domingo, 3 de agosto de 2014

El “nada honorable” Jordi Pujol confiesa que defraudó a Hacienda.

 
 
El pasado viernes, 25 de julio, mientras otros gritaban “Santiago y cierra España”, Jordi Pujol, ex President de la Generalitat, anunciaba que, “en los últimos días, su familia regularizó dinero en el exterior”, unos fondos no cuantificados que “provenían de una herencia de 1980”. Efectivamente, el pasado 14 de julio, Jordi Pujol comenzó a regularizar el dinero que mantenía oculto en el extranjero, el mismo día en el que su hijo Oriol renunciaba definitivamente a la secretaría general de Convergència y a su escaño en el Parlamento. Su esposa Marta Ferrusola y cuatro de sus hijos firmaron ese día declaraciones de la renta complementarias en un despacho tributarista de Barcelona. La herencia oculta del presidente de honor de CDC ha estado depositada durante 34 años en la Banca Privada de Andorra, a solo dos horas de Barcelona. Pujol no quiso acogerse a ninguna de las tres amnistías fiscales aprobadas por los gobiernos del PSOE y del PP. Señaló que, aunque “su conciencia y su cargo le empujaban a rechazar esta herencia”, no lo hizo para respetar la voluntad de destinar estos fondos a su familia, y pidió perdón a aquellos que se hubieran podido sentir defraudados. Explicó que la muerte de su padre se produjo cinco meses antes de que él tomase posesión por primera vez como President de la Generalitat, y que, en aquél momento, fue “el responsable legal” de la decisión porque la mayoría de sus hijos eran menores de edad. Pujol detalló que, tras aceptar la herencia, encargó su “gestión y regularización” a una persona de su máxima confianza, gestión de la que se olvidó hasta que todos sus hijos fueron mayores de edad. Entonces decidió que la persona que había gestionado los fondos cediese la gestión a uno de los hijos de su clan. “Es en este momento que mi error original contaminó directamente a mis siete hijos y mi mujer”. Y sostuvo que, “lamentablemente, no encontré nunca el momento adecuado para regularizar esta herencia” durante las tres amnistías fiscales que posteriormente se aprobaron. Reconoció ser “el único responsable” de los hechos descritos y de todas sus consecuencias, y remarcó su compromiso de comparecer ante las autoridades tributarias o, “si corresponde, ante las instancias judiciales para acreditar los hechos”. Pidió perdón a toda la gente “de buena voluntad que pueden sentirse defraudaos” y aprovechó para pedirles “que sepan distinguir los fallos de una persona –por muy significativa que haya sido– y que esta declaración sea reparadora en lo que sea posible del mal y de expiación para mí mismo”.  
 

Con cierto retraso aunque antes de su muerte, el ex President de la Generalitat trató de expiar sus pecados de codicia. Y, en una carta remitida a los medidos de comunicación, se hizo único responsable de haber ocultado, durante más de 34 años, dinero en paraísos fiscales. El líder convergente entonó el meaculpa mientras una investigación judicial pesaba sobre su familia, para pacificar las relaciones con sus hijos, muy desgastadas tras las últimas informaciones aparecidas sobre este asunto. El fundador de Convergència Democràtica de Catalunya, partido de Artur Mas, admitió que su familia ocultó, desde 1980, fondos en el extranjero que su padre, Florenci Pujol i Brugal, legó en herencia a sus nietos. “El dinero debía ser destinado a mis siete hijos y a mi esposa –explica en la misiva–, porque él consideraba errónea y de futuro incierto mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica… Mi padre, Florenci, dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero –diferente al comprometido en su testamento–, fuese destinado a mis siete hijos y a mi esposa, pues él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica. Y más todavía porque, habiendo vivido de cerca la época difícil de los años 30 y 40, tenía miedo de lo que podía pasar, y más de lo que le podía pasar a un político muy comprometido. Su súbita muerte tuvo lugar a escasamente cinco meses de mi toma de posesión como 'president'.
 
Pujol confiesa que estafó a Hacienda.
 
“En aquel momento –continuó el Honorable Pujol– la minoría de edad de la práctica totalidad de mis hijos me convertía en responsable legal de cualquier decisión y, pese a que mi conciencia y mi cargo me empujaban a rechazar esta herencia, la última voluntad de mi padre, juntamente con su opinión y dudas sobre mi opción vital por la política, pesaban todavía más, y, finalmente decidí encargar su gestión y regularización a una persona de máxima confianza de mi padre y también mía, gestión de la que no quise saber nunca el más mínimo detalle, hasta que, llegados a la mayoría de edad todos mis hijos, se decidió que esta persona cediera esta gestión a uno de mis hijos. Es en este momento en el que mi error original contaminó directamente a mis siete hijos y a mi esposa. Lamentablemente, no se encontró nunca el momento adecuado para regularizar esta herencia, como sí han podido hacerlo el resto de personas que se encontraban en situación similar en tres ocasiones excepcionales a lo largo de los más de 30 años de vigencia del actual sistema tributario. Finalmente ha tenido que ser en estos últimos días cuando los miembros de mi familia regularizaron esta herencia, con las  consecuencias del nuevo marco legal aprobado para incentivar la última regularización excepcional de noviembre del 2012 y para penalizar extremadamente las regularizaciones posteriores. De los hechos descritos y de todas sus consecuencias soy el único responsable, y quiero manifestarlo de forma pública, con mi compromiso absoluto de comparecer ante las autoridades tributarias, o, si procede, ante instancias judiciales, para acreditar estos hechos y de esta manera acabar con las insinuaciones y los comentarios”. Jordi Pujol reconocía exponer todo lo dicho “con mucho dolor, por lo que puede sentirse defraudada en su confianza, a la que pido perdón. Y también les pido que sepan separar los fallos de una persona –por muy significativa que haya sido–, y que esta declaración sea reparadora en lo que sea posible del daño y de expiación para mí mismo”. Una autoinculpación que hay quien la ve con trampa, al saber Pujol que, con 84 años de edad, nunca ingresaría en prisión.


