Crónica de siete días: La ONU da la razón a Garzón, Lorca y Machado mal explicados y la pugna entre Gallardón y Eduardo Torres.
Pablo de Greiff, relator de Naciones Unidas,
critica que España no haya indemnizado aún a las víctimas de la Guerra Civil y de la
dictadura y pide la remoción o “resignificación” de los monumentos franquistas,
en especial el del Valle de los Caídos. “España –señala Pablo Greiff, el
relator de Naciones Unidas en El Foro por la Memoria – tiene espacio legal para abrir causas
judiciales respecto a violaciones de derechos humanos cometidas durante la
guerra civil y la dictadura”. Dicho relator presentó su informe sobre España
ante el Consejo de Derechos Humanos, en el que critica que el Estado no haya
resarcido globalmente a las víctimas de la guerra civil y la dictadura. La
respuesta del Gobierno español la proporciona Ana María Menéndez, embajadora de
España ante la ONU
en Ginebra, quien hace especial hincapié en señalar que la ley de Amnistía, de
1977, fue votada con un amplio apoyo social y con absoluto consenso político.
Garzón durante su conferencia en Ginebra.
Pero el documento de la ONU sigue la línea defendida
por Baltasar Garzón, exmagistrado de la Audiencia Nacional ,
quien compareció en noviembre ante este Comité para defender que las desapariciones
forzadas durante la guerra civil y el franquismo son “delitos permanentes, que
no prescriben”. En una rueda de prensa convocada la semana pasada, De Greiff
asume que “es cierto que, en la sociedad española, hubo una movilización muy
fuerte en la ley de amnistía”, aunque destaca el objetivo primigenio de la
misma. “La ley fue primordialmente concebida para sacar de la cárcel a quienes
fueron hechos prisioneros por el régimen. Leyendo las actas de los debates
parlamentarios queda claro que la introducción de un artículo que le daba
inmunidad legal a los oficiales franquistas fue una discusión tardía”. El relator asegura que “el debate no
debería centrarse sobre los detalles históricos de la ley, sino sobre cuáles
son las interpretaciones defendibles de esa ley en el momento actual en España. Y parte del punto que hago en el
informe es que hay interpretaciones posibles que se ajustan a los requisitos
del derecho y que permiten al sistema
judicial ser accesible a las demandas de justicia de los ciudadanos. Estas
no son ni interpretaciones estrambóticas ni desconocidas, sino que incluso las
Cortes españolas las han aplicado, como queda perfectamente claro en los casos de [Adolfo] Scilingo y [Augusto]
Pinochet. [Estos casos fueron] decididos por tribunales españoles, donde,
aún enfrentando leyes de amnistía como las de Argentina y Chile, los jueces
encontraron una forma perfectamente razonable y defendible de hacer compatible
las vigencias de estas leyes y la posibilidad de iniciar investigaciones judiciales
en contra de los acusados”.
Pablo de Greiff, relator de las Naciones Unidas.
Por otra parte, De Greiff también se refiere a la
ley de Memoria Histórica de 2007, esgrimida por Menéndez para defender la
política del Gobierno español en lo que se refiere al mandato del relator. El
experto dice que para evitar debates estériles sobre si se está aplicando o no,
y si es efectiva o no, lo que debería hacer el Estado español es redactar un
informe sobre su implementación y lo que se ha conseguido desde que está
vigente. De Greiff considera que “son especialmente dolorosos para las víctimas
porque vanaglorian al régimen que violó
sus derechos”. Y se muestra a favor de remover los restos del dictador Francisco Franco, enterrados en el
Valle de los Caídos. Finalmente, responde a Menéndez respecto al comentario de
la embajadora sobre que “la garantía de no repetición” se sustenta en la
consolidación de la democracia española. Precisamente “porque no existe ningún riesgo de quiebra
institucional por parte de las Fuerzas Armadas, creo que el
Estado tiene muchísima más oportunidad para avanzar en el reconocimiento de los
derechos de todos. Y la fortaleza de las instituciones democráticas –concluye– queda mucho más reflejada en la
forma en cómo abordan positivamente las peticiones de los ciudadanos que en su
capacidad de dejar ciertos temas fuera de la agenda pública”. En esta línea, la
asociación “Jueces para la
Democracia ” denuncia que el Gobierno obstruye e incumple lo establecido en la Ley de Memoria
Histórica y expresa su apoyo a las víctimas del franquismo, muchas
de ellas de avanzada edad y que tienen derecho a una reparación adecuada de su
sufrimiento. Su portavoz, Joaquim Bosch,
reclama que se destine dinero público para exhumar e identificar a las víctimas
de las desapariciones forzadas durante la guerra civil y el franquismo: “Un
Estado democrático –sentencia el portavoz de “Jueces para la Democracia ”– no debe
tolerar que sigan existiendo decenas miles de víctimas de una dictadura en
fosas comunes junto a cunetas”.
