Las mujeres del PP.
Rosa María Artal es la autora de este texto publicado en su web (El Periscopio): “No les ha bastado con emitir su
voto favorable a continuar con la ley más involucionista de Europa sobre el
aborto, necesitaban más. Necesitaban levantarse y, puestas en pie como en los
mejores conciertos, aplaudir al macho (al menos es lo que él parece por su
aspecto físico) que vuelve a decretar la minusvalía mental de las mujeres como
sucedía en el franquismo.
“La foto, tan expresiva, es de otro
momento en el que el ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, anunciaba
sus intenciones hace unos meses. Este martes se dio como hecha en el transcurso
de la sesión. Dicho queda, aunque en este caso viene a dar lo mismo porque con
distintas ropas las mujeres de esta especie vienen teniendo la misma actitud
desde Isabel La Católica.
En la votación, también hubo aplausos. De mujeres y de
hombres del PP ante un Gallardón exultante de su éxito.
Aquí están.“No conseguirán erradicar el
aborto porque nadie lo ha conseguido jamás. No detendrán las circunstancias que
abocan a muchas mujeres a practicarlo, sino todo lo contrario: su partido ha
empobrecido como nadie en democracia la vida de los españoles de todo género.
No conseguirán que la mayoría de las mujeres se sientan seres discapacitados
ante el varón. Pero ellas aplauden la ley que corta alas femeninas porque así lo aprendieron en su casa y en su colgio monjil.
“No han movido ni la uña recién
pintada con manicura francesa por los niños vivos que hacen una sola comida al
día, gracias a su gestión de gobierno. Sus políticas son directamente
responsables, con
datos, del inaudito aumento de la pobreza infantil que ha metido en
la bolsa de la escasez aguda a 600.000 niños solo en el último año. Ni media
palabra han dicho las aplaudidoras mujeres del PP. Les han quitado colegios,
comedor escolar, libros, transportes, clases de apoyo, pero la iglesia dice que
el nasciturus es la hostia. Y sobre todo que la mujer tiene una misión en la
vida que cumplir: parir.
“Sus ancestros fueron los
vencedores de la guerra tras dar un golpe de Estado. No se comprende su actitud
de no pertenecer a esa casta. Aplaudían también que cortaran el pelo a las
maestras de la República que luchaban por desasnar a este país. Tampoco reniegan de ese pasado.
“Secas, empingorotadas,
soberbias, egoístas, falsas, hipócritas, castradoras, dóciles sin embargo, las
mujeres de la carvernícola derecha española son de toda la vida quienes han
mantenido las esencias de la involución. Solo se han salvado sus descendientes
amamantados por amas de cría. ¿Cómo alguien pudo pensar que se saldrían de la
sagrada misión que la vida les ha reservado? Duras, malas, despiadadas,
crueles, fieras en la defensa de sus propios intereses, no moverían un dedo ni
por su padre moribundo si se apartara dek precepto.
“Ahí están, aplaudiendo, en pié
como ante el Aleluya. Gesto circunspecto el varón triunfador, tan misógino que
cabe preguntarse por qué en lo más recóndito de la razón. Amarran la silla de
las prebendas un poco más. Un día este país despertará. En un abrupto abandono
de tantos sueños de impunidad. Porque la realidad, década tras década, es una
foto fija que desde el blanco y negro vira al color en distintas tomas pero
muestra la misma caspa. Y llega un momento en el que hay que cambiar de rumbo”.
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