¿Qué llevó al ex President de la Generalitat a desvelar este secreto ahora? Fuentes cercanas al fundador de CiU aseguran que las tensiones en el núcleo familiar no le habían dejado otra opción. En efecto, la investigación pesaba tanto sobre su esposa, Marta Ferrusola, como sobre cuatro hijos (Marta, Mireia, Pere y Oleguer) cuando, según confiesa, el único responsable de estos fondos era él mismo. Un documento policial de autoría desconocida aseguraba, en 2012, que él y su familia poseían una trama de fundaciones y sociedades para manejar saldos millonarios en bancos helvéticos, británicos y de Liechtenstein. Pujol negó entonces poseer dinero en paraísos fiscales. Ahora, confirma algunos extremos y asume toda la responsabilidad. En la inesperada confesión, reconoce que ha mantenido en el extranjero su fortuna sin declarar. Que no sólo ha reconocido la existencia 137 millones del dinero, aunque sin dar cifras, sino que, con la nota enviada a las redacciones de los diarios, daba implícitamente por bueno una parte relevante de aquel polémico y anónimo informe policial  de la UDEF en el que se asegura que los Pujol tenían inversiones en EEUU, Argentina y México, además de cuentas secretas en Suiza, Liechtenstein y Londres. En su declaración por escrito, Pujol se autoinculpa y asume toda la responsabilidad de que la familia mantenga fuera de España toda una fortuna. Con la confesión, busca también acabar con “las insinuaciones escritas sobre el origen de los medios económicos” de la familia, aparecidas hace dos años, en referencia a dicho informe de la UDEF. Sin embargo, el efecto puede ser el contrario, ya que abre la puerta a reactivar la investigación contenida en aquel documento policial cuya autoría nunca fue reconocida por ningún agente o mando policial. La mayor parte del documento estaba dedicado a detallar la existencia de una supuesta trama de financiación ilegal de CiU a través de Félix Millet, condenado recientemente por corrupción. Pero dedicaba una parte a Jordi Pujol, a su mujer y a sus siete hijos.  Los autores del informe aseguraban que los datos procedían de documentos pendientes de verificar y del testimonio de personas que se sentían engañadas por los Pujol.  Detallaban que “la familia Pujol ostenta inversiones en EEUU, en Argentina (en Puerto Madero, Buenos Aires), y México “a través de sociedades interpuestas y la mayoría de ellas residentes en paraísos fiscales”. Y que, en este último país, uno de los hijos, Jordi Pujol Ferrusola (al que el juez Pablo Ruz investiga desde 2013 por sus movimientos bancarios en 13 países), levantaba junto a dos socios “un resort con un hotel y villas de lujo” en primera línea de playa de Acapulco, inaugurado en noviembre de 2010. Cada uno de los tres partícipes del negocio invertía supuestamente más de 125 millones de dólares (93 millones de euros). Y añadía que este hijo mayor también tiene una inversión en el Casino Royale de Monterrey y en México. El informe  destaca que la existencia de supuestas mordidas eran del 4% sobre el importe total de las adjudicaciones que hacía la Generalitat, de las que un 2,5% revertía al partido y el 1,5% restante se destinaba a gastos, comisiones “así como a cuentas privadas de algunos dirigentes políticos y/o de sus familiares políticos directos más allegados”. En este punto, los anónimos autores del mismo enlazan con los Pujol, de los que afirman que habrían amasado una auténtica fortuna secreta en varios países, principalmente Suiza.

