Cospedal, comoTrump, equipara la seguridad con el aumenta de gasto militar.
Dolores
de Cospedal, en la Pascua Militar del 6 de enero pasado.
En la Pascua Militar del 6 de
enero pasado, María Dolores de Cospedal decía: “Lo que fuimos explica lo que somos”.
Y pedía un acuerdo sobre financiación del Ejército “que esté por encima de
ideologías”. Como primera medida, en las cuentas de 2017, preveía incluir el
pago de 1.824 millones por programas especiales de armamento en concepto de
facturas pendientes de 2016 y de este año. Y, mientras los recortes del Estado
de Bienestar, de Sanidad y Educación no habían dejado de crecer, la ministra de
Defensa decidía duplicar en los próximos siete años el presupuesto de Defensa.
El mismo día que salían a la calle miles de españoles para defender la
educación pública, la ministra de Defensa, aseguraba que “la inversión en
defensa tiene una prima de riesgo cero y todo son ventajas”. Eso mismo dijo De
Cospedal durante su intervención en la conferencia-coloquio organizada por el
Club Siglo XXI, en la que apostó firmemente por la UE a dos velocidades como
“la mejor manera” para garantizar que el proyecto europeo siga adelante. Cospedal
utilizó como argumento la amenaza del terrorismo islamista radical que obligaba,
según ella, a reforzar la seguridad y a contar con más medios militares. “Por
cada concesión que hacemos al miedo, más crece la amenaza. La única manera de
apaciguar a una fiera es que la fiera te devore”. Y advertía: España es un país
“serio, solvente y cumplidor” y por ello, reiteraba que el presupuesto de
defensa alcanzaría el 2% del PIB, en 2024, lo que suponía duplicar la partida
actual, que estaba en el 0,9%. En su opinión, si, “por falta de medios o por
planteamientos políticos o ideológicos equivocados, un estado es incapaz de
interponer un escudo protector entre su libertad y los enemigos, de poco va a
servir el dinero” destinado a pensiones, sanidad o educación.
Cospedal, en una visita oficial.
De Cospedal, secretaria general
del PP y ministra de Defensa, sostiene que el que España sea un actor relevante
en la defensa común europea hará que tenga un “mayor potencial” en la OTAN y en
el contexto internacional. Recuerda que el compromiso de elevar hasta el 2% el
gasto militar se adoptó en la cumbre de la OTAN de 2014, “no desde que Donald
Trump es presidente de Estados Unidos”. Y defiende la Europa a dos velocidades
al ser “seguramente la mejor manera de garantizar que la UE continúe”. “Los
Veintisiete –reflexiona en voz alta la ministra– no tenemos la misma capacidad
de avanzar, ni las mismas ganas, ni la misma manera de hacerlo”. De no apostar
por un cambio de estrategia en la construcción europea, Cospedal advierte de
que la UE corre el riesgo de “anquilosarse, de quedarse atrás” y de “dejar de
ser una referencia mundial en materia económica, comercial, de derechos humanos,
de libertades y de defensa”. Esta misma tesis
fue defendida por ella tras la cumbre celebrada hace unos días en Versalles
entre los líderes de España, Francia, Alemania e Italia, en la que analizaron
cómo avanzar tras la crisis generada en la UE por el brexit. La salida del
Reino Unido del club europeo fue, según ella, una oportunidad para “dejar atrás,
de una vez por todas, alguno de los frenos que han lastrado” los intentos de fraguar
una política común de defensa y seguridad europea. En relación con el caso del
Yak-42, Cospedal explica que aquel viaje “nunca se llegó a pagar”. Pero, sobre
todo, subraya lo que ella considera “lo más importante” de todo este asunto: el
esfuerzo que se ha hecho para que las familias “sientan que el reconocimiento
de su país a sus familiares es auténtico y de verdad”. “Fueron militares
–declara solemnemente– quienes dieron la
vida por su país y les debemos la consideración, la solidaridad y el cariño
para sus familias. Para mí, eso es lo más importante”.
Los
nazis y los escraches, según De Cospedal.
