El País hace un “roto” a Cebrián por los futuros despidos.
El pasado 25 de abril, Andrés Rábago, seudónimo de “El Roto”, dedicaba, presumiblemente, su viñeta satírica a Juan Luis Cebrián, Consejero Delegado de Prisa, grupo editor de El País, para el que colabora. Su dibujo humorístico aparecía justo un día después del anuncio de un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en “El País”. La viñeta representaba a un hombre –supuestamente el propio Cebrián– con las manos llenas de billetes, y con el testo siguiente: “El papel no tiene futuro... ¡menos el de los billetes, claro!”. En un debate sobre la crisis de la prensa en España, celebrado en Cádiz, en el marco de la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), Juan Luis Cebrián había pronunciado una serie de frases en las que defendía que el periodismo, tal y como se ha entendido hasta ahora, ha muerto. Según los representantes de los trabajadores, el recorte afectará a un número muy importante de trabajadores y, por si fuera poco, las condiciones en las que se llevaría a cabo estarían marcadas por la reciente reforma laboral –tan criticada por la línea editorial de Prisa–: 20 días por año trabajado.
En el “Informe Anual de Gobierno Corporativo” remitido a la CNMV, el Grupo Prisa preveía la concesión de un bono de 10,57 millones a su equipo directivo en 2012, un 23% más respecto a los 8,09 millones hechos efectivos el pasado año. Una generosidad que contrastaba con la delicada situación financiera que atraviesa la sociedad, que alentaba recientemente las excedencias, los días libres y las vacaciones de sus trabajadores para ahorrar costes. Y los sindicatos de “El País”, su buque insignia, advertían la semana pasada de que la firma planeaba un macroexpediente de regulación de empleo (ERE) en el rotativo.
Los diarios El País y El Mundo, los dos rotativos españoles con mayor cifra de ventas, no habían consiguido cuadrar los números en plena debacle de la publicidad. Y tenían a sus redacciones en armas, ante los futuros ajustes. El periódico de la italiana RCS Mediagroup comunicó a los trabajadores que la reducción de plantilla supondría la salida de entre 195 y 210 profesionales. Por su parte, el del Grupo Prisa, después de que el Comité de Empresa denunciara que la firma planeaba una oleada de despidos, convocaba una reunión informativa para aclarar la hoja de ruta que la compañía contempla para “El País”.
El Comité de Empresa del diario declaraba la 'guerra' a su presidente y consejero delegado, Juan Luis Cebrián. Los periodistas amenazaron con dejar de firmar sus informaciones si se formalizaba la reducción de personal. Exigían a la empresa que se “comprometa oficialmente, y por escrito, a que no va a presentar ningún ERE en 2012” ya que, hasta ahora, no había querido desmentir los crecientes rumores que amenazaban a la redacción justo después de haberse aprobado la nueva reforma laboral con la que se abarata el coste del despido.
En una asamblea de la redacción del El País celebrada el lunes pasado en la que se adelantó “un cambio en el modelo de negociación”, Juan Luis Cebrián desmentía el ERE. Pero, pese a los desmentidos, la redacción interpretó un inminente reajuste de plantilla. Cebrián expuso un panorama desolador de toda la prensa escrita “a caída libre”. Varios redactores le reprocharon que, mientras el periódico fuera mal, él hubiera cobrado importantes cantidades de bonus, algo que, según dijo, “no se había hecho efectivo por ahora”. Igualmente, se le afeó el flaco favor hecho a la profesión con sus declaraciones públicas en las que siempre puso en cuestión el futuro del periodismo en papel. Los trabajadores de El País valoraron el hecho de que Cebrián diera la cara, pero ninguno de ellos duda ya de unas drásticas medidas de reducción de plantilla que están al caer. Lo único que les falta saber es la fecha concreta y la modalidad.
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