31 de octubre. Voces y advertencias republicanas.
Vecinos de Humilladero, posando con la bandera tricolor
En rueda de prensa, para presentar las primeras 50 adhesiones al manifiesto, Romero lamentó que los españoles no hayan tenido la oportunidad de "pronunciarse" sobre este modelo de Estado, y hayan tenido que conformarse con "un Rey impuesto por Franco". Y advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, que, si tan seguro está de que la Monarquía se ha consolidado en España, se "atreva a convocar un referéndum sobre su continuidad o no". Romero se mostró convencido de que "vamos por el camino correcto, y estamos trabajando por un proyecto que nos permitirá dentro de tres o cuatro años poder meter en la agenda el debate sobre el modelo de Estado, en favor de una República como alternativa a la Monarquía".
Casi cuatro meses antes, la Unidad Cívica por la República, presentaba en Valencia el libro “Encuentros Republicanos”, en cuyo texto participaron, junto a personas de otras afiliaciones e independencias, varios miembros de UCR, como Julio Anguita, Miquel Jordà, López Salinas, Díaz Cardiel, Víctor Casco o José Luis Pitarch. En esta ocasión, Anguita predecía que “la Tercera República será hija de lo que hoy iniciemos y de lo que hoy comencemos a construir… un proyecto instalado en la mente de la ciudadanía. Puede contemplarse una adaptación del Pacto de San Sebastián a la situación presente… reedición corregida en sus aspectos elitistas”.
Según Andreu Mayayo, profesor de Historia Contemporánea, el ensayo de Borràs se centra en lo que denominó "la monarquía del 18 de julio o el pecado original" de Juan Carlos I, que es que sus orígenes como rey "no sean democráticos y no sea leal a la dinastía Borbón", saltándose los derechos dinásticos de su padre. El historiador dice que Juan Carlos aceptó esa 'monarquía del 18 de julio' "en contra de su padre" y que nunca ha rechazado a Franco. Borràs recuerda que el Rey "no juró" la Constitución actual, "tan sólo la sanciona", y pide la "dimisión" del monarca "porque la abdicación no me sirve".
El municipio de Humilladero –un pueblecito malagueño de 3.000 habitantes– celebró el pasado 25 de septiembre un pleno, avalado por los seis votos de IU y los cuatro del PSOE, en el que se pedía que en España se iniciase el proceso constitucional para instaurar la “Tercera República Española”. Sólo la concejala del PP rechazó la iniciativa. El alcalde, Félix Doblas, aseguró que con este sistema se superarían "los límites que la economía capitalista impone al desarrollo de los derechos sociales". Inmediatamente, Manuel Chaves, secretario general del PSOE-A y presidente de la Junta de Andalucía, advertía a los concejales del Grupo Municipal Socialista que si no rectificaban su apoyo a la moción aprobada junto con IU "se les abriría expediente disciplinario". Pero los colores rojo, amarillo y morado de la bandera republicana brillaron desde esa fecha con más fuerza que nunca en esta localidad. Y, tras la aprobación de esta iniciativa, la comisión promotora de ayuntamientos por la tercera República pretende llevar la declaración a la sede del Parlamento de Andalucía. “Hay que derogar –apuntó Doblas– el inadmisible Concordato suscrito con el Vaticano hace tres décadas y liberar a la escuela pública del adoctrinamiento de la religión católica".
A mediados de octubre, Antonio Romero, diputado de IU y coordinador de la red de Municipios por la III República nacido en este pueblo, anunció que, tras la adhesión de muchos ayuntamientos, cargos públicos e intelectuales al manifiesto, era el momento de "instalar mesas en las calles de nuestros pueblos y ciudades para solicitar la firma de los ciudadanos en favor de un cambio en el modelo de Estado". El ex dirigente de IU, Julio Anguita, la ex directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, y el escritor Luis García Montero, fueron entre los primeros que lo suscribieron.
A mediados de octubre, Antonio Romero, diputado de IU y coordinador de la red de Municipios por la III República nacido en este pueblo, anunció que, tras la adhesión de muchos ayuntamientos, cargos públicos e intelectuales al manifiesto, era el momento de "instalar mesas en las calles de nuestros pueblos y ciudades para solicitar la firma de los ciudadanos en favor de un cambio en el modelo de Estado". El ex dirigente de IU, Julio Anguita, la ex directora de la Biblioteca Nacional, Rosa Regás, y el escritor Luis García Montero, fueron entre los primeros que lo suscribieron.
En rueda de prensa, para presentar las primeras 50 adhesiones al manifiesto, Romero lamentó que los españoles no hayan tenido la oportunidad de "pronunciarse" sobre este modelo de Estado, y hayan tenido que conformarse con "un Rey impuesto por Franco". Y advirtió a José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, que, si tan seguro está de que la Monarquía se ha consolidado en España, se "atreva a convocar un referéndum sobre su continuidad o no". Romero se mostró convencido de que "vamos por el camino correcto, y estamos trabajando por un proyecto que nos permitirá dentro de tres o cuatro años poder meter en la agenda el debate sobre el modelo de Estado, en favor de una República como alternativa a la Monarquía".
Casi cuatro meses antes, la Unidad Cívica por la República, presentaba en Valencia el libro “Encuentros Republicanos”, en cuyo texto participaron, junto a personas de otras afiliaciones e independencias, varios miembros de UCR, como Julio Anguita, Miquel Jordà, López Salinas, Díaz Cardiel, Víctor Casco o José Luis Pitarch. En esta ocasión, Anguita predecía que “la Tercera República será hija de lo que hoy iniciemos y de lo que hoy comencemos a construir… un proyecto instalado en la mente de la ciudadanía. Puede contemplarse una adaptación del Pacto de San Sebastián a la situación presente… reedición corregida en sus aspectos elitistas”.
