jueves, 18 de abril de 2024

El salto de David Broncano.

 

Hace unas semanas se desvelaban los planes de RTVE de fichar a David Broncano, el hombre del momento, para competir directamente con Pablo Motos y ‘El Hormiguero’. El humorista centró toda la atención al confimar, tras varios intentos, cómo se daba luz verde al millonario acuerdo que le llevará, desde el próximo mes de septiembre, al 'access prime time' de La 1, el horario televisivo de máxima audiencia. Un fichaje que finalmente aprobaba el Consejo de Administración, tras una guerra interna sin precedentes en la cúpula de RTVE, que se llevó por delante dos cabezas, la de la presidenta Elena Sánchez, y la del director de Contenidos Generales, José Pablo López.

A pesar de la polémica en torno a su fichaje, sobre el que todo el mundo ha hablado y opinado, David Broncano se ha mantenido en un discreto plano. Casi como un espectador más, ha asistido a la lucha que se ha mantenido para cerrar su fichaje. Un acuerdo millonario, que le reportará una importante fortuna, y que no ha dejado indiferente a nadie

David Broncano se instaló en Madrid para estudiar Publicidad y Relaciones Públicas. Aunque su pasión siempre fue la informática, en 2008, le llegó la oportunidad de dedicarse al humor. Y dejó su trabajo en agencias de publicidad para participar en el programa ‘Nuevos Cómicos’ de Paramount Comedy.  Pero, el fichaje de David Broncano por RTVE ha provocado un cisma en la cúpula de la cadena pública sin precedentes. Un fichaje que, tal y como se aseguró, llegaba por petición de Moncloa, con la clara intención de desbancar a ‘El Hormiguero’ como líder en las audiencias de la noche. Finalmente, y tras tres intentos fallidos, el acuerdo se cerraba el pasado miércoles 10 de abril, confirmando la presencia de David Broncano en la cadena pública durante las próximas dos temporadas. Un acuerdo por el que se desembolsarán 28 millones de euros, 14 millones cada año.

Por el momento, se desconoce el porcentaje de esos millones que recibirá anualmente David Broncano. Se supone que el presentador recibirá una parte importante, una cantidad bastante superior a los 6.000 euros que cobra en ‘La Resistencia’ por cada programa, que le hace ganar más de un millón de euros al año.

Una de las más críticas más acerbas ha sido la de Carmen Lomana en la cadena COPE, donde esta cargó duramente contra RTVE y David Broncano. Carmen Lomana se mostró muy enfadada por el supuesto despilfarro cuando a muchos periodistas y trabajadores de la cadena pública no les dan nada. La colaboradora no dudó en apuntar directamente al Gobierno. “Estoy indignada por cómo el Gobierno ha manipulado con Broncano y ha exigido que le pongan en TVE para fastidiar a ‘El Hormiguero’”. La famosa considera que el hecho de que “le paguen tanto es un disparate. Lo pagamos todos nosotros. La TVE es pública, a lo mejor me la estoy jugando, porque trabajo ahí, pero critico como lo hace casi todo el mundo que trabaja en la casa”.  Además, dejaba claro que “es una vergüenza. En TVE es de los sitios que peor pagan y ni siquiera te envían un coche a buscarte y tienes que pagarte tú el taxi.  Probablemente, cuando vaya mañana me dirán que no vuelva más, pero me da lo mismo”.

miércoles, 17 de abril de 2024

J. K. Rowling y la “pottermanía”.

 

La biografia de la escritora británica, Joonne Kathleen Rowling, es tan polémica como sus novelas del mago adolescente Harry Potter A los 17 años fue rechazada de la universidad. A los 25 años, su madre murió a causa de una enfermedad. A los 26 años se mudó a Portugal para enseñar inglés. A los 27 años se casó. Su marido la atacó. A pesar de esto, nació su hija. A los 28 años se divorció y le diagnosticaron una depresión grave. A los 29, era madre soltera y vivía de la asistencia social. A sus 30 ya no quería estar en este mundo. Pero dirigió toda su pasión a hacer lo único que podía hacer mejor que nadie: escribir. A los 31 publicó su primer libro. A los 35, había publicado cuatro más, siendo nombrada Autora del Año. A los 42, vendió 11 millones de copias de su nuevo libro el primer día de su lanzamiento. Hoy, Harry Potter es una marca global valorada en más de 15 mil millones de dólares.

J. K. Rowling se hizo célebre con su serie de novelas dedicadas a las aventuras de Harry Potter, uno de los mayores fenómenos literarios de la historia. Las peripecias de un niño huérfano con poderes mágicos, capaz de evadirse a voluntad a un mundo de fantasía. consiguieron batir todos los récords de ventas en la literatura del género, aunque muchos críticos se mostraron reacios a encasillar sus libros como cuentos para niños, como ocurriera con el famoso Tom Sawyer de Mark Twain. Según algunos críticos literarios, la autora logró crear en sus novelas una inquietante atmósfera atractiva a los ojos de lectores de muy diversa condición y edad, a partir de influencias reconocibles en los libros de escritores británicos como Enid Blyton, Richmal Crompton o Roald Dahl. Pero, ella misma afirmaba que nunca pretendió escribir fantasía y que la idea le surgió a partir de sus propios recuerdos de la infancia.

