le arrastraron. “Me lo retorcieron y me provocaron un dolor terrible”, asegura.  Vino de Galicia expresamente para participar en la manifestación. “Decidí venir porque quería protestar frente al Congreso por las medidas que está llevando a cabo este Gobierno”, explica. “Mi actitud fue pacífica. Nunca me pegué con nadie ¿cómo voy a abofetear a un antidisturbios. Confirma que cuando fueron a por él estaba sentado en el suelo, junto a otros manifestantes, por lo que no pudo intentar pegar al inspector. “yo no vine a montar follón”. Lo que sí admite es que se agarró a la porra, pero no para quitársela al policía. “Fue para defenderme, para que dejaran de pegarme con ella”. Quinteros sale de los juzgados con el brazo vendado y en cabestrillo. “Hemos sufrido una humillación tras otra, pero es increíble la camaradería que se crea ahí dentro”, afirmaba mientras sonríe a través de su barba blanca a los que se acercaban para darle ánimos.


El periodista, David Torres, escribe en Público.es del miércoles con un toque de ironía: Querido policía, déjame felicitarte por lo de ayer. Te portaste como un hombre, te ganaste a base de porrazos la paga extra que te habían quitado y cumpliste a la perfección el encargo de apalear al pueblo. Es cierto que para otras cosas, la verdad, no vales, por ejemplo, eres incapaz de distinguir un hueso de pollo de un hueso de niño, con lo cual una simple investigación por asesinato acaba transformándose en un circo mediático y un pobre paleto te chulea durante meses, pero es que tú no estás para eso, querido policía, a ti no te pagan para pensar ni para sumar dos y dos siquiera. Lo tuyo es intimidar, montar follón, colarte dentro de una pacífica multitud y caldear los ánimos, manejar la porra y pegar hostias. Y lo cierto es que para eso no tienes precio, aunque el despliegue militar del martes (con casi 1.500 efectivos, carretadas de lecheras, helicópteros, caballos, vallas, pelotas de goma) le haya salido por un pico al contribuyente. Con lo que te pagaron ayer a ti y a tus colegas por acojonar y romper huesos, se podía haber construido un colegio. Da la casualidad de que ayer pasé frente al Congreso, no por Neptuno, sino por la Carrera de San Jerónimo, y vi la tremenda multitud a la que tenías que hacer frente: muchos jubilados, algunos con bastón, una señora armada de un silbato, otra con una camiseta contra los recortes, un montón de jóvenes de ambos sexos, unos cuantos fotógrafos, e incluso una pareja de ciegos que paseaba de arriba abajo tentando el aire. Aunque para ciego tú, querido policía, ciego y sordo, blindado de arriba abajo, envuelto en tu escudo y tu casco pretoriano para demostrar una vez más que no estás ahí para defender al pueblo sino para todo lo contrario. Al verte, tan chulo, tan orgulloso de tu fuerza, recordé a aquel anti-disturbios que me tropecé ventitantos años atrás, en una manifestación universitaria, un tipo grande como una montaña al que oí gruñir mientras acariciaba la porra: “Qué ganas tengo de repartir hostias”.


“Querido policía, debes de sentirte muy hombre sabiendo que enfrente sólo tienes manos desnudas y palabras, debes de sentirte justificado en tu violencia cuando hasta tú te tragas tus propias mentiras y acabas por creer que estabas haciendo frente a tácticas de guerrilla urbana cuando allí sólo había gente que no venía ni a tomar el Congreso ni a secuestrar diputados sino a expresar su rabia, a gritar que ya están hartos de tanta mentira y tanto expolio. El Congreso ya está tomado por una banda de cuatreros que ha incumplido todas sus promesas, unos sicarios del poder financiero al que sirven con la misma devoción que vosotros a ellos. Ya sé que lo tuyo no es pensar, pero piensa por un momento que si la muchedumbre de ayer hubiera ido con ganas de bronca, probablemente no habrías salido tan bien parado. A veces me pregunto cómo será eso de llegar a casa con el deber cumplido cuando tu deber consiste en agarrar del cuello a una mujer, en abrirle la cabeza a un señor indefenso, en reventar a palos a un joven tirado en el suelo. Ya sé que te pagan a tanto por hostia y a doble por cabeza abierta, pero te advierto que la gente se está empezando a hartar de que la traten como a ganado, de que la ordeñen cada cuatro años y la aporreen siempre que les apetezca. Que duermas bien, machote.


La Plataforma “En Pie”, en un comunicado publicado en su web, se compromete a que cada una de las personas detenidas tenga la protección y asistencia jurídica que precise. Los convocantes de la manifestación denuncian “la violencia injustificada” de la Policía nacional, a los que denomina “agentes represores del régimen”, que llegaron a penetrar en la estación de Atocha, lanzando pelotas de goma. (Ver vídeo del final).  Asegura que “las imágenes, artículos y vídeos que circulan por las redes sociales” demuestran lo contrario. “Este ataque violento ha ocasionado varios heridos, entre ellos, un hombre en estado grave”, afirman. Al día siguiente se repite la manifestación, pero hay cierta prevención con los encapuchados. Los manifestantes exigen a un grupo con la cara tapada que “se descubra”. A su llegada, los coordinadores de la CGT leen un comunicado, criticando la “represión policial” del martes  y las palabras de la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, que calificó de “espléndida” la acción de la Policía. Reclaman su dimisión mientras la gente grita “policía asesina”. Se oyeron gritos contra los antidisturbios: “Si no hay dinero, ¿por qué tanto madero?”


El mismo miércoles, Mariano Rajoy, lanza, desde Nueva York, un mensaje de reconocimiento para “la mayoría de los españoles que no se manifiestan, que no salen en las portadas de prensa y que abren los telediarios a pesar de la crisis económica y de las medidas de recorte del Ejecutivo”. El presidente Rajoy y el rey, Juan Carlos I, justifican su viaje intentando salvar la imagen de España, esa con la que pretenden que seamos vistos como un país “serio, responsable, que hace lo que tiene que hacer y cumple sus deberes”. Con la nueva marca “España”, el Gobierno pretende demostrar que llegará hasta el final, al precio que sea y que no le temblará el pulso cuando los recortes y contrarreformas venideros multipliquen la contestación ciudadana. El presidente del Gobierno, acompañado por su jefe de Gabinete, Jorge Moragas, y el embajador de España en Estados Unidos, Ramón Gil Casares, se dirigen a la sede del periódico Wall Street Journal para hacer una entrevista. En el camino, el presidente fuma alegre y plácidamente un puro, tal y como lo relata Basterra, en su blog Píxel y Dixel:


“En este blog no solemos hablar de política… pero ayer sucedió algo que me veo obligado a contaros. Estoy estos días en Nueva York, de vacaciones, y cuando estaba sentado en la Sexta Avenida, buscando información sobre los incidentes en Madrid alrededor del Congreso de los Diputados en mi móvil a través de Twitter y diarios digitales, pasó por delante de mí Mariano Rajoy, presidente de España, fumando un puro. Prefiero no decir nada más…”. Más tarde cuando es captado por las cámaras de TVE, Rajoy ya no fuma puros.

