Mineros asturianos-políticos de PP, diálogo de sordos.
Mineros en las Cortes.
Enfrentamientos entre mineros y la Guardia Civil en Campomanes (Asturias), en la huelga indefinida que vive el sector del carbón en España en protesta por los recortes.
Cinco sedes del Partido Popular de las comarcas mineras aparecieran el martes pasado con las lunas rotas y con pintadas alusivas a la culpabilidad del Gobierno de Mariano Rajoy por la falta de diálogo. Desde el PP de Asturias se señala que las acciones contra sus sedes proceden de “una minoría de vándalos”. En privado, los responsables del PP son conscientes de la contradicción en que se encuentra su partido, ya que las reivindicaciones de la minería son sentidas en toda Asturias y son muchos los militantes del PP que instan a la dirección a considerar las peticiones de los trabajadores por su vinculación con la zona. No obstante, los “populares”, obedientes a las directrices del Gobierno y, por tanto del partido, son discretos e intervenen de forma conciliadora.
El senador del PP, Isidro Fernández Rozada, cabeza visible del grupo de presión en Asturias y otros senadores y diputados de Castilla y León y Aragón, tratan de encontrar un cauce de diálogo con el Ministerio de Industria que tranquilice los ánimos. Sus propuestas pasa por trasvasar unos 100 millones de euros de las partidas de infraestructuras y de reactivación empresarial a la de ayudas a la producción de carbón para que, respetando el ajuste, se pueda “dar oxígeno” al sector y evitar el cierre de minas. Pero las gestiones, por el momento, son infructuosas, pese a que el ministro del ramo, José Manuel, Soria no deja de repetir que su departamento está abierto a la negociación, sin que exista todavía ningún acuerdo. La falta de perspectivas intensifica día a día las protestas. La pasada semana, después de una concentración de apoyo a las exigencias de los trabajadores, el local del PP en Mieres fue objeto de un masivo lanzamiento de huevos mientras, desde el interior, algunas personas grababan a los lanzadores.
Desde que se inició el conflicto, todos los días varias carreteras de la región son objeto de constantes cortes de trafico que provocan enfrentamientos entre trabajadores y fuerzas antidisturbios. Algunos llegan incluso a tácticas de guerrilla urbana, paralizando carreteras antes de que lleguen los antidisturbios y trasladándose a otras zonas donde continúan cortando el tráfico. La falta de soluciones así como la radicalización de posiciones por parte de sindicatos mineros agrava de día en día la situación. Los dos sindicatos mayoritarios convocaron para el lunes próximo una huelga general en las cuatro comarcas mineras de Asturias (Caudal, Nalón, Narcea y Tineo), extendiendo este paro general a todo el territorio asturiano.
La tensión que vivida en el sector se trasladó ayer hasta el Congreso de los diputados. Un pequeño grupo de representantes interrumpió la sesión de control al Gobierno desde la tribuna de invitados justo cuando el ministro de Industria y Energía, el canario José Manuel Soria, respondía a dos preguntas del PSOE sobre el recorte de ayudas. Varias personas se levantaron en la tribuna y exhibieron camisetas negras en las que se podía leer: “No al cierre de la minería del carbón” y “Quieren acabar con todo” junto al logotipo del sindicato Comisiones Obreras. El presidente del Congreso, Jesús Posada, ordenó de inmediato el desalojo de los “alborotadores” para reanudar el debate. Fuera ya de la Cámara, los mineros arremetieron duramente contra el Gobierno al que acusaron de haber provocado el conflicto habiendo reducido las ayudas al sector, incumpliendo así los compromisos adquiridos en la pasada legislatura por el Ejecutivo de Zapatero. Soria recordó que, con Zapatero, dichas ayudas habían disminuido considerablemente y que incluso el anterior Ejecutivo había advertido que llegarían a ser 'cero' en el año 2019. La amenaza de “huelga indefinida” no parece haber movido al responsable de Industria.
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