Las máximas y discursos de
Cospedal no han dejado de ser alabados por los suyos y severamente criticados
por una mayoría. En una Carta abierta a Dolores de Cospedal y publicada en el
Diari Catalunya Lliure, Manel Mas se dirigía a ella: “He querido escuchar sus
antiguos discursos para ver la tónica general de su vocabulario. Y he vuelto a
escucharla decir que aquellas personas que hacían escraches delante los
domicilios de los políticos, eran considerados por usted como nazis. ¿Tiene
idea de lo que es nazismo? ¿No se pasó de rosca con estas manifestaciones?
Declarar ‘nazismo puro’ los escraches le costó la reprobación de los
supervivientes del campo de prisioneros de Buchenwald. En el discurso de la
Pascua Militar ha exaltado las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, cosa que no
le reprocho, pero no ha estado a la altura en algunas manifestaciones. Ha
tenido un recuerdo para aquellos que, durante el 2016, perdieron su vida en
actos de servicio, pero ignoró los 62 muertos del IAK-42, tragedia que el
Consejo de Estado atribuyó al Ministerio de Defensa y a quien era entonces su
responsable. Al hacer referencia a la conquista de Granada, quiso confirmar los
años de existencia de la nación española. Una vez más reinventando la historia.
Y, para acabar, da por hecho que las Fuerzas Armadas son la garantía de la
unidad patria y los fieles defensores de la Constitución. Como siempre ha hecho
España, los problemas se han de resolver a base de guerra. No sabemos hacer
otra cosa. Ahora, por el hecho de pertenecer a la OTAN, hacen servir a los
tribunales. Todo menos dialogar, negociar y pactar. No es difícil, pero no
saben o no quieren hacerlo. Por cierto, ¿en dónde está la operación diálogo,
señora Cospedal? Si usted trataba de nazi a quienes luchaban ¿qué opinión le
merecen los que quieren una Catalunya republicana e independiente. No hace
falta que responda, ya me puedo imaginar”.
María Dolores de Cospedal y James Mattis.
“Si no queréis que EEUU rebaje su
apoyo, tenéis que demostrar que vais a respaldar nuestro sistema de defensa
común”. James Mattis, secretario de Defensa de Donald Trump, y general de
Infantería de Marina recuperado de la reserva por Trump para la secretaría de
Defensa, dijo esta frase en las decenas de conversaciones que mantuvo con sus
homólogos de los 27 países socios de la OTAN. Y lo volvió a repetir ante María
Dolores de Cospedal, que llegó el 23 de marzo al Pentágono con el compromiso de
que España, por primera vez desde su entrada en la organización atlántica en
1986, aumentase su gasto en defensa de manera significativa. Que la Unión
Europea “costee su propia defensa por primera vez desde la Segunda Guerra
Mundial” fue una de las prioridades de la Administración Trump en política
exterior. Y la responsable del Ministerio de Defensa español trata de doblar el
gasto en menos de siete años. “España –comenta Ángel Villarino en El
Confidencial– es uno de los países que más presiones recibirán para elevar su
gasto militar, por su tasa de crecimiento económico y, sobre todo, porque es el
tercero por la cola en el listado que elabora la propia OTAN con criterios
propios. Quitando a Luxemburgo, una nación con 450 soldados profesionales cuya debilidad
militar es un género humorístico en el norte de Europa, solo Bélgica dedica
menos porcentaje de sus recursos que España para la defensa de sus fronteras”. Pero,
desde Defensa insisten en que es un compromiso internacional que quieren
blindar en esta legislatura ante un eventual cambio de Gobierno. “Lo que pide
la OTAN es que se supere ese 2%, algo que hoy solo cumplen Reino Unido,
Polonia, Grecia y Estonia. Son objetivos razonables para la seguridad de
España”, subrayan, aunque admiten que los plazos podrán ampliarse siempre que
empecemos a incrementar el gasto de manera sustancial.
El
F-35 Lockheed Martin.
