Aznar y Rajoy dan lecciones de ética en el Congreso del PP.
Sí, has leído bien. Los dos expresidentes del partido condenado
por corrupción acusan al Gobierno de “prostituir la política” y “negociar en la
cárcel”. José María Aznar, cuyo Gobierno tuvo a 13 ministros implicados en
corrupción, llama “golfos” a los miembros del Ejecutivo actual. Dos de sus
vicepresidentes (Rato y Zaplana) han pisado la cárcel. Pero el problema es
Sánchez, claro.
Mariano Rajoy, primer
presidente tumbado por una moción de censura por una sentencia firme contra el
PP, también apareció para hablar de integridad. Literalmente dijo: “Nosotros
actuamos contra la corrupción”. ¿Gürtel? ¿Caja B? ¿Policía política? Nunca
pasó.
Recordemos: La Audiencia
Nacional investiga a su ministro del Interior por montar una red parapolicial.
El PP fue condenado por beneficiarse de corrupción estructural. Su número 2 está imputado por intentar
destruir pruebas. Pero sí, hablemos de ética. Feijóo, mientras tanto, aplaude a
ambos y borra del mapa a Casado, el único que intentó investigar a Ayuso. Este
congreso no es de ideas: es de absoluciones. Y de relanzar la marca PP con los
rostros de siempre, pero sin memoria.
Aznar fantaseó incluso
con que Sánchez acabe en prisión. Rajoy calificó su caída como “la ambición sin
límites de los otros”. Los mismos que gobernaron con sobres en B ahora dan
lecciones sobre democracia. No es política. Es teatro.
En resumen: El PP
organiza un acto para reescribir su historia, reivindica a los culpables y
silencia a los incómodos. Ataca la corrupción… olvidando la suya. La derecha
española no ha hecho autocrítica. Ha hecho mitología.
La pregunta no es si
Aznar o Rajoy mienten. La pregunta es: ¿Por qué siguen teniendo micrófono? ¿Por
qué nadie les exige rendir cuentas antes de hablar de regeneración? Porque en
este país, el poder se hereda más que se gana.
(Spanish Revolution)
No hay comentarios:
Publicar un comentario