Elon Musk levanta todo tipo de especulaciones y sospechas.
Friedrich Merz, líder de
la Unión Demócrata Cristiana (CDU), la principal fuerza de la oposición
alemana, criticó el pasado domingo el artículo del magnate Elon Musk sobre su
apoyo a Alternativa para Alemania (AfD). Friedrich Merz consideró “prepotente y
presuntuoso” el pronunciamiento que hizo Musk a votar por AfD en el dominical
del diario Welt. “No recuerdo un caso comparable de injerencia en la campaña
electoral de un país amigo en la historia de las democracias occidentales”,
añadió el líder conservador. Las críticas también llegaron desde el
centroizquierda. Matthias Miersch, secretario general del Partido
Socialdemócrata de Alemania (SPD), la formación del canciller Olaf Scholz,
calificó el artículo como “vergonzoso y peligroso”. El responsable del SPD
consideró “inaceptable que multimillonarios extranjeros intenten influir en el
panorama político, apoyando partidos que socavan los valores democráticos”.
En su texto, Musk afirmaba
que AfD quisiera, entre otras cosas, “desmantelar la sobrerregulación
gubernamental, reducir los impuestos y desregular el mercado”. Pero los líderes
de toda Europa alertan de que Musk es un peligro para la democracia. El
multimillonario ha llamado “tonto” al canciller Olaf Scholz y considera que la
formación de extrema derecha AfD es la única capaz de “salvar a Alemania”.
Además, también ha arremetido contra varios miembros del Gobierno británico. Los
temores de los principales gobiernos europeos se han intensificado en las
últimas semanas, cuando se acerca la toma de posesión de Donald Trump en EEUU. El
miedo viene por su alianza con Elon Musk, con quien podría planear influir en
elecciones locales tras respaldar abiertamente a partidos de ultraderecha, como
el el reciente caso de Alternativa para Alemania.
La furia ultra
desacomplejada de Trump y de Musk ha acabado arrastrando a gigantes
tecnológicos más allá de Twitter. Jeff Bezos (Amazon) ya forzó al Washington
Post para que optara por una postura oficial equidistante con Trump; y ahora
Mark Zuckerberg acaba de anunciar que cancela el programa de verificación de
contenidos de Facebook e Instagram, en aras de la “libertad” y diciendo ahora que
son una forma de “censura”. Vía libre para los bulos, al estilo Musk.
Elon Musk, el hombre más
rico del mundo y dueño de empresas como SpaceX, Tesla o X, cambió su nombre en
su red social a “Kekius Maximus”, desatando todo tipo de especulaciones sobre
las razones que lo han llevado a tomar esta decisión. Por el momento, el
magnate no ha dado ninguna explicación respecto al nombre o la nueva imagen del
perfil en la que se muestra al personaje 'Pepe la rana', un meme que ha sido
utilizado por grupos de extrema derecha, con traje militar romano y sosteniendo
lo que parece ser una videoconsola.
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