miércoles, 7 de julio de 2010

Salvajismo pobre, salvajismo rico.



Antonio Asensio, portavoz del comité de huelga de los trabajadores de Metro.
Hoy, miércoles, la situación en Metro de Madrid sigue complicada. Pese a que la asamblea de los trabajadores ha preferido dar una “tregua” a la dirección de la empresa pública y al gobierno regional de Esperanza Aguirre, nada parece haber mejorado. Los trabajadores advierten que no van a consentir una rebaja de sus sueldos y el Gobierno madrileño del PP, por su parte, se empecina en lo contrario para reducir el déficit. Con el convenio Colectivo 2009-2012, Antonio Asensio, portavoz del comité de huelga de los trabajadores, asegura que están dispuestos a negociar todo. Todo menos tocar el sueldo de los 7.617 trabajadores. Y argumenta que un convenio colectivo tiene vigencia de ley, “y no se puede romper unilateralmente”.

Los trabajadores proponen reducir el déficit sin que se resientan sus bolsillos. “Hay partidas de primas –sugieren– y gastos sociales como publicidad, patrocinio, horas extraordinarias. O reducción de gastos de publicidad y propaganda. O los pluses, que no están incorporados en el salario base de los trabajadores”. Y expresan su malestar por las declaraciones de Aguirre, que les achaca ser los únicos culpables de la huelga madrileña del martes y miércoles y de que Madrid fuera un completo caos por no salir ni un solo metro. “Nosotros –se justifican– comunicamos en tiempo y en forma a quien correspondía que se establecería un paro total. Los únicos que no informaron de nada fueron la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, ni por medio de su departamento de comunicación ni a través de sus páginas web”.

La parte empresarial, haciendo caso omiso de las protestas laborales, envía una carta a los trabajadores con su correspondiente nómina y con la rebaja del 5 por ciento en su sueldo, tanto en el mes de junio como en el de julio. Y, de no llegar a ningún acuerdo –Aguirre ya ha asegurado que no tiene intención de ceder ante las exigencias de los sindicatos–, se prevé una dura y larga batalla. Sobre todo cuando la Presidenta de la Comunidad dice que los sindicatos han perdido esta batalla “porque nadie les da la razón en la calle”. Se siente fuerte y, apoyada por su TeleMadrid, no está dispuesta a ceder en nada.

El delegado de CCOO, Antonio Asensio, ve en su propuesta un “gesto” de mano tendida. Según él, empresa y trabajadores deberían buscar una fórmula para recortar en un 5% los costes, sin tocar los sueldos. Pero, Esperanza Aguirre no está dispuesta a ceder un sólo milímetro en el conflicto y ha bloqueado de nuevo los canales de conversación, pese a la decisión de la plantilla de Metro de desconvocar durante toda esta semana la huelga. Alentada por el apoyo de Rajoy, quien califica la huelga de “injusta”, Aguirre, en lugar de aprovechar el margen de maniobra que supone el regreso a la normalidad, ha puesto como condición para sentarse a negociar que se rechace la decisión de reanudar los paros en la segunda quincena de julio.

“La huelga de los trabajadores del Metro madrileño –escribe Félix Soria en su blog “Im-pulso”– es salvaje, dicen. Pero, ¿qué esperaban los gobernantes (todos) y la llamada gente de orden tras el salvajismo practicado por gran parte de la cúpula financiera y de la banca? ¿Por qué deben pagar los asalariados los dispendios de los aguerridos? ¿Qué hacer cuando la Administración cierra los ojos desde hace casi dos decenios ante la salvaje desaparición de cientos y cientos de millones de euros? ¿Por qué es salvaje la negativa de los asalariados a trabajar cuando les modifican unilateralmente las condiciones salariales pactadas legalmente?

“Los salvajes que amenazan la estabilidad social europea no caminan descalzos en lejanas selvas, ni se esconden en remotas estaciones de Metro. Los salvajes de hoy pisan parqué bien encerado y tienen cuentas cifradas en paraísos fiscales. En el caso de la huelga del Metro madrileño y en el escenario económico actual, lo realmente sorprendente es, primero, que no haya más huelgas salvajes y, segundo, que haya asalariados de otros sectores y empresas que critiquen la huelga y apoyen a Esperanza Aguirre y al PP”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los trabajadores del metro tienen la actual mision de desgastar al gobierno de Madrid. El fiscal anticorrupción hace lo propio con la oposición aprovechando el tema de las basuras de Orihuela, y Rubalcaba ya tiene preparada alguna sorpresita. No es extraño. Se acerca el debate sobre el estado de la Nación y hay que preparle el discurso y los argumentos al namberguan. Que pobreza.
chiflos.

Anónimo dijo...

Lo que tenían que hacer es respetar los convenios colectivos que tenemos mucha chulería en este ayuntamiento y dejarse de expedientes y llegar a un acuerdo con los trabajadores para que el Metro Funcione.