CGT, CNT y Solidaridad Obrera luchan por primera vez conjuntamente… Y bronca, en Madrid, el Dos de Mayo.
Más de 30 años después del conflicto que descompuso a la primigenia Confederación Nacional del Trabajo (CNT), esta centenaria organización anarco-sindical estrecha lazos con la Confederación General del Trabajo (CGT) y Solidaridad Obrera. Los tres sindicatos dejan atrás viejas rencillas del pasado para unirse en mesas de diálogo lo que ya era una realidad a pie de calle: “Nos veíamos en las mismas movilizaciones y nos solidarizábamos ante la represión que sufría cada una, pero no hablábamos entre nosotras. No hablar entre las organizaciones que buscamos un mismo fin no trae ningún beneficio al fin que buscamos”, relata Maribel Ramírez, secretaria de Acción Sindical. Y así lo relata en Público Guillermo Martínez a finales de abril, en vísperas del Día del Trabajo. “A la clase trabajadora. Por la movilización y la confluencia” fue el titular que las tres entidades pusieron a su hermanamiento, reconociéndose como “herederas de la tradición obrera del anarcosindicalismo”, manteniendo y fomentando “la memoria de quienes lucharon por la construcción del movimiento obrero en el territorio” que comparten. “Tenemos en común el objetivo de construir una sociedad libertaria, en la que la explotación y la opresión hayan desaparecido”, tal y como reza el texto mediante el que dan a conocer la confluencia. Las tres organizaciones se unen para hacer frente a un futuro que empeora las condiciones de vida de la clase trabajadora si esta no se organiza. Ramírez considera que este acuerdo tendría que haber llegado antes: “La base de las organizaciones es el respeto y la solidaridad. En diferentes ámbitos, ya se había producido cierto acercamiento ante cualquier tipo de opresión. Y, si eso ya se hacía, ¿por qué no hablar claramente?”. Antonio Díaz, el secretario general de la CNT a nivel confederal, enfatiza que, por el momento, la confluencia se encuentra en una fase en la que están recabando información y propuestas. “La anarco-sindical es asamblearia por definición y perfilar todas las luchas a las que nos enfrentaremos llevará algo de tiempo”
La unión, a su vez, parece que procede de un cambio generacional en la militancia de estas tres organizaciones. “Vemos la unidad de acción con una mirada distinta a la de quienes nos antecedieron, aunque hasta cierto punto hayamos heredado y ya superado esos resquemores, odios y sectarismos del pasado”, advierte José Luis Carretero, secretario general de Solidaridad Obrera a nivel estatal. Y continúa: “Vivimos un escenario completamente nuevo. Era difícil que la generación del conflicto en los años 70 y 80, en los que se hicieron todo tipo de cosas extremadamente desagradables, genere un nuevo proceso de unificación teniendo en cuenta los precedentes”. Reconoce que el estar dividido debilita y que la unión hace la fuerza. Bajo esa premisa, las tres principales organizaciones anarcosindicalistas del Estado español deciden emprender un camino nuevo, nunca explorado hasta la fecha. La CNT, CGT y Solidaridad Obrera se dan la mano y superan enfrentamientos pretéritos para hacer frente a las luchas que vendrán, como la defensa de las pensiones y servicios públicos, la crisis económica y ecológica, y la denuncia de la represión hacia los movimientos sociales.
Maribel Ramírez, militante de CGT, considera que este acuerdo tendría que haber llegado antes: “La base de las organizaciones es el respeto y la solidaridad. En diferentes ámbitos, ya se ha producido cierto acercamiento ante cualquier tipo de opresión. Y si eso ya se hecho, ¿por qué no hablar claramente?”, se pregunta. Antonio Díaz, el secretario general de la CNT a nivel confederal, enfatiza que, por el momento, la confluencia se encuentra en una fase en la que están recabando información y propuestas. “La anarco-sindical es asamblearia por definición y perfilar todas las luchas a las que nos enfrentaremos llevará algo de tiempo”. Por su parte, José Luis Carretero, de Unión y solidaridad, reconoce que los tres “vemos la unidad de acción con una mirada distinta a la de quienes nos antecedieron”. La unión, a su vez, parece que procede de un cambio generacional en la militancia de estas tres organizaciones. “Vemos la unidad de acción con una mirada distinta a la de quienes nos antecedieron, aunque hasta cierto punto hayamos heredado, y ya superado, esos resquemores, odios y sectarismos del pasado”. Y continúa: "Vivimos un escenario completamente nuevo. Era difícil que la generación del conflicto en los años 70 y 80, en los que se hicieron todo tipo de cosas extremadamente desagradables, generara un nuevo proceso de unificación teniendo en cuenta los precedentes”. Sin ir más lejos, Díaz ya ha saboreado esa unión entre organizaciones, aunque hasta el momento no se hubiera materializado. Díaz pertenece a CNT Madrid, sindicato de la ciudad que acogió la multitudinaria manifestación en favor de las represaliadas por el caso de La Suiza, una pastelería de Gijón. En la marcha, tanto CGT como Solidaridad Obrera estuvieron presentes. “Tenemos nuestras diferencias, pero estamos transitando un camino basado en el respeto. Cada cual tiene sus maneras de hacer las cosas y eso nos permite confluir en los puntos más generales y trabajar en ellos”, añade Díaz.
