“El narco y Feijóo siguen tan amigos”.
Bajo este titular,
aparecido hace unos días en Público, David Torres nos recuerda que Marcial
Dorado –narcotraficante convicto y confeso— ha salido en defensa de Feijóo
–caricato en funciones— mediante unas desconcertantes declaraciones que no es
que lo ayuden mucho en medio de su escabroso proceso de investidura. “A Feijóo,
pobrecillo, no paran de salirle amistades como hemorroides, aliados peligrosos
de esos que hacen más daño que otra cosa y con los que uno se ahorra el trabajo
de reclutar enemigos.
“Primero fue el apoyo de
Ayuso, un discurso hilarante que resultó más bien un empujón al borde del
precipicio. ‘No puede ser que tiremos a Feijóo por un puente’, dijo Ayuso hace
un mes, dando ideas, y ayer varios altos cargos del PP tradujeron estas
palabras del genovés al castellano: ‘Lo ha empujado literalmente al matadero’.
La última vez que Ayuso hizo algo parecido fue con Pablo Casado, un candidato
de recambio del que nunca más se supo. Ahora se entiende que Casado siempre se
estuviera disfrazando, de agricultor, de panadero, de científico, de lo que
fuese: era por ver si esquivaba el perdigonazo.
“En los pasillos de los
partidos políticos abundan los besos envenenados y las puñaladas por la
espalda, pero las relaciones íntimas entre los barones de Génova darían para un
documental de National Geographic. La semana pasada Aznar impartió una lección
magistral de cómo llegar a presidente de la nación: recordándole a Feijóo que
él tuvo que perder dos elecciones generales y chupar banquillo en la oposición
antes de poder ganar las primeras. Mariano siguió el consejo de Jose Mari a rajatabla
y Feijóo lo seguiría si pudiera, pero parece difícil que sobreviva a su fracaso
con la aritmética. Ni Jose Mari ni Mariano contaban con la impedimenta de tener
a Abascal pegado al culo y a Ayuso montada a la chepa.
“Así, cuando parece que
nada puede ir peor para el candidato del PP, se publicado una carta de Marcial
Dorado en la que asegura que le ofrecieron un montón de dinero para ensuciar la
imagen de Feijóo. Resulta difícil imaginar cómo podía Dorado empañar más aún el
currículum de su antiguo amigo, salvo precisamente gracias a estas
declaraciones inoportunas. ‘Querían hacerme millonario en euros’, puntualiza el
narcotraficante, dejando claro que no era una oferta en nécoras, ni en
percebes, ni en cigarrillos sin filtro, ni en polvorones de La Estepa. No ha
señalado al autor de tan generosa oferta, aunque debe de tratarse de algún
idiota, teniendo en cuenta que Dorado acaba de hundir lo poco que quedaba del
prestigio de Feijóo gratis, sin necesidad siquiera de recurrir a aquellas fotos
en las que se veía a ambos compartiendo crema solar, yate, amor, sol y mucho
tiempo libre.
“Sánchez tuvo el detalle
de no sacar las fotos comprometedoras en su debate televisivo, un exceso de
prudencia que se ha visto recompensado por la deriva histórica, ahora que las
fotos han vuelto a salir solas, por obra y gracia de Marcial Dorado. Friends
Will Be Friends, cantaba Freddie Mercury en una de las canciones más ñoñas de
Queen, ilustradas de paso con la estampa de esta pareja rota por los
infortunios del destino y los reveses de la fortuna. El tiempo –termina David
Torres recordando– lo destruye todo, el poder, el dinero, la vida, el amor,
todo excepto la auténtica amistad, que sobrevive a cualquier cosa. En un
arranque de desesperación, Feijóo le pidió a Sánchez dos años para gobernar
España a su manera, llevando el timón del yate, pero mañana lo mismo le pide
que le deje ser presidente diez minutos”.
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