Los periódicos de Francia, EEUU, Reino Unido, Italia... todos se hacen eco de la manifestación española del 25-S. Algunos la hacen en  sus portadas. El rotativo francés “Le Monde” incluye el tema con mucha importancia en su portada, y lo titula así: “En Madrid, manifestantes y policías se enfrentan ante el Parlamento”. Recoge el balance de heridos y detenidos, recogiendo cifras tanto de manifestantes como de policías antidisturbios, y considera que, aunque la protesta iba a ser pacífica, evolucionó a una protesta violenta. También incluye palabras de los manifestantes mostrando sus manos abiertas: “Éstas son nuestras armas”, en referencia a las consignas contra los antidisturbios y los políticos. El periódico reconoce que hubo cargas muy fuertes por parte de la Policía.
The Guardian”, periódico británico propiedad de Guardian Media Group, se hace igualmente eco, lo mismo que canal oficial británico. Su digital incluye en la portada : “La Policía española dispara balas de goma contra la protesta de Madrid”. A través de su corresponsal, Tom Burridge, habla de una confusa sensación de caos en la capital española. Recoge las cargas policiales pero también que algunos de los manifestantes tiraron las vallas que protegían los accesos al Congreso. El periódico italiano, “La Republique”, también incluye la noticia en su portada de la edición digital y lo presenta así: “Madrid, Congreso asediado; enfrentamientos entre policía e indignados”. La frase elegida para retratar las consignas de los manifestantes es: “No nos rendiremos hasta que se vaya el último diputado”.
La noticia traspasa el charco y aparece en los EEUU, donde el prestigioso “The New York Times” titula su información en portada de internacional: “Los manifestantes toman las calles de Madrid”. Incluye el nombre de Rajoy, que el martes estaba en Nueva York para asistir a la Asamblea General de la ONU y dice que las presiones contra su Gobierno derivaron en muchos frentes abiertos, incluyendo no sólo esta protesta del 25-S, sino también la convocatoria de elecciones anticipadas en Cataluña con aires independentistas. En Argentina, algunos diarios denuncian los hechos de las cargas policiales contra los manifestantes. El “Clarín” titula la noticia así: “Balas de goma, detenidos y heridos frente al Congreso de Madrid”, y se centra en los heridos y las cargas policiales. Dice que los enfrentamientos se registraron cuando, tras recorrer pacíficamente las calles de Madrid, los manifestantes intentaron traspasar las vallas que protegen al Parlamento. La Policía reprimió con porras y gases.

Otra de las pancartas exhibidas en el 25-S.
Pero ¿por qué esta fijación del pueblo contra el Congreso? Sin duda por el agravante contraste que existe entre uno y otro. Mientras el primero no deja de ver cómo son menguados sus derechos sociales, laborales, educativos y sanitarios, experimentando un constante retraso, el Congreso, dominado por el PP, se crece con sus exigencias, provocando una protesta generalizada del pueblo. “Definitivamente –escribe Qaesar en su web ‘El Ventano’ del jueves pasado–, el PP ha optado por resistir, tras las porras de la Policía, con una actitud chulesca y  prepotente, despreciando de una manera vergonzosa las protestas de la gente. Convertir un problema social en un problema de orden público es una de las características de un régimen dictatorial. Y este Gobierno ha desandado en pocos meses el difícil recorrido que la sociedad española hizo desde la muerte de Franco, con todas sus graves deficiencias… Pero la actuación profundamente reaccionaria del PP, junto a las medidas de corte fascista del Gobierno de Rajoy, está llevando a mucha gente a una peligrosa marea que puede barrer la poca credibilidad que aún le queda a la Política. El Partido Popular está en manos de una mafia económica. Sus dirigentes, desprestigiados en medio mundo, ya no se molestan en ocultar su nulo bagaje democrático. Solo así se puede defender las brutalidades del 25-S en Madrid, unas escenas que han destrozado la imagen de España de que tanto habla. Porque no son errores de un Gobierno incompetente. Son medidas estudiadas y programadas en las cloacas del régimen. Una revuelta popular con serias deficiencias ideológicas puede derivar hacia un régimen fascista a poco que se lo propongan los que maquinan desde lujosos despachos. Esos que tienen tomado el Congreso, aunque nunca pongan los pies en él. Por eso hay que seguir haciendo Política. Hay que 'tomar' el Congreso y el resto de las instituciones. Pero no para cerrarlas o quemarlas, sino para echar a quienes se las han apropiado y llenarlas de Política con mayúscula”.

Personas agredidas por las fuerzas de seguridad del Estado sólo por ejercer sus derechos de manifestación el 25-S, día de la acción ‘Rodea el Congreso’, se sienten “indignadas ante la brutalidad y la violencia indiscriminada que vimos y sufrimos ese día en Madrid. Hemos sufrido violencia física y psicológica y no lo vamos a consentir. Por ello iniciamos una página (‘Denuncia25s’) para recabar testimonios de todo tipo que muestren la brutalidad policial”. Invitan a compartir material gráfico, fotos y vídeos, así como a dejar testimonios de lo presenciado en el mismo blog o en la dirección de correo 'denuncia25s@gmail.com. En un comunicado, resaltan su intención de no tolerar “la impunidad policial y la criminalización a la que estamos siendo sometidas. Es intolerable que en un supuesto Estado de Derecho las fuerzas de seguridad del Estado sean las que usen y promuevan la violencia contra la ciudadanía con total impunidad”. Por otra parte, la Dirección General de la Policía concederá este martes, coincidiendo con la fiesta patronal del Cuerpo, dos medallas con distintivo rojo a dos de los principales mandos que coordinaron la actuación policial durante las protestas del 25-S en Madrid. Se trata del Comisario Jefe de Seguridad Ciudadana de Madrid y del jefe de la primera unidad de antidisturbios, también de Madrid. La medalla roja supone para ambos una mejora salarial del 10% de por vida. Los sindicatos policiales denuncian que los mandos que reciben las medallas rojas no suelen cumplir los requisitos, y que todo es “un mercadeo de medallas” para pagar “favores políticos”, con una importante mejora salarial.

Ignacio Escolar, en un artículo titulado ¿A ellos les gusta la gasolina?, dice: “Si de verdad el Gobierno está preocupado por las protestas en las calles, por la imagen exterior de España y por la peligrosa fractura social que se está abriendo, ya está tardando en cambiar de estrategia. La respuesta policial ante el 25-S ha sido brutal, desproporcionada y contraproducente. No se apagan los incendios con gasolina. En ningún momento la movilización de estos días fue una amenaza real ni para la democracia ni para el Parlamento ni para sus señorías. Habría estado justificado el uso de la fuerza por parte de los antidisturbios ante un hipotético asalto al Congreso, que no se produjo, pero no ante una manifestación mayoritariamente pacífica en la plaza de Neptuno, ante una multitud de ciudadanos que ni siquiera intentó traspasar la muralla levantada por la policía. ¿Eran necesarias todas las cargas a porrazos? ¿Incluso en el andén de la estación de Atocha? La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, debería dejar de comportarse como una tertuliana de Intereconomía. Su labor consiste en preservar el orden público, no en agitar aún más la calle. Sus declaraciones comparando a los manifestantes de ayer con los nazis o con los golpistas del 23F solo sirven para tensar aún más la cuerda y aumentar el conflicto. También tienen otra consecuencia, ventajosa para ella: obtener un protagonismo  mediático jamás visto en su puesto –¿cuántos recuerdan el nombre de la anterior delegada?– con el que lanzar su carrera política, ahora que Esperanza Aguirre deja hueco. Si el Gobierno no quiere que España sea la nueva Grecia en los telediarios de todo el planeta no solo hay que pedir contención y prudencia a los manifestantes: también a los antidisturbios y a los dirigentes políticos. También sería un enorme paso que la policía muestre en todo momento su número de identificación ante los ciudadanos y no infiltre encapuchados entre los manifestantes. ¿Pedir que la propia policía cumpla la ley es pedir demasiado?