Joaquim Bosch denunciaba el pasado viernes que el
Gobierno obstruye e incumple lo establecido en la Ley de Memoria Histórica y
expresaba su apoyo a las víctimas del franquismo, muchas de ellas de avanzada
edad y que tienen derecho a una reparación adecuada de su sufrimiento. Bosch
recordaba que Naciones Unidas acaban de declarar que el Estado español “está
incumpliendo sus compromisos internacionales, dejando sin protección a las
víctimas del franquismo”. Los informes presentados ante el Consejo de Derechos
Humanos en Ginebra muestran, según Bosch, “el manifiesto incumplimiento del
Gobierno tanto de la ley interna como de las normas internacionales. Expresan
su preocupación por la indiferencia de
las instituciones españolas hacia las víctimas y reprochan su falta de
voluntad de reparar el daño sufrido por los familiares de los asesinados por el
franquismo. Somos el segundo país del mundo, tras Camboya,
con mayor número de víctimas de desapariciones forzadas sin identificar”.
La asociación progresista denuncia en un comunicado la falta de aplicación de la Ley de la Memoria Histórica ,
que establece una serie de obligaciones para el Gobierno, “entre las cuales se
encuentra el deber de adoptar medidas para la localización e identificación de las más de 114.000 personas que siguen
en fosas comunes, lo cual representa una situación inaceptable en una
sociedad democrática”.
Víctimas de la guerra civil, en las cunetas.
La ley también establece la obligación de los
poderes públicos de financiar las exhumaciones y Bosch rechaza el argumento del
Gobierno de que no dispone de medios económicos: “Ello podría explicar una
reducción de las partidas presupuestarias, pero no la absoluta paralización que
se ha producido de las actuaciones institucionales. Existe por parte del
Gobierno una evidente voluntad de no continuar con las exhumaciones. Y eso es contrario a nuestra legislación y a las obligaciones internacionales
de nuestro país”. Esa “actitud obstruccionista” del Gobierno está “en la línea
de una incomprensible actitud de
condescendencia hacia el régimen anterior”. “Jueces para la Democracia ” recuerda
que reparar a las víctimas y permitirles recuperar los restos de sus seres
queridos “no supone una apuesta ideológica determinada, sino que representa el
funcionamiento más básico de un
Estado de Derecho, a través de principios que tienen carácter
universal. Sin embargo, seguimos siendo el segundo país del mundo, tras
Camboya, con mayor número de víctimas de desapariciones forzadas, cuyos restos
no han sido recuperados ni identificados”. Y reclama al Gobierno que no siga
haciendo dejación de sus funciones, ni incumpliendo sus deberes legales. “Un
Estado democrático no debe tolerar que sigan existiendo decenas miles de
víctimas de una dictadura en fosas comunes junto a cunetas”.
Ana María Menéndez, embajadora de España ante la ONU en Ginebra.
Ante el duro informe del relator especial de la ONU para la
promoción de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no
repetición, el Gobierno español intenta lavarse la cara ante el Consejo de
Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra. La representante de España
califica el informe de
“erróneo”, “inexacto” y acusa al relator de la ONU de “olvidar” reunirse con
otras asociaciones de víctimas de la dictadura que consideran que “el mayor
triunfo de sus pretensiones” ya se ha logrado: “la consolidación de la
democracia”. Y, al ser preguntada por parte de víctimas de la dictadura que a qué asociaciones se refería, no ha
sabido concretar. Ana María Menéndez lleva a cabo una encendida defensa de la Transición , de la Ley de Amnistía y del papel
del Poder Judicial respecto a la impunidad de la dictadura franquista. Esgrime
que las víctimas pueden acudir a los tribunales por la vía contencioso y menciona
la Ley de Memoria
Histórica como un conjunto de medidas de “reconocimiento y de carácter
simbólico” para las víctimas, pese a que el Partido Popular la anulara de facto, dejándola sin fondos.
