6 de agosto. Después de Asensio y Polanco.., siguel la lucha por el poder del papel
En los últimos siete años, desaparecieron de España los dos máximos exponentes del poder de la prensa. Primero murió Antonio Asensio, el 6 de abril del 2001, y todo fueron lamentaciones de los suyos y recuerdos de su paso por este mundo. Luego, el 21 de julio pasado, se fue Jesús de Polanco, y llenóse su periódico de elogios y lamentos al “campeón de la comunicación”, al “defensor de la libertad y la democracia”. Ese día, la edición de Madrid de El País, que es la que suelo leer, curiosamente, no ofertaba sus cuatro o cinco páginas habituales de rélax –palabra que sustituye diplomáticamente la oferta de prostitución a lectores selectivos–, pero el adiós a su último dueño, junto con esquelas gigantescas que llenaban de luto las galeradas, más las páginas publicitarias, se comían casi el resto de noticias. Así se conmemoraba el entierro de los que controlaron la prensa estos últimos años, los últimos homenajes de empresarios, políticos y figuras del mundo de la comunicación frente a estas lumbreras humeantes del negocio periodístico.
Al sepelio de Jesús del Gran Podere asistieron incluso sus enemigos más acérrimos de su política periodística. “Discrepábamos de él –declaró Rajoy quien desatara la campaña mantenida contra el País, mostrando al mismo tiempo su “amistad” con el preboste–, pero nuestra relación siempre fue correcta”. Varios premios nacionales e internacionales mostraron, en los días sucesivos al necrológico suceso, su adhesión inquebrantable al que había sido uno de los hombre más poderosos de España. “Si el capitalismo tiene rostro humano –llegó a decir Saramago, recordándole– ese rostro humano es el de Jesús de Polanco”. Pero, al día siguiente de su muerte y antes de que fuera enterrado en el cementerio de la Almudena, El Mundo, diario que pugna por superar las ventas de El País, recordaba, en un editorial titulado “El editor del poder”, la polémica trayectoria de este “profesional del ventajismo, muy mal acostumbrado a tener ministros en su nómina”, según José Luis Martín Prieto, ex miembro de la Redacción fundacional de El País. Y señalaba que había empezado “vendiendo enciclopendias de puerta en puerta, simultaneando su trabajo con sus estudios de derecho”.
El mismo día del deceso de Polanco, ambos periódicos conmemoraban el éxito de reinar en Internet. El 25 de julio, cuatro días después de la muerte de Polanco, “elmundo.es” titulaba que superaba en 2’7 millones de usuarios al mes al “país.com”. “El Mundo –escribía, por su parte, El País– creció sólo un 2 por ciento hasta situarse con 324.395 ejemplares. Globalmente, los diarios de Prisa superaron a los que integran Unedisa en un total de 36.237 copias”. Hoy, pasadas dos semanas, la lucha por mantenerse en el poder continúa tensando las cuerdas, registrándose nuevos movimientos estratégicos y volviendo el capitalismo a perder su rostro humano. Pedro J. Ramírez, hombre fuerte de Unidad Editorial, sigue más decidido que nunca a convertirse a toda costa en el factótum del mundo de la prensa, pese a ser sólo gestor, como Juan Luis Cebrián, y no propietario, como Polanco. Tras hacerse con el Grupo Recoletos, presume de dirigir el mayor grupo español de prensa escrita en lo que a número de ejemplares se refiere y está dispuesto a reemplazarle y a ganar definitivamente la batalla.
Por de pronto, con el fichaje de la historiadora Carmen Iglesias como nueva presidenta de Unidad Editorial, relegando al profesor Jorge de Esteban, Pedro J. acaba de dar un paso significativo. La miembro de la Real Academia Española desde su fundación, así como de la Academia de al Historia, fue, asímismo, profesora del Príncipe, cargo que, para Pedro J. Ramírez, tiene su peso en oro en su forma de acercarse a la Zarzuela. Curiosamente, El Mundo habló del secuestro judicial de la revista “El Jueves”, pero sin mojarse demasiado por el semanario humorístico. En su blog, Elmundo-es, ya advierte, el 20 de julio pasado, que la actual dirección de la revista, había recibido alguna vez "algún toque" de la Casa Real que les habría pedido "una reflexión" sobre la manera en la que se trataban los asuntos relacionados con la Corona.
El nombramiento de Iglesias para Unidad Editorial sigue en la misma línea de defensa a ultralza del Príncipe y la Princesa, la misma que mantiene con la noticia de las giras oficiales de la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, la mujer más odiada del PP, en la que, sin embago, su periódico se deshace en elogios. “Este año –dice El Mundo–, ha organizado una gira por América para visitar seis países en 12 días, con una agenda apretadísima de actos y contactos... No cabe duda que la vicepresidenta está en forma”.
Pedro J. Ramírez, que ya había mostrado su sostén a Jaime Matas, el hasta ahora “president del Govern Balear”, busca igualmente el apoyo de Francesc Antich, del PSOE, el nuevo “president” quien podría echarle una mano frente a Joan Lladó, presidente de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) y hoy conseller de Interior del Consell de Mallorca. En el verano del 2005, Lladó fue imputado por los delitos de coacciones como principal secuaz de Joan Puig en la invasión de la piscina del director de El Mundo. Medio centenar de manifestantes, entre los que se encontraba Lladó, acusaron a Ramírez de “apropiarse de una zona pública para llenarla de cemento”. Joan Puig y Joan Lladó lograron acceder a la piscina, situada sobre las rocas, al lado de la playa, y se bañaron en ella. El fiscal apreció delitos de coacciones y lesiones en su actuación política contra la propiedad de Ramírez. Lladó amenazó el verano pasado con repetir esta acción, anunciando en rueda de prensa que «este verano va a hacer mucho calor y necesitaremos bañarnos en la piscina de Pedro J. Ramírez».
Es la letra menuda del poder que acapara Ramírez, cuyos tentáculos llegan hasta esta isla, sobre todo cuando todos los miembros de la Casa Real se encuentran en Mallorca, capital veraniega del Reino.
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