 
Margarita Robles, magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo y ex vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), remite un correo a la asociación progresista Jueces para la Democracia, en el que reivindica la opción de los ocho magistrados que, afrontando todo tipo de críticas, se opusieron en su día al archivo de la causa por el caso Banca Catalana, pidiendo la imputación del que fue su vicepresidente ejecutivo, Jordi Pujol, y emitiendo voto particular en tal sentido. El texto del correo dice así: “La declaración mantenida en estos días por Jordi Pujol sobre unos hechos que, con independencia de la relevancia penal que en su caso pudieran tener, evidencian claramente una conducta insolidaria hacia la ciudadanía y un engaño sin paliativos hacia la misma, me traen a la memoria el procedimiento seguido en su día ante la Audiencia Territorial de Barcelona, de la que yo era entonces parte integrante como Magistrada de la Audiencia Provincial. Parece que, en este caso, se ha hecho realidad aquello de que el tiempo pone las cosas en su sitio y por eso creo que es imprescindible reivindicar ahora el gran trabajo hecho por los fiscales Carlos Jiménez Villarejo y José María Mena, que fueron ferozmente criticados por la detalladísima querella que presentaron. Es también el momento de hacer autocrítica y reconocer los errores que pueden cometer en ocasiones los tribunales de Justicia. Solo ocho magistrados/as de los componentes del Pleno formulamos entonces Voto Particular, entendiendo que procedía el procesamiento de Jordi Pujol por hechos que treinta años después se han manifestado en los términos en que lo han hecho. Por ello fuimos objeto de grandes críticas por lo que algunos consideraron ataques a Catalunya. Parece que, en este caso, se ha hecho realidad aquello de que el tiempo pone las cosas en su sitio. Esperemos que los años transcurridos y los errores que hay que lamentar no impidan las respuestas políticas, sociales y judiciales que en aquel entonces no supimos o pudimos abordar, y que a lo mejor hubieran impedido conductas que tuvieron lugar y que todos rechazamos”. La instrucción del sumario del caso Banca Catalana –intervenida por el Banco de España en noviembre de 1982– se dio por concluida en mayo de 1986, con cerca de 65.000 folios de documentación. Un mes después, los fiscales Mena y Villarejo pidieron el procesamiento de los 18 exconsejeros del banco, entre ellos Pujol, por presuntos delitos de apropiación indebida, falsedad en documento público y mercantil y maquinación para alterar el precio de las cosas. Sin embargo, en noviembre de 1986, el pleno de la Audiencia de Barcelona rechazó el procesamiento al estimar que no había indicios racionales de criminalidad en la actuación del que ya desde mayo de 1980 era presidente de la Generalitat de Cataluña: 33 magistrados votaron en contra de procesar a Pujol, mientras 8 se pronunciaron a favor. La instrucción del caso continuó para el resto de acusados, pero, en marzo de 1990, la misma Audiencia decretó el sobreseimiento definitivo, no obstante considerar que “se pudo llevar a cabo una gestión imprudente e incluso desastrosa”.

 Jordi Pujol, su esposa, Marta Ferrusola, y su hijo mayor, Jordi Pujol (derecha), junto a un socio en México.

Pablo Ruz, titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, tiene, desde hace varios días, un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía que concluye que los 55 millones de euros que Jordi Pujol Ferrusola, hijo mayor del exlíder de CiU, movidos en los últimos años por paraísos fiscales, tienen un oscuro origen ligado a la “corrupción política”. La Policía cree haber hallado indicios de ésta en tres de los negocios millonarios conseguidos por el primogénito de Pujol en los últimos años. El informe fue elaborado a petición del magistrado, quien investiga, desde 2013, las actividades económicas del primogénito de los Pujol después de que su exnovia, Victoria Álvarez, denunciara que éste solía traer a España desde Andorra grandes cantidades de dinero de modo irregular en bolsas de plástico. Buena parte de los extremos de su declaración han sido corroborados, en los últimos meses, por la investigación policial, lo que permite dirigir la investigación más allá del delito de blanqueo de dinero. De hecho, los agentes de la UDEF han analizado con detalle los negocios en los que Jordi Pujol Ferrusola  participara en los últimos años, con claros indicios de que consiguió grandes beneficios gracias a influencias “políticas” con instituciones en las que gobernaba CiU cuando su padre aún era el máximo mandatario del Govern catalán. Uno de ellos fue destapado el pasado 7 de julio por el diario El Mundo. En él aparecen las primeras informaciones sobre las cuentas no declaradas en la Banca privada de Andorra (BPA). La familia Pujol se mueve con celeridad para protegerse frente al riesgo de un proceso judicial. La esposa del ex President, Marta Ferrusola, y cuatro de sus hijos, Oleguer, Pere, Marta y Mireia, efectúan declaraciones complementarias y de bienes en el extranjero.


 El ex President de la Generalitat, Jordi Pujol junto al actual President, Artur Mas.