De hecho, las exhumaciones se están realizando con voluntarios y con el dinero
de los familiares de las víctimas. Para el Gobierno “el olvido y el perdón” son
la única vía para “la reconciliación”. Y señala que “la Transición española es
un caso especial porque constituye una reconciliación nacional sin justicia
penal, de acuerdo a la decisión consensuada por la inmensa mayoría de fuerzas
parlamentarias elegidas de manera libre y democrática”. Ante la exposición de Menéndez, Pablo de
Greiff señala que la asistencia y reparación de las víctimas “no es un asunto
de políticas partidistas o programas políticos, sino de principios y derechos
que conciernen a todos. Y España puede hacer mucho más”. Ninguna víctima de la
dictadura pudo participar en el debate.
Jacinto Lara, de la APDHE y otros miembros de CeAQUA recién llegados de Ginebra.
Jacinto Lara Bonilla, presidente de la APDHE (Asociación Pro
Derechos Humanos en España) y promotor de la llamada Querella Argentina,
destaca en unas declaraciones a Público que el relato de la
representante española es “erróneo de raíz”. Dice que “está justificando el no
cumplimiento de las obligaciones internacionales contraídas por España en
virtud de la Convención Internacional para la protección de todas las personas
contra las desapariciones forzadas y la Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio, entre otras razones, por motivos de
conveniencia política en un momento dado como fue la Transición ”. Y
explica que confrontar “razones jurídicas con razones políticas”, como hizo la representante española, es “negar
el Estado de Derecho”. Por su parte, Emilio Silva, presidente de la ARMH (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica )
califica en un comunicado como “lamentable” la intervención del Gobierno ante
el Alto Comisionado de la ONU
para los derechos humanos. “Resulta lamentable ver que, en una democracia
como la española, delitos de lesa humanidad, que no pueden prescribir por
ninguna ley de amnistía, son archivados sin llevar a cabo la más mínima
atención a los familiares que han sufrido los delitos más graves que se pueden
cometer contra un ser humano: detenerlo ilegalmente, torturarlo, asesinarlo y
esconder su cadáver”.
García Lorca, fusilado por el bando sublevado
durante la Guerra Civil.
El pasado mes de mayo saltaba a los medios la
polémica sobre cómo se explicaba
en un libro de texto de Primaria el final de los poetas Federico García Lorca y
Antonio Machado. El primero, según el
libro de Lengua del primer ciclo
de Primaria de la editorial Anaya, “murió cerca de su pueblo, durante la
guerra en España”; el segundo se fue con su familia a Francia y “allí vivió
hasta su muerte”. Luis Naranjo,
el director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, criticó públicamente el contenido del libro,
tras tener conocimiento del mismo por las quejas publicadas en redes sociales.
“Hay que plantear los contenidos en un marco de comprensión adecuado al
pensamiento concreto a los niños de esa etapa –destacó entonces Naranjo–, pero
hay formas honestas de hacerlo sin simplificar el discurso” porque ellos “entienden
muy bien qué es el bien y el mal y lo que significa muerte violenta”. Anaya retiró rápidamente el libro y
publicó uno nuevo, corrigiendo los errores históricos que figuraban sobre la
muerte de ambos poetas. Fuentes de esta editorial señalaron que el libro retirado
había estado, desde 2011, en muchas aulas y cientos o miles de niños lo habían
estudiado sin que hubiera habido polémica o queja desde docentes, asociaciones
de padres y consejerías educativas. No obstante, recalcaban las mismas fuentes,
la información que se daba sobre los poetas citados en el libro retirado era “sucinta y sin ánimo de censurar ni quitar
nada” y, además, es habitualmente el profesor que ha optado por ese
material el que “amplía la información si lo considera necesario” en clase, en
este caso sobre la Guerra Civil o el exilio”. La nueva edición del
libro que suscitó la polémica, editado por Anaya para el próximo curso, define a Machado como uno de los más importantes poetas de nuestro país y a
Lorca como el poeta que se
convirtió en el más popular de España. Pero, en la nueva edición sí se recuerda
que “Federico García Lorca fue asesinado, víctima de la guerra civil española a
comienzos de esta” y que "Machado
murió en el exilio, en Francia, a finales de la Guerra Civil ”.
