El Gobierno israelí se queda solo ante las críticas.
Tzipi Livni, jefa de la oposición israelí y líder de Kadima, junto al enviado de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell. EFE.
Grupo de munsulmanes se manifiesta en Bombay.
Manifestación contra Israel en Estambul.
Manifestación en los Angeles (California)
Manifestantes en Hong Kong (China)
Manifestantes musulmanes indonesios en Yakarta (Indonesia)
Protestas en Sidney (Australia)
La líder de la oposición israelí, la centrista Tzipi Livni, presentaba hace unos días una moción de censura contra el Gobierno derechista del primer ministro, Benjamin Netanyahu, por el manejo de la crisis tras el ataque a la Flotilla de la Libertad. La matanza provocaba la semana pasada una masiva oleada de críticas en la comunidad internacional contra el Gobierno israelí. Netanyahu pidió “contención y responsabilidad” y le recordó que, cuando se produjo la ofensiva militar israelí de hace más de un año en Gaza, que costó la vida de 1.400 palestinos, también ella fue fuertemente criticada por la comunidad internacional y él, en la oposición, no presentó una moción de censura contra el gobierno del entonces primer ministro, Ehud Olmert, del partido Kadima, el mismo de Livni.
Livni era, en efecto, ministra de Exteriores cuando Israel lanzó su ofensiva militar contra Gaza, pero justifica la moción de censura con el argumento de que el Gobierno de Netanyahu “intenta evadir su responsabilidad y dirigir las críticas hacia el estamento militar”. Tanto el asalto israelí a la flotilla como la ofensiva contra Gaza de hace un año son igualmente condenas por miles de manifestantes y las potencias de todo el mundo. Incluso el Vaticano daba a conocer el domingo pasado en Chipre una dura condena a Israel por violar los derechos humanos y el derecho internacional. El texto, publicado en cuatro idiomas, recuerda que la ocupación israelí de los territorios palestinos es “una injusticia política” que ningún cristiano puede justificar con pretextos teológicos.
La connivencia del Gobierno de los EEUU con Israel y la irrisoria respuesta de la UE agravan, sin duda, la situación. Desde que ocurrió el asalto, EEUU, a diferencia de la mayor parte de los países, ha rechazado condenar a Israel y ha insistido en que es necesario conocer todos los hechos mediante una investigación internacional. Aunque el presidente estadounidense calificaba ayer de “insostenible” la situación en la Franja de Gaza y pedía a Israel que permitiera la entrada de más bienes de primera necesidad y que trabajase con todas las partes para encontrar una solución a esta cuestión.
En España, Laura Arau y Manuel Tapial, dos de los activistas que participaron en la “Flotilla de la Libertad”, desvelaban su intención de denunciar a Israel ante la Audiencia Nacional por el ataque ilegal que sufrieron la semana pasada que acabó con la muerte de nueve personas y decenas de heridos y desaparecidos. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Tapial dice que dicho ataque, cuando sólo transportaban ayuda humanitaria, “no puede salir gratis” y ha anunciado que presentará la denuncia en breve para que se pueda juzgar a los culpables. Los activistas reclaman igualmente más atención del Gobierno español con respeto al tema. Y afirmaban, indignados: “Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, todavía no se ha puesto en contacto con nosotros”.
1 comentario:
Ya no les vamos ni a dejar mostrar su orgullo gay por las calles de Madrid. ¿que tendrá que ver el culo con las témporas...?
chiflos.
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