Una vez superadas las
diferencias, estos sindicatos todavía no se han marcado un calendario
específico de acciones. Y la confluencia anarco-sindical también mira hacia el
presente. La primera reivindicación que aparece en un comunicado conjunto, de
hecho, señala la necesidad de defender las pensiones públicas, “teniendo bien
presente que los recortes planificados en las mismas son una agresión, no tan
solo contra los y las pensionistas, sino contra el conjunto de la clase
trabajadora”. Asimismo, mencionan “la defensa de los servicios públicos,
exigiendo la reversión de los servicios privatizados y de las leyes que lo
permiten, así como el aumento de las plantillas y de los presupuestos
destinados a servicios como la sanidad, la educación o la dependencia”. El
segundo punto que las tres organizaciones consensuan en su comunicado se
refiere a “la defensa de la igualdad en los centros de trabajo, garantizando la
desaparición de la brecha salarial entre hombres y mujeres y la prevención de
riesgos frente a las patologías laborales que afectan en mayor medida a las
mujeres”. De la misma forma, hacen hincapié en la defensa del derecho a la
vivienda de la clase trabajadora, la defensa de la naturaleza y el fin de la
participación española en cualquiera de las guerras en las que está
participando, incluida la de Ucrania. No pasa desapercibida la represión que el
Estado, tanto a nivel policial como judicial, está llevando a cabo contra
activistas. Por eso, los tres sindicatos demandan “el fin de la represión
contra los movimientos sociales y contra el movimiento obrero. (...) y reclamamos
la libertad de todas las personas que están siendo represaliadas por participar
en las luchas sociales”. Carretero opina que todas estas luchas ya están aquí y
que deben leerse en presente: “Ahora, tenemos una crisis ecológica en la que
tendremos que ver hasta qué punto el proceso de transición ecológica de las
clases dirigentes la puede remediar. También la crisis de Ucrania, lo que puede
ser el pistoletazo de salida a una serie de guerras frías y calientes entre el
norte y sur global”, desarrolla el militante de Solidaridad Obrera. A todo ello,
se suma una crisis económica larvada, como ese viejo topo que una y otra vez
vuelve a enseñar la cabeza. A pesar de las buenas intenciones y de que se trata
de un acuerdo a nivel estatal, no todos los militantes de estas organizaciones
verán con buenos ojos la confluencia. Ramírez, secretaria general de Acción
Sindical CGT, tiene unas palabras para ellos: “El no confluir no nos llevaba a
nada. Antes, no hablábamos entre nosotros y no sacábamos ningún beneficio de
aquello”. Esta unión, dice, es esencial para hacer frente a la crisis que se
avecina sobre unas necesidades básicas ya recortadas. “Pensamos que el
capitalismo seguirá empujando y nosotros y nosotras tenemos que estar
preparados para hacerle frente”, finaliza Ramírez.
El pasado Dos de Mayo, a 26 días de las elecciones autonómicas y municipales del 28M, la tensión y las broncas protocolarias entre el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y el de Pedro Sánchez, emborronó la festividad madrileña. Todo comenzó cuando, desde la Puerta del Sol, criticaron que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños —quien sí acudió el año pasado en lugar de Pedro Sánchez— tuviese previsto presentarse sin haber sido invitado a los actos, lo que motivó “una provocación”. Y el enfrentamiento entre ambos levantó la expectación de los 800 invitados a la Real Casa de Correos. Entre ellos, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, al contrario de Bolaños, del PSOE, sí subieron a la tribuna, acompañando a la presidenta del PP. Y la resaca del Dos de Mayo madrileño aumentó el clima de ataques y contrataques entre el PP y el PSOE, o viceversa.
