martes, 24 de julio de 2012

Mossos y antidisturbios aconsejan: Al “enemigo”, ni agua.

Jodi Arasa, subinspector de los Mossos d'Esquadra.



Jordi Arasa, subinspector de los Mossos d’Esquadra, es el agente responsable de la detención kafkiana de José Miguel Esteban Lupiañez, la persona discapacitada que circulaba de noche, en silla de ruedas, en la manifestación de solidaridad convocada en Barcelona contra el encarcelamiento de 4 jóvenes tras la huelga general. “Una furgoneta de los Mossos –cuenta Qaesar, en su blog El Ventano–, se situó detrás de él. El agente intentó apartar la silla de Esteban, pero no lo logró. Arasa levantó a Esteban de su silla y lo metió en volandas en la furgona, para trasladarlo detenido a la comisaría de Les Cors. La silla quedó abandonada en la calle. Poco después, varias personas la llevaron a la comisaría y presentaron una denuncia ante el juzgado de guardia de la Ciudad de la Justicia. El juez requirió a los Mossos las llaves de casa de Esteban para que su esposa, con una grave enfermedad, pudiera ser atendida por los servicios sanitarios. A media noche, Esteban quedó en libertad con cargos”.

Jordi Arasa, cuyo número de placa profesional es el 4364, ha sido criticado repetidas veces por varios de sus compañeros. Se trata del único agente identificado que consta en la querella presentada por 57 heridos en las cargas policiales del 27 de mayo de 2011, recientemente archivada, donde Arasa protagonizó escenas de violencia policial gratuita. “En 2006, en Esplugues de Llobregat –concreta Qaesar–, este agente fue quien ordenó la polémica carga contra un grupo de manifestantes, con familias y niños, que protestaban contra el Plan Caufec. Fruto de las críticas sociales y vecinales que suscitaron aquellos hechos, Arasa fue trasladado del Baix Llobregat en el Barcelonès".

No es la primera vez que un agente de policía se ve involucrado en acciones claramente desproporcionadas con su labor. El pasado mes de febrero, Antonio Moreno, Jefe Superior de Policía de la Comunidad Valenciana, llamó “el enemigo” a los estudiantes y utilizo tácticas “militares” que han hecho furor entre los antidisturbios, al menos, entre los mandos de las Unidades de Intervención Policial (UIP). Según Diariocrítico, Javier Nogueroles, inspector jefe al mando de la 1ª UIP, compuesta por 1.100 antidisturbios, ofreció antes de la manifestación del pasado jueves, un informe a sus subordinados en el que les prohibía taxativamente cualquier acto de confraternización con el “enemigo”. Nogueroles, que manda la 1ª UIP desde hace cinco años, les dijo que cualquier gesto de solidaridad con los manifestantes iba a suponer la apertura de “un expediente sancionador severo”.

“Interior está muy preocupado por algunas lecturas que se han hecho públicamente de gestos habidos entre los antidisturbios desplegados, entre otros sitios, en el Congreso de los Diputados. El quitarse los cascos hace unos días, por ejemplo, cuando se manifestaban policías y bomberos, se interpretó erróneamente como un gesto de solidaridad, cuando en realidad se trató de una orden del jefe de la Unidad al ver que no había peligro de confrontación. Nogueroles les ha dicho ahora que al ‘enemigo’ ni agua”.

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