Sánchez no está muerto y se mueve en las arenas movedizas del PSOE.
En la entrevista en el programa
“Salvados”, de La Sexta, Pedro Sánchez reveló que, desde el diario de Juan Luis
Cebrián, se le hizo llegar que no le iban a dar su respaldo editorial si no
buscaba un acuerdo para facilitar un Gobierno conservador. Sánchez acusa a 'El
País', Alierta (Telefónica) y a “otras personas” de evitar un Gobierno de
izquierdas y arremete contra el Ibex 35, la Gestora, Felipe González y Antonio
Hernando. Asegura, en su primera entrevista desde que dejó el escaño, que el
PSOE está condenado a entenderse con Podemos y constata que dará la batalla:
“No estoy muerto”, reconoce y surge de las arenas movedizas del PSOE.
El ex secretario general del PSOE
acusa directamente al diario 'El País', al expresidente de Telefónica, César
Alierta y, a otras personas, de haber “evitado un Gobierno de izquierdas”. Defiende
su gestión al frente del partido y confiesa que decidió no facilitar el
Gobierno de Mariano Rajoy. Reprocha a la Gestora del PSOE haber creado un
dilema innecesario al buscar una votación en bloque y no una votación técnica
de sólo once miembros. En la entrevista con Jordi Évole declara que quiere
volver a intentar ser secretario general del PSOE y que se presentará a las
primarias, si “la piscina tiene agua”. “El PSOE y Podemos –reconoce– están
condenados a entenderse. Y el PSOE debe reconciliarse con el votante de
izquierdas”. Censura la traición en toda regla de Antonio Hernando, portavoz
del PSOE en el Congreso, y pide a Susana hacer una reflexión para que el
socialismo andaluz “sea un sistema de estabilización del socialismo español”.
Finalmente, se atreve con Felipe González de quien dice que ya no es Dios.
“No estoy muerto –reconoce, tras
haber dormido apenas tres o cuatro horas y haber pasado uno de los días más
duros de su vida política–, aquí estoy, dispuesto a no morderme la lengua. Me
gustaría presentarme a las primarias, pero lo consultaré con la militancia. Si
me apoyan, estaré ahí”. Atribuye su destitución a las presiones de medios de
comunicación y de algunos grandes empresarios que le advirtieron expresamente
de “las consecuencias” para que no pactase con Podemos. Es la primera vez que
alguien con posibilidades de ser presidente del Gobierno destapa públicamente
un escándalo de esta envergadura. Ha utilizado un tono muy distinto al de Pablo
Iglesias, pero las acusaciones vertidas por él superan con creces sus ataques
desde la tribuna del Congreso. Afirma que no está en guerra con los actuales
dirigentes, sino que quiere un “modelo de partido diferente” que hoy ha
empezado a definir. Por supuesto, manteniendo su ‘no’ al PP por delante.
La primera reacción frente a sus
palabras fue el pirateo de una página web –Pablo Iglesias ✔
@Pablo_Iglesias–, recién creada por él para recoger votos de sus simpatizantes
y “recuperar el PSOE”. Asegura que dicho pirateo tenía el “objetivo de dejarle
fuera de servicio e impedir que la gente se inscribiera” en sus páginas. El ataque
se produjo durante la entrevista que ofreció en La Sexta, la noche del domingo.
Desde su lanzamiento, la web ha sufrido problemas técnicos y a ratos no ha sido
posible acceder a ella, como sucedió por la misma noche. Pero Sánchez está
decidido a continuar en su lucha.
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