Un juez admite una querella contra Bauzá, presidente del Govern Balear.
Bravo y Bauzá, frente a frente.
Antoni Garcías, titular del Juzgado de Instrucción
número 7 de Palma, admitíó la querella interpuesta por UGT contra el presidente
del Govern, José Ramón Bauzá, por presuntos delitos de malversación de caudales
públicos, prevaricación y tráfico de influencias. Lorenzo
Bravo, exlíder del sindicato, presentó la querella contra Bauzá, “por haber empleado los
servicios de la Abogacía
de la Comunidad
Autónoma ” en la demanda que presentó contra el sindicalista, a
raíz de diversos improperios que éste profirió contra el president. Dicha
demanda fue archivada tanto en primera instancia como por la Audiencia Provincial
de Baleares. En su resolución, el magistrado abunda
en numerosa jurisprudencia. Afirma que Bauzá utilizó “indebidamente” los
servicios jurídicos de la
Comunidad , con los que “quiso ejercer una acción
personalísima a favor de su honor”. E incide: “Es obvio que las palabras que
profirió Bravo contra Bauzá tenían únicamente vocación personalista y
personalísima, y no se trasladaban a otra esfera ni podían trasladarse pues
calificarlo de 'facha' es algo exclusivamente personal, al afectar a la
ideología y/o comportamiento del individuo, o criticar la forma de peinarse por
el empleo de brillantina es también calificar al sujeto”.
No obstante, el presidente Bauzá mantuvo su
proceder que llevó a cabo, según los querellantes, “de forma pueril y con el único
propósito de ahorrarse las costas procesales en caso de ser condenado,
y el de las minutas del letrado que hubiera debido contratar, así como las
tasas y aranceles del procurador” a tenor de la actual situación legislativa.
“El querellado Bauzá –añade el escrito del letrado, Alonso de Caso– ha saqueado
el erario público mientras su patrimonio personal aumentaba, también gracias al
erario público”. El letrado asevera que el jefe del Ejecutivo balear, “sin el
dinero de los ciudadanos, no tendría fuentes de ingresos pues sus negocios
privados no han sido demasiado fructíferos”. Alonso de Caso insiste en que “el
comportamiento de Bauzá no sólo tiene fines crematísticos, sino de plena demostración y
ostentación de su poder como autoridad, de exponer y evidenciar
de forma egocéntrica y megalomaníaca quién es el presidente de Baleares aunque
deba delinquir para ello”.
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