No se trataba sólo de que el patriarca del clan, que ya se había visto obligado a renunciar a sus cargos políticos y a sus privilegios como ex Presidente de la Generalitat –coche oficial, chófer, despacho y una pensión de 86.418 euros anuales–, defraudara a Hacienda una fortuna aún no cuantificada con cuentas opacas en el extranjero. Se trataba, según Elplura.es, de que su hijo mayor, Jordi Pujol Ferrusola y la mujer de éste, Mercè Gironès Riera, habían sido citados a declarar en la Audiencia Nacional para que aclarasen supuestas operaciones de blanqueo de capitales. La Fiscalía Anticorrupción investiga a otro de sus hijos, Oleguer Pujol Ferrusola, por un presunto blanquero de entre 2.000 y 3.000 millones de euros. Finalmente, Oriol Pujol, el delfín del clan, tuvo que dimitir como diputado autonómico y como secretario general de CDC, tras ser imputado en el llamado ‘caso ITV’ por un presunto tráfico de influencias en beneficio propio y de algunos empresarios cercanos.  Gracias a una ley aprobada por él mismo, el ex President Pujol disfrutó de una larga lista de privilegios que incluyen personal a su disposición y una gran oficina en el Paseo Gràcia, una de las calles más importantes de Barcelona. Joseph Rull, número dos de Convergencia, dio un aviso a Pujol para que se plantease su cargo de presidente honorífico en el partido y su puesto en la ejecutiva. Sin embargo, nada dijo de las prebendas financiadas con dinero público. Tras conocerse su condición de evasor fiscal, Jordi Pujol finalmente, renunciaba a éstas, Y Artur Mas, el nuevo Presidet que ya fue con Pujol su conseller de Obra Publica y de Hacienda, llegaba el miércoles a Madrid, fuertemente debilitado por el escándalo de los dineros ocultos de la familia Pujol y desacreditado como número dos de Pujol, para entrevistarse con Rajoy. Imposible que no se viera salpicado por las actividades del clan, por más que asegurara que la confesión de Jordi Pujol sobre una cuenta en Andorra no era más que “un asunto privado”. Tanto ICV como Ciudadanos reclaman a Jordi Pujol la retirada inmediata de todos sus privilegios.

 
El actual President, Artur Mas, compareció ante la prensa para anunciar que Pujol renunciaba a todos los cargos honoríficos en Convergència i la coalición CiU, así como a todos los privilegios derivados de su condición como expresidente, incluido el trato protocolario de molt honorable (muy honorable), tras hacer público que durante 34 años ha mantenido una fortuna oculta en paraísos fiscales. Los grupos del Parlamento catalán acordaron el jueves pedir que Jordi Pujol comparezca en la Comisión de Asuntos Institucionales (CAI) de la cámara el próximo 2 de septiembre para que dé cuenta del dinero que su familia mantuvo durante 34 años en el extranjero sin regularizar. Visiblemente dolido, Mas evita condenar los delitos de Pujol. El President catalán mantiene que se trata de una cuestión personal de la familia de su antecesor y se limita a reconocer que siente una gran “pena y compasión” ante las revelaciones de quien admitió que es su “padre político”. “Siento una pena y un dolor personal muy grande, pero es lo que hay…  Es una persona que ha trabajado toda su vida por este país y quiere seguir ayudando, está poniendo las máximas facilidades”. Mas confía en que, incluso, el delito no afecte al balance final de la vida política de Pujol: “Cuando pase la tormenta”, pronostica, el mandato de 23 años de presidencia de Pujol “tendrá sus claroscuros, también sus activos”.
 
Pujol confiesa que mintió y defraudó a Hacienda durante 34 años de corrupción.

Artur Mas acudió a la Moncloa en un momento crítico. El escándalo de los Pujol debilitó a su partido, desacreditando al movimiento indenpendista puesto en marcha por Convergència hace un par de años. El President de la Generalitat reconoce que “algunas cosas se han hecho mal en los gobiernos de CiU en los últimos tiempos”. Desde las filas de su formación, se escuchan voces que reclaman una reacción severa hacia Pujol, retirándole el cargo de presidente de honor y apartándole de la ejecutiva de Convergència, entre otras medidas. A pesar de que la capacidad de maniobra de Artur Mas en estos momentos es más bien escasa, a tan sólo unas semanas de la Diada en la que la ANC (Asamblea Nacional de Cataluña) pretende sacar a la calle a dos millones de personas para 'calentar' el plebiscito secesionista, no se confía en una alteración importante en el rumbo de los acontecimientos. Mas es rehén de su pacto con ERC y con otras fuerzas independentistas y nada hace pensar que vaya a modificar su planteamiento. El hombre en quien la mayoría de los catalanes ha confiado y a quien ha dado su apoyo en las urnas a lo largo de casi tres décadas reconoce ser un defraudador fiscal y, por lo tanto, indigno del respaldo que se le ha otorgado de forma abrumadora. Duran i Lleida salta del carro apenas unos días antes de la gran noticia. El malestar entre algunos dirigentes de Convergència es más que evidente. El empeño de Artur Mas es el de alejar en la medida de lo posible al 'clan Pujol' de su plan soberanista, para que no resulte excesivamente contaminado. Un esfuerzo muy complicado ya que la mayoría de los catalanes identifican a la Cataluña soberanista con Jordi Pujol. La primera reacción de Mas, tras conocerse la misiva del expresident, no resulta demasiado afortunada. Veinticuatro horas después, se ve obligado a reaccionar y asumir errores en los últimos años de gobierno de su partido. El heredero político de Pujol, a quien debe su carrera, su cargo y su presidencia, debe mantener prudencia y medir sus palabras para salir ileso del percance.  Desde el Partido Popular de Cataluña se reclaman drásticas medidas contra Pujol y se anima a que la Justicia actúe con celeridad y contundencia para aclarar el mayor escándalo surgido en una comunidad autónoma.

 El President de la Generalitat, Artur Mas, junto al ex Presidente Jordi Pujol.

