Palabras y desprecios mayores.

Con solo unas palabras, Pedro Castro ha provocado una batalla más que marginal entre Gobierno y oposición.

Buena la hizo Pedro Castro, alcalde socialista de Getafe y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, cuando, el lunes pasado preguntaba en una alocución pública “¿por qué hay tanto tonto de los cojones que sigue votando a la derecha?”, palabras que resonaron en la derecha como una bomba de relojería. Varios diputados de la Comunidad de Madrid, alcaldes y concejales del PP, llegaron encolerizados a la conmemoración de la Constitución, con pegatinas en sus solapas que decían: “Por la Constitución, Pedro dimisión”. Pedían su inhabilitación y amenazaban con abandonar la Federación si no lo hacía “inmediatamente”. Éste se disculpó pero se negó a dimitir de su cargo de presidente de la FEMP, una federación que agrupa a 8000 alcaldes (3.200 del PP). La ministra de Administraciones Públicas recordó que también Esperanza Aguirre debería pedir perdón por llamar “miserables y bellacos” a quienes criticaban su salida de Bombay. Y Elena Salgado reclamó al PP “que mida con el mismo rasero lo que hacen unos y otros”. Adolfo Piñedo, diputado socialista en la Asamblea de Madrid, aseguró que los miembros del PP deberían admitir las disculpas del alcalde de Getafe. Recordó que, desde la tribuna parlamentaria, ha habido diputados que han llamado a los miembros del PSOE “cómplices de los asesinos y asesinos”, además de “corruptos y ladrones”. “Y sin embargo –añadió–, no he visto dimitir a nadie del PP, ni he visto que nos pidieran disculpas. Así que considero que Pedro Castro ha hecho lo que hace un caballero: se ha equivocado, ha pedido disculpas y ustedes deberían admitirlo y acabar con el incidente y no saltarle al cuello como cainitas que son”. Por su parte, Rosa Aguilar, alcaldesa de Córdoba por IU y vicepresidenta segunda de la Federación Española de Municipios y Provincias, explicó que las palabras de Rajoy, que también ha pedido una reunión de la Comisión Ejecutiva de la FEMP para plantear formalmente el cese, son “fuegos artificiales con la situación como está, y así no vamos a ninguna parte”. Asegura que “no estamos en tiempo de broncas partidistas ni de querer sacar rentabilidad electoral. Que es tiempo de ponerle punto y final a la situación y de encontrarnos en el trabajo para los ciudadanos, que es lo realmente importante”.

Manolo Saco, en su artículo “El calambur o el arte del insulto” dice en “Público” que el insulto es un arma de doble filo “Es Esperanza Aguirre quien contraataca –concluye–. La misma que el día anterior había llamado “bellacos” y “miserables” a los que habían criticado su forma de salir precipitadamente de Bombay. No estoy muy ducho en la materia, pero quizá sea que tonto de los cojones es el grado de general en la escala de los insultos, y lo de bellaco y miserable un sargento y un cabo chusquero… Todo ello me lleva a pensar que la política necesita urgentemente de un Quevedo capaz de lanzarle a una reina el famoso calambur: ‘Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja’. Su majestad es coja”.

José Bono le recordó ayer al Rey, Juan Carlos, que su abuelo, Alfonso XIII, fue “monarca arbitrario”, al igual que sus antepasados. El presidente del Congreso de Diputados dijo textualmente en el 30º aniversario de la Constitución Española de 1978: “Nuestros hijos, los que ayer leían en la Constitución en el Hemiclo, son los primeros jóvenes en la historia de España que no han soportado a dictadores, espadones o monarcas arbitrarios”. Palabras que hacían alusión a la condena explícita a los ascendientes del actual monarca, incluyendo a su abuelo, Alfonso XIII. En el acto, hubo importantes ausencias nacionalistas y autonómicas –sólo cinco de los 17 presidentes autónomos estuvieron presentes–, así como todos los ex presidentes del Gobierno de la democracia –uno de ellos, Calvo Sotelo, fallecido; el otro, Suárez, muy enfermo y los otros dos, González y Aznar, por voluntad propia–. Bono dijo también que, por primera vez durante estos treinta años, la izquierda y la derecha han podido luchar juntas por la libertad y contra el terrorismo.