La Coordinadora 25-S convoca el sábado una nueva protesta en Neptuno (Plaza de Cánovas del Castillo) y la Puerta del Sol con el objetivo de volver a rodear el Congreso por tercera vez esta semana y pedir la dimisión del Gobierno y el inicio de un proceso constituyente. Miles de manifestantes –este día, muchos más que anteriormente–piden y exigen la dimisión del Gobierno y de la delegada del Gobierno en la capital, Cristina Cifuentes, así como la libertad para todos los detenidos durante las manifestaciones de esta semana. Carteles como “Islandia es el camino”, “Nos roban, nos pegan...y nos representan”, “¡No hay pan para tanto chorizo!”, “No”, y gritos como “¡No me pegues, soy compañero!”, en alusión al vídeo que se difundió esta semana de los policías infiltrados, afloran por doquier. “¿Hay que quedarse en casa callado con todos los recortes que están haciendo y con los cinco millones de parados”, se lamentan muchos. “Es increíble que el presidente diga que a él no le gustan las mayorías silenciosas –se quejan otros– Es una frase autoritaria”. La nueva manifestación en Neptuno del movimiento 'Rodea el Congreso' no cuenta una cobertura televisiva como las anteriores, al intentar las autoridades del PP que se retiren las unidades móviles y transportables a los equipos de TV1. Y las autoridades insisten en que se trata de una manifestación “ilegal”, aunque esta es más numerosa que las anteriores. Las reacciones no se hacen esperar, y muchos de los profesionales de las televisiones adelantaron la posibilidad de que esta noche haya cargas policiales mucho más duras que la semana pasada. Pero, todo lo contrario, no solo éstas se ven limitadas, sino que no registran ningún incidente grave. El juez Baltasar Garzón afirma que sería un “sarcasmo” pensar que los detenidos el pasado 25 de septiembre en Madrid durante la manifestación en los alrededores del Congreso cometieran un delito contra las instituciones del Estado.  Subraya que los congregados no tenían intención de invadir el Parlamento, y que no cree que las sesiones del Congreso se vieran alteradas por la presencia de los manifestantes. La Delegación del Gobierno de Madrid cifra en 4.500 las personas congregadas. Pero la protesta será probablemente más numerosa que la del martes y, con toda seguridad, es la más multitudinaria de la semana. Miles de personas abarrotan Neptuno y llegan hasta Cibeles.



A las 20 horas se lee un texto en la plaza de Neptuno en el que se convoca a rodear el Congreso de los diputados para rescatarlo del secuestro de la soberanía popular llevado a cabo por la Troika y los mercados financieros.  “Hoy, las calles se han vuelto a llenar con miles de personas que dicen basta y que quieren tirar del freno a una realidad que se está volviendo cada vez más insoportable. Hoy salimos para acompañar y nos sentirnos acompañados por nuestros hermanos y hermanas portugueses, griegos e italianos, rodeando su propio parlamento…  Seguimos rodeando el Congreso porque queremos dar un salto en la movilización social y poner en el centro la recuperación de la soberanía y del poder ciudadano, es decir, de la democracia. Ahora sabemos descifrar complejos conceptos económicos y legales, cuidarnos y cuidar a las demás, comunicarnos mejor, gestionar espacios de participación y discusión en las redes, las plazas y los centros de trabajo; reírnos de la violenta estupidez del poder, ante la que, cada vez más, resistimos en lugar de correr… Seguimos rodeando el Congreso para decirles a quienes dicen mandarnos que no, que desobedeceremos sus imposiciones injustas, como la de pagar su deuda, y que defenderemos los derechos colectivos: la vivienda, la educación, la salud, el empleo, la participación democrática, la renta. Para iniciar un proceso que permita que los responsables de la crisis dejen de ser impunes, para que los pirómanos que han provocado nuestra crisis no sean recompensados y empiecen, en cambio, a ser juzgados. Ni el gobierno de Zapatero, ni el de Rajoy nos han escuchado. Ambos han traicionado a sus propios votantes llevando adelante medidas que prometieron que nunca pondrían en marcha. No obedecen a los ciudadanos, no tienen la valentía ni interés para hacerlo. El gobierno Rajoy, por lo tanto, no nos sirve y exigimos su dimisión. Hoy, se han presentando los presupuestos generales del Estado para el año que viene. Esos presupuestos son el resultado de una reforma de la Constitución ejecutada a medias entre el PSOE y el PP sin que la ciudadanía pudiera decir nada al respecto. Esos presupuestos dedican mucho más dinero a pagar una deuda ilegítima que a las necesidades sociales que puede articular una salida colectiva de la crisis. Esos presupuestos son una vergüenza para la soberanía nacional, para la democracia. Y por eso tenemos que pararlos… Nos están quitando lo poco que quedaba por defender. Nos queda absolutamente todo por construir. No tenemos miedo. Los presupuestos de la vergüenza, los vamos a rodear. Que se vayan. Sí, se puede”. La última manifestación del sábado expresó la indignación por las actuaciones policiales, las declaraciones posteriores del Gobierno y por las palabras de Rajoy en Nueva York que reconocía “a la mayoría de españoles que no se manifiestan, no salen en las portadas de los periódicos y no abren los telediarios”.

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La línea que divida la política del humor es estrecha e induce fácilmente a traspiés, como indica R. Varona en
esta viñeta. Otras: Made in Spain, marca de España ofrecida por el rey y Rajoy; el punto de encuentro de Mas
y Rajoy.





Y ya en este terreno, probad con Ramón, J. R. Mora, M Vergara, A. López. M Fondevila, Erlich y Ferrán.










O con Pep Roig: Orgullo eppañó,  Rajoy debuta en la ONU, Cornudos y apelados, por pobres, Deseducación pública y Hambrientos e insolidarios.






Terminamos con seis vídeos sobre lo ocurrido en este 25-S. El primero de ellos sobre perímetro que se estableció con vallas durante las fechas de la protesta minera y que no se ha retirado. Interior pretende evitar que haya manifestaciones en torno al Congreso. Posiblemente se prolongue debido a las medidas que tomará el Gobierno a partir de septiembre.


El día 25 de septiembre se produjo una manifestación con el propósito de rodear el Congreso. Esta acción terminó en una carga policial que llevó al cuerpo de antidisturbios a entrar en la estación de cercanías de Atocha para golpear y disparar a los manifestantes que ya se habían replegado, lo que podría ser una acción policial de dudosa validez.

Las cámaras recogen el momento en que un policía vestido de paisano y encapuchado es detenido por sus compañeros UIP, en una carga. El policía secreta se identifica como compañero.




Detienen a una señora por estar grabando y le requisan el iPhone.


Alberto Casillas, el camarero que les negó la entrada en su cafetería a un grupo de antidisturbios que
perseguían a manifestantes del 25-S, recibe la felicitación de la gente.



viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Qué son 8 euros?

He recibido un curioso web muy ilustrativo que ya ha sido publicado por “Sigojoven.com”, “Elfakir escribe de todo un poco”, “Meestoyalterando.blogspot” y por otros … El texto dice así:

Ahora que resulta que los jubilados deberán pagarse parte de las medicinas que les receten, lo que, según nuestra apreciada casta política, les supondrá “sólo” unos 8 € al mes, sacamos a colación algunos datos:

¿Qué recibe un diputado, tras resultar elegido?

- Un iPhone 4S. - Un iPad.
- Un PC en el despacho.
- Módem 3G.
 - Voz y datos pagados.
- ADSL en casa pagado.
- Si eres del PP o PSOE, un asistente para cada dos diputados. Si eres de otro partido, uno propio.
- Un despacho propio.

¿Y para moverse?

- Si usa su propio coche recibe 0.25 € por km, o sea, 25 € cada 100 km y se te pagan los peajes.
- Si no tienes un coche oficial asignado, 3.000 € anuales para taxis (250 €/mes).
- Billetes de primera clase para avión, tren y barco.

¿Y el sueldo?

- Sueldo base de 3.126,52€ mensuales y dos pagas extra.
- Si formas parte de alguna comisión, recibes entre 775,15 € y 1.590,34 € más al mes.
- Si tienes algún cargo (Portavoz, Secretario, etcétera), en el peor de los casos, recibes 2.318,96 € más al mes .
- Puedes tener trabajos y cargos fuera del congreso sin límite ni perjuicio en el sueldo ayudas.
- Los sueldos que cobres de tu partido, tampoco afectan en nada.

¿Y las ayudas?

- Si fuiste elegido fuera de Madrid, recibes 1.823,86 € mensuales más para alojamiento y manutención.
- Si fuiste elegido en Madrid, 870,56 € mensuales más para alojamiento y manutención.
- Si viajas dentro de España, 120 € diarios.
- Si viajas fuera de España, 150 € diarios.

¿Y los beneficios fiscales?

- Las dietas relacionadas con transporte no tributan, no se declaran a Hacienda vamos.
- Las dietas relacionadas con alojamiento y manutención no tributan.
- Los sueldos/dietas por tener un cargo en el Congreso, no tributan.
- Si dejas de ser diputado, percibes una paga mensual de 2.813,87 € hasta un máximo de dos años. No importa si tienes un sueldo privado.

