Domingo, 24 de agosto. Todo sigue como casi siempre.

A diez días del último vuelo JK5022 Madrid-Las Palmas de Spanair en el que murieran 154 pasajeros y sin haberse aclarado lo que sucedió, el turismo español parece haberse sobrepasado del accidente. Los aeropuertos españoles, concretamente, el de Palma y Eivissa, registran su mayor afluencia de vuelos de este fin de semana, con un total de 912 operaciones en el caso del aeródromo de la capital balear y 374 en el de la isla pitiusa. Sin embargo, se ha denunciado públicamente el número minúsculo y ridículo de inspectores que hay en España para la cantidad de vuelos que pasan por el país. Me dicen que, para dos millones de vuelos, hay sólo dos inspectores, cosa que, de confirmarse, sí es motivo de preocupación. Pero, entretanto, el turismo se olvida de los peligros reales que siguen existiendo, y los vuelos continúan.

Su Alteza Real, la Princesa de Asturias, se ha sometido a la septorimoplastia de más enjundia para las revistas del corazón. Todas ellas se hacen eco de su operación, convirtiéndola en la nariz más famosa del mundo hispano. Dicen que el cambio de su imagen pública era necesario. Ahora, ¿quién sabe?, puede que su salto de periodista a princesa se tome más en serio aunque puede que entre peor por los ojos de quienes no creen en la monarquía. Porque ya se sabe lo del refrán: Aunque la mona se vista de sea, mona se queda…

Federico Jiménez Losantos es así caricaturizado en el Perú, tras la entrevista con el periodista Jaime Baili.

Cientos de miles de personas ocuparon ayer el centro de la ciudad de México en protesta por la violencia que azota el país.

Un oso pardo, herido con el cinturón trampa en la cintura, anda perdido en los territorios del Alto Nacea y Alto Sil (Asturias y León), mientras un grupo de personas le siguen para intentar liberarlo de la trampa en la que cayera. Más de ciento cicuenta trampas-lazo han atrapado ya en lo que va de año a otros amnimales, produciéndoles profundas heridas. "Lo más probable –dice Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo– es que el lazo haya sido puesto por alguien que intentase quitar los jabalíes de en medio o que busca trofeos de corzos o ciervos". (Foto: Fundación Oso Pardo)

Fachadas de la favela “Morro da Providencia” que tienen ojos para mirar hacia el exterior. Pero más que ojos que envidian el exterior habría que multiplicar los ojos que miran hacia adentro y lograran cambiar esas barracas de Río de Janeiro. (Foto de Anderlei Almeida/AFP)

Pep Roig trata de hacernos cambiar de cara a través de cuatro dibujos: rebeldía socioeconómica, pobres sin aire acondicionado, peligro en la playa y medusas.

Gatos locos