El pasado martes, Ayuso dejó a Bolaños fuera de la tribuna de autoridades y dio máximo protagonismo a Feijóo en los actos del 2 de Mayo. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, asistieron al acto cívico militar por el Dos de Mayo, Día de la Comunidad de Madrid, celebrado este martes en la Puerta del Sol. Un ministro orillado a los pies de la tribuna presidencial mientras el presidente del Partido Popular, y líder de la oposición, presidía el desfile. El acto oficial, organizado por la Comunidad de Madrid, se convirtió de nuevo en un choque institucional con el Gobierno. “El PP hoy se ha saltado las normas más básicas de nuestro Estado democrático y de derecho”, aseguraron fuentes del Gobierno. Para Génova, en cambio, fue un cumplimiento estricto del protocolo. El rifirrafe de los últimos días a cuenta de la presencia de Félix Bolaños en los actos de ese terminó en un solemne desplante al Gobierno. Y, cuando el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, intentó subir a la tribuna reservada a las autoridades para presenciar el desfile militar —después de la entrega de medallas en el interior de la Real Casa de Correos—, el equipo de protocolo de la Comunidad de Madrid le cerró el paso.
En efecto, el pasado Dos de Mayo el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso —de forma intencionada— le impidió a Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática del Gobierno de España, subir a la tribuna de honor reservada para las autoridades. El cruce de acusaciones duró toda la jornada del martes. Para el Gobierno, Díaz Ayuso se saltó “las normas más básicas de nuestro Estado democrático y de derecho”. “Lamentamos la instrumentalización política que hizo el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid faltando, incluso, al deber básico de lealtad instituciona”, aseguraron fuentes gubernamentales. Y, pese al artículo 10 del Real Decreto referido por el Gobierno, la foto de la tribuna quedó así: Isabel Díaz Ayuso (presidenta de la Comunidad de Madrid), Margarita Robles (ministra de Defensa), Alberto Núñez Feijóo (presidente del PP), José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la Madrid), Enrique Ossorio (vicepresidente de la Comunidad de Madrid), Eugenia Carballedo (presidenta de la Asamblea de Madrid), Teodoro López Calderón, jefe de los ejércitos. Según fuentes de la Comunidad de Madrid, Bolaños sabía “perfectamente” que no podía subir a la tribuna de honor porque solo Margarita Robles tenía un lugar reservado como representante del Ejecutivo. La derecha acusó además a Bolaños de “forzar la imagen” para ensombrecer el acto e insistió en que la presencia de Feijóo estaba plenamente justificada. “A un ministro, por el hecho de ser socialista, le han dejado abajo”, reprocharon las mismas fuentes, mientras se permitía la presencia de “algunas sin rango de autoridad” en el acto, como el presidente del PP. En tal sentido, los socialistas lamentaron la “instrumentalización política del PP de la fiesta. Mientras que, para los socialistas, lo que sucedió ese martes en la Real Casa de Corres era de “una gravedad pocas veces vista en un acto institucional en nuestro país”. “Impedir a un ministro del Gobierno de España el acceso a la tribuna de autoridades, ejerciendo la fuerza física para ello, cruza todas las líneas rojas del respeto institucional y el sentido común”, dijeron desde el PSOE.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la ministra portavoz y de Política Territorial, Isabel Rodríguez, evocó el Real Decreto de Protocolo del año 1983, en el que rigen específicamente el orden de preferencia en el que deben figurar las autoridades en actos oficiales de tal calado como es el Dos de Mayo. “Ha sido la norma que nos ha guiado a todas las instituciones, en 40 años no ha habido ningún problema”, insistió. “El Gobierno suele asistir a este tipo de actos institucionales y siempre decide qué ministro le representa. Efectivamente, en este caso, se le comunicó a la Comunidad de Madrid quién iba asistir”, justificando así la presencia de Félix Bolaños como la de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Y calificó de “inédito” lo acontecido. “Es “un caso más de deslegitimación de este Gobierno, una campaña del Partido Popular”: “Lo digo con pesar”, reconoció. “Lo lamentable en España es que esta campaña la está representando el partido de la oposición, que fue partido de Gobierno: empezó con Pablo Casado, sigue con Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en el medio”, prosiguió. Por su parte, la presidenta madrileña, en declaraciones a la Cadena SER, permaneció inamovible de su postura, señalando que el ministro de Presidencia “no estaba invitado”: “Bolaños fue en calidad de provocación”, subrayó. Descartó que toda la vorágine política tuviese fines de campaña en su beneficio: “Electoralmente, no me hace falta”, zanjó. Y añadió: “No provoca quien quiere, sino quien puede. El Gobierno está a lo que está”. A la contra, destacó que entre los invitados al acto figuraba el principal líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, de quien Ayuso defendió que asistió en calidad de “jefe de la oposición” al Ejecutivo central. “En cambio, Bolaños fue en calidad de provocación”, insistió. “Mi responsable de protocolo lleva varios días advirtiendo al equipo de Bolaños que no estaban haciendo las cosas correctamente”, indicó, a la par que pedía respeto para su Ejecutivo.