¿Y si se disuelven las Cortes porque va a haber elecciones?

- Derecho a una indemnización consistente en el sueldo de los días transcurridos hasta que se forma el nuevo Congreso (el sueldo de dos meses aproximadamente), vuelvas al Congreso o no.
- El Congreso te paga las cuotas de la Seguridad Social, Derecho pasivo y otras cosas durante ese tiempo. - El Congreso mantendrá tu póliza de accidentes durante ese tiempo.
- El Congreso sigue pagando el ADSL, voz y datos durante ese tiempo.
- La mudanza de tu despacho corre a cargo del Congreso.

 ¿Y la jubilación?

Si tienes 55 años y... has sido diputado once años: 100% de la pensión máxima (2.466,20 € ).
- Si has sido diputado entre nueve y once años: 90% de la pensión máxima.
- Si has sido diputado entre siete y nueve años: 80% de la pensión máxima.
- Por el 10% del salario base, derecho a pensión privada a cargo del BBVA.

Como veis, son unas condiciones lamentables. Por eso los políticos son los más adecuados a la hora de hablar de recortes y sacrificios. Ya se nota que ellos se están apretando el cinturón y pasándolo muy mal... Después tienen las narices de decir que 8 euros para un jubilado no es nada, que sólo son cuatro cafés… ¡¡¡Pues no!!! Porque los jubilados no tienen un sueldo de diputado y necesitan esos 8 euros para comer.

jueves, 27 de septiembre de 2012

¿Se infiltró la Policía en el 25-S?


Los diputados de IU, Ricardo Sixto, José Luis Centella, Alberto Garzón y Cayo Lara, comparecieron ayer para valorar la actuación policial durante la manifestación del martes.

 
La oposición está claramente molesta con la actuación de los agentes de Policía en las concentraciones del martes en los aledaños del Congreso. Desde el PSOE, su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, pidió a la Policía que “evite” utilizar la violencia en este tipo de manifestaciones, aun admitiendo su “dificilísima tarea”. La respuesta de las fuerzas de seguridad, según Rafael Simancas, no fue “ni medida, ni proporcionada”, porque en la protesta había ciudadanos que se manifestaron pacíficamente y “unos cuantos radicales” a los que la Policía y la Delegación debe “controlar”. Para Ramón Jáuregui, ex ministro socialista, la actuación policial pudo “resultar excesiva, en algunos momentos”. Pero quien condenó más tajantemente las cargas policiales fue IU.

Cayo Lara, coordinador federal de IU, sospecha que, en el 25-S, se infiltraron presuntamente “policías vestidos de paisano” que participaron en la manifestación y caldearon el ambiente. En los vídeos, señala, se puede ver a agentes de incógnito “claramente provocadores” en las inmediaciones de la Cámara baja, que luego “aparecen en el círculo de la Policía”. “Es una estrategia muy vieja”, utilizada en tiempos de la dictadura de Franco, que, en pleno siglo XXI, “no debería ser parte de la vida democrática”. Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) exige que el Ministerio del Interior abra una investigación para “aclarar el comportamiento de estas personas” y no pedirá la dimisión de la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, hasta ver qué responde el Ejecutivo. Pero el diputado, Gaspar Llamazares exige, sin más preámbulos, su cese inmediato por aplicar medidas antiinsurgencia propias de las dictaduras latinoamericanas. “El ministro del Interior y especialmente la delegada del Gobierno son expertos catedráticos en convertir malestar social en un conflicto violento –declaró–. Unos buscan la marca España en Naciones Unidas y otros trasladan la carca España cada vez que intervienen”.

Los diputados, José Luis Centella y Alberto Garzón, denunciaron la actuación “desproporcionada” de la Policía, que “no se correspondió con el llamamiento ni con la actitud de los convocantes”. Fue un exceso policial brutal que no atendió a ninguna lógica, sino a la “criminalización de la protesta”, añadió el diputado por Málaga y ecomnomista, Alberto Garzón. Este se encontraba el martes en los aledaños del Congreso, con el edil Jorge García Castaño y la diputada autonómica, Tania Sánchez, cuando la Policía empezó a empujar a los manifestantes. También a ellos tres, y sólo cuando se identificaron como cargos públicos paró el acoso. “No hay otro objetivo que vender como peligrosa y antidemocrática una manifestación pacífica y democrática”, abundó. Centella, nuevo secretario general del PCE, censuró asimismo el comportamiento de los “hooligans del PP” que compararon el 23-F con el 25-S, porque ello “provoca más crispación y calienta el ambiente”. Cayó añadió: “Si el Gobierno echa más gasolina a las calles, habrá situaciones más duras y la gente saldrá a la calle porque sufre mucho”.

Las cámaras recogen el momento en que un policía vestido de paisano y encapuchado es detenido por sus compañeros UIP en una carga. El policía secreta se identifica como compañero. Es una prueba de que había policías infiltrados en la concentración del 25-S



miércoles, 26 de septiembre de 2012

El Frente Cívico de Anguita.

El miércoles pasado, un día después de la muerte de Santiago Carrillo, Julio Anguita, como si quisiera contraprogramar el entierro del histórico comunista, presentaba en Córdoba el movimiento “Frente Cívico. Somos mayoría”. Con él, Anguita espera aglutinar a los ciudadanos afectados por la crisis. Dice que “los partidos han envejecido” y que “todo el andamiaje de la Transición se ha venido abajo”, por lo que propone un nuevo sistema electoral o una nueva concepción de partidos políticos y elude utilizar las palabras derecha e izquierda. Piensa que la izquierda en España es “tímida, timorata y también ha envejecido. Ha caído en la rutina, está esclerotizada. Todo es perfectamente empeorable, hasta que surja nuevamente la caridad de los conventos, que el mercado lo solucione todo, que la gente con dinero tenga guardias personales, como en la Edad Media, porque la Policía oficial ya no sirve… Estamos mentalmente llegando. La gente, a veces, lo dice y no se está dando cuenta de lo que está diciendo. La están conduciendo a que lo diga. Aparte de que el Frente Cívico tendrá su propio discurso, yo voy a decir el mío. Nunca he ofrecido nada. Esto es un puesto de lucha: ven. Sin más alharacas y sin más lenguaje florido”.

Anguita dejó de ser coordinador general de IU a finales de octubre del 2000, en una asamblea. Convocó a los medios de comunicación a una rueda de prensa y dijo: “En dos años, voy a estar callado”. Y cumplió. Cambió de trinchera, pero no de lucha. “En mi vida –recuerda– siempre he tenido que dimitir antes. Dimití de alcalde, tuve que dimitir de presidente de IU-CA, y, antes, de coordinador de IU. De la misma manera, tuve que ir siempre apagando fuegos. Mi vida ha sido una permanente tensión y eso, después, lo va a pagar la salud. Pero bueno…”

Anguita cree que, en España, ha faltado el siglo de la razón. “Hemos sido un país de consignas, de grandes sentimientos, de emotividades. Muy poco de razón. Somos un país que no tiene miedo a ponerse delante de un toro pero ve un libro y se echa a temblar”. No quiere giros mesiánicos en su discurso. Y precisa que se trata de “evitar salvadores”. “Estamos en un momento de excepción –destaca–, afrontamos una crisis de sistema, que ha llevado a una situación de emergencia no conocida en la historia de España y para la que no existe salida”. Está muy preocupado por la deuda pública, “impagable”, a su juicio: “Cuatro billones de euros no hay quien los pague y es imposible crecer económicamente y crear empleo”. Tampoco ve muy claro que, con una economía deprimida, se pueda crecer y crear empleo. “El elemento más dramático de la crisis es que el 57% de los jóvenes no tiene horizonte de trabajo, y eso es que un país se acaba”. El problema de esta mayoría social, según Anguita, es que existe, “pero no para sí, pues no está homogeneizada y hay enfrentamientos, tensiones, visiones ideológicas y votantes distintas”. Y añade: “La mayoría no está unida, y, aunque sí hay unas minorías más activas, también hay una inmensa mayoría que está en su casa”. Anguita critica cómo los partidos se han convertido “en maquinas electorales” y ya no queda nada del concepto de las formaciones políticas. “Antes, los partidos se articulaban en torno a ideologías, valores, gente que pensaban lo mismo, y ahora, no”, añade. Considera que la situación de España es de “extrema excepción”. Y sostiene que más de 20.000 personas respaldan su Frente Cívico, una iniciativa popular sin carnés ni mesas de convergencia o alianzas, que pretende reconquistar los derechos sociales.

martes, 25 de septiembre de 2012

Un Congreso rodeado de manifestantes.