Curiosa y sarcásticamente, Mas financia una fundación de Pujol que promueve un “código ético” para políticos. Así lo denuncia José L. Lobo en un artículo de ElConfidencial. La fundación, presidida por Jordi Pujol y que lleva su nombre, recibe fondos públicos de la Generalitat para, entre otros proyectos, elaborar un “código ético para profesionales de la política”. El documento, que ha sido redactado en colaboración con la Universidad Ramón Llull, sostiene que los políticos sólo podrán superar el “descrédito” actual si su conducta “se vincula estrechamente a la ética”. El Centre d'Estudis Jordi Pujol fue creado en 2005 para difundir el pensamiento político del que fuera durante 23 años President de la Generalitat. Se trata de una fundación privada cuyo patronato está encabezado por el propio Pujol, financiada por el Gobierno catalán con dinero público desde su nacimiento, dos años después de que el president abandonase el poder. La web del Centre d'Estudis Jordi Pujol recoge una selección de fragmentos de los discursos pronunciados por el mentor de Artur Mas entre 1980 y 1986, en su primera etapa al frente de la Generalitat. Un ejemplo: “Un país que no dispone en todos los ámbitos de ideas claras, valores sólidos y actitudes positivas difícilmente tendrá buena política, buena acción social y buena economía. Porque es ese sustrato ético, moral, intelectual y vital lo que da coherencia, convicción y energía a la acción de un país”. El “código ético para profesionales de la política”, actualmente en fase de elaboración, es el resultado de un convenio firmado por la fundación de Pujol y la Cátedra Ethos de la Universidad Ramón Llull de Barcelona que dirige el catedrático Francesc Torralba. “El descrédito de los políticos ha crecido aún más en los últimos tiempos”, se afirma en la introducción del proyecto, en el que colabora un grupo de expertos de universidades españolas, estadounidenses y británicas. El borrador del código reconoce que “el juego limpio y la honestidad” colisionan a menudo con los “intereses” políticos. Fuentes cercanas al patronato de la fundación creen que no sobrevivirá al cataclismo político provocado por la confesión del ex president. Pujol ya ha sido forzado a renunciar a todas las prebendas asociadas al cargo que ocupó durante casi un cuarto de siglo, incluida su pensión vitalicia y el tratamiento protocolario de molt honorable. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, también ha anunciado que le retirará la Medalla de Oro de la ciudad. Si la fundación desaparece, lo harán también las becas de 12.000 euros que concede anualmente a historiadores, politólogos o economistas para ensalzar el legado político de Pujol. El proyecto ganador de este año lleva por título Pujol y Tarradellas. Dos gigantes en Transición. Pero parece más que probable que el ganador de la ayuda, Joan Esculies, no llegue a materializar el proyecto.
 
La exnovia de Jordi, el primogénito de Pujol, asegura que el dinero de la familia no es ninguna herencia.

La exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, María Victoria Álvarez, ha asegurado que el dinero que la familia del ex Presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, había depositado en el extranjero tiene un origen diferente al argumentado por Pujol: “Faltan más explicaciones del dinero, no es una herencia”. En una entrevista en Antena 3, señala que la fortuna de la familia en el extranjero se ha alimentado de “23 ó 30 años de obra pública” y da veracidad a los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) sobre las cuentas en el extranjero de la familia, que Álvarez cifra en más de 100 millones de euros. Preguntada sobre si el presidente de la Generalitat y líder de CiU, Artur Mas, estaba al corriente de estas cuentas, augura que “las cosas irán saliendo”. Álvarez manifiesta que “Jordi Pujol miente patológicamente”, y considera que a la familia le une la obsesión por el dinero, que según su versión, han movido por 13 paraísos fiscales durante los últimos años. Álvarez relata cómo, a la vuelta de los recurrentes viajes que la pareja hacía a Andorra, Jordi Pujol Ferrusola transportaba bolsas de dinero en efectivo con hasta “medio millón de euros. Llegando a Andorra, siempre había mucho nerviosismo, con muchas llamadas”, detalla Álvarez, a quien su expareja le habría confesado que, en Andorra, tenían participaciones en varios museos. Según ella, también eran habituales los viajes a Londres, donde su expareja contactaba con Herbert –“la persona que, con ellos, blanqueaba el dinero”– y narra cómo, en una ocasión, Pujol Ferrusola recibió una llamada de sus padres asegurando que los 400.000 euros que había requerido ya estaban “donde tenían que estar”. El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, asegura que el asunto se investigará “hasta el final”. “Las actuaciones de la Agencia Tributaria han empezado desde hace algún tiempo y los acontecimientos del fin de semana hay que entenderlos como una respuesta a esas investigaciones”, sentencia. Hacienda tiene cada vez más claro que el dinero regularizado por los diferentes miembros de la familia Pujol en las últimas semanas no pertenece realmente a la herencia paterna, tal y como relató en su confesión el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol i Soley. Y ello implica que, en estos momentos, se inicia un proceso de largo recorrido en el que la Agencia Tributaria investigará la procedencia de todos los fondos declarados, si hay más dinero oculto y qué encaje tienen todas estas cifras con respecto a las actuaciones que se están llevando a cabo por la vía penal contra varios hijos del expresident: Oriol por el caso de las ITV; Jordi por blanqueo de dinero, y Oleguer por irregularidades en operaciones inmobiliarias.
 
