El "Estatut”, tormenta política veraniega, y el humor.
Cuatro años después de que el “Estatut” fuera aprobado por el Parlament, las Cortes Generales y el referéndum de los ciudadanos de Cataluña, el Tribunal Constitucional emitía, a principios de esta semana, un fallo que invalidaba 14 de los 114 preceptos recurridos por el PP, interpretaba otros 27 y provocaba una tormenta política en Catalunya y en el resto del Estado español. Tras declarar que el Constitucional había escrito una de sus páginas más tristes, el president Montilla manifestaba su cabreo y arremetía en términos muy duros contra el alto tribunal. En Madrid, no gustó su tono empleado, aunque se le justificó. Ante la alarma social, el Gobierno central y el PSOE evitaron la espiral de tensión y decidieron soslayar el enfrentamiento con las fuerzas políticas catalanas. Pero, en Barcelona, se convocó para el próximo sábado, 10 de junio, una marcha con el lema “Nosotros decidimos. Somos una nación” que recorrerá las calles, mostrando el rechazo popular a la sentencia. Los mismos socialistas catalanes se han sumado a la manifestación, organizada por Omnium Cultural, la entidad de referencia del nacionalismo cívico en Catalunya, que agrupa 20.000 socios bajo el “lema lengua, cultura y país”. El PSC evita poner objeciones y marchará, al parecer, junto con CiU, ERC e ICV-EUiA. La manifestación reivindicará que Catalunya es una nación, con la senyera como símbolo y el president seguirá detrás de ella. Miquel Iceta afirma que “coger todos juntos la senyera es lo mejor que se puede hacer”. Jordi Porta, ex presidente de Òmnium, presentará la marcha junto a la presidenta Muriel Casals, afirmando que “más que de defender un “Estatut” que ya fue recortado en las Cortes españolas, se trata de defender la voluntad del pueblo de Catalunya”. Estarán presentes, además del tripartito y CiU, otros grupos y candidaturas, como la d’Unitar Popular, los sindicatos CCOOO, UGT, la Intersindical-CEC y la patronal Cecot.
El Constitucional amputa parte del “Estatut”. La sentencia anula 14 artículos, interpreta 27 preceptos y declara sin “eficacia jurídica” el término “nación” que figura en el preámbulo. La sentencia se votó por bloques. En casi todos se logró una mayoría de 6 a 4, formada por magistrados diferentes en cada caso, mientras que la declaración de inconstitucionalidad de los 14 artículos logró un respaldo de 8 a 2. Sólo anula el 11 por ciento de los artículos presentados por el PP Pero el fallo es duro con una de las principales reivindicaciones nacionalistas, al declarar que “las referencias del preámbulo del “Estatut” a Catalunya, como nación y a la realidad nacional de Catalunya, carecen de eficacia jurídica interpretativa”. Según el mismo, el catalán no será idioma preferente, aunque no se opone a que sea la lengua “vehicular” en la enseñanza. Declara inconstitucional el uso “preferente” que el “Estatut” daba al catalán sobre el castellano y el “carácter exclusivo” del Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo) para supervisar la actitud de la Generalitat y de sus organismos. La sentencia, que aún no se ha hecho pública, no parece satisfacer plenamente a ninguna formación.
José Montilla insiste en la “indignación” que le produce el fallo y relativiza la valoración del Gobierno español que lo acata y recuerda que la gran mayoría de artículos recurridos por el PP son constitucionales. Montilla trata de mostrar su desazón al ver cuestionado el “elemento esencial del autogobierno”. Él y Artur Mas, de CiU lanzan el mensaje de que, gane quien gane las próximas elecciones programadas para el próximo otoño, la herida del “Estatut” no cicatrizará mientras no se encuentre una salida a las demandas catalanistas. Mas muestra la “evidencia” de que aquellos que interpretan la Constitución han puesto “límites definitivos” al autogobierno de Catalunya y anima a los catalanes a salir a la calle porque, a su juicio, “un pueblo debe saber defenderse y hacerse respetar”. También Montilla, que ha pedido un encuentro urgente con Zapatero, considera que los catalanes deben hacerse oír y difundir su sentimiento de “afirmación nacional”. Y muestra su indignación por la sentencia del TC. Zapatero espera hasta tres días antes de pronunciarse sobre el “Estatut”, “básicamente constitucional porque garantiza más de 90 por ciento del contenido”, se declara “satisfecho” por el contenido y se muestra dispuesto, en la medida de lo posible, a recuperar por vía legal aquellos “escasos aspectos del texto que quedaron amputados por la sentencia”.
