Zarzuela barajó la idea de la abdicación del rey
Don Juan Carlos, en el Palacio de la Zarzuela, el 3 de febrero de 2013.
De acuerdo con las fuentes consultadas por
Vozpópuli, la petición pública de Navarro “trastocó” esos planes aplazados
durante unos meses, aunque la idea era concretar la abdicación “antes de que
acabe la instrucción del caso Nóos”, prevista para finales de este año. “La
elección de esa referencia temporal tendría mucho que ver con la puesta en
marcha del pacto, patrocinado por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón,
y adelantado
hace días por este diario, según el cual Iñaki Urdangarin
se declararía culpable a cambio de eludir el banquillo de los acusados. La
materialización del relevo en la jefatura del Estado antes de tal pacto
facilitaría el camino de acceso al trono del Príncipe Felipe,
evitándole el mal trago de tener que soportar las protestas sociales que ese
arreglo por arriba pudiera provocar. De acuerdo con las fuentes, el
aplazamiento de la abdicación habría supuesto más que un ‘contratiempo’ en los
planes del Príncipe”.
Aníbal González cuenta que hace unos días, Rafael Spottorno,
Jefe de la Casa
del Rey, mantuvo un almuerzo off the record con un reducido grupo de
periodistas que le plantearon la reacción real en el caso de que los partidos
mayoritarios, PP y PSOE, o en otras palabras, Gobierno y oposición, decidieran
un día acudir a la Zarzuela
para presentar al Monarca la necesidad de proceder a un relevo en el trono. La
respuesta de Spottorno fue contundente: “Entonces sí que no; eso, en ningún
caso. El Rey no admitiría ningún tipo de presiones para forzarle a abdicar. Esa
es una decisión personal del propio Monarca”.
“Las fuentes consultadas –asegura González–
atribuyen la urgencia de la abdicación en Semana Santa al grave deterioro
experimentado por la salud del monarca. En efecto, el próximo 3 de marzo, y por
séptima vez en su vida, el Rey entrará en un quirófano para ser intervenido
quirúrgicamente en la clínica La
Milagrosa de Madrid de una hernia discal que padece desde
hace años y que se ha agudizado en los últimos meses. ‘Esta no es una operación
de cadera más; esto es algo mucho más serio –aseguran dichas fuentes – estamos
ante una intervención cuyo resultado podría llevar al Rey de forma definitiva a
la silla de ruedas y, en cualquier caso, dejarle fuera de juego durante meses”.
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