Cabezas de cerdo en las fronteras para “espantar” a los refugiados.
Eurodiputado húngaro propòne colgar cabezas de cerdo en las fronteras para repeler refugiados.
Tras la polémica suscitada por
las fuerzas de seguridad húngaras, que colocaron espeluznantes monigotes en
varios tramos de la frontera del país para asustar a los refugiados, el pasado
viernes un eurodiputado húngaro propuso reforzar las vallas de las fronteras
con cabezas de cerdo con el mismo objetivo, según recoge 'The Sun'. La
controvertida propuesta fue planteada a través de Twitter por el eurodiputado
Gyorgy Schopflin (un antiguo empleado de la BBC y profesor residente en
Londres, que ocupa un escaño desde 2004 en la Eurocámara por el partido Fidesz
de Orban), respondiendo de esa forma al
director de Human Rights Watch, Andrew Stroehlein, que denunció la presencia en
las vallas fronterizas de espantapájaros fabricados de forma artesanal con
verduras en los siguientes términos: “Los refugiados huyen de la guerra y la
tortura. Hungría, vuestras cabezas hechas con tubérculos no los detendrán”.
Schopflin respondió al comentario
de Stroehlein, afirmando que está de acuerdo en ese aspecto, que “las imágenes
humanas son haram (sagradas)”, a lo que añadió: “Estarás de acuerdo en que las
cabezas de cerdo los disuadirán con mayor eficacia”, desatando con ello una
acalorada discusión. El director de Human Rights Watch respondió al húngaro
calificando su comentario de “desagradable”, “xenófobo” y de incitar con él al
“odio”, algo que –dijo–esperaría de “un troll neonazi anónimo, pero no de un
eurodiputado”. Paralelamente, otros internautas consideraron “vergonzoso” que
personas como el político húngaro representasen así a su país.
Hungría fue el primer país de la
Unión Europea que selló sus fronteras con alambradas para detener a los
refugiados, siendo uno de las naciones que más se opone a la política
migratoria de la Unión Europea. El Gobierno húngaro asegura que la afluencia de
refugiados representa un peligro para la forma de vida, la cultura y las
tradiciones cristianas europeas. La sugerencia de Gyorgy Schopflin, ha
provocado una oleada de críticas en las redes sociales. Hungría ha adoptado una
de las posturas más duras dentro de la UE contra el flujo masivo de inmigrantes
y refugiados. El año pasado, instaló una valla con concertinas a lo largo de su
frontera sur para detener a los inmigrantes, que patrullan miles de soldados
adicionales.
Posteriormente, Gyorgy Schopflin
sostuvo que nunca planteó la propuesta de colocar cabezas de cerdo, asegurando
que su comentario había sido “un experimento pensado". No obstante, dijo
que no preveía pedir disculpas. “Es antropológicamente intrigante lo sensibles
que son estos temas”, añadió.
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