Tras un breve período de formación, empezó a trabajar como secretaria, descubriendo que el orden y la rutina no iban con ella. Varias experiencias frustrantes en diferentes empresas, unidas a la triste desaparición de su madre, enferma de esclerosis múltiple, la llevaron a dejarlo todo a los veintiséis años y a abandonar el país con la intención de enseñar inglés en el extranjero. En Lisboa, disfrutó enseñando su lengua materna a alumnos portugueses y tuvo bastante tiempo para escribir, su verdadera vocación. Allí conoció y se enamoró de Jorge Arantes, un periodista de la televisión portuguesa con el que contrajo matrimonio en octubre de 1992 y con quien, un año más tarde, tuvo una hija a la que llamó Jessica “en honor a una brigadista británica que había luchado en la guerra civil española”, según afirmó en una entrevista. Pese al feliz acontecimiento, el matrimonio no prosperó y pronto acabó en divorcio.

La tenaz profesora de francés pasó muchas tardes de su vida escribiendo “para sí misma” en un cálido café. Finalmente, la infatigable novelista logró una beca del Scottish Arts Council que le permitió concluir, cinco años después de empezada, la que entonces era la obra de su vida: Harry Potter y la piedra filosofal. Recorrió sin éxito editoriales del prestigio de Penguin y Harper Collins, hasta que en 1997 consiguió, por fin, que la prestigiosa firma británica Bloomsbury publicara el libro. Pocos meses después, Scholastic Press compró los derechos de la novela para Estados Unidos, por una suma superior a los 14,5 millones de pesetas, una cifra muy importante para un libro infantil. Rowling empezó a ser popular en su propio país, y, durante los primeros meses, se vio ampliamente superada por la situación, sin poder escribir ni una sola línea. Las posteriores ediciones de los siguientes libros de la serie (Harry Potter y la cámara secreta y El prisionero de Azkabán) reafirmaron el éxito inicial y dieron lugar a un fenómeno literario, al que la prensa denominó “pottermanía”.

martes, 16 de abril de 2024

El Estado palestino.

 

Centenares de personas en la plaza del Ayuntamiento de València para protestar contra la agresión israelí y advertir de la hambruna que se propaga en Gaza.

Así titulaba David Torres, en Público de ayer, lunes, su artículo en el que advertía: “Cualquier día de estos, en cuanto nos descuidemos, Pedro Sánchez va a reconocer el Estado palestino. Podía haberlo reconocido hace unos cuantos años, incluso hace unos meses habría estado bien, pero hasta que Netanyahu no lo ha señalizado en el globo terráqueo a base de bombardeos y homicidios masivos, Sánchez era incapaz de verlo, probablemente por no molestar a esos picajosos amigos mayores de cuarenta. Pese al saqueo continuado de los colonos y las barbaries reiteradas del Ejército israelí sobre la población civil, Palestina no suele aparecer en los mapas hasta que los cadáveres de civiles masacrados empiezan a desbordar escrúpulos y las fotos de niños despedazados se publican en periódicos y telediarios. Total, como los niños no son judíos ni ucranianos ni estadounidenses tampoco es que importe mucho.

 “El caso es que ahora Palestina empieza a dibujarse en los mapas con un río de sangre humana, un mar de sangre humana bombeando desde Gaza, más de treinta mil muertos inocentes sacrificados a mayor gloria de Israel. Hasta la semana pasada, el genocidio palestino llevaba muy buen ritmo, pero los carniceros sionistas cometieron el típico error de matar a unos cuantos cooperantes que no eran palestinos, unos entrometidos que andaban por ahí llevando ayuda y que no sabían cómo se las gasta Netanyahu. Lo que se resolvió con un tirón de orejas internacional y un chiste de Gila: que le habéis dado a una señora que no es de la guerra, si es que las guerras tienen un peligro, en fin, como si lo de Gaza fuese una guerra en serio y no una reedición con aviones, tanques y helicópteros de la matanza de los inocentes.

“Mientras la ONU se seguía lavando las manos con ese estilo concienzudo que Poncio Pilatos puso de moda en la región hace un par de milenios, era evidente que el conflicto (por llamarlo de algún modo) iba a extenderse como la pólvora en cuanto los israelíes atacaron el consulado de Irán en Damasco. En respuesta, este sábado caía una lluvia de misiles y drones iraníes sobre Tel Aviv y diversas bases militares israelíes, con lo que el término ‘guerra’ ya empieza a sonar un poco más apropiado y también más cercano. Ahora le piden a Netanyahu que reprima su bestialidad natural, que no se le vaya a ir la mano en la represalia y, sobre todo, que no llame a su primo americano, porque lo mismo vienen también el tío ruso y el tío chino a pegarse de hostias y lo mismo os hacéis daño.

“Menos mal que Pedro Sánchez está a dos titulares de reconocer el Estado palestino, en cuanto derogue el Concordato con la Santa Sede, aunque lo más probable es que, para cuando quiera reconocerlo, del Estado palestino no queden más que un montón de huesos y cascotes. Va camino de ser un reconocimiento en pretérito perfecto del subjuntivo, un reconocimiento donde a los palestinos les van a dar el certificado de defunción antes que el carné de ciudadanos. A lo mejor era precisamente esto lo que quería decir Jose Mari Aznar la semana pasada cuando preguntaba a qué Estado palestino se estaban refiriendo: si Palestina no existía antes del genocidio, ya me explicarán ustedes cómo coño va a existir después. Ningún filósofo más indicado que Jose Mari para hablar de cosas que no existen, todo un especialista en armas de destrucción masiva imaginarias”.