Exhibición del Mundial Femenino de Baloncesto, sin mujeres (solo una), y con un obispo.

En la foto del sorteo del Mundial de Baloncesto Femenino, en La Laguna, “se coló” una mujer y un obispo.

La Federación Española de Baloncesto preparó el pasado martes, en Tenerife, la organización de esa  competición internacional de selecciones (a desarrollarse en septiembre próximo), tras haber recibido un vendaval de críticas en la presentación de julio del año pasado, aunque ahora, a diferencia de la anterior, ha sido a cuenta del sorteo de los grupos del Mundial Femenino de Baloncesto 2018. Entre más de una docena de hombres, entre los que se perdía la presencia femenina, y la presencia de un obispo, se sortearon los grupos y los enfrentamientos entre las selecciones en la primera fase. En las imágenes oficiales de las actividades programadas por el organizador y las administraciones públicas colaboradoras sólo aparecía Lena Wallin-Kantzy y el obispo de la Diócesis Nivariense (de la provincia tinerfeña), Bernardo Álvarez. El presidente de la Federación Española de   Baloncesto  (FEB), el exjugador Jorge Garbajosa, resaltó que España llega a esta Copa del Mundo con una selección que “está escribiendo las mejores páginas de su historia” (en los últimos años, el equipo nacional ha sido subcampeona del mundo, plata olímpica y campeona de Europa) pero con una sola mujer. Las redes sociales no han dejado de mostrar el descontento por lo otra vez ocurrido, y los mensajes críticos ante esta realidad no se han hecho esperar.

Es cierto que antes fueron cuatro mujeres, las ex jugadoras de la selección española Elisa Aguilar, Margarita 'Wonny' Geuer y Nieves Anula, además de la italiana Catarina Pollini, la presencia femenina brilló esta vez por su ausencia. Entre los presentes, Hamane Niang, vicepresidente de FIBA y presidente de FIBA África; Jorge Garbajosa, presidente de la FEB; Manuel Gomez Padilla, presidente de la Federación Canaria y Vicepresidente FEB; Lena Wallin-Kantzy, miembro del Comité Ejecutivo de FIBA; Fernando Clavijo Batlle, presidente de las Islas Canarias; Carlos Alonso Rodríguez, presidente del Cabildo de Tenerife; José Alberto Díaz Domínguez, alcalde de San Cristóbal de la Laguna; Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife y José Manuel Bermúdez Esparza, alcalde de Santa Cruz de Tenerife. Este último. Como representante de la Iglesia.

Sin embargo, la presencia de una sola mujer como representante femenino del grupo se hizo harto curiosa. No obstante, el Presidente de la FIBA, Horacio Muratore, aseguró que estaba “ilusionado con que Tenerife sea la organizadora de la Copa del Mundo FIBA Femenina 2018, una región que, últimamente, ha disfrutado de un gran crecimiento y exposición del baloncesto. Estamos encantados de ver los recursos que el Gobierno está destinando al desarrollo del baloncesto en las Islas Canarias, así como el fuerte deseo que los organizadores locales tienen de invertir en baloncesto femenino y que se refleja en la reforma del Quico Cabrera”.  Por su parte, Jorge Garbajosa añadió que “es muy importante para nosotros albergar en nuestro país el torneo de baloncesto femenino más importante del mundo. Al igual que la FIBA, la FEB está comprometida con el crecimiento de la participación de la mujer en el deporte, hecho que se hace evidente en nuestro programa Universo Mujer, que se dedica a mejorar los beneficios económicos de las compañías que invierten en el desarrollo del deporte femenino. La Copa del Mundo FIBA Femenina 2018 será la mejor de la historia de la FIBA”.

La selección española, flamante campeona de Europa, será la gran favorita para adjudicarse la medalla de oro. La Copa del Mundo FIBA Femenina 2018, la competición más grande en el baloncesto femenino, reunirá a los 16 mejores equipos del mundo entre los días 22 y 30 de septiembre. La Federación Española de Baloncesto pretende impulsar un nuevo concepto de este deporte y de la mujer a través de su proyecto Universo Mujer. Pero eso quedó para otra ocasión. La lección de esta reunión es que ellas juegan, ellas dan espectáculo, pero ellos mandan. Todo para las mujeres, pero sin las mujeres.