Pujol confiesa haber tenido dinero sin regularizar en el Xstranjero.
 
En su  artículo “Pujol hace Patria”, publicado en Público.es el pasado 28 de julio, David Torres escribe: “Pujol andaba tan atareado con la independencia de Cataluña que no encontró ni un hueco para poner en orden unos dineros que llevaba arrastrando en Andorra desde 1980. El pobre estaba tan liado que ni tiempo tuvo para confesar la verdad, aunque hace cosa de año y medio sí sacó un rato para amenazar con querellarse contra cualquiera que publicase que tenía dinero en Andorra. Así son los auténticos patriotas: quieren tanto a su país que su amor no les cabe entero en el territorio nacional y tienen que dejar una parte en el extranjero. Ocurre lo mismo con algunos maridos, que respetan tanto a su esposa que van y se acuestan con otra. Más que nada, por no gastar la propia, que el roce hace el cariño, sí, pero cuando el cariño ya está hecho, empieza el deterioro. Como catalán de pura cepa, Pujol podía haber elegido España para abrir un depósito en el extranjero, pero España le pillaba demasiado lejos y prefirió Andorra, que es el lugar de veraneo habitual para el dinero negro. En España los billetes de clase alta veranean en Andorra o Suiza igual que antes los ricos se tumbaban a la bartola en Biarritz, que también es el extranjero o casi. Entre las cuentas de Pujol, las de Bárcenas, las de los banqueros olvidadizos y los misterios dolorosos del PP que van apareciendo puntualmente por los glaciares del Mont Blanc, ahora mismo España no termina en los Pirineos sino en los Alpes. Con tantos euros rebosando de las cajas fuertes suizas, lo mismo ahora un grupo de banqueros avispados va y exige que se considere su cantón como comunidad autónoma española y el yódel una variante del cante flamenco”.


“Lo que no le perdonan de ningún modo los independentistas a Pujol es que tuviera el dinero en Andorra, como un españolazo cualquiera, pudiendo tenerlo en casa. Para colmo de mimetismo, ha pedido perdón al estilo del rey Juan Carlos, aunque no ha llegado a prometer que no lo iba a hacer más, quizá por la dificultad de regresar a los años 80. A un administrador catalán se le pueden disculpar muchas cosas, pero que no supiera ni dónde guardaba el dinero, como si fuese un sindicalista andaluz o un tesorero de la calle Génova, no tiene perdón de Dios. No se entiende cómo este hombre podía llevar las riendas de Cataluña si durante 30 y pico años no fue capaz ni de arreglar las cuentas de su casa. A Pujol lo saludé en persona una vez, la noche de Reyes del 2003, durante la ceremonia de entrega de los premios Nadal. Yo había quedado finalista con una novela negra, El gran silencio, que había presentado bajo el pugilístico pseudónimo de ‘Rocky Marciano’. Con prisas y mal asesorado, como casi todos los políticos, Pujol me contó, mientras me estrechaba la mano, que fue una lástima que Marciano quedara sonado después de tantos combates. Tuve que corregirle allí mismo, en directo, y decirle que el gran campeón blanco había sido el único en toda la historia del peso pesado en retirarse invicto del cuadrilátero, que solía terminar sus combates por la vía rápida y que gozaba de buena salud cuando tuvo la mala suerte de matarse muy joven, al estrellarse en una avioneta. Pero Pujol, aunque sonreía, ya no me hacía ningún caso; debía de estar pensando a ver cuándo sacaba un rato para regularizar esos puñeteros milloncejos que seguían olvidados en Andorra desde que Tarradellas le dio calabazas”.

 
“Érase una vez un honesto político cuyo padre murió apenas unos meses después de que él llegase a President de la Generalitat. Como su padre veía incierta su carrera política, dejó en testamento que fuesen su esposa y sus siete hijos quienes se quedasen con una parte importante de la herencia que, casualmente, se escondía en el extranjero, en un paraíso fiscal. Cuando conoció esta herencia, el honesto político tuvo muchas dudas de conciencia, pero finalmente decidió aceptarla y compaginar la presidencia de la Generalitat con ese dinero en fraude fiscal. Primero le encargó a una persona de su máxima confianza -hay quien lo llamaría testaferro- que gestionase la herencia porque sus hijos eran menores; más tarde, cuando crecieron, uno de ellos se convirtió en el gerente de ese millonario patrimonio familiar”. Así  cuenta Ignacio Escolar en su web  ‘El cuento de los Pujol’. “Luego, pasaron los años. Los lustros. Las décadas. Cambiamos de siglo y en 34 años los pobrecitos niños, la pobrecita esposa y el pobrecito y muy honesto político catalán no encontraron el momento para declarar esa herencia ante Hacienda, a pesar de que en ese tiempo hubo tres amnistías fiscales anónimas que pudieron aprovechar. Finamente, el muy honesto político ha decidido confesar, pedir disculpas a los ciudadanos y pagar al fisco lo que se debe -una cantidad varias veces superior a lo que hubiera supuesto hacerlo hace poco más de un año-, para acabar con insinuaciones y comentarios. Había quien denunciaba que su familia tenía millones en el extranjero por los que no pagaban impuestos. Insidias y calumnias, como se ha podido comprobar. ¿Se creen el cuento de los Pujol? Yo no. Y perdonen que me tome a guasa la confesión, las disculpas y el tardío arrepentimiento, que me río por no llorar. Que el hombre que durante 23 años presidió la Generalitat defraudase impuestos desde que llegó al poder, mintiese a los ciudadanos y ocultase parte de la fortuna familiar en paraísos fiscales es ya grave de por sí. Lo peor es que esta confesión sin precedentes llega tarde, no es creíble, no es completa y no sirve como coartada para tapar el enorme caso de corrupción que ya investiga la Justicia y que no admite expiación”. “Quiero señalar –advierte LLuis Foix, ex director de La Vanguardia– que el comunicado de Jordi Pujol no es una acción voluntaria fruto del arrepentimiento, sino que es consecuencia de verse acorralado por la evidencia que habían hecho aflorar la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), el periodismo de Madrid, la Agencia Tributaria y la policía judicial. Las instituciones catalanas, me temo, no habrían osado señalar con tanta crudeza que el rey iba desnudo”.

