miércoles, 17 de agosto de 2011

Mientras los sueldos bajan, el billete de Metro sube o baja.


El billete de metro sube y baja, según para quién. Y esa medida, que fluctúa según sea para los “indignados” o para los “peregrinos” de la JMJ que pretenden acompañar y apoyar al Papa, ha abierto una polémica que derivó ayer en una protesta frente al Consorcio General de Transportes de la Comunidad de Madrid. El Movimiento 15-M exigió sus reivindicaciones en un ambiente religioso que gratifica a los “peregrinos”. La reacción de los “indignados” esta vez no tiene que ver con la especulación financiera o el sistema electoral sino con la subida del billete sencillo de metro. Recientemente, el Gobierno de Esperanza Aguirre aumentó una subida del 50 % en el billete para un solo viaje. Y, días más tarde, el mismo gobierno lo bajó un 80 por ciento, pero no para los parados que no dejan de protestar, sino para los asistentes a las Jornadas Mundiales de la Juventud. Por ese motivo, los “indignados” se manifestaron ayer, martes, ante el Consorcio Regional de Transportes de Madrid.

En un comunicado, el grupo de de trabajo de Acción de la Asamblea de Desempleados y Desempleadas de Acampada Sol exigía que el transporte fuera gratuito para los trabajadores “desempleados y precarios”. “A la ya de por sí difícil situación económica que sufren –dice la nota distribuida– , ven cómo se reducen sus posibilidades al carecer de recursos suficientes para pagar un transporte público que les permita desplazarse hasta los centros de trabajo, a depositar su currículum vitae o a hacer una entrevista”. La propuesta de los “indignados” contra la subida repentina del billete sencillo llegó en plena polémica por los descuentos del 80 por ciento en los transportes públicos que el Gobierno de la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital han aplicado a los asistentes a las Jornadas Mundiales de la Juventud.

El incremento en el precio sitúa al transporte público de la capital como “el más caro de toda España”, según denuncian las asociaciones de consumidores. Los billetes de algunos de los autobuses interurbanos también se incrementarán en 10 céntimos. Todo ello no fue óbice para que la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid explicara que la medida “sólo” afecta a los viajeros esporádicos, que representan a un 8% del total de usuarios de transporte público, “beneficiando al comprador habitual, ya que los precios del billete de diez viajes y de los abonos mensuales no varían”.

Los “indignados” cuestionan que los jóvenes inscritos para participar en la JMJ reciban un abono de transporte con una rebaja del 80 por ciento sobre el precio normal de los billetes, coincidiendo con la reciente decisión de subir el billete normal un 50 por ciento. Consideran “una injusticia que a la clase trabajadora y a los parados les suban el billete y a los jóvenes católicos se lo subvencionen”. Ante esta discriminación “religiosa y social", llamaron a la insumisión y convocaron a una protesta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Madrid se ha convertido en una filial del Vaticano. Es rancia esta juventud papista. Tienen un no se qué, que no me gusta y que me inquieta. Será mi habitual zozobra con las multitudes. Colarse es un deber para todo espermatozoide, como para todo trabajador sin empleo. Hoy colarse en el metro responde a la misma necesidad de Eleuterio Sanchez, cuando se hizo con dos gallinas que no eran suyas y además estaban bendecidas.
El mayor problema para poder colarse bien no son los tornos, los barreras, los vigilantes... Lo más difícil de traspasar, lo que a mí más me cuesta son los filtros ideológicos.

chiflos.