Un cuento y una cena de Navidad.
Las Cortes de Aragón, presididas
por el socialista Francisco Pina (de 2003 hasta 2011), encargaron a José Luis Cano una publicación
ilustrada sobre la institución. Fue en el 2004 y, por diversos motivos, el
autor acabó haciendo el trabajo sin ganar un euro, algo que recuerda en su blog
bajo el título 'Cuento verdadero de Navidad'. “Yo tenía, en ese tiempo, una
sociedad civil con mi hijo, y las Cortes de Aragón nos encargaron un tebeo
sobre la Institución, que teníamos que entregar a principio de curso. Ese
verano nos quedamos sin vacaciones pero cumplimos los plazos. Después, los
señores diputados necesitaron seis meses para dar el visto bueno a nuestro
trabajo. Entonces nos enviaron la presentación del Presidente, para que la
incluyéramos en la maqueta y enviáramos todo a la imprenta. La presentación
estaba llena de erratas que tuvimos que corregir. Una vez impreso el tebeo,
descubrieron que, con las prisas, nos habíamos comido una línea de la
presentación del Presidente. Como la culpa era nuestra, tuvimos que hacernos
cargo de los gastos de desengrapar y reeditar la hoja correspondiente. Total,
6.000 euros. Exactamente lo mismo que habíamos presupuestado por nuestro
trabajo. Para compensarnos, me ofrecieron comprarme un cuadro. Los mandé a la
mierda”.
Los siguientes vídeos son la prueba
de que algunos perros que comen con manos de hombre son más afortunados que
muchos humanos con cara de perros famélicos. Freshpet ha tomando la broma
extendiéndola a una fiesta de 13 perros
más un gato token. Los invitados a la cena son perros con buenos modales, a
excepción de la retriever adolescente, hosca, el bulldog, borracho, y el
collie, cleptómano. El único problema es que, por alguna razón inexplicable, un
gato está a la cabeza de la mesa. En cualquier caso, está claro que la obsesión
de Internet con videos de animales lindos ha sido una bendición enorme para
acariciar a los vendedores con alimentos realmente de cualquier marca.
Mientras tanto, en esta España hay familias que, en la Navidad y al contrario de esos perros afortunados, ni comen ni cenan. Los dibujos de Pep Roig nos lo recuerdan: Pesebre compartido, la dura realidad y fiesta impostada.
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