Desde el Ministerio de Defensa
aseguran que a la OTAN no se la puede engañar con trampas contables. “Ellos
tienen su propia metodología para medir el gasto. Los parámetros son claros y
dicen lo que es gasto militar y lo que no”. Llegar al 2% del PIB, concluyen,
significa gastar más. “Los presupuestos de Defensa bajaron un 30% y en
inversiones, un 50%. Y hay sistemas de armas imprescindibles que están en el
último tercio de su vida útil y deberían ser renovados. Por ejemplo las
fragatas F-80”. En los próximos meses, se definirá cuáles son las necesidades
de las Fuerzas Armadas a largo plazo y se cerrarán las primeras propuestas para
planificar el aumento progresivo del gasto comprometido con la OTAN y EEUU. El
reparto genera expectativas diferentes en una institución que, como ocurre con
la Educación o la Sanidad, ha sufrido duros ajustes durante la crisis. Jorge
Bravo, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME),
cree que la gran prioridad debería ser dignificar las condiciones laborales de
la tropa y la marinería. “Se ha reducido el personal en más de 10.000 personas
y no ha cambiado el modelo, por lo que hacemos el trabajo de los que se han
ido. Cada vez tenemos que hacer más labores de limpieza, jardinería. Hay
cuarteles muy viejos, con falta de higiene. Cuando salimos de misión,
comparamos con otros países y es sangrante”. En el ministerio, aseguran que el
dinero también se utilizará para mejorar la situación de algunos cuarteles,
aunque lo más acuciante es pagar los PEAs (los llamados Programas Especiales de
Armamento) y modernizar el armamento. “Algunos cuarteles podrían estar mejor,
es cierto, y tendríamos que seguir trabajando en ello, pero lo importante es la
operatividad de las unidades”. Lo más urgente para Defensa es “mantener el
nivel tecnológico de nuestro ejército, renovar esas capacidades basándonos
mucho en la industria española, que da puestos de trabajo y trae I+D”. Es
decir, gasto en armamento, tecnología e investigación militar. Y la renovación
de los Harrier, cuya vida no irá más allá de 2025. Su sustituto natural son los
F-35, a 120 millones de euros la unidad y 40.000 euros de mantenimiento por
hora de vuelo. Los fabrica la empresa estadounidense Lockheed Martin.
El exministro de Defensa, Pedro Morenés, nuevo
embajador en EEUU.
El Consejo de Ministros aprobaba
el viernes, 24 de marzo, el nombramiento de Pedro Morenés, anterior ministro de
Defensa, como embajador en EEUU, relevando a Ramón Gil Casares, miembro del
cuerpo diplomático. Tras el cese de Federico Trillo, también extitular de la
cartera de Defensa, por su papel en el accidente del Yak-42, Morenés pasa a ser
el segundo embajador español que no pertenece a la carrera diplomática. El otro
titular es el exministro de Educación, José Ignacio Wert, que hoy preside la
legación española ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), con sede en París. Alfonso Dastis, actual ministro de Asuntos
Exteriores y de Cooperación, es partidario de reservar los nombramientos de
embajadores para los diplomáticos –cuerpo al que él pertenece–aunque no se
cierra en banda a que pueda haber alguna excepción cuando las circunstancias
así lo aconsejen. Su antecesor en el cargo, José Manuel García-Margallo, se
había comprometido a no nombrar embajadores políticos, salvo si las condiciones
así lo exigían. Tras conocerse el nuevo puesto de Morenés, la portavoz de
Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, señala que “las embajadas no son
premios por los servicios prestados” y “tendrían que ser para la gente que
defienda los intereses de los españoles”. Y pide que Morenés comparezca en el
Congreso para explicar cómo piensa afrontar las relaciones con la
Administración Trump desde su nuevo puesto.
Pedro
Morenés sustituye a Ramón Gil-Casares, embajador desde 2012.
En los últimos días, el Gobierno español
recibió mensajes positivos de la Administración de Donald Trump (Departamento
de Estado) sobre la solicitud del plácet para que el exministro de Defensa
Pedro Morenés pudiese ser nombrado embajador del Reino de España en Estados
Unidos en pocas semanas, incluso antes de lo habitual en estos casos. Y una vez
encajados los relevos en los principales puestos del Departamento de Estado, los
trámites en marcha cerraron el nombramiento en dos o tres semanas, antes de que
terminase marzo. En La Moncloa estaban satisfechos con los primeros pasos dados
en la relación con el equipo de Trump, pese a los equívocos de la conversación
telefónica que mantuvieron Rajoy y el presidente estadounidense, al menos en el
ámbito de la política nacional. Ramón Gil-Casares, el actual embajador en
Washington, con mandato 'caducado' y pendiente de relevo desde hace un año,
llevaba al frente de la delegación española desde el 13 de abril de 2012. Pese
a la estabilidad de la Administración de Barack Obama y las buenas relaciones
entre ambos ejecutivos, el proceso se alargó 60 días justos. Y, después de
formar en noviembre el nuevo gabinete en el que María Dolores de Cospedal entró
en la cartera de Defensa, Rajoy propuso a Morenés el destino de embajador en
Washington. A la espera de que se sustanciase la oferta, desde diciembre pasado,
el exministro percibió la indemnización que le corresponde como tal, 4.644
euros brutos mensuales, al no puede volverse a la empresa privada por las
incompatibilidades contraídas como miembro del Consejo de Ministros.