 Pujol pide perdón en una carta remitida a los medios catalanes y se compromete a comparecer ante las autoridades tributarias.

“Mis queridos pardillos –comienza Juan Tortosa con esta ‘Paráfrasis bufa de la carta de Jordi Pujol’– os pido perdón por haber estado vacilándoos durante los 23 años que goberné Catalunya más los 11 que han pasado desde entonces. Sí, no pude evitarlo, lo siento. Metí la mano. La condición humana es débil, una cosa lleva a la otra y cuando te das cuenta, te ves dentro de tal follón que decides huir hacia adelante confiando en poder borrar los rastros, que el tiempo lo tape todo y en ese chollo estupendo que es que los delitos tengan fecha de caducidad y acaben prescribiendo. ¿Que cómo tengo tanta cara? De eso nada. Mirad, por ejemplo, el lío que tienen montado en la Casa Real: el yerno pringao hasta las cejas y sus antiguos socios sin cesar de lanzar insinuaciones disparando hacia arriba, a toda la familia, que ya veremos cómo queda eso. Además mi familia y yo, como Messi, hemos realizado las correspondientes declaraciones complementarias y le hemos soltado últimamente a Hacienda un pastón de escándalo. (…) Lo mío tiene su explicación, os lo prometo. Yo soy de natural inseguro y, con siete hijos nada menos, siempre le tuve mucho miedo al futuro. Mi padre, que me había enseñado a ganar dinero —me compró la banca Dorca de Olot, génesis de Banca Catalana ya me avisó: ‘Jordi, no te metas en política, que eso es pan para hoy y hambre para mañana, y lo principal es sacar a tus hijos adelante’… Entre los argumentos de mi padre y lo a huevo que me lo ponían cuando llegué al poder, pues… ya sabéis, la carne es débil y uno no es de piedra. Pero yo no lo busqué, os lo prometo. Las cosas me iban viniendo. Desde 1993 y durante siete años, me tocó protagonizar un papel importante en la política española ayudando al partido más votado a contar con mayoría suficiente para gobernar. Primero fue con Felipe González, con quien unos años antes estuve mosqueado porque quiso buscarme las cosquillas por mi gestión en Banca Catalana; y luego con el bueno de José María Aznar, que hasta hacía el hombre sus esfuerzos para hablar catalán, aunque fuera en la intimidad (…) Hasta que el menor de mis hijos cumplió la mayoría de edad, mis cuentas en el extranjero –esas que siempre negué tener– las llevó una persona de la absoluta confianza de mi padre y mía. El nombre de esa persona me vais a permitir que no os lo diga. Me entendéis, ¿verdad? Y en cuanto a la pasta ‘distraída’, de la cantidad exacta tampoco voy a hablar, pero lo que sí os aseguro es que estoy muy arrepentido. Me da tanta pena que hasta Vázquez Montalbán confiara en mí en su día y que, allá donde esté, descubra ahora que lo engañé. ¡Ay!, aquel emotivo artículo en que el añorado Manolo afirmaba que yo podía ser feo y mal banquero pero que ladrón, eso nunca, ¡el pobre!”.