El líder del PP y barones
autonómicos como Moreno optaron por un silencio que chocó con el señalamiento
de la presidenta madrileña al ministro Bolaños, al que acusó de “provocador”. Veinticuatro
horas más tarde la dirección estatal del Partido Popular trató de dar por
superada la polémica por el incidente institucional entre el Gobierno central y
la Comunidad de Madrid. Alberto Núñez Feijóo y su equipo le restaron importancia
y no hablaron del asunto para centrarse en las importantísimas elecciones
municipales y autonómicas del 28M. Y sólo el PP de Madrid, con Isabel Díaz
Ayuso y José Luis Martínez Almeida como arietes, intentaron un choque que
incluso en Moncloa parecían querer rebajar, no sin antes disparar por elevación
y tildar de “antisistema” al principal partido de la oposición. Quienes no pudieron eludir las preguntas
fueron dos de sus compañeros del Comité de Dirección. El 'número tres' del PP,
Elías Bendodo, dijo en una rueda de prensa que ya se habían “dado todas las
explicaciones” sobre lo ocurrido. El coordinador general, que está al frente
del equipo de campaña, compareció ante los medios para desgranar algunos de los
principales actos que tenía previstos Feijóo, pero se encontró con más
preguntas centradas en Ayuso y en el Dos de Mayo. “No creo que sea un tema con
recorrido”, dijo. “Sería recomendable que no se le dé más pábulo a una polémica
buscada por el ministro de la Presidencia”, añadió. “A los españoles les
preocupa el paro y los precios, no si un ministro se sienta en un acto o se
queda de pie”, concluyó. Similares palabras a las expresadas por
Borja Sémper, portavoz de la dirección quien, en un acto de precampaña en Donostia,
dijo no querer “echar más gasolina al fuego”, y apostó por “apagar en vez de
extender” las llamas que, apuntó, se provocaron. Según Vozpópuli Pedro Sánchez,
dio a Bolaños carta blanca para que confrontase “como quiera” con la jefa del
Ejecutivo madrileño con la condición de que no cometiese errores de bulto. “Pero
la imagen del ministro de Presidencia, intentando subir al palco de autoridades
y siendo neutralizado por la jefa de protocolo de la Comunidad, se sabe un arma
de doble filo. Por eso, Sánchez no se refirió al incidente el mismo martes en
el mitin de Málaga”. En Moncloa, quitaron hierro al asunto. El plan era matar
el tema para no hacer crecer a Ayuso.
El polémico choque entre el Gobierno de la Comunidad de Madrid y Moncloa durante el acto oficial del Dos de Mayo continuó dejando multitud de reacciones en el ámbito mediático y en el referente a las redes sociales. El periodista Javier Aroca, a través de los micrófonos de la Cadena Ser, dejó bien clara su postura al respecto: “La señora Díaz Ayuso es una mentirosa compulsiva. Miente constantemente, absoluta y de manera constante. Tanto Madrid como su entorno político son un campo de minas de mentiras y bulos, y lo dice de manera impune, por donde quiera que va”. Por su parte, el Gobierno de coalición, en palabras de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, calificó la postura de Sol de “campaña de deslegitimación” impulsada por el PP: “Lo lamentable en España es que esta campaña la está representando el partido de la oposición, que fue partido de Gobierno: empezó con Pablo Casado, sigue con Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso en el medio”, apostilló. Escasas horas después, Díaz Ayuso volvía a tratar el tema en conversaciones con los medios de comunicación, afirmando que, a su juicio, el jefe de Protocolo de Bolaños debería “dimitir”.
“El Partido Popular (PP)
–escribe David Bollero en Público, bajo el titular ‘El PP no es antisistema, es
autoritario’– no concibe la democracia como un fin, como un marco de
convivencia y libertad, sino como un medio para conseguir el poder y, como tal
herramienta, prescindible de ella cuando no le resulta útil para sus oscuros
propósitos. Llevo años manteniendo esta máxima y exponiéndola en este espacio.