El
Tribunal de Cuentas cuestiona la gestión del exministro de Defensa, Pedro
Morenés.
No obstante, antes de desplazarse
a Washington, el Tribunal de Cuentas insistía en que el Ministerio de Defensa
no fue realista en los presupuestos de los PEAs, entre 2012 y 2014. Denunciaba
sobrecostes, retrasos en las entregas y opacidad en muchos de sus planes. Y el
presidente, Ramón Álvarez de Miranda,
pedía en el Congreso que Defensa hiciese presupuestos realistas y rigurosos
de las misiones internacionales en las que participan las Fuerzas Armadas.
Fátima Iglesias escribía en Vozpópuli: “El presidente del Tribunal de cuentas
ha presentado este martes en el Congreso de los Diputados un informe en el que
denuncia sobrecostes, retrasos en la entregas, sobrefinanciación a la industria
de armamento y falta de penalizaciones. Mantiene además que Defensa no desarrolló ‘una gestión
ordenada y eficaz de los créditos destinados a los Programas Especiales de
Armamento, los conocidos como PEAs’. Este es el término con el que se definen
los programas de adquisición de sistemas de armas iniciados entre 1997 y 2006.
Los PEas son el auténtico agujero en el bolsillo del Ministerio de Defensa. En
su informe, el Tribunal de Cuentas acusa al ministerio que dirigía durante las fechas
fiscalizadas Pedro Morenés, de abusar excesivamente de ‘la financiación a
través de créditos extraordinarios y de pagar con cargo a la Deuda Pública la
mayoría de estos proyectos en vez de hacerlo con cargo al Fondo de Contingencia
como sería deseable’. Además denuncia ‘la escasez de efectivos dedicados a la
gestión de estos programas y la alta rotación de personal’. El Tribunal insiste
en que Defensa tenía que haber establecido un control estricto y permanente de
la gestión internacional de los programas ‘profundizando en la mejora de la
gestión de datos financieros y elaborando presupuestos más ajustados’.
Recomienda el Tribunal de cuentas que ‘se arbitren medidas que permitan
proporcionar un marco estable de financiación de los PEAs y dotarlo de la
flexibilidad necesaria para evitar la incertidumbre financiera que afecta a
estos programas ya contratados’. E impone penalizaciones en los contratos
cuando no se cumplen los plazos”.
María Dolores de Cospedal, al lado de Mariano
Rajoy y Fernando Martínez Maíllo.
Una de las críticas más
recurrentes a la gestión del ministerio de Defensa es la opacidad
presupuestaria de gran parte de los proyectos. En esta línea, según publica
Vozpópuli, la nueva ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, quiere incorporar
a los Presupuestos de este año la partida completa de la inversión en armamento,
algo que ya ha negociado con el PSOE y con Ciudadanos. Cospedal cuenta, por
tanto, con el respaldo de la mayoría del Parlamento. Durante varios ejercicios,
el Gobierno recurrió a créditos extraordinarios para encarar ese tipo de gastos,
siguiendo una actuación que fue también costumbre en los Gabinetes socialistas.
Después de la llegada del PP al ejecutivom a finales de 2011, el PSOE llevó esa
práctica al Constitucional y el verano pasado falló que todo el gasto militar
debe consignarse con cargo a las cuentas Públicas.
En los
pasillos del Hospital Militar Gómez de Ulla se detuvo el tiempo en algún
momento de los años setenta.