Imagen de archivo del fiscal general del Estado
junto al ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Por otra parte, y en la misma cúspide de la Justicia española, otra crisis
en ciernes: Ruiz Gallardón, ministro del ramo, no se habla con Eduardo Torres Duce,
Fiscal General del Estado. “Gallardón –escribía
Vozpópuli el jueves pasado– exhibió ayer en el Congreso su abrumadora soledad.
Comparecía a preguntas del PSOE para hablar del proyecto de reforma de la ley
del aborto. Sus compañeros diputados se mostraron huidizos. Algunos aplausos
leves tras su intervención. Un saludo cortés de García-Margallo. Un
comentario al presidente del Gobierno, de escaño a escaño, con la
vicepresidenta por medio. Y un abrumador vacío en el momento en que circulan
intensos rumores sobre su salida del Gobierno. El ministro de Justicia
atraviesa el peor momento desde que abandonó sobre la marcha la alcaldía de
Madrid para ser nombrado ministro. Se siente desautorizado por Moncloa y baraja
abandonar el Gobierno. Se le amontonan los problemas y se le abren nuevos
frentes. Uno de ellos es el deterioro de su relación con el Fiscal General del Estado, Eduardo
Torres Dulce. Apenas se hablan. Su trato es distante, oficial y
frío. Hace ya tiempo que esta circunstancia ha trascendido los límites del
despacho. En la familia judicial, se da por hecho que esta ruptura no es de
ahora y que tiene difícil solución”. Ante el fracaso de Ruiz-Gallardón en la
reforma de la Justicia ,
el aumento de las tasas judiciales y las huelgas amenazantes de jueces y
fiscales, se le cuentan los días al frente de su ministerio.
La apología del franquismo no es delito para el PP.
“El mismo Fiscal General no duda en lanzar dardos
y críticas nada disimuladas hacia el titular de la cartera en cuanto tiene
ocasión. La convivencia entre ambos está lastrada de discusiones y choques
abiertos. Uno de los más recientes ha sobrevenido a causa de la investigación
sobre la familia Pujol. Quería Gallardón que todas las causas referidas a la
familia, dispersas ahora por diversos juzgados e instancias tanto de Madrid
como de Barcelona, se centralizaran en la Audiencia Nacional.
Pero sus instrucciones no han sido, hasta ahora, satisfechas. El fiscal
Anticorrupción aseguró hace unos días que sería un error montar un 'macroproceso' con todos
los asuntos de los Pujol ya que dificultaría las diversas
investigaciones ahora en curso… La
Fiscalía no atiende las sugerencias del ministro. Se ha
erigido una barrera de comunicación que trasciende ya a las decisiones
judiciales. Torres-Dulce ha criticado en los últimos tiempos tanto la dotación
de medios de la Fiscalía
como la iniciativa de retirar el aforamiento a jueces y fiscales y hasta la
forma en que se conduce el Gobierno que legisla a golpe de alarma social. Un
fiscal que va por libre y un ministro que amaga con buscar la puerta de salida.
Esta es la situación cuando se observa con detenimiento la cúspide de la Justicia ”.
Imágenes de la España Mariana en seis fotomontajes.
Imágenes de Erlich:
Desde Mallorca, el humor de Pep Roig: Pendencia, Una de marionetas, Vamos a contar
mentiras, Los olvidados, Resignación, Inseguridad.
Terminamos con cuatro vídeos. En el primero, Pablo de Greiff –el Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el fomento de la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición de crímenes y violaciones graves de los derechos humanos–, presenta en Ginebra (Suiza) un informe sobre la situación española, en el que critica la postura del Gobierno por no reparar a las víctimas del franquismo.
Esta es la Intervención de Ana María Menéndez, embajadora de España ante la ONU, representante del Gobierno español.
En el tercero, Jordi Évole le saca a Artur Mas las verdades que éste no cuenta en sus arengas independentistas.
En el último, el trompetista Luis “Perico” interpreta la clásica pieza de Carlos Gardel.
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