5 de octubre. El Rey, entre la derecha que le ataca y la izquierda oficial, que le defiende.
Los reyes, recibidos en Oviedo entre aplausos de apoyo y gritos a favor de la República.
Durante este último verano, las críticas a la monarquía han sido especialmente virulentas. Y sin embargo, los Reyes, medio acostumbrados a ellas, han seguido imperturbablemente sus vacaciones, mostrando únicamente su preocupación con el nombramiento de un nuevo cargo: el interventor de la Casa Real. Sólo cuando los ataques han surgido de la propia derecha y de la Iglesia, el Rey Juan Carlos se ha mostrado un tanto nervioso –¿o ha sido simple coincidencia?– y ha pronunciado un discurso en el que ha tratado de justificar la Corona en estos treinta y dos años de democracia. No se sabe exactamente qué le ha alarmado más: o las manifestaciones de los independentistas catalanes, las acusaciones de Jiménez Losantos, las críticas del senador Anasagasti o las crecientes críticas republicanas del diario “Público” que soliviantan los ánimos, pero el hecho es que, por primera vez, el Rey ha decidido justificar con la Corona el largo periodo que lleva la democracia funcionando.
Pero, llegados los últimos días de septiembre, hete aquí que Federico Jiménez-Losantos, lanza desde la Cope duros ataques contra Juan Carlos, pidiendo la abdicación del Rey en favor de su hijo, el Príncipe Felipe para mantener la Insititucion “con vigor renovado”. Y Luis Herrerno, eurodiputado del PP y contertulio de la la misma cadana de emisoras, en un libro que acaba de publicar, habla de “los líos de faldas del Rey” y de una carta del Monarca al Sha para pedirle un crédito de 20.000 millones de pesetas para frenar al PSOE. Herrero asegura que ya en su día, el ex presidente, Adolfo Suárez, se había planteado pedir la abdicación del Rey por supuestos escandalos económicos.
Periódicos tan de derechas como el ABC denuncian la “pinza radical contra el Rey” formada por los ataques de la Cope y las protestas de los republicanos catalanes. El dirigente del PP catalán, Daniel Sirera, pese a creer que “el sistema monárquico es el mejor”, declara en la Cadena Ser que “si los españoles decidiéramos si deberíamos tener una república, no me parecería mal” y se muestra partidario de acatar un posible cambio de régimen. Y monseñor Antonio Cañizares llega a pedir que se rece por el Rey “que tan mal está siendo tratado y tantos injurias está recibiendo en estos días”. Cañizares, que es vicepresidente de la Conferencia Episcopal, realiza una cerrada defensa del papel de la Corona y critica actos como el de la quema de imágenes del Rey, pero quiere ignorar que en la Cope, la cadena que cuenta con la bendición y las acciones de la Iglesia católica, es en donde más fuertemente se ha atacado al Rey.
Ricardo Blázquez, el presidente de la Conferencia Espiscopal, expresa su apoyo a la monarquia y “lamenta” que “en la sociedad, aparezca este tipo de cuestiones”. Blázquez reconoce que la Cope carga contra el Rey, pero tampoco hace nada para impedirlo. Y, mientras tanto, “El Jueves” sigue jugando con fuego en sus portadas. Tras haber presentado a los Príncipes concibiendo a su hijo/a y dispuestos a cobrar los 2.500 euros prometidos por Zapatero, la revista humorística coloca, a principios de octubre, la portada un rey literalmente quemado que se lamenta con un “Ya vale. ¿No?”. Un rey enojado que se pregunta: “¿Dónde está el respeto?”. El reportaje interior lleva por título: “Por el humo se sabe dónde está el fuego (reacciones al super tema del momento)”. Un rey que, horas después de aparecer en esta revista, era al mismo tiempo recibido en Oviedo con banderas tricolores y gritos de “España, mañana, será republicana”. Un rey que reivindica su papel frente a los ataque de ultras y extremistas. “La monarquía que sustenta nuestra Constitución –recuerda y justifica el monarca– ha prologado el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia, vividos en España”. El monarca reacciona de esta manera tanto frente a los continuos ataques de la extrema derecha como a los de Esquerra Republicana de Catalunya, metiéndolos en el mismo saco.