En “El Rey de los Cruzados”, libro subtítulado “Juan Carlos I y la monarquía prodigiosa”, publicado por la editorial Flor del Viento, su autor, Rafael Borrás Betriu, aboga por la "razón" de la república frente al "azar anacrónico" de la monarquía y se pregunta cómo Juan Carlos I llegó a ser proclamado rey. El editor asegura que la aventura para llegar al reinado de Juan Carlos I es una "partida de tahúres en la que todos mienten", tanto Franco, como Don Juan y Juan Carlos I. Borràs recuerda que Juan Carlos I "se saltó a su padre y fue elegido por las Cortes del Movimiento".
Según Andreu Mayayo, profesor de Historia Contemporánea, el ensayo de Borràs se centra en lo que denominó "la monarquía del 18 de julio o el pecado original" de Juan Carlos I, que es que sus orígenes como rey "no sean democráticos y no sea leal a la dinastía Borbón", saltándose los derechos dinásticos de su padre. El historiador dice que Juan Carlos aceptó esa 'monarquía del 18 de julio' "en contra de su padre" y que nunca ha rechazado a Franco. Borràs recuerda que el Rey "no juró" la Constitución actual, "tan sólo la sanciona", y pide la "dimisión" del monarca "porque la abdicación no me sirve".
Rafael Borràs recuerda que, cuando Pedro Sainz Rodríguez conspiraba (lo narra Luis María Anson en “Don Juan”) junto al ex Rey Alfonso XIII –quien moraba en Italia, al amparo de Mussolini– para derribar la II República mediante golpe de Sanjurjo (generalito refugiado en otro país fascista, Portugal), éste tuvo la idea de “convocar un plebiscito nacional auténtico e imparcial para que el pueblo eligiese entre Monarquía o República”. Algo que hoy, en 2.007, seguimos esperando. Juan Ignacio Luca de Tena relata en “Mis amigos muertos” que, por agosto del 36, Emilio Mola, el “director” de la rebelión de julio, comisionó a Italia a Pedro Sainz y a Luca de Tena para pedir al “Duce” aviación, con el recado de que, si antes de ocho días no le llegaban aviones fascistas, estaba perdido. Gracias a gestiones directas de Alfonso XIII con Mussolini, éste los envió directos a Burgos en pocas horas.
José Luis Pitach, comandante de caballería en la reserva, licenciado en derecho y en Ciencias de la Información y ex Vicepresidente del CAUM (Club de Amigos de la UNESCO de Madrid), igualmente a favor de la República, declara: “La gente dice que no se fía de la política ni de los políticos. Los partidos resbalan hacia la oligarquía (y el sectarismo). Los medios de información sirven a quien sirven. Los “tertulianos”, generalmente, otro tanto. Y la plutocracia brutal de los ricos significa lo contrario de la democracia, pues las grandes decisiones que determinan nuestras vidas son tomadas antidemocráticamente y en conciliábulo por esas instancias económico-financieras, y, a nosotros nos dejan como democracia una serie de procedimientos formales que van perdiendo contenido real. Ni siquiera podemos reformar, aquí, la Constitución. El individualismo-egoísmo crece y crece. La corrupción, otro tanto y se esfuma la moral pública. Lo contrario del ideal republicano. Tenemos una democracia, un Estado, manteniendo los trágalas y embudos que impusieron los franquistas hace tres décadas. Ni reconocimiento a los últimos soldados de la II República, los guerrilleros-maquis, ni tampoco a la Unión Militar Democrática”.
Julio Anguita advierte en una entrevista a Europa Press que España se encuentra en un "momento de oro" para empezar a trabajar en favor de la III República. “Empieza a existir una crispación y hay movimientos que empiezan a surgir en favor de un movimiento republicano”, por lo que no duda en considerar "raro que Felipe VI reine". El ex dirigente de IU recuerda que, pese a haber tenido diferentes enfrentamientos con el rey, la quema de fotos de la familia real es una "anécdota", ya que, en su opinión, "hay mucho de desviaciones de otros problemas en esas actuaciones". No obstante, deja claro que prefiere "una construcción serena y sólida de la III República, porque el propio PSOE plantea que la República es una cuestión cívica". En este contexto, advierte que el aparato de la Transición se está "tambaleando", más por descomposición de la Transición que por el proyecto de la III República. Anguita asegura que no le gusta que "estemos todo el día 'engolfados' en la II República, pues ya pasó, aunque “hay artículos constitucionales, ejes culturales, que los asumo como herencia, pero, para hacer la III República, que es la que a mí me importa, tenemos que construir".
1 comentario:
Anguita y colegas de faccion de los 30 años de "juancarlismo", que es como les gusta definirse; Anguita y compadres que liquidaron la legitimidad de los miles de exiliados del PSOE y de otros partidos; Anguitas y Guerras que se zamparon a los exiliados por sus ciegas ansias de dinero y poder; Anguitas y Llamazares que no han dado puto golpe por la legitima soberania nacional, son eso los que van ahora, con sus ricas pensiones, a "traer" la Republica?
Han dejado pasar un tercio de siglo sosteniendo un sistema corrupto por su colaboracion muy interesada.
Y los muertos de las fosas fusilados despues del 39, clamando.
Traidores, corruptos, canallas, asesinos.
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