Cospedal destina más de 26.000 euros a pagar misas para militares.
La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, visita la iglesia del Savador (Castilla la Mancha)
María Dolores de Cospedal,
ministra de Defensa, cree que la revista de la Asociación de Militares
Españoles (AME) “colabora con un objetivo propio del departamento como es la
difusión de la Cultura de Defensa” y, por tanto, merece la ayuda de casi 5.000
euros para distintos proyectos que ha recibido en los últimos años. La AME hacer
uso de forma gratuita de un local de 40 metros cuadrados situado en un edificio
oficial del Ejército de Tierra. Es la respuesta escrita dada por el Ministerio
de Defensa al senador de EH Bildu Jon Iñarritu. Éste había cuestionado que una
asociación de “valores franquistas” utilizase dependencias oficiales del
Ejército. Preguntaba además por las subvenciones a la revista 'Militares',
editada por la AME, en la que se hace apología del franquismo. En su número de
enero cargan contra Zaida Cantera y la responsabilizan del acoso sexual
sufrido.
No es la primera vez que el
Ministerio de Defensa se vio envuelto en una polémica de este tipo. Hace un
año, El Plural denunció cómo la revista oficial del Ejército promocionaba un libro
sobre la “cruzada” franquista de la Fundación Francisco Franco, con un “sentido
prólogo” del ya fallecido José Utrera de Molina, el que fuera ministro
franquista y suegro de Alberto Ruiz-Gallardón. La propia María Dolores de
Cospedal dio la espalda a la ley de memoria histórica de la que tanto reniegan
los nostálgicos del franquismo visitando la tumba de un aviador franquista en
Málaga. El piloto homenajeado, Joaquín García-Morato, fue premiado por la
dictadura con el título de “Conde del Jarama”, por su participación en los
bombardeos en el frente de Andalucía, y en especial sobre la malagueña ciudad
de Antequera.
El BOE del 9 de enero recogía los
convenios del Ministerio de Defensa con siete diócesis y con el Opus Dei para
pagar los “estipendios” derivados de la asistencia católica a los militares
españoles de 2017. En total, sufragar esta asistencia espiritual castrense
costó 26.133 euros a todos los españoles. De esta forma, las Archidiócesis de
Madrid, Sevilla y Santiago de Compostela, las Diócesis de Canarias, León y
Málaga, así como la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei consiguieron estos
“convenios de colaboración” con el Ministerio de Defensa. Y las Fuerzas Armadas
conseguían ser la institución oficial donde menos se aprecia la “aconfesionalidad”
del Estado español. Las mismas fiestas oficiales de cada rama de los ejércitos
coinciden con sus santos y patronas, y las denuncias por no respetar los deseos
de los soldados de separar la espiritualidad de lo profesional se hacen
habituales.
En ningún partido español la
recolocación de colaboradores es tan descarada y vergonzante como la llevada a
cabo por la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que después de
perder las elecciones autonómicas y ser nombrada ministra de Defensa por M.
Rajoy, conseguía colocar a quince de sus antiguos colaboradores en destacados
puestos de la Administración General del Estado, con remuneraciones de 90.000
euros de media. A estos enchufados de Cospeda habría que añadir los nombres
ilustres de Juan Carlos Ortiz Argüelles, excomisario general de Extranjería y
Fronteras, policía muy cercano a Cospedal, que fue jefe superior de la Policía
en Castilla-La Mancha y que hace unas semanas fue nombrado por otro de los
colocados de la secretaria general del PP, el ministro de Interior, Juan
Ignacio Zoido, para la Jefatura Central de Información, Investigación y
Ciberdelincuencia de la Policía Nacional.
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