Pero la inversión en armamento poco
tiene que ver con la situación en la que vive la tropa. Año tras año, los
soldados sufren recortes sustanciales, sufriendo a menudo los cuarteles
situaciones de precariedad con reparaciones urgentes aplazadas y escasez de material
básico. “En los pasillos del Hospital Militar Gómez de Ulla –escribe Ángel
Villarino en El Confidencial– se detuvo el tiempo en algún momento de los años
setenta. Los viejos carteles con indicaciones para llegar a la cafetería, las
puertas de madera de los despachos, los suelos y la decoración de las salas de
espera parecen un decorado de 'Cuéntame cómo pasó' y piden una renovación a
gritos. Las instalaciones se mantienen limpias y operativas, en una escasez
digna, como si fuese una metáfora de la situación que atraviesa el Ejército español.
Con pequeños altibajos, las Fuerzas Armadas han perdido progresivamente
protagonismo en las cuentas del erario público desde la llegada de la
democracia, una tendencia que se intensificó durante la crisis. Según las
cifras oficiales, el gasto en Defensa cayó el 30% entre 2008 y 2016. Incluso
informes críticos como este (de una de las ONG pacifistas más activas de
España) asumen que la partida se redujo en esos años en torno al 20%, más de lo
que se recortó en Sanidad o Educación. Una situación que podría revertirse
pronto. Después de décadas de ajustes, España ha renovado su compromiso de
doblar el porcentaje del PIB dedicado a Defensa antes de 2024, situándolo en
torno al 2%. Se trata de una exigencia de la OTAN y EEUU que se empezará a ver
reflejada en los próximos Presupuestos Generales del Estado y que supondría el
mayor incremento del gasto militar desde la llegada de la democracia. Y la
pregunta empieza a cobrarse terreno: ¿cómo se repartirá ese dinero?”.
Manifestación
convocada por la Asociación Unificada de Militares Españoles.
Los principales problemas castrenses
son del día a día, como la falta de agua caliente y calefacción en muchos
cuarteles durante el invierno, el deterioro del material con el que trabajan o
el hecho de tener que pagarse la comida durante las maniobras. En el otro lado
de la balanza, más de 750 afiliados de la AUME (Asociación Unificada de
Militares Españoles) se quejan en El Confidencial de lo que consideran
“derroches” y “gastos superfluos”, como la construcción y mantenimiento de
pistas de pádel y golf para los altos mandos, o las fiestas y conmemoraciones. “Pasamos
semanas sin gasoil para la calefacción en pleno invierno, tenemos todas las
duchas rotas, falsos techos rotos y desprendidos en los alojamientos de la tropa…
Hay vehículos, como los Aníbal Santana, que es un 4x4 básico, cuyo
mantenimiento es lamentable”, se quejaba uno. “Los WC de las compañías no se
desinfectan porque no hay material de limpieza. Tampoco hay trapos para limpiar
los vehículos y llevamos años sin calefacción en los vestuarios”, dice otro. “Nos
vamos de maniobras y tenemos que gritar 'fuego, fuego' en tres polletes San
Gregorio porque no hay dinero para fuego real. No hay dinero para mover los
vehículos, que escasean. Falta buen material por todos lados, por no hablar de
los salarios y la alimentación. Se aparenta lo que se puede, pero es todo
mentira. La situación es muy, muy precaria ahora mismo”, comenta un tercero.
“Las residencias militares están reventadas y necesitan una inversión urgente.
El sueldo es de pena. Un soldado no llega a los 1.000 euros trabajando
muchísimo. Se hacen muchas más horas al año de lo estipulado y no se paga un
duro por ellas”, se queja otro. En el ministerio aseguran que un aumento del
presupuesto podría mejorar la situación de la tropa, pero que la prioridad del
gasto ahora mismo es “renovar los sistemas de defensa” que están “al final de
su vida útil” y que suponen un importante desembolso. Otra queja frecuente es
el desequilibrio que perciben entre número de oficiales, suboficiales y tropa,
así como la escala salarial y los privilegios de los altos mandos. “El gran
derroche que yo veo que se produce de forma constante es el de los pabellones
de cargo de los jefes de la UCO. Aparte de la gratuidad total de la vivienda,
tampoco pagan luz, agua, gas, e incluso tienen teléfono gratis. Son prebendas
vergonzosas en pleno siglo XXI y con una gran crisis económica”, se quejan.