La realidad vuelve a darme la razón, con un PP desbocado, que no atiende a las
reglas más básicas de nuestra democracia, que desobedece, desacredita, conspira
e impone sus criterios donde gobierna. No es antisistema, es autoritario. A
diferencia de lo que hacen los populares con otros partidos, su legitimidad
para participar en la vida democrática, incluso para gobernar, nunca han sido
puestas en duda por la izquierda, a pesar de su innegable herencia franquista,
con un presidente de honor ministro de la dictadura genocida. Quizás este es
uno de los motivos por los que el PP se ha creído impune, ha pensado que podía
imponer sus propias reglas en el tablero democrático para amarrar el poder y
que una minoría exprima al país. (…). Estos últimos años hemos asistido a
gobiernos autonómicos como el de Madrid queriendo asumir competencias
educativas que no tiene o a otros como el andaluz desobedeciendo sentencias
judiciales, al Gobierno de España y a Bruselas, yendo en contra de todo el
consenso científico en torno a Doñana. Llevamos años con la Constitución
amenazada por el PP, que la incumple paralizando la renovación del Consejo
General del Poder Judicial. La presidenta Isabel Díaz Ayuso ya ha avanzado su
intención de incumplir una ley estatal, como la Ley de Vivienda. Lo vivido ayer
en la Puerta del Sol, expulsando a un ministro de la tribuna de autoridades,
sencillamente, por haber dado la cara por las familias damnificadas y olvidadas
por Ayuso tras las obras de la línea 7 del metro de Madrid, es casi anecdótico,
aunque define su calaña. Resulta mucho más grave la conspiración de Feijóo con
los fiscales conservadores, incumpliendo las normas más básicas de higiene
democrática. En la España actual no es
preciso ruido de sables para percibir las ansias golpistas; esta voracidad por
el poder es más sutil, socavando poco a poco libertades, privilegiando a grupos
de influencia y maniobrando en la oscuridad con quienes empiedran el camino
hacia el poder. Una trayectoria en la que el cumplimiento de la ley no es
imperativo, resulta más bien accesorio. El PP juega sucio y la misma democracia
se convierte en una lucha desigual, pues del mismo modo que un ciberdelincuente
suele ir un par de pasos por delante de la policía porque, a diferencia de
ésta, puede saltarse todas las leyes, el PP obvia el Estado de Derecho,
acudiendo a las urnas, incluso, dopado con financiación irregular. Llegados a
este punto, la salvación pasa por el pueblo, por el criterio de la ciudadanía
que desde el PP buscan dividir a toda costa con manipulación, retorciendo
estadísticas, descalificando, incluso, a los organismos internacionales o la
Comisión Europea que avalan las medidas del Gobierno. Los poderes públicos han
de estar a la altura, pero la ciudadanía también, pues comparten
responsabilidad defendiendo la democracia que tanto sufrimiento nos costó y que
ahora quienes comparten ADN con los que nos la arrebataron un día, quieren
volver a hacerlo”.
Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes:
Anulada la lista de
Falange en Bilbao encabezada por uno de los asesinos de Atocha.
Viejosmarinos (Monachus
monachus) de la colonia existente en la costa atlántica del Sahara. Foto hecha
en los años 70 por el ornitólogo francés Jacques Trotignon.
El árbol de la vida. Para nacer necesitamos:
2 padres
4 abuelos
8 bisabuelos
16 tatarabuelos
32 trastatarabuelos
64 pentabuelos
128 hexabuelos
256 heptabuelos
512 octabuelos
1024 eneabuelos
2048 decabuelos
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F, Vergara, J.R. Mora, Flavita Banana, Malagón, Ricardo, Tomás…
Pep Roig, desde Mallorca:
Los vídeos de esta
semana:
CNT EN 2 MINUTOS. Hace siete años.
Hoy, CGT, CNT y Solidaridad Obrera luchan por primera vez de forma conjunta
AYUSO tilda a BOLAÑOS de PROVOCADOR y el GOBIERNO la
acusa de "ANTISISTEMA" | RTVE
Así ha impedido el equipo de AYUSO el acceso a BOLAÑOS
| El País
La reunión de Feijóo con fiscales conservadores
debería hacer saltar todas las alarmas democráticas
As Bestas – Polònia
Partidos rojos, la parodia de Tacones rojos de
Sebastian Yatra – Polònia
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