También Jordi Pujol, interviene en el debate sobre la monarquía. En un artículo publicado hace unos días, el ex presidente de la Generalitat afirma que la quema de fotos del rey muestra que “el sistema político que ha funcionado durante los últimos treinta años empieza a no funcionar (...) un sistema que precisamente tiene el rey como vértice”, y añade que “es necesario que seamos bien conscientes de que lo que se tambalea es todo el sistema”. Pujol habla igualmente del estado de ánimo de la sociedad catalana, de las críticas veladas al discurso optimista del PSC y de los dardos punzantes contra PP y PSOE por no haber movido un dedo contra las campañas sectarias anticatalanas. Para él, la tibia respuesta de la opinión pública y el mundo político catalán a las protestas antimonárquicas se debe a que “la indiferencia o desilusión respecto al sistema afecta a todos sus componentes”.
Y, frente a estos hechos, ciertos hechos hacen pensar en una campaña orquestada en defensa de la Corona. La Familia Real trata de rebajar el eco del debate, trabajando a su manera para reivindicar la institución a la que representa y multiplicando sus apariciones en varios actos públicos. Durante el mes de septiembre, el Rey Juan Carlos asistió a 19 de ellos, según la agenda oficial de actividades facilitada por la Casa Real. Y, en sólo 24 horas, participó en una audiencia con niños ganadores del concurso “Qué es el Rey para ti”, recibió al Presidente del Gobierno de Canarias y clausuró las Conferencia anuales del Club Roma, rodeado de políticos y gentes del mundo de la empresa. La presencia de los principes de Asturias se hace igualmente visible. El Príncipe Felipe está presente en 23 actos oficiales y Leticia Ortiz, en 19 eventos y recibirá, dentro de tres semanas, un homenaje como Hija Predilecta de su ciudad natal, la misma en donde el Rey respondiera a los ataques a la Corona con un discurso en el que reivindicara el papel de la Monarquía.
La supuesta campaña monárquinca coincide con la petición del fiscal: 15 meses de cárcel para los independistas catalanes, Jaume Roura y Enric Stern, que, el pasado 13 de septiembre, quemaron en Gerona las fotos del Rey. Y con la propuesta de “L’Entesa Catalana” en el Senado: que el presidente de Gobierno sustituya al rey como capitán general de las Fuerzas Armadas. Fiscalía pide una multa de 3.600 euros por “injurias a la Corona” a cada uno de los humoristas de “El Jueves” por la portada de la caricatura de los Príncipes. Y, por si queda alguna duda de esta supuesta campaña de defensa a ultranza de la Corona, el presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, declara en una entrevista que “quien "ataca al Rey como símbolo que es de esa transición modélica que están copiando y que pretenden llevar a cabo muchos países que están en tránsito de los sistemas dictatoriales a regímenes liberales, está atacando a la Transición española”. Y sin embargo, ninguna actuación judicial se registra por los actos protagonizados por la cadena Cope.
Como colofón a esta contrastada opiniones, desde hace varios días, cualquier puede encontrarse en su blog el anuncio de la concentración ciudadana para hoy, viernes, a las 21,30 en la Plaza del Rey de Madrid. El texto de la convocatoria denuncia que "de unos meses a esta parte estamos siendo testigos de una cruzada contra cualquier expresión crítica hacia la monarquía... Estos episodios evidencian que la libertad de expresión se está viendo amenazada, persiguiendo y cercenando toda posibilidad de cuestionamiento de la monarquía”. Una manifestación que recogerá los dos elementos simbólicos de ambos episodios: el fuego y el sentido del humor. "Expulsemos a la monarquía de nuestra vida cotidiana –dice el texto que me ha llegado–. Quememos sus distintas expresiones y hagámoslo con sentido del humor. Para ello, hemos decidido quedar para hacer una quema colectiva de los reyes de la baraja española (oros, copas, espadas o bastos), incluso hay quien está planteando quemar a los reyes magos, a Aragorn y su retorno del Rey, a Pelé o al mismo Elvis… Vamos –expone el correo electrónica de la convocatoria–, que os invitamos a hacer un ejercicio de imaginación y a escapar de las imágenes a las que los telediarios nos tienen acostumbrados".
Recordamos, en fin, unas palabras de Darío Fo sobre el monarca. “El Rey –ha dicho este Premio Nóbel de Literatura que visitó Gerona– debería estar contento. Al menos se burlan de él, tiene protagonismo, lo que es importante para la gente. No se puede hacer sátira de alguien sin personalidad”.