 
“Lo siento mucho, de verdad, queridos ingenuo –prosigue Tortosa–. Estoy que no vivo por haberos metido en este marrón, sobre todo a mis queridos conciudadanos catalanes, justo cuando falta mes y medio para la Diada, poco más de tres para el referéndum y menos de una semana para que mi fiel Artur vaya a La Moncloa a hablar con Rajoy de nuestros problemas. Puede que no tenga perdón, pero entre que el mes pasado cumplí 84 años y que he visto que, al final, podía acabar pillándome el toro, pues he decidido arrepentirme públicamente. Como cristiano, experimento un verdadero alivio reconociendo que he sido un evasor fiscal, un caradura, y que os he estado mintiendo a todos todo el tiempo. Me quito un verdadero peso de encima escribiendo estas líneas. Peso moral, me refiero, porque en cuanto a lo que pesa el dinero trincado, de eso, y si no hay más remedio, casi prefiero que hable mi familia. Confiando en vuestra comprensión, vuestro sentido de la tolerancia y esa capacidad de aguante que lleváis demostrada ante tanto político corrupto como ha desfilado por los juzgados españoles durante los últimos años, os quedo eternamente agradecido por hacer lo mismo conmigo. Que esta declaración sea reparadora del mal en lo que sea posible y de expiación para mí mismo. Siempre vuestro. Jordi Pujol i Soley”

“P.D. Ya sé que estos días me va a caer la del pulpo, además de perder, por mi mala cabeza, honores, prebendas y distinciones de todo tipo acumuladas durante mi carrera, pero… ¡ejem!, una última cosita: teniendo en cuenta que ya he cumplido 84 años, ¿sería mucho pedir que no me quitarais la pensión vitalicia de 115.224 euros que cobro al año como ex presidente? Gracias”.
 

“Obviamente, ésta no fue la carta que salió a la luz el pasado viernes 25, sino otra. Pero si lo analizamos bien, en lo sustancial, creo modestamente que tampoco hay tanta diferencia. Es más, pienso que si hubiera estado redactada tal y como yo me he permitido parafrasearla, posiblemente el personal hubiera reaccionado con similar indignación, sí, pero igual agradecía la sinceridad del autor en lugar de acabar teniendo la sensación de que, su otrora admirado President, había decidido tomarles el pelo hasta el final. Incluida la carta donde reconocía que había pasado buena parte de su vida saltándose la ley a la torera y siendo un evasor fiscal durante todos y cada uno de los días y las noches de los 23 largos años en que ostentó el cargo de President de la Generalitat de Catalunya”. Por cierto, Enric Sopena recuerda que tuvo la oportunidad de conversar personalmente con el entonces muy honorable Jordi Pujol. Fue una noche después de una larga entrevista que le hizo en Barcelona, en Radio España/Cadena Catalana. “Se me puso a conversar y me dijo que los no catalanes deberían, si quisieran integrarse, recoger setas en otoño, acudir al Estadio del Barça, al menos un partido al año, y subir también anualmente a Montserrat para rezar ante la Moreneta”. Lo que le dijo es que, para guardar su dinero, prefería acudir afuera, a los paraísos fiscales fuera de Cataluña.
 

Los fotomontajes de esta semana hacen referencia al personaje que se burló del resto:








Erlich nos muestra sus últimos dibujos:










El humor en la prensa también se monopolizó en el tema de Pujol: Peridis, Fontdevila, Ferrán, Ricardo, Indígoras y Pachi, Padylla, A. López, J. R. Mora, Orgullo y Satisfacción…

















Algunos de los dibujos de Pep Roig, de esta semana: El pitorreo del sereno, No tiene perdón, No están todos los que son, Paren ya y Vamos a seguir contando mentiras.







En la tanda de vídeos de esta semana, seleccionamos dos relacionados con el Ex . El primero, una entrevista a la ex pareja de Pujol Ferrusoa, María Victoria Álvarez, sobre el clan Pujol.





Una mañana, mientras leía un periódico, Jarbas Agnelli vio una fotografía de pájaros en un cable eléctrico. Lo que le inspiró hacer una canción usando las notas colocadas en el mismo lugar que los pájaros. Y salió esta melodía.



Terminamos con una canción del grupo La Trinca titulada “Califa”. En un país oriental, nos contaban estos músicos catalanes, una vez había un Califa que inventó un código muy chulo. Y el pueblo, agradecido, le dedicó esta canción que dice así:



Segons l'article primer/el Califa està obligat/ a tractar l'administrat/ com si fos home de bé./ I mana l'article set /que el qui faci tripijoc/ se li fot cop de garrot/ i a la garjola de pet./ El quinzè, oli en un llum,/ diu que se l'empalmarà/ el qui gosi adulterar/ els articles de consum./ I hi ha articles molt bufons,/ com el vint que deixa clar, /que tothom es pot queixar/ si li "apreten" els cordons./ Però el califa/ sempre en pot fer cas omís,/ per això s'ha inventat /l'article vint-i-sis... /Califa! Si que ens ha tocat la rifa./ Califa! Ets el rei de l'enganyifa./ Califa! Tu sí que ho tens ben muntat./ No siguis bèstia califa, /no siguis bèstia califa,/ que pots sortir-ne escaldat. /- Doncs, no està quedant "xulo"/ ni res aquest xotis, nano.../ - Home, queda una mica de l'Empordà .../ - Ei! I que diu l'article vint-i-sis? /- Vostè és tonto, oi?/ Diu l'article vint-i-sis, -bis- / que en un cas de compromís, -bis-/ el Califa pot si cal, /refregar-se l'engonal/ i passar-se pels "dallonses" /totes les lleis del país./ - Ep! I el poble? Al poble que el donin pel .../ Shubi dubi Uah!, Uah! /que ja té les conferències/ de Sant Vicenç de Paül./ A... mén ...

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