 1.350 agentes de policía mantienen rodeado el Congreso de los Diputados.


La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, en una intervención reciente en el programa “El Círculo”, de Telemadrid, definía el movimiento internauta 'Ocupa el Congreso', como “un golpe de Estado encubierto y un acto delictivo” promovido por “grupos muy radicales, tanto de derechas como de izquierdas. Los organizadores buscan la foto de ciudadanos saltando las vallas, una imagen que perjudica mucho la imagen de España porque sugiere una desestabilización política”. Y aseguraba que tenía localizado un grupo “entre 800 y mil y pico que son los que provocan los incidentes”. La existencia de esta “lista negra” despertó la ira de los internautas que mostraron su indignación ante tal confesión.

Aunque los promotores del 25-S insistieron en su carácter “pacífico”, el Ministerio del Interior ha blindado la Cámara por parte de 1.350 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Los “antidisturbios” protegen la Cámara alta, como si estuviera a punto de ser asaltada por un grupo armado. Y la delegada ha permitido desplegar a 27 grupos de UIP, compuestos por 50 efectivos cada uno, procedentes de Madrid y de otros puntos de España. El dispositivo comenzó en la noche del lunes, estableciéndose varios perímetros de seguridad que rodean el edificio del Congreso de los Diputados por las calles adyacentes. No en vano, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, descalifica el movimiento 25-S y se remite al golpe de Estado del 23-F, de 1981. La última vez que se recuerda una iniciativa como esta, dice Cospedal, “fue con ocasión del golpe de Estado y lo que se pretendía era tapar la boca a todos los españoles”. Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE, dice que Cospedal “se equivoca” con la comparación, ya que el 23-F “entraron militares con pistolas”.

Sin embargo, en una rueda de prensa, los convocantes de la coordinadora “25-S” y la plataforma “¡En Pie!” insisten en su apuesta por la desobediencia civil pacífica: “No hay ninguna intención de 'ocupar el Congreso', sino de rodearlo simbólicamente y denunciar los problemas reales de la gente”. Los convocantes no pretenden impedir el tránsito de los diputados ni la interrupción del funcionamiento interno del Congreso. Aseguran que su objetivo es “abrir un debate” en la sociedad sobre la necesidad de avanzar hacia una segunda Transición porque, la actual Constitución ya ha “agotado su ciclo”. Y señalan: “Nos han demostrado que [la Carta Magna] se puede cambiar en un día, que no es intocable y queremos más. Ante esta situación, exigimos la destitución del Gobierno y la apertura de un proceso constituyente”. Los promotores saben que la presión policial es fuerte e insisten en evitar la “confrontación” y apostar por la “resistencia pacífica”.

Semanas después de hacer sus declaraciones, Cifuentes asegura que garantiza el “derecho de reunión” de las personas que asistan a las movilizaciones organizadas por la coordinadora “25-S” y la plataforma “¡En Pie!”, que incluye una protesta en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Pero exige que deben celebrarse en zonas peatonales, y que, si la afluencia “se desborda”, la policía cortará el tráfico. Los convocantes mantienen su plan de, a partir de las 18 horas, avanzar hasta el Congreso para llegar al perímetro al que sea posible acercarse. En cualquier caso, aseguran que, con esta autorización, “quedan claras una vez más las intenciones de la Delegada del Gobierno de Madrid” a cuya responsable acusan de querer “ejercer presión disuatoria e infundir miedo”, algo que consideran “intolerable” en un estado de derecho. “No es un problema de orden público –aseguran–, sino político, y avergüenza ver cómo la Delegación utiliza recursos públicos para jugar sus estrategias políticas. Incapaz de apreciar el coraje ciudadano que nos hace ser sujetos políticos y no esclavos paralizados por el miedo, se empeñan en seguir dando razones para salir el 25-S”.

El portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), Joaquim Bosch, acusa al Gobierno de tratar de criminalizar la iniciativa “Rodea el Congreso” mientras se celebra pleno en la Cámara. Bosch se refiere a la reciente imputación por parte de la Audiencia Nacional de ocho miembros de esta plataforma por un delito contra las instituciones del Estado. Para el portavoz de JpD, resulta “insólito” que se haya imputado a estas personas por hechos que todavía no se han producido y ha subrayado que el delito contra las altas instituciones del Estado requiere de la alteración del funcionamiento de las Cortes mientras estén reunidas, algo que, según los convocantes, tampoco está entre sus objetivos. “Se pretende criminalizar un acto de protesta y generar miedo, una actitud que incluso puede propiciar con torpeza hechos de violencia”. Con esta actitud, según Bosch, la Delegación del Gobierno en Madrid trata de “limitar” derechos fundamentales, como el de expresión y manifestación pacífica.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Despedidas otoñales: E. Aguirre, S. Carrillo, A. Mas…




Cerca de doscientas personas se reunieron el pasado lunes en la Puerta del Sol para celebrar la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Como si fuera nochevieja, algunos, vestidos de cotillón, corearon cánticos contra Esperanza Aguirre y su gestión en el gobierno regional y descorcharon botellas de champán, mientras que otros lanzaron serpentinas y papeles de colores entre ruidos de pitos y cánticos. Esperanza vuelve a supuesto de funcionaria del Ministerio de Industria, en donde, al menos, se acabarán los problemas para llegar a fin de mes con su “escaso” sueldo de presidenta de la Comunidad de Madrid. Ahora cobrará lo que reciben esos “ricachones funcionarios” a los que no ha dudado en recortarles el sueldo y subirles la jornada laboral, además de intentar suprimirles esos odiosos y molestos sindicatos que tantas huelgas convocan. Esperanza Aguirre dimite, se va, se escapa. Y ha elegido el momento y las explicaciones justas. “Ella, que tan bien ha sabido manejar durante toda su vida política el juego entre los posados y los robados orales –escribe Bob Pop en Maspúblico.com– se marcha tras una rueda de prensa donde pareció haber dicho solo lo que quería decir, a la vez que se le escaparon los quiebros de la voz. Esperanza. Los micrófonos. Esperanza, que ejerció tan bien un rol tan difícil: el de villana del humor”.


“Adiós, Espe –le recuerda Schevi, en su web Celtibético–.  Hoy nos has dejado estupefactos con tu dimisión, por nadie esperada. Espero que no sea por tu salud, no te deseo mal alguno en lo personal. Como a nadie se lo he deseado. Aunque tú dijeses alguna vez que a alguien habría que matarlo. Sería triste que ahora que tu partido quiere recortar también en  los diagnósticos sobre el cáncer de mama, tú empeorases y te vayas por eso. Tú, tan partidaria de los recortes. Con lo que te están sufriendo los profesionales de la salud y los pacientes madrileños con escasos recursos, gracias a la política liberal que has implantado en la Sanidad madrileña. Dices que vuelves a tu puesto de funcionaria del Ministerio de Industria (menos mal que no es de Justicia, donde el ‘hijoputa’, ya me entiendes). Ahora tendrás que hacer frente al dichoso copago. Ya se te acabarán los problemas para llegar a fin de mes con tu ‘escaso’ sueldo de presidenta de la Comunidad de Madrid. Ahora cobrarás lo que recibe cada uno de esos "ricachones funcionarios" a los que también hay que recortarles el sueldo y subirles la jornada laboral, además de suprimirles esos odiosos y molestos sindicatos que tantas huelgas te convocaban. Ahora podrás tomarte cafelitos y leer el periódico varias veces al día, como dice tu antiguo Consejero de Economía y actual Secretario de Estado de Administración Pública del gobierno de Rajoy. Tu querido Rajoy. Ese al que abroncaste en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, junto a otro ‘joven cachorro liberal’, Mayor Oreja, por la puesta en libertad de Uribetxebarria Bolinaga. Volviendo a las andadas de 2008, cuando le intentaste mover el sillón de la presidencia nacional del PP. ¿Tendrá algo que ver esto con tu salida sorprendente de la política en primera línea?


