En Antequera, los menores de 11 años entran gratis a las plazas de toros.

Alcalde de Antequera, Manuel Jesús Barón Ríos.


Núñez Feijoo y Mariano Rajoy, en los toros.


En Antequera, los menores de 11 años, entran gratis a las plazas de toros.
Viñeta de J. R. Mora.

El Estado prohíbe la venta de videojuegos que contienen violencia, sexo o drogas a menores de 18 años, así como la entrada al cine a menores de 16 para ver películas de terror. Pero, por el contrario, permite que, en Antequera (municipio malagueño en manos del PP), los niños menores de 11 años tengan libre acceso a contemplar el maltrato animal. Allí, los niños menores de 11 años, según anunciaba el propio alcalde, entrarán gratis en la feria de agosto de esta localidad. También los desempleados, menores de 21 años y los jubilados tendrán un descuento del 20% sobre el precio de la entrada. Así lo anunció el alcalde, junto con la concejala de cultura y el empresario de la plaza, en una declaración de intenciones destinada a fomentar el maltrato y muerte animal desde la raíz. Pero lo que más llama la atención es que se promueva la entrada gratuita al espectáculo sangriento a los niños.

Mientras se criminaliza, clasifica y prohíbe cualquier juguete o juego por sexista, pornográfico, bélico y/o violento, en Antequera se potencia y subvenciona la asistencia de niños de corta edad a las plazas para que puedan presenciar de cerca la muerte de animales a manos del hombre como espectáculo lúdico. Y que puedan aplaudirlo mientras un señor se fuma un puro a su lado. “Si su hijo –comenta J. R. Mora–, tras llevarle a ver una corrida de toros, decide abrirle la cabeza con un martillo a su mascota o a la de su vecino, explíquele que eso está mal, que es violencia. Luego vuelva aquí y, si puede, cuénteme cómo lo argumentó”.

Por supuesto, desde el gobierno de Rajoy ni se han inmutado por la sugerencia. “Por qué tendrían que alarmarse cuando es de sobra conocida la afición por los toros tanto del presidente Rajoy, al que se le ha visto en la plaza fumando algún purito, como del ministro Miguel Arias Cañete, cuñado de la ancha saga de los ganaderos Domecq Solís –Borja, Fernando o el fallecido Juan Pedro– por su matrimonio con Micaela, novena hija de Juan Pedro Domecq y Díez, como la de la estrecha y activa vinculación taurina de Pío García-Escudero? ¿O acaso alguien ignora que Pedro Morenés –flamante ministro de Defensa– es tío segundo de Juan Pedro Domecq hijo, actual responsable de la prestigiosa vacada?