Jorge Bravo, presidente y
secretario general de AUME, sugiere que habría otras maneras de repartir el
gasto en las que la tropa y marinería adquiriesen un mayor protagonismo y
recibiesen más formación. Pere Ortega, presidente del Centro Delás sostiene
desde hace tiempo que el Ejército español gasta mucho en armas que no se van a
utilizar de manera efectiva en las operaciones internacionales en las que
participan, por ejemplo, los tanques. “Compramos cosas como los submarinos de
Navantia que se hunden pero no flotan. Son gastos que se hacen para que esas
industrias puedan sobrevivir. Morenés tenía un informe en un cajón en el que se
decía que se podría pasar de 123.000 a 80.000 efectivos y no ocurriría nada. La
solución sería tender hacia un ejército más pequeño y más moderno, con
capacidad real de despliegue. Pero habría que asumir que sufrirían mucho las
empresas armamentísticas”, concluye. Frente a estas propuestas, fuentes de
Defensa aseguran que el Ejército español no puede rebajar la adquisición de
armamento si quiere tener un papel dentro del paraguas de la OTAN y mantener el
tipo ante el resto de países europeos. “La seguridad –repiten – es lo primero
para cualquier país”.
Soldados forman durante el izado de la bandera del desfile militar del 12 de octubre
“El régimen disciplinario de las
Fuerzas Armadas no tolera en ningún caso el castigo físico –escribió Carlos Del
Castillo, en Público del 26 de marzo pasado–. Golpear a un soldado, ordenarle
hacer flexiones o ponerlo a correr por un error o incumplimiento de una orden
es considerado un delito de abuso de autoridad por los tribunales. Sin embargo,
los militares avisan de que sigue siendo una práctica habitual en algunas
unidades. En esta dirección apunta una grabación a la que el diario tuvo acceso,
presentada como prueba por un militar que denunció a su mando directo por acoso
laboral, por someterle a trato vejatorio y por abuso de autoridad. En la
grabación, no es el denunciando –con rango de cabo– el que reconoce que el
castigo físico en el Ejército está a la orden del día, sino un sargento. Este
habla con tres soldados, testigos de uno de los sucesos en los que se basa la
denuncia: una bofetada propinada por el denunciado en una clase de instrucción,
al comprobar que el denunciante se había quedado ‘traspuesto’ después de una
jornada de 24 horas de maniobras. Este sargento intenta evitar que los testigos
declaren a favor del denunciante, y para ello intenta transmitirles la
normalidad del castigo físico, que trae menos ‘malos momentos’ que utilizar el
procedimiento reglamentario. ‘Yo lo último que hago siempre es dar un parte.
Prefiero un castigo físico que dar un parte. Con un parte se monta una
pelotera’, confirma a los soldados sobre sus métodos para sancionar a sus
subordinados. El sargento trata en todo momento de transmitir a los soldados lo
útil que resulta el castigo físico como una manera informal de imponer
disciplina, pese a no ser reglamentario. Por ello se excusa en que el
denunciante era ‘calamar’ (torpe), resta importancia a los hechos afirmando que
más mandos le hacían ‘pilladas’ e intenta que los soldados entiendan lo ‘gordo’
que va a ser el ‘castigo’ al cabo: ‘Le puede acarrear meco’, afirma, en
referencia a la prisión militar de Alcalá Meco (Madrid)”.
“Aunque la norma deja clara la
prohibición del castigo físico, su interpretación sigue abierta y las
discrepancias llegan hasta el Tribunal Supremo. En una sentencia emitida a
finales de febrero, la sala de lo militar del alto tribunal condenó a un
teniente que pateó a un cabo durante el ensayo de un desfile militar en
Córdoba. Tres jueces del Supremo no ven delito en que un teniente patee a un
cabo. El mando intentó corregir varias veces los movimientos del subordinado, y
al ver que este no modificaba su actitud, le propinó una patada en el muslo por
detrás. El teniente afirma que fue en ese momento cuando se percató de que el
cabo llevaba tapones en los oídos en prevención de las salvas que, creía, se
producirían durante los ejercicios. El veredicto dividió a la sala, puesto que
hasta tres de los ocho jueces eran partidarios de absolver al teniente e
imponer solo una sanción disciplinaria. El Supremo mantuvo los tres meses de
prisión impuestos por el Tribunal Militar Territorial al teniente, que arguyó
que la patada fue ‘con la planta de la bota’ y sin intención de agredir al
subordinado. La mayoría de la sala señaló que ‘cualquier acto de violencia
física, que aun revistiendo mínima entidad deba conceptuarse como agresión’,
puede ser considerado un delito de abuso, recordando además que este, ‘en su
modalidad de maltrato de obra a un inferior’, es delito pluriofensivo en el que
confluyen hasta tres bienes jurídicos objeto de protección que son la
integridad física y corporal, la dignidad personal y la disciplina”.
