martes, 14 de agosto de 2012

Músicos ambulantes, vendedores y mendigos, delatados.



Aplicación ideada por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC)


Hace unos días, FGC (Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya), en un intento de luchar contra el vandalismo en los trenes, puso en funcionamiento una nueva aplicación para móviles que permite avisar de “comportamientos incívicos” en trenes y andenes y denunciar la presencia de personas “non gratas” en la red de metro y en los trenes gestionados por la empresa pública. La aplicación fue inicialmente bien acogida. Solo en los cinco primeros días se recibieron más de cien denuncias. Pero algunos usuarios comenzaron a quejarse por uno de los apartados del programa en cuestión que propone denunciar a mendigos. El sistema permite especificar no solo la estación en que se encuentra el indigente en cuestión, sino también el coche y el “tipo de mendigo” al que se postula para que abandone las dependencias ferroviarias. Y establece categorías como ‘vendedores ambulantes’, ‘músicos ambulantes’ y ‘mendigos’.

“Es vergonzoso y lamentable que una institución pública como FGC realice estos ataques contra la dignidad e integridad de las personas”, dice una web de recogida de firmas (Change.org) en la que más de 9.000 personas ya han expresado su indignación y presentado su adhesión en una carta que se dirige a la compañía. El precursor de la protesta es Miquel Rubio, un estudiante de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) que insta a FGC a la retirada inmediata de esta herramienta. “Esta medida, especialmente grave en el actual contexto de crisis –dicen los firmantes de la misiva–, es un ataque directo contra la sociedad en general, y sobre todo contra aquellas personas más desfavorecidas”. Y terminan con esta petición: “¡Basta ya de agresiones a la dignidad de las personas! Firma ahora esta petición y exige a FGC que retire de inmediato la posibilidad de denunciar o alertar sobre la presencia de indigentes o músicos a través de su aplicación”.

¿Qué será lo próximo? ¿Aplicaciones para denunciar indocumentados? ¿Gays? ¿Negros? ¿Gente gorda o delgada? ¿Altos o bajos?

1 comentario:

Anónimo dijo...

En Madrid por lo general la mirada policial es rancia, y muy prejuiciada. Los agentes salen de las academias desprovistos de cualquier asomo de vocación de servicio al ciudadano. En ellos prepondera el rango de autoridad, y un burdo remedo o simulacro de lo castrense, altamente absurdo por impropio, como forma de idealización y pauta de comportamiento inadecuada por encima de cualquier otra consideración. Si una calle está cortada, un buen policia informará del hecho y el motivo, ofreciendo una ruta alternativa, desde un inicial "Sr., puedo ayudarle...? Aquí lo acostumbrado es ese "ondevauste," ya decepcionante por muchos motivos, y luego "caballero está cortado, caballero está cortado," Así hasta la tragédia, si alguien decidiera huir hacía adelante con su dignidad. Horas después, en dependencias infrahumanas de Huertas o Leganitos, el caballero pasa a ser el dicente.

chiflos.