Durante este último verano, las críticas a la monarquía han sido especialmente virulentas. Y sin embargo, los Reyes, medio acostumbrados a ellas, han seguido imperturbablemente sus vacaciones, mostrando únicamente su preocupación con el nombramiento de un nuevo cargo: el interventor de la Casa Real. Sólo cuando los ataques han surgido de la propia derecha y de la Iglesia, el Rey Juan Carlos se ha mostrado un tanto nervioso –¿o ha sido simple coincidencia?– y ha pronunciado un discurso en el que ha tratado de justificar la Corona en estos treinta y dos años de democracia. No se sabe exactamente qué le ha alarmado más: o las manifestaciones de los independentistas catalanes, las acusaciones de Jiménez Losantos, las críticas del senador Anasagasti o las crecientes críticas republicanas del diario “Público” que soliviantan los ánimos, pero el hecho es que, por primera vez, el Rey ha decidido justificar con la Corona el largo periodo que lleva la democracia funcionando.
Pero, llegados los últimos días de septiembre, hete aquí que Federico Jiménez-Losantos, lanza desde la Cope duros ataques contra Juan Carlos, pidiendo la abdicación del Rey en favor de su hijo, el Príncipe Felipe para mantener la Insititucion “con vigor renovado”. Y Luis Herrerno, eurodiputado del PP y contertulio de la la misma cadana de emisoras, en un libro que acaba de publicar, habla de “los líos de faldas del Rey” y de una carta del Monarca al Sha para pedirle un crédito de 20.000 millones de pesetas para frenar al PSOE. Herrero asegura que ya en su día, el ex presidente, Adolfo Suárez, se había planteado pedir la abdicación del Rey por supuestos escandalos económicos.
Periódicos tan de derechas como el ABC denuncian la “pinza radical contra el Rey” formada por los ataques de la Cope y las protestas de los republicanos catalanes. El dirigente del PP catalán, Daniel Sirera, pese a creer que “el sistema monárquico es el mejor”, declara en la Cadena Ser que “si los españoles decidiéramos si deberíamos tener una república, no me parecería mal” y se muestra partidario de acatar un posible cambio de régimen. Y monseñor Antonio Cañizares llega a pedir que se rece por el Rey “que tan mal está siendo tratado y tantos injurias está recibiendo en estos días”. Cañizares, que es vicepresidente de la Conferencia Episcopal, realiza una cerrada defensa del papel de la Corona y critica actos como el de la quema de imágenes del Rey, pero quiere ignorar que en la Cope, la cadena que cuenta con la bendición y las acciones de la Iglesia católica, es en donde más fuertemente se ha atacado al Rey.
Ricardo Blázquez, el presidente de la Conferencia Espiscopal, expresa su apoyo a la monarquia y “lamenta” que “en la sociedad, aparezca este tipo de cuestiones”. Blázquez reconoce que la Cope carga contra el Rey, pero tampoco hace nada para impedirlo. Y, mientras tanto, “El Jueves” sigue jugando con fuego en sus portadas. Tras haber presentado a los Príncipes concibiendo a su hijo/a y dispuestos a cobrar los 2.500 euros prometidos por Zapatero, la revista humorística coloca, a principios de octubre, la portada un rey literalmente quemado que se lamenta con un “Ya vale. ¿No?”. Un rey enojado que se pregunta: “¿Dónde está el respeto?”. El reportaje interior lleva por título: “Por el humo se sabe dónde está el fuego (reacciones al super tema del momento)”. Un rey que, horas después de aparecer en esta revista, era al mismo tiempo recibido en Oviedo con banderas tricolores y gritos de “España, mañana, será republicana”. Un rey que reivindica su papel frente a los ataque de ultras y extremistas. “La monarquía que sustenta nuestra Constitución –recuerda y justifica el monarca– ha prologado el más largo periodo de estabilidad y prosperidad en democracia, vividos en España”. El monarca reacciona de esta manera tanto frente a los continuos ataques de la extrema derecha como a los de Esquerra Republicana de Catalunya, metiéndolos en el mismo saco.
También Jordi Pujol, interviene en el debate sobre la monarquía. En un artículo publicado hace unos días, el ex presidente de la Generalitat afirma que la quema de fotos del rey muestra que “el sistema político que ha funcionado durante los últimos treinta años empieza a no funcionar (...) un sistema que precisamente tiene el rey como vértice”, y añade que “es necesario que seamos bien conscientes de que lo que se tambalea es todo el sistema”. Pujol habla igualmente del estado de ánimo de la sociedad catalana, de las críticas veladas al discurso optimista del PSC y de los dardos punzantes contra PP y PSOE por no haber movido un dedo contra las campañas sectarias anticatalanas. Para él, la tibia respuesta de la opinión pública y el mundo político catalán a las protestas antimonárquicas se debe a que “la indiferencia o desilusión respecto al sistema afecta a todos sus componentes”.