“Ahora –le recuerda Schevi–, podrás tomarte cafelitos y leer el periódico varias veces al día, como dice tu antiguo Consejero de Economía y actual Secretario de Estado de Administración Pública del gobierno de Rajoy. Tu querido Rajoy. Ese al que abroncaste en el Comité Ejecutivo Nacional del PP, junto a otro ‘joven cachorro liberal’, Mayor Oreja, por la puesta en libertad de Uribetxebarria Bolinaga. Volviendo a las andadas de 2008, cuando le intentaste mover el sillón de la presidencia nacional del PP. ¿Tendrá algo que ver esto con tu salida sorprendente de la política en primera línea?


“Tendrás tiempo de irte a echar unas partiditas y fumarte unos puritos al futuro casino-puticlub (como dice el presidente de Kutxabank) que has conseguido para tu comunidad, el que va a hacer ese generoso mecenas de la extrema derecha norteamericana, con la que tanto simpatizas. Porque, si hay que cambiar las leyes, se cambian, que para eso vas a nombrar heredero a tu consejero fiel, tu número dos, ese que no sabemos quién le espió, pero que (¡oh casualidades!) no se llevaba bien con tu otro delfín (Paco Granados), y le costó al último el puesto. Y tendrás tiempo de llevar a tus nietos al colegio, privado por supuesto, que tú eres una señorita de buena familia, y no los llevarás a esos colegios públicos tan pobretones y llenos de inmigrantes, que deberían estar solo de chachas en palacio. Ya no nos enteraremos de la trastienda del Tamayazo, esa otra ‘casualidad’ que te aseguró la presidencia madrileña. Una pena, con lo que a ti te gusta la libertad de información, como prueba que tú misma ‘dirigieses’ a los corresponsales de Telemadrid, la televisión ‘más objetiva y liberal de España’. La mayoría absoluta y tu veteranía (treinta años en cargos políticos) te han permitido salirte con la tuya. Los que tenían que dimitir eran siempre otros, los que llevaban mucho tiempo en el cargo, eran siempre otros. Incluso vas a nombrar, según se dice, sucesor, como los reyes o las reinas. El que Griñán sucediese a Chaves en Andalucía fue un fraude al electorado (según tu partido), cuando éste renunció para ir al Gobierno de Zapatero. Que suceda igual en Madrid es ahora una muestra de responsabilidad y buen hacer en tu caso (según el presidente de tu partido en Andalucía). En fin, esos políticos tenemos. Tal vez no soportaras la subida del IVA, después de ese ‘peaso campaña’ (como diría Chiquito de la Calzada) con la que recogiste miles de firmas hace tiempo. Alguno dirá que eso es coherencia. A mí me parece poco motivo. Total, si se trata de incumplir el programa electoral, ya queda poco para acabar con él. Además has dicho que te vas por motivos personales, y ya sabemos que tú, como la mayoría de tu partido, siempre dices la verdad”.

Pero, ¿por qué se va la lideresa? ¿Por qué se aleja de la política. Carmen Remírez de Ganuza afirma en El Mundo que “Esperanza se va harta”. El por qué es evidente: “El ‘portazo’ sucede a las discrepancias y tensiones con el Gobierno de Rajoy”. Dejemos que defiendan los periodistas que más la admiraron. Fernando Sánchez-Dragó, escribe: “Estado de 'shock'. No es para menos. Se va, en uno de los momentos más difíciles de nuestra historia, la mejor cabeza política de España, la más coherente, la más valiente, la única, quizá, que, de no haber sido acorralada por los suyos, podría haber evitado o mitigado lo que ahora sucede y poner coto al monumental entuerto que se avecina”. “La turba –escribe Salvador Sostres– se alegrará de su dimisión, en Barcelona, en Madrid y en todas partes. No se alegrará ninguna persona inteligente, que más allá de su ideología, crea en la grandeza de la política. También la inteligencia y el buen gusto son una patria, hoy un poco más huérfana sin Esperanza Aguirre”. Emilio Campmany dice en Libertad Digital: “…Y, por si todo esto fuera poco, va Esperanza Aguirre y dimite. Lo ha hecho entre lágrimas contenidas, emocionada por lo trascendental que el momento era para ella. ¿Por qué? (…) Si todo resultara finalmente ser el resultado de una operación de asedio protagonizada por la banda de mediocres que hoy lidera el PP, incómoda por la libertad de opinión de Esperanza Aguirre, la noticia pasaría de mala a trágica. Ojalá no sea así y se trate tan sólo de la decisión de una mujer harta de tener que combatir a tanto enemigo y de que los peores sean los de su propio partido”. Otro de sus fans, Federico Jiménez-Losantos, escribe: “Hay tantas razones para abandonar la política española –y España, en general– que lo raro es que sólo se vaya Esperanza Aguirre. ‘Pero se va la mejor’, dirán muchos. Sin duda. Así es”.

En Génova –escribe Fernando Díaz Villanueva en La Gaceta– están haciendo pagar con sangre ciertos pecados y Aguirre, que tenía mucho poder cuando Mariano no tenía ninguno, ha sido la más pecadora de todas. Los desacuerdos entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de la Nación son continuos. Rajoy está haciendo exactamente lo contrario de lo que prometió durante la campaña”. Rafael Miner, dice en La Gaceta: “Aguirre se ha cansado de luchar en su propio partido. Y se va. Veremos si tras el oportuno descanso vuelve y dónde vuelve. Porque el centrismo arriolista no la quiere. Eso ha quedado claro”. Itxu Díaz asegura que, “tras el 20-N, en solo unas semanas, pasó de estar rodeada de hombres fuertes del PP ‘a sentir la más absoluta soledad’. Pero, ni la enfermedad, ni la familia, que obviamente han pesado también, han sido las causas principales. La clave está en su relación con Mariano Rajoy, en estos momentos insalvable después de muchos meses tensando la cuerda”. Se va, coinciden todos, como presidenta regional (no como presidenta del PP) y se lleva con ella su bolso rojo fetiche que siempre lleva colgado, pegue o no, porque le da suerte.
Esperanza, aguantándose las lágrimas.


José Maria Izquierdo resume en “El ojo izquierdo”: “Esperanza Aguirre ha hecho muy bien en dimitir, si con ello pone a su degenerado partido ante algunas responsabilidades. Ella solo tenía un defecto político, aunque muy grave: una anglomanía absorbente que intentaba imponer a todo el mundo. En lo demás, era mucho mejor que el resto de los políticos, empezando por los de su partido. Ha sido más ‘hombre’ que Vidal-Quadras, que Mayor Oreja y otros que han mantenido posiciones patrióticas y democráticas, pero sin arriesgar nada por ellas. El PP es el partido de los Rajoy, Basagoiti, Soraya, Cospedal, Oyarzábal y toda esa gente. En un partido así no puede tener lugar una persona decente, a menos que se signifique por una resistencia clara a la podredumbre”.

Esperanza Aguirre conversa con Ignacio González durante un pleno de la Asamblea de Madrid (Efe).

