viernes, 12 de septiembre de 2008

12 de septiembre. Narices, injertos, estiramientos, melenas...



A menudo, los personajes más conocidos se cambian la nariz, la cara o lo que sea necesario por motivos estéticos. A mediados de agosto, la Princesa Letizia, recomendada por el servicio médico de la Casa Real, se sometió a una septorrinoplastia pero sus médicos alegaron enseguida que no había sido por motivos estéticos, sino para mejorar sus problemas respiratorios. Los Príncipes de Asturias, que tuvieron que interrumpir inesperadamente su descanso estival por el accidente aéreo en Barajas en el que murieron 153 personas, visitaron los diferentes hospitales de Madrid, donde permanecieron ingresados 19 supervivientes de la tragedia aérea. Fue entonces cuando el público reparó en la nariz de la princesa.

La nueva imagen de la Princesa de Asturias se publicó en las primeras páginas de los periódicos y en las revistas del corazón. La nueva nariz de la princesa, que había costado casi el sueldo de un currante durante un año, se había hecho noticia. Pero no había sido en Ginebra, ni en Suiza, ni en los EEUU, sino en el hospital en el que nacieran sus dos hijas. La princesa había recalado el 11 de agosto en el Hospital Ruber Internacional, en Mirasierra (Madrid) para hacerse casi en secreto una rinoplastia. Sólo el trágico accidente de Spanair había trastocado sus planes. Pese a que apenas levantara la cabeza del suelo, compungida y lívida por aquel acontecimiento trágico, dejando que el Príncipe hablara por ella, algunos periodistas advirtieron enseguida su rostro y notaron en él una expresión diferente. Y a la Casa Real no tuvo más remedio que reconocer el cambio en su nariz.

Los príncipes de Asturias volvieron a aparecer en la portada de la revista “El Jueves”, aunque, en esta ocasión, a causa de la operación de nariz. “Felipe, sorprendido con una desconocida”, tituló este semanario humorístico que más portadas ha publicado de los integrantes de la monarquía. La revista incluía varios fotomontajes con el título "Más cirugías para la realeza", donde se observaban a varios integrantes de la casa real con algunas partes de la cara transformadas. Igualmente, la moda de los cambios de imagen afectó a otros personajes de la política. El jueves, 4 de septiembre, saltaba la noticia de que José Bono, presidente del Congreso, había aprovechado el verano para hacerse unos implantes capilares que le permitieron lucir su frondoso flequillo en un programa de televisión. El injerto había conseguido rejuvenecerlo por unos años, aunque conservando la misma ideología y talante de católico practicante de siempre.

José María Aznar, fue otro de los políticos que intentó mejorar su imagen de “huraño funcionario de enjuto bigote y pelo negro pegado a la cabeza”, convirtiéndose en joven ex presidente de melena suelta, larga cabellera y bigote cada vez más canoso. Otro tanto ocurrió con el presidente italiano, Silvio Berlusconi, que pasó por el quirófano y por un salón de belleza para su estiramiento facial, su implantación de pelo y su blanqueó de dientes. También Carlos Ménem, ex presidente argentino, se estiró su rostro, cambió el color de su pelo y consiguió una sonrisa más atractiva. Aunque su cara, sometida a repetidos liftings, mantiene los estragos que dejan a su paso los 78 años que tiene. Y la imagen del presidente galo, Nicolás Sarkozy, fue cuidadosamente presentada por que la revista Paris Match, tras ser sometida a unos retoques para disimular un michelín. Lo que no impidió ligarse a Carla Bruni, una supermodelo de los años 90 y convertirla en su flamante esposa.

Pero, curiosamente, a ninguno de los personajes de actualidad o de moda se le ha ocurrido hacerse un injerto de la corteza cervical para renovar o cambiar sus ideas. Seguro que, de haberlo intentado, hubieran ganado varios puntos. Aunque no hay quien dude de que ésta sea una moda oportuna en un futuro.

2 comentarios:

mda dijo...

Lo que no me parece normal es el bombo que le dan a que se operen. Vale, se han operado, ya está... si nos preocuparamos más de otras cosas todo iría mejor.

Anónimo dijo...

Es curioso. Hay en TVE. una presentadora con un parecido extraordinario con Leticia Ortiz. Quizá sea esta la autentica Leticia, la de antes, que vuelve a dar noticias, y la de las últimas apariciones tras el accidente aéreo podría ser Eva sanum tras hacerse otros retoques. ¿quien es quien? chiflos.