Y, frente a estos hechos, ciertos hechos hacen pensar en una campaña orquestada en defensa de la Corona. La Familia Real trata de rebajar el eco del debate, trabajando a su manera para reivindicar la institución a la que representa y multiplicando sus apariciones en varios actos públicos. Durante el mes de septiembre, el Rey Juan Carlos asistió a 19 de ellos, según la agenda oficial de actividades facilitada por la Casa Real. Y, en sólo 24 horas, participó en una audiencia con niños ganadores del concurso “Qué es el Rey para ti”, recibió al Presidente del Gobierno de Canarias y clausuró las Conferencia anuales del Club Roma, rodeado de políticos y gentes del mundo de la empresa. La presencia de los principes de Asturias se hace igualmente visible. El Príncipe Felipe está presente en 23 actos oficiales y Leticia Ortiz, en 19 eventos y recibirá, dentro de tres semanas, un homenaje como Hija Predilecta de su ciudad natal, la misma en donde el Rey respondiera a los ataques a la Corona con un discurso en el que reivindicara el papel de la Monarquía.
La supuesta campaña monárquinca coincide con la petición del fiscal: 15 meses de cárcel para los independistas catalanes, Jaume Roura y Enric Stern, que, el pasado 13 de septiembre, quemaron en Gerona las fotos del Rey. Y con la propuesta de “L’Entesa Catalana” en el Senado: que el presidente de Gobierno sustituya al rey como capitán general de las Fuerzas Armadas. Fiscalía pide una multa de 3.600 euros por “injurias a la Corona” a cada uno de los humoristas de “El Jueves” por la portada de la caricatura de los Príncipes. Y, por si queda alguna duda de esta supuesta campaña de defensa a ultranza de la Corona, el presidente del Tribunal Supremo, Francisco José Hernando, declara en una entrevista que “quien "ataca al Rey como símbolo que es de esa transición modélica que están copiando y que pretenden llevar a cabo muchos países que están en tránsito de los sistemas dictatoriales a regímenes liberales, está atacando a la Transición española”. Y sin embargo, ninguna actuación judicial se registra por los actos protagonizados por la cadena Cope.
Como colofón a esta contrastada opiniones, desde hace varios días, cualquier puede encontrarse en su blog el anuncio de la concentración ciudadana para hoy, viernes, a las 21,30 en la Plaza del Rey de Madrid. El texto de la convocatoria denuncia que "de unos meses a esta parte estamos siendo testigos de una cruzada contra cualquier expresión crítica hacia la monarquía... Estos episodios evidencian que la libertad de expresión se está viendo amenazada, persiguiendo y cercenando toda posibilidad de cuestionamiento de la monarquía”. Una manifestación que recogerá los dos elementos simbólicos de ambos episodios: el fuego y el sentido del humor. "Expulsemos a la monarquía de nuestra vida cotidiana –dice el texto que me ha llegado–. Quememos sus distintas expresiones y hagámoslo con sentido del humor. Para ello, hemos decidido quedar para hacer una quema colectiva de los reyes de la baraja española (oros, copas, espadas o bastos), incluso hay quien está planteando quemar a los reyes magos, a Aragorn y su retorno del Rey, a Pelé o al mismo Elvis… Vamos –expone el correo electrónica de la convocatoria–, que os invitamos a hacer un ejercicio de imaginación y a escapar de las imágenes a las que los telediarios nos tienen acostumbrados".
Recordamos, en fin, unas palabras de Darío Fo sobre el monarca. “El Rey –ha dicho este Premio Nóbel de Literatura que visitó Gerona– debería estar contento. Al menos se burlan de él, tiene protagonismo, lo que es importante para la gente. No se puede hacer sátira de alguien sin personalidad”.
1 comentario:
Los nacionalistas parecen haberse dado cuenta -de nuevo- de que si quieren tener alguna posibilidad de autogobernarse, será aún, a muy largo plazo, y "republicaneando" primero dentro del marco constitucional. Pero parece que son muy pocas las opciones constitucionales que hay para impartir republicanismo, - o al menos eso me parece a mi- y fundamento esta opinión interpretando la cremá de las fotos de J.C. nº 1 como "pensamiento magico" y por ello, más propio de la epoca medieval, o de sociedades arcaizantes como las actuales de influencia islamica. Si el mensaje se traslada, o conduce mediante formulas semioticas, -es decir- manifestaciones simbolicas,y sus enfrentamientos, es -sin duda.- porque hay un deficit informativo y carencia de pluralidad en los medios de comunicación respecto al tema de la corona en este pais. Sigamos. 20 años no es nada. saludos. chiflos.
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