El suicidio de Canal 9.
Miles de personas durante la manifestación convocada por el
Comité de Empresa de RTVV bajo el lema “RTVV no es tanca. És la teua”.
José A. Pérez, ha escrito opinión en Público,
Orsai y El Correo. Ahora lo hace en Rolling Stone, Jot Down y El
Confidencial. Además, tiene una sección
en "Hoy por Hoy" (Cadena SER) y otra en "Más que palabras"
(Radio Euskadi) y mantiene un blog www.mimesacojea.com,
donde publica “lo que nadie en su sano juicio me publicaría. Dice ser “de
extrema derecha por la mañana, sobre todo cuando madrugo, pero me reconcilio
con los derechos civiles después del segundo café”. Es el autor del artículo
que sigue, titulado ‘El suicidio de Canal 9’ , en el que dice:
“Algunos
periodistas de Canal 9 han descubierto esta semana que llevan una década
manipulando a la opinión pública. El trago ha debido de ser peliagudo. Imagine
usted que llega un martes cualquiera a la oficina y, de golpe y porrazo,
descubre que lleva diez años poniendo cara y palabras a la propaganda de una
panda de corruptos medio tarados. Un shock.
“Porque,
claro, de haberlo sabido antes, podrías haber hecho algo. Podrías haberte
negado o, qué sé yo, haberlo denunciado. En última instancia, incluso podrías
haber dejado el trabajo, pero, ¿cómo ibas a suponer que estaba ocurriendo algo
así? Al fin y al cabo eres periodista, no adivino. A ti te decían di esto
y tú lo decías lo mejor que sabías, bien vocalizado y con una sonrisa.
“Y eso
no es lo peor. O igual sí, vaya, pero no es el único disgusto que se han llevado
los currelas de Canal 9 esta semana. Resulta que, al mismo tiempo que se
descubrían cómplices involuntarios de la manipulación política, han sido
informados de que están a punto de dejar de serlo. Por fin de obra.
“Para
exponer su desacuerdo con el cierre de la herramienta propagandística en
cuestión, sus trabajadores han decidido ocuparla. La consecuencia para el
espectador ha sido, como mínimo, sorprendente. Por primera vez, los
informativos de Canal 9 han atacado al Gobierno autonómico. Y como la gente
está ávida de motines, la audiencia de la cadena se ha doblado. Es normal,
después de todo, ¿quién ha visto alguna vez a una televisión autonómica
atacando al gobierno que la mangonea? Desde un punto de vista televisivo, es
algo tan exótico como un perro en un monopatín o una llama conduciendo un
Twingo.
"Alguno
de los periodistas okupas, arrebatado por el aroma de la libertad recién
conquistada, ha declarado que "nunca había trabajado con tanta
independencia". Claro que en la entrevista no especifica si lo había
intentado alguna vez.
“El
presidente de la
Generalitat , por su parte, dice que él no va a cerrar un
colegio para salvar una televisión. Menos mal que todavía quedan hombres con
las prioridades así de claras. Imagínense ustedes a un niño muriendo en una
esquina porque el dinero de su terapia se ha gastado en, póngase por caso, un
plano aéreo de las fallas. Ni siquiera la habilidad dialéctica de los líderes
de la Generalitat
podría justificar tal cosa (salvo que el niño muerto sea moro o negro, en cuyo
caso empezarían a surgir los matices).
“Y en
un giro de trama propio del mejor Mihura, el president, alarmado por la
okupación de la tele y los titulares que está generando, ha declarado, con
escándalo manifiesto, que los periodistas manipulan. Y no solo manipulan, ¡es
que manipulan con dinero público!
“No es
difícil imaginar a Fabra, cabreadísimo en su despacho, gritando a algún
subalterno:
- ¡Esos
cabrones están manipulando al revés!
“Hace
diez años, los ciudadanos de Valencia perdieron su televisión. La agonía ha
sido lenta y trabajosa, como cualquier proceso en la administración pública
española. Esta semana, por fin, Canal 9 ha fallecido. Causa de la muerte: suicidio. Tenía
24 años y toda la vida por delante”.
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