viernes, 18 de noviembre de 2011

Tres imágenes de impacto



¿También llora tu papá?



La primera aún no se ha producido y llegará el domingo que viene, si dios y la derecha consiguen lo que quieren. En algunas redacciones humorísticas ya se había dibujado en portada, aunque luego no haya aparecido. Me refiero a la portada de El Jueves. ¿Tu papá también llora?, se preguntaba el personaje dibujado. Me aseguran que en la revista se descartó, aunque gustaba mucho, y prefirieron pasar a esta otra cuyo título apareció el miércoles pasado: “La gran fiesta de la democracia” en la que se ve a un empresario sin escrúpulos que, puro en mano, sale de una estancia donde se puede divisar una fiesta para recibir en una salita de espera a Rubalcaba y Rajoy. Ambos le miran desde un plano inferior, puesto que son mucho más pequeños que el tiburón de los mercados quien, sonriendo, les pregunta: “¿Quién es el siguiente?”. En la misma portada se anuncia otro título de impacto: “Urdangarín, duque del chancullo…”

Dibujo de El Jueves en la portada de esta semana.



La tercera se produjo cuando las prostitutas tomaron las calles de Madrid el pasado domingo, 6 de noviembre, para rechazar el “acoso” que aseguran sufrir por parte de la Policía Municipal y las sucesivas normativas “que les persiguen como si fueran delincuentes”. Exigen al Ayuntamiento espacios donde poder trabajar seguras. Carolina Hernández, portavoz de las trabajadoras del sexo de Madrid, manifestó, en rueda de prensa, que exigen al Ayuntamiento de la capital “más espacio” donde poder “trabajar”.




El colectivo Hetaira convocó la marcha para reivindicar sus derechos.



Muchos colectivos y la mayoría de los partidos abordan con dificultad este tema. O, lo que es más grave, parece sentirse con derecho a opinar o a tomar decisiones sobre una realidad con la que tienen poco que ver. Y, como dicen ellas, el mayor peligro es la invisibilidad a que las quieren someter los ayuntamientos y parte de la sociedad. Una invisibilidad que no se libera de los abusos de proxenetas, clientes y Administraciones públicas, en un limbo legal en la que ellas son las únicas víctimas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Acaba de entrar en vigor el decreto Ley que regula la actividad de los empleados de hogar. La más importante novedad es que refiere empleados, no empleadas. El término genérico masculino, en este caso aporta neutralidad y normalización. Por ello, cabe deducir que si en adelante hablaramos de los derechos de los trabajadores del sexo, el colectivo "putas" resultaría igualmente regulado y favorecido con el reconocimiento social que merece. Empecemos por ahí.

chiflos.