Probablemente, Ignacio González se convertirá esta semana que viene en presidente de la Comunidad de Madrid como sucesor de Esperanza Aguirre. Lo que no está tan claro es que se haga a continuación con la presidencia del partido en Madrid. El plan de 'la lideresa' que ya dijo que no quería “bicefalia”, es convocar inmediatamente una reunión de la junta directiva regional del partido para que González sea también su heredero al frente de la formación. Pero, desde la dirección nacional, en la que no descartan la “bicefalia”, recuerdan que tienen que ser consultados y militantes tan cualificados como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y piden un congreso extraordinario. En este estarían representados toda clase de militantes, incluidos los de base y  los de ámbito nacional de la máxima confianza de Rajoy. En Génova no gusta nada que Ignacio González herede la presidencia del partido en Madrid contando sólo con los partidarios de Aguirre ni se han olvidado los desplantes y críticas a Rajoy del futuro jefe del ejecutivo regional madrileño en los peores momentos. Si hay un congreso extraordinario, habrá con toda seguridad candidatos alternativos a Ignacio Gonzáles. Éste asegura que Rajoy le respalda.  En cambio, no aúna las simpatías de todos en el PP regional ni de la cúpula nacional del partido, que vería en Lucía Figar, consejera de Educación y Empleo de la CAM, una idónea sustituta de Aguirre, según fuentes de Génova. No se puede olvidar tan fácilmente que el presidente madrileño en funciones ha estado inmerso en dos causas de presuntos espionaje y corrupción asociada a la trama Gürtel, finalmente archivadas. Y que González conspiró contra Rajoy para destronarlo después de que perdiese por segunda vez las generales contra el expresidente Zapatero.

Lucía Figar, consejera de Educación y Empleo de la Comunidad  de Madrid, calificó como 'huelga salvaje' los nuevos paros en la enseñanza. 
         
I. González lograba ser el hombre de la máxima confianza de Aguirre cuando ésta sustituyó a Francisco Granados en la Secretaría General del PP. El ex consejero de Interior de la CAM fue obligado a irse del partido por la pérdida de confianza de la presidenta. Y, aunque el sustituto de Aguirre es conocedor de la Administración regional y de los planes de la lideresa para la Comunidad, políticamente, su encaje resulta más complicado. En cambio, Lucía Figar cuenta con todo lo que el PP de Rajoy quiere para un liderazgo tan importante. La consejera de Educación y Empleo es la mujer que cuenta con Génova en todos los sentidos. Fue asesora en el Departamento de Asuntos Institucionales del gabinete de Aznar. Posteriormente, jefa de Gabinete del secretario general del PP Europeo (Agag), del secretario de Estado de Organización Territorial (Gabriel Elorriaga) y pasó a la primera línea política de la mano del entonces ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, que la nombró secretaria general de Asuntos Sociales. En la derrota electoral del PP, en el 2004, Figar fue rescatada por Aguirre, que la nombró primero consejera de Inmigración (2005); después, consejera de Educación (2007), y, por último, de Educación y Empleo (2011). Además, está casada con el diputado y exdirector de Gabinete de Aznar, Carlos Aragonés, y lleva una carrera meteórica aunque no exenta de polémica. Se ha publicado que Figar rellenó su solicitud de empleada doméstica pidiendo que su asistenta hablara tagalo (lengua de origen neomalayo o malayo-polinesio de Filipinas) para saltarse la lista de empleadas de hogar en busca de trabajo de la que disponía el Ministerio de Trabajo. Además ha sido muy criticada por los partidarios de la enseñanza pública, que le acusan de prácticas neoliberales y de ser afín al movimiento católico Comunión y Liberación (CyL).


La biografía de Lucía es reseñada con todo detalle por una web conocida (losgenoveses.com): “Esta joven ultra conservadora de aspecto monjil y que parece que nunca ha roto un plato –explica– con apenas 18 años ya estaba afiliada a las Nuevas Generaciones genovesas y, como tal, se fue formando en su aparato puro y duro. Se licencia en Ciencias Económicas y Empresariales por el Colegio Universitario de Estudios Financieros (CUNEF), centro privado y de pago  y, con sus 23 años, entra en la nómina de La Cosa, como asesora en el Departamento de Asuntos Institucionales de su Gabinete. Su carrera genovesa a costa del presupuesto público no ha hecho nada más que comenzar. Un año después, accede al cargo de directora del Gabinete del Secretario General del Partido Popular Europeo, el yernísimo Alejandro Agag. En junio de 2000, regresa a la Administración, para asumir el cargo de directora de Gabinete del Secretario de Estado de Organización Territorial del Ministerio de Administraciones Públicas, Gabriel Elorriaga. Y, de ahí, en el año 2003, se incorpora como Secretaria General de Asuntos Sociales al equipo del entonces Ministro de Trabajo y de Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, SA... En marzo del 2004, se queda sin sillón oficial y esta circunstancia no prevista obliga a la joven promesa genovesa, al igual que otros colegas sin empleo reconocido, a ser recogida por la Condesa Gacela Aguirre que con esa cara dura que hace gala, abre la administración regional a estos genoveses desconcertados y huérfanos electoralmente hablando. Para que se le pase el susto, la reubica en su propio gabinete para, poco después, nombrarla Consejera de Inmigración y, en el 2007, Consejera de Educación. Desde entonces, ahí sigue lo que sin duda no desconocen los sufridos miembros de la comunidad educativa madrileña. Lucía es leal y servil con quien le abona la nómina. No defrauda a quien le nombra allá donde ha estado. Nunca ha dudado en aplicar con empeño las políticas más conservadoras que le hayan encargado. Y, como es natural, no iba a ser menos en el área educativa: privatiza lo que se le pone a tiro, subvenciona todo lo que huela a incienso y deja en caída libre a la enseñanza pública. En realidad, justo es reconocerlo, hace bien lo que se le encarga y a pesar de su cuidado aspecto de miembro del Grupo musical de los años 70  “Viva la Gente”, es capaz de cerrar por inanición presupuestaria la red educativa pública en la Comunidad de Madrid y no por ello perder su sonrisa de beata genovesa. Son lo que parecen”.


Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad Madrileña, dice “adiós” antes de terminar su ciclo político, mientras el catalán, Artur Mas, prepara la salida de España y otros, como el gijonés Santiago Carrillo, la abandonan, volando al cielo (es un decir) mucho más tarde de lo acostumbrado. Carrillo aguantó en el exilio más que cualquier político, regresando a España disfrazado con una peluca. Y, una vez reconocido y sin peluca, siguió batallando durante 36 años hasta casi cumplir los cien (siguió con su mente lúcida hasta el mismo martes, a los 97 años, en que nos dejaba). Vivió en su utópico piso de la plaza de los Reyes Magos, en el madrileño distrito de Retiro. Un domicilio discreto, atestado de libros que leía sentado en un sofá, sin dejar de fumar ni de hablar con los periodistas, procurando quedar de espaldas a la ventana, para que no le dañara la luz del sol. A su vera, regalándole cariño, Carmen Menéndez, su mujer, su talismán. Fue un día después del anuncio de Esperanza Aguirre, que nos decía adiós antes de hora, cuando moría Santiago en la cama, sin recibir ni los santos sacramentos ni la bendición apostólica, como había siempre vivido quien había sido el secretario general del PCE durante 22 años, un animal político y “analista imprescindible de la historia española de los último cien años”. Santiago se fue definitivamente de su España, tal como había vivido en ella, mientras dormía la siesta, a las cinco de la tarde. Incluso llegó a comentar el día anterior la dimisión de Esperanza Aguirre al frente de la Comunidad de Madrid, como días antes había hecho con la manifestación multitudinaria contra los recortes. Nunca había dejado de participar en entrevistas, en programas de radio, en actos públicos, en homenajes… En julio había sido ingresado por última vez por un problema de riego sanguíneo, y antes, en primavera, fue intervenido de apendicitis

La llegada de la República, la Guerra Civil, el exilio, la lucha contra la dictadura, la condena del estalinismo y la acogida pionera del eurocomunismo, la edificación de la Transición, el 23-F, la implosión del PCE, la caída del Muro de Berlín, la andadura de la España de los noventa y los 2000….Todo ello lo vivió Carrillo en directo. Y se forjó con un perfil que dista de ser pacífico. Revolucionario desde su juventud, controvertido hasta el final por sus adversarios y por los suyos. La derecha le echaba en cara, los sucesos de Paracuellos, la matanza de sublevados a las afueras de Madrid en noviembre de 1936. Pero Carrillo siempre se defendió diciendo que sólo tuvo conocimiento de los hechos después, que él no ordenó los fusilamientos. Organizó la estrategia de resistencia (y las purgas) desde el exilio, como delfín de Dolores Ibárruri, “La Pasionaria”. Los suyos le recriminaron haber vendido el partido a cambio de la llegada de la democracia. Con el rey, con Adolfo Suárez y con Felipe González, tejió los primeros balbuceos de la democracia, dejándose, para sus críticos, demasiados jirones, como la aceptación de la bandera rojigualda y de la monarquía. Aceptó un sistema constitucional imperfecto. Pero siempre defendió que no había otro, que el partido, con él al frente, “hizo lo que tenía que hacer”, pactar y no romper para no fortalecer a los ultras, levantar la democracia y enterrar el franquismo. La imagen de Carrillo durante el 23-F en el Congreso, sentado en su escaño, como la del vicepresidente del Gobierno, Manuel Gutiérrez Mellado y de la del Presidente, Adolfo Suárez, “jugándose el tipo por la democracia”, mientras el resto de diputados obedecía las órdenes de Tejero (“Al suelo, todos, suelo”), forman ya parte de la historia.