Otras palabras mayores son las que el PCE pronunciara el mismo viernes pasado, un día antes del XXXº aniversario de la Carta Magna. El Partido Comunista de España consideraba roto el pacto constitucional de 1978 y llamaba a desarrollar una “ofensiva republicana”. A través de un manifiesto de su Secretaría de Movimientos Sociales, reconocía el "esfuerzo de millones de trabajadores y trabajadoras” durante los últimos treinta años que “han cumplido con creces, trabajando mientras perdían poder adquisitivo y aumentaba su precariedad, a pesar haber visto año tras año mermados y pisoteados sus derechos, supuestamente recogidos en dicha Carta Magna”. El PCE recalca que la Constitución se ha convertido en “papel mojado para los trabajadores y un bastión tras el que se escuda el poder político y económico, así como una Casa Real absolutamente opaca y que se vuelve a burlar una vez más del pueblo español subiéndose el sueldo hasta los 9 millones de euros”. Apuesta por el “despliegue de un programa anticapitalista, federal y republicano, así como por un Proceso Constituyente a favor de una Tercera República cargada de derechos sociales, económicos y ambientales, de paz y amistad con los pueblos, con una democracia participativa de calidad”. Y llama a todos los cargos públicos de izquierdas, con “sentimiento y concepción” republicana del país, exigiendo un proceso constituyente.

Mientras se celebraba el acto del Congreso, un millar de manifestantes se concentraron en una manifestación unitaria bajo el lema “Por la III República-No a la Constitución Monárquica del 78”. En un manifiesto firmado por 36 organizaciones, la Coordinadora Republicana afirma que "la Constitución es un fraude" porque "los distintos gobiernos de la monarquía reconocen en el papel los derechos sociales y libertades políticas, pero los han limitado hasta hacerlos prácticamente nulos. Lamenta que la Constitución y las diversas instituciones domésticas "hayan amparado hasta ahora los intereses de la oligarquía" y reafirma su compromiso por "derrocar un régimen encabezado por la Monarquía". Según el documento suscrito por estas asociaciones republicanas “la minoría oligárquica que controla el poder en la España monárquica, descarga una vez más, como tantas otras, sobre las espaldas de la clase trabajadora, las consecuencias de una crisis que ha creado su insaciable sed de dinero”. Foto EFE/Javier Lizón.

Ciudadano chino con sofá sobre sus espaldas busca un comprador en una calle de Guiyang. Foto AFP.

Un grupo de artistas españoles y etíopes posan delante del mural instalado en la Universidad Complutense de Madrid donde han plasmado sus dibujos y mensajes contra la violencia machista. Kote Rodrigo / EFE

Compleja imagen que necesitó una barrera infrarroja, accionada por el ave cada vez que cruzaba la ventana. Un par de flashes para iluminar a la golondrina y una potente velocidad de disparo capaz de congelarla en el aire.

Cuatro dibujos de Pep Roig. Cuatro caras que lo dicen todo: Los años pasan, Organización solidaria, Acuerdos inhumanos, Soluilosión.

¿Podría alguien indicar en qué pueblo se encuentra esta placa según la cual, el 21 de febrero de 1493, no pasó absolutamente nada?

David Rothenberg, músico, filósofo y científico que estudia el canto de los pájaros y de las ballenas ha publicado un ensayo titulado: “¿Por qué cantan los pájaros?” En este vídeo, se presenta con su clarinete y atrae a una ave silvestre, logrando entre ambos una bella melodía natural “En cierto plano –dice Rothenberg– nos comunicamos. No sé traducir qué dicen, pero hay una comunicación. Un tordo sonriente de cresta blanca y yo hemos culminado espléndidos duetos”.