El
teniente Luis Gonzalo Segura, con la boca amordazada.
“Es imposible escuchar a María
Dolores de Cospedal hablar sobre el gasto en Defensa y no percatarse que la
extrema derecha forma parte del Partido Popular y del Gobierno. Entre otras
cosas porque lo dicho por Cospedal habría sido firmado por Trump o Le Pen: ‘Si
no tenemos seguridad, da igual tener sanidad pública o educación’. Tal
expresión sitúa a Cospedal en el territorio del embuste y en las cloacas de la
manipulación”. Así se expresa Luis Gonzalo Segura, en el artículo “Cospedal,
entre el embuste y la manipulación”, aparecido en Público el 30 de marzo
pasado. “Es evidente –prosigue– que un país que se encuentra inmerso en un
conflicto bélico puede estar justificado a aumentar el gasto en Defensa, pero
de ahí a que Cospedal entienda que ese país amenazado por la seguridad sea
España hay un abismo. Si necesita ‘vender’ el aumento en el gasto en Defensa
que le exige Trump debería a hacerlo de forma honesta, sin aprovecharse de los
atentados y sin hablar de la seguridad en condicional como si a día de hoy la
misma estuviera amenazada. Ciertamente, hay datos más que evidentes para
demostrar que nuestra seguridad no se encuentra amenazada a día de hoy: Ni
España ni los países que nos rodean cuentan con suficientes militares como para
acometer la invasión del país vecino. Por tanto, en cuanto a integridad física
se refiere la amenaza no es real a corto plazo”. Gonzalo Segura advierte que el
terrorismo no es la mayor amenaza para el mundo, más de 100 millones de
personas podrían perecer por hambruna, ni para España, más de 7.200 muertos al
año por pobreza. En cualquier caso, la mayoría del armamento y del dinero
gastado en Defensa jamás nos permitirán defendernos de ataques terroristas,
menos aún de los cometidos por lobos solitarios. De hecho, el mayor enemigo de
nuestros soldados desde hace mucho tiempo es nuestra propia cúpula militar:
helicópteros ‘canibalizados’, explosivos en mal estado, guardias civiles sin
chalecos, vehículos en estado cochambroso, suicidios…
“Si Cospedal quiere convertir
España en un país más seguro –insiste Gonzalo Segura– bien podría optar por
desmantelar la séptima industria militar del mundo, la nuestra. Existen pruebas
fehacientes que demuestran que nuestras armas han aparecido en casi todos los
conflictos bélicos producidos en los últimos años y solo es cuestión de tiempo
que un desgraciado cometa un atentado con nuestras propias armas. Nadie puede
negar que, a más armas y más conflictos, mayor es la incidencia y el
crecimiento de los movimientos terroristas. Una segunda medida que ayudaría a reducir
el terrorismo sería comenzar a invertir en integración y educación, pues
debería saber Cospedal que es más fácil llegar a la seguridad por la educación
que por las armas. Cospedal debería explicar sinceramente el motivo que subyace
tras el aumento del gasto presupuestario: ‘Españoles, no necesitamos aumentar
el gasto militar y una prueba de ello es que el mismo lleva lustros
disminuyendo en toda Europa, pero vamos a gastar más dinero en Defensa porque
nuestro jefe, Donald Trump, así nos lo pide y aquí estamos a la orden. Por
ello, aprovecho que hay unos cuantos cadáveres encima de la mesa para que seáis
más receptivos a dilapidar el dinero. Gracias, en diferido, por vuestro voto’
”.
Cospedal, nuestra ministra de Defensa.
¡Y
mañana, Gibraltar!
Al acto no faltó nadie.
Españoles, Franco ha vuelto. Por Anacleto Panceto.