La viuda de  Carrillo, Carmen Menendez, besa a su marido poco antes de cerrar la capilla ardiente del ex secretario general del PCE.

Entre 25.000 y 30.000 ciudadanos acuden a la capilla ardiente del comunista que ayudó a levantar la democracia. Dirigentes de todo el arco parlamentario rinden tributo al exlíder del PCE y destacan su talla histórica y su generosidad durante la Transición. Intelectuales como Almudena Grande, artistas como Pilar Bardem, Juan Diego, Ana Belén, Víctor Manuel, Asunción Balaguer, y políticos, pasan ante su féretro. Cayo Lara, José Luis Centella, Gaspar Llamazares, y el grupo de Izquierda Plural, dejando de lado sus diferencias, acuden al acto, asi como, líderes de CCOO y UGT. Otros personajes que le despidieron fueron Felipe González, Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaba, Elena Valenciano, José Antonio Griñán, Soraya Rodríguez, Óscar López, Eduardo Madina, Rosa Aguilar, José Blanco, José Bono, Manuel Chaves, Carmen Chacón, María Teresa Fernández de la Vega, Tomás Gómez, Maru Menéndez, dirigentes del PP, como Esteban González Pons, Carlos Floriano, de ERC, como Juan Tardá, del PNV, UPyD, CiU., y políticos retirados como Jordi Pujol, Miquel Roca, Rodolfo Martín Villa, Adolfo Suárez Illana o Cristina Almeida... El Gobierno envió a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y a los ministros de Empleo (Fátima Báñez), Exteriores (José Manuel García-Margallo) y Fomento (Ana Pastor). Pero faltó la cabeza, el presidente, Mariano Rajoy. El día anterior, al domicilio familiar, sí se habían acercado los reyes.
Su vieja familia política, Izquierda Unida y el PCE, reseñaban que con Carrillo había muerto un “pedacito de nuestra historia”, ensalzando su figura y su lucha por la izquierda, la democracia, la justicia y los derechos de los trabajadores, habiendo asumido las distancias y las “diferencias” que les separaron durante los últimos 30 años. Su antiguo partido le dedicó también una brevísimo homenaje que colgó en su web, en el que manifestaba su “respeto” hacia un hombre que “luchó por sus ideas” y que “compartió gran parte de sus años” con el PCE. IU trató, sin conseguirlo, que el Congreso acogiera la capilla ardiente, pero no pudo. Al final, su cadáver quedó expuesto el  miércoles en el auditorio Marcelino Camacho de Comisiones Obreras. Su cuerpo fue incinerado en el cementerio de La Almudena y sus cenizas esparcidas, como era su deseo, en el mar Cantábrico, en la costa de Gijón.


Una tercera imagen captada por los fotógrafos el jueves de esta semana fue la de Artur Mas, presidente de la Generalitat, despidiéndose de Rajoy, presidente desgobierno. Ambos se reunieron en la Moncloa para intentar llegar a un entendimiento. El encuentro fue un intento fracasado de antemano, en el que ni Rajoy supo cercarse a Mas ni Mas a Rajoy. El president anunció un punto de inflexión en la relación España-Catalunya y una nueva hoja de ruta que explicará en el debate de política general del Parlament la semana que viene. “Un día decepcionante y triste –calificaba Mas– que no ha ido bien”. La principal reivindicación, la “trascendente”, en palabras del catalán, era el pacto fiscal o germen de la soberanía catalana en este ámbito. Un pacto fiscal que buscaba “un estatus diferente en el conjunto del Estado español”. Por su parte, el presidente del Gobierno español trasladaba a Artur Mas el mensaje casi literal que había ofrecido la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal: “No hay margen para negociar un pacto fiscal. No tiene recorrido” Miles de personas -4.000 según datos de la Guardia Urbana- se concentraron  en la sede del Govern de la plaza Sant Jaume de Barcelona para recibir al grito de “independencia” al presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas,  recién llegado de Madrid. Los manifestantes exhibieron una pancarta donde se leía “Todos con el presidente” y “Catalonia is not Spain”, entre una multitud de “esteladas”, y corearon proclamas a favor de la independencia de Catalunya. Mas recibió numerosas muestras de apoyo de los ciudadanos, pero también la demanda unánime de liderar a Catalunya hacia la independencia, y se lanzaron cánticos como "Mas presidente, Catalunya independiente” o “Mas, sé valiente, Catalunya independiente.


El presidente del Gobierno, en conversación con los periodistas, en Roma, explicaba el viernes que él apostó por seguir dialogando para “no llevar a la gente a una situación imposible”. Un día después de su reunión con Artur Mas, que según este último “no fue bien”, Rajoy sostuvo que el presidente de la Generalitat no le planteó ni la independencia, ni el Estado propio, ni nada parecido, solo el pacto fiscal. José María Izquierdo, en “El ojo izquierdo” dice: “Espero, por los beneficios que nos proporcionará a la salud colectiva, que esta febril recidiva de la independencia catalana –y ya veremos qué pasa después de las elecciones vascas– registre una notable mejoría y remita el calentamiento. A ver si el patio se serena un poco, y podemos dedicarnos a llorar en exclusiva por la crisis económica, el paro, el rescate que sí o que no, y esas tonterías. Esta farfolla retórica de nacionalistas de cariz vario –la de los cornetas españolistas es la más desagradable– le rompe la cabeza al catavenenos, más preocupado desde su prehistórica infancia por las cosas del pensamiento que por las del querer. Los sentimientos patrios –ninguno– jamás le atosigaron, así que Le jour du Quatorze-Juillet, Je reste dans mon lit douillet ; La musique qui marche au pas, Cela ne me regarde pas”.

Los dibujos de Varona nos recuerdan algunas despedidas de esta semana: la de Esperanza Aguirre o la de Carrillo. Así como las posturas reales y las tijeras de podar.


Continuamos con el humor con este dibujo de Malagón en El Jueves: Aguirre y las mamandurrias. Otros, que incorporamos: Mas quiere saltar sobre la independencia; La Fundición Príncipes de Astucias. (¿Quién se ríe de quién? Y la Rapiega y Carrillo); y los de Erlich, Kap, Peridis y Alfons López (Quimera, año uno)




Pep Roig ha sido capaz de cambiar el dilema cartesiano “Cogito, ergo sum” en “Pienso, luego, protesto” así como de captar la ecografía de la bandera de España, dibujar La Nit mallorquina de l’Art, conjugar el futuro pluscuanimprerfecto y las quimeras inalcanzables.



 


Esperanza Aguirre dimite.

El 23 de febrero de 1981, Antonio Tejero accedía al Congreso de los Diputados y retuvo allí  a los presentes. Estas imágenes recogen el inicio del que está considerado último pronunciamiento de la historia de España, cuando los golpistas irrumpieron en la Cámara Baja con la pretensión de subvertir el orden constitucional legítimamente establecido, mediante la fuerza de sus armas. Adolfo Suárez, entonces presidente, y el general Gutiérrez Mellado, vicepresidente del Gobierno, aparecen en esta grabación, mostrando su valeroso intento de contener a los golpistas. Tampoco Santiago Carrillo se echó al suelo, aguantando el tipo.

Terminamos con este vídeo que no atiende a fronteras, ni a razas ni a patrias.