Vítores, lluvias y protestas antimonárquicas en Londres.
La monarquía británica es
la única en Europa que sigue con el elaborado rito de la coronación entre el
orgullo de los ciudadanos y unas protestas públicas en un país cuya economía es
una de las más resentidas por la crisis. Carlos III y Camila Parker fueron coronados
el fin de semana entre vítores, banderas y algunas protestas republicanas en un
país en crisis y en una ceremonia televisada y retransmitida a otros lugares
del Reino Unido y al resto del mundo. Más de 10.000 agentes fueron desplegados
en las calles de la capital británica para asegurar que el evento transcurriese
sin incidentes.
La conocida plaza de
Trafalgar Square fue uno de los focos principales donde los manifestantes en
contra de la coronación de Carlos III se reunieron, portando pancartas en
contra de la monarquía e imágenes de la princesa Diana. Graham Smith, director
de un grupo antimonárquico y otros cinco activistas fueron arrestados cuando
cientos de manifestantes se habían reunido en la plaza de Trafalgar con
banderas y camisetas amarillas para mostrar su oposición a la monarquía. Smith
había estado recogiendo pancartas, banderas y camisetas amarillas para los
manifestantes en la plaza cuando fue detenido por la Policía, según precisa el
diario The Guardian.
La protesta
antimonárquica mostró claramente su oposición a la coronación del monarca y se
celebró bajo el lema NotMyKing (no es mi rey). “Los muchachos
preguntaron por qué y les dijeron: ‘Eso te lo diremos una vez que hayamos
registrado el vehículo’. Fue entonces cuando arrestaron a seis organizadores.
Les preguntamos por qué motivo eran arrestados, pero no respondieron. Fue una
sorpresa ya que habíamos tenido varias reuniones con la Policía. Y habíamos
estado haciendo todos los ruidos correctos”.
Otro activista, Luke
Whiting, explicó a la agencia Press Association que Graham y los activistas
habrían sido identificados llevando megáfonos, lo que incurriría en una
violación de las recientes leyes anti-protesta promulgadas el año pasado por
las autoridades británicas, que prohíben el uso de amplificadores. “No está
claro exactamente si la policía está usando estos nuevos poderes o si está
abusando de ellos para evitar que se produzcan protestas”, declarado Whiting,
mientras que Stratton se declaraba sorprendido por las detenciones. “Preguntamos
por qué fueron detenidos, pero no nos han dado respuesta. Habíamos mantenido
varias reuniones con la Policía al respecto y en principio todo el ruido que
hacíamos entraba dentro de lo contemplado”, añadió el director de Republic,
contrariado ante las detenciones de sus compañeros.
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