Los secretos del canto de las ballenas.
Según un artículo de David
Rubio, aparecido en Público, al igual que sucede con los delfines, se cree que
los ancestros de las ballenas también son mamíferos terrestres. “El hecho de
que respiren aire de la superficie, que sus aletas pectorales se parezcan a las
manos y que presenten un movimiento vertical de la columna vertebral al nadar
parece demostrar el origen terrestre del animal más grande del mundo. Pero hay
algo más en lo que las ballenas se parecen a los mamíferos terrestres de los
que descienden: su sistema para producir sonido. Varios estudios científicos
han analizado el canto de las ballenas y cómo la contaminación acústica humana
puede estar silenciando su complejo sistema de comunicación”.
Los machos de esta
especie emiten un canto complejo que puede durar hasta 20 minutos cuyo
propósito podría ser el apareamiento ya que es más habitual en la temporada de
reproducción. Parece evidente que es una forma de comunicación que, tal y como
descubrieron los investigadores japoneses que realizaron un monitoreo acústico
de los “cantantes”, alcanzaba su punto máximo antes del amanecer y al
anochecer, reduciéndose durante el día.
Las ballenas han debido
adaptarse, después de miles de años de evolución, a una vida bajo el mar
modificando sus sistemas de comunicación para mantener la efectividad en el
entorno acuático: “Las ballenas dentadas y barbadas evolucionaron a partir de
mamíferos terrestres que tenían una laringe que cumplía dos funciones: proteger
las vías respiratorias y producir sonido. Sin embargo, su transición a la vida
acuática impuso exigencias nuevas y estrictas a la laringe para evitar la
asfixia bajo el agua”.
Si bien los odontocetos
―que tienen dientes en lugar de barbas y entre los que están delfines y orcas―
desarrollaron una voz nasal, en el caso de los misticetos o ballenas barbadas
su laringe aún tiene función fonatoria y respiratoria, como en el caso de sus
parientes terrestres: así pues, ¿cómo logra la laringe de una ballena producir
esos sonidos bajo el agua?
Para poder investigar
este órgano, los científicos consiguieron tres laringes de tres ballenas
varadas, un rorcual boreal, una minke y una jorobada diseccionándolas para
estudiar su anatomía. Su análisis demostró que estos mamíferos marinos habían
desarrollado estructuras únicas para emitir sonidos. Si bien en la mayoría de
los mamíferos las cuerdas vocales pueden obstaculizar el flujo masivo de aire,
las ballenas barbadas desarrollaron tejidos especiales que forman una
estructura de U dentro de la laringe, tal y como señalan los investigadores en
una publicación de la Universidad del Sur de Dinamarca.
Asimismo, los
investigadores confirmaron los estudios precedentes acerca del efecto de la
contaminación acústica en el canto de las ballenas: “el rango de frecuencia y
la profundidad máxima de comunicación de 100 metros que predecimos se
superponen completamente con el rango de frecuencia dominante y la profundidad
del ruido provocado por el hombre causado por el tráfico marítimo”. En este
sentido, los investigadores señalan que los océanos cada vez son más ruidosos
debido a las rutas marítimas, las actividades de perforación y los cañones
sísmicos, abogando por regulaciones estrictas para ese tipo de ruido. Y es que,
como hemos visto, las ballenas necesitan su canto para comunicarse. Y si no
cantan, su ciclo vital puede verse profundamente afectado, incluido el
apareamiento.
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