Los límites del
humor. Si los chistes son delito, vamos a tener que construir más cárceles.
Tremending Topic.
Proscojoncio.
1 El fundador de Inditex hace
una donación multimillonaria y desata el debate en Twitter. “Amancio Ortega, no
quiero tu caridad, quiero que pagues los mismos impuestos que pago yo”.
Cuando
vas a pedir ayuda a Hogar Social Madrid
El Hogar
Social Madrid procediendo al reparto de galletas.
De El Jueves.
Comentario de
Patricia López: “Como en el caso de Zapata e Irene Villa, la que ha dado una
lección a la Audiencia Nacional y a la Fiscalía es la nieta de Carrero Blanco”.
Los
tuiteros esperan “sentados” el apoyo del PSOE a Cassandra.
El humor en la prensa de esta
semana: El Roto, Forges, Peridis, Ferrán Martín, Manel F, Vergara, Erlich, Pat,
Atxe…
Pep Roig, desde Mallorca: Se
acabó la diversión, llegó el PP y mandó a parar, Silencio, se encarcela,
Brigada antichistes, El humor, un peligro y Tot se compra.
Gobierno nombra a Pedro Morenés embajador en EEUU Europa Press
LATE MOTIV - Monólogo de Andreu Buenafuente. "Susana y la FAJA" | #LateMotiv212
Susana respaldada por la "Faja", Felipe, Alfredo, José (Luis) y Alfonso. Una de pachachos para pacharlo y otra de Puigdemuá, publicado el pasado lunes
Late Motiv
Late Motiv ate Motiv
Declaraciones de Cassandra Vera, quien hizo chistes en las redes sociales sobre Carrero Blanco, del humorista Facu Díaz, y del secretario general de Podemos, Pablo Iglesias. El de Podemos ha denunciado que las grabaciones del sumario del caso Púnica que investiga el juez Eloy Velasco, que afectan al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, son “enormemente graves" y que, por lo tanto, el jefe del Ejecutivo murciano "debería estar fuera de la política”.
Iglesias exige que el presidente de Murcia deje la política
Europa Press
La historia de este corto comienza en 1938, cuando Walt Disney creó la historia de un toro que, en lugar de embestir al torero en la plaza, se dedicaba a oler flores o a tumbarse bajo un alcornoque. La vida de Ferdinand –que así es como se bautizó al bóvido– está basada en un cuento para niños del escritor Munro Leaf y el ilustrador Robert Lawson. La intención y el tono del cuento, según los propios autores, no era sino puro divertimento para los niños, sin ningún tipo de pretensión más allá de extraer los tópicos que rodean al mundo taurino. Sin embargo, el noble Ferdinand fue objeto de un debate a nivel global.
Ferdinand the Bull (1938)
TheDisneyChannelNL
“En España –cuenta ElPlural.com, la derecha se mostraba radicalmente en contra de esta historia aduciendo que se trataba de una maniobra en favor del pacifismo y la República. En contraposición, la izquierda no encontró otra interpretación más allá del pacifismo. El corto de Disney se estrenó ese mismo año, aunque no todos los ciudadanos del mundo pudieron disfrutarlo, ya que este 'mosqueó' a un tal Adolf Hitler y a su homólogo español, Francisco Franco. El filme se ganó el odio de sendos dictadores y de sus partidarios, lo que llevó a Franco a censurar el mismo y prohibir su difusión, aunque eso no le impidió a la Academia otorgarle un Oscar al corto de Disney. Años después, el cuento será trasladado a la gran pantalla de la mano del estudio que creó la conocida saga de Ice Age y el largometraje Rio”. El estreno de la cinta está previsto para el mes de diciembre del presente año. Una versión en la que se podrá visualizar, por ejemplo, la plaza de toros de Las Ventas (en Madrid), entre otros lugares con enjundia para el mundo taurino. El filme contendrá el mismo tono que el cuento de Leaf, con los clichés taurinos que el escritor quiso reflejar. Sin duda se reavivarán viejas polémicas. Pero esta vez, no podrá ser censurado, a priori, en ningún lugar.
Ferdinand the Bull (1938)
TheDisneyChannelNLFerdinand (2017) Primer Tráiler Oficial Español
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Eduardo Verastegui
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