19 de mayo. El robot Asimo dirige "El hombre de la Mancha"
Los cementerios están llenos de gente que, mientras vivía, era considerada como importante e imprescindible. Siguiendo esta idea, algunos han querido sustituir por robots a personas en puestos clave. Los avances tecnológicos han permitido poner a uno de ellos al frente de la Sinfónica de Detroit, para dirigir “El hombre de la Mancha”, una partitura de Mitch Leigh estrenada en Broadway en 1965. Y Asimo, el androide de Honda, dirigió la orquesta casi a la perfección, sustituyendo al director de orquesta. Incluso fue aplaudido breves minutos. Aunque nadie se sintió engañado. Más que a él, los aplausos iban dirigidos a los músicos que emitieron, gracias a los gráficos de las partituras, aunque también a la batuta del robot.
No es la primera ni será la última vez que las máquinas suplanten a las personas pero, tal y como aseguró Alicia Hones, la portavoz de Honda, el reto no solo era dirigir una orquesta, sino una obra en directo, algo que nunca antes había hecho un robot. La actuación de Asimo tuvo lugar la noche del martes pasado y, según el Detroit News, el público estuvo expectante ante la entrada en el escenario del robot de metro y medio que incluso saludó al público con voz aflautada: “Hola a todo el mundo”.
Asimo pertenece a la generación más avanzada de androides. Tiene mayor capacidad de movimientos que otros robots de su generación y puede andar, subir escaleras y mover sus articulaciones como si fuera una persona. Pero cuenta también con algunas limitaciones. El director musical de la Sinfónica de Detroit, Charles Burke, explicó, por ejemplo, que los ingenieros han programado al robot para que siga los mismos gestos que él, pero no es capaz de responder a los músicos. No es un mecanismo comunicativo. Está simplemente programado para hacer los gestos. Y si la orquesta decide ir más rápido, Asimo no tiene nada qué hacer. Muchos de los músicos reconocen que el robot es más realista de lo que pensaban, aunque sus movimientos son todavía bastante rígidos.
No es la primera ni será la última vez que las máquinas suplanten a las personas pero, tal y como aseguró Alicia Hones, la portavoz de Honda, el reto no solo era dirigir una orquesta, sino una obra en directo, algo que nunca antes había hecho un robot. La actuación de Asimo tuvo lugar la noche del martes pasado y, según el Detroit News, el público estuvo expectante ante la entrada en el escenario del robot de metro y medio que incluso saludó al público con voz aflautada: “Hola a todo el mundo”.
Asimo pertenece a la generación más avanzada de androides. Tiene mayor capacidad de movimientos que otros robots de su generación y puede andar, subir escaleras y mover sus articulaciones como si fuera una persona. Pero cuenta también con algunas limitaciones. El director musical de la Sinfónica de Detroit, Charles Burke, explicó, por ejemplo, que los ingenieros han programado al robot para que siga los mismos gestos que él, pero no es capaz de responder a los músicos. No es un mecanismo comunicativo. Está simplemente programado para hacer los gestos. Y si la orquesta decide ir más rápido, Asimo no tiene nada qué hacer. Muchos de los músicos reconocen que el robot es más realista de lo que pensaban, aunque sus movimientos son todavía bastante rígidos.
Honda lleva desarrollando este tipo de robots desde 1986. La última versión de Asimo debutó el año pasado. La compañía japonesa también está diseñando robots para hacer compañía a las personas mayores, o para otras tareas útiles como ayudar a los niños a cruzar la calle. Pero a nadie se le ha corrido todavía crear un Asimo como presidente de Gobierno. Después de todo, ¿acaso supondrían algo nuevo? Por lo menos mientras existan los que, una vez en el poder, se dedican a obedecer tan fielmente las consignas de los que pagaron sus campañas. Porque ya se sabe: algunos presidentes sólo sirven para seguir a rajatabla las órdenes de los grupos de presión y hacen lo que ellos quieren. En este caso, el robot sólo serviría para que los votantes descubrieran el pastel.
1 comentario:
Asimo es un metrónomo de última generación. De momento eso es todo. La inteligencia y sus vertientes (bien y mal) aún no pueden programarse. Tampoco puede detenerse el proceso de envejecimiento de las celulas en organismos vivos. Lo que si parece probable es que pudieramos desayunar diariamente ante 4 o 5 referemdums. De este modo sobrarían Dña. cuaresma, ibarretxe, y 15 más, por lo menos.
chiflos.
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