El líder de CiU se muestra contrariado por las declaraciones de Zapatero Según Mas, las manifestaciones de Zapatero, al que ha definido como “políticamente amortizado”, “no solo son impropias, sino que demuestran una vez más esta sensación de frivolidad permanente que transmite” y añaden, en esta ocasión, “un punto de cinismo”. Arturo Mas le recomienda que mida muy bien sus palabras “porque depende de otros, en parte de CiU, para pasar unos cuantos meses más, y esto requiere prudencia y buenas maneras”. Y ante las carcajadas provocadas entre periodistas que le escuchan, advierte en tono muy serio: “Que conste que lo que he dicho no es una amenaza, sino una advertencia. Porque la amenaza (de hacer caer a Zapatero), si quisiéramos, ya la habríamos ejecutado”. Para él, Zapatero tiene los días contados y está más que amortizado.
El president del Parlament Catalá, Ernest Benach.
Por su parte, Pasqual Maragall, ex president, insiste en que la ciudadanía debe volver a ser consultada al verse “desvirtuados” la Constitución y el “Estatut”. El republicano, Ernest Benach, president del Parlament, apoya a Montilla pero alerta de la “Crisis de Estado” que se avecina. “Se ha roto –declara– el pacto entre los representantes del pueblo de Catalunya en el Parlament y los de los pueblos de España a través de las Cortes que había sido refrendado por los ciudadanos”. Para evitar una nueva “pérdida de la unidad”, el presidente de la Cámara catalana afirma que las fuerzas políticas deben “aparcar sus diferencias partidistas para defender los intereses del pueblo, y demostrar que Catalunya es, políticamente, una nación”. Según Benack, la sentencia del PC sobre el “Estatut” “restringe el derecho a decidir” de los catalanes y la sentencia es “un paso más para romper la confianza de la ciudadanía en el sistema institucional”. Y sostiene, al igual que el ex president catalán, Francesc Macià, que las instituciones no dejarán que “se toque ni un hilo de la libertad de Catalunya”. El Parlament de Catalunya señala que la sentencia abre una “crisis de Estado” porque el fallo “ignora la voluntad de la ciudadanía catalana”.
Algunos de los dirigentes del PP han cambiado los términos de “división” por los de “concordia”. “No es momento para excesos”, declara Mariano Rajoy, quien, cuatro años antes, declaraba: “El “Estatut” es una pesadilla que separa a Cataluña de España”. Hoy, el presidente del PP cree que hay que “mirar al futuro con ánimo de concordia”, pese a una sentencia que sólo anula 14 de los 114 artículos impugnados por los conservadores. Y asegura que las instituciones funcionan en España, aunque, “a veces, con retraso”. Pero Rajoy no es el único que auguraba, con el “Estatut”, un futuro incierto para España. Otros, como José María Aznar, presidente de honor de los conservadores y ex presidente del Gobierno, fue uno de los que más tiempo dedicó a hablar sobre Cataluña y su “Estatut”. El 18 de diciembre del 2003, aseguraba que España se enfrentaba “a un riesgo real de fractura nacional” que supondría “un cambio de régimen”. El 7 de septiembre del 2005 hablaba del “riesgo de balcanización” del país y llegaba a alertar de que Zapatero y su gobierno habían “llevado a España al borde del abismo”. Después del fallo de TC, Aznar declina “toda la responsabilidad del ‘lío’ sobre Zapatero. En su intervención inaugural del Campus de Verano de la fundación GAES, señala que el proceso estatutario catalán fue una “obra más bien chapucera de albañilería política” de la que exculpa a los nacionalistas, que ha llevado al país a una “profunda sima jurídica y política”. Sus ministros “Acebes y Zaplana dijeron que el “Estatut” “busca el desguace de España” y el “fraude democrático y a la Constitución”. Y hoy, Vidal-Quadras, eurodiputado conservador, recalca que el veredicto del TC “liquida el sistema político surgido de la Transición”.
Por si estas declaraciones de la derecha no fueran suficientes, Manuel Fraga, ex presidente de la Xunta y actual senador por el PP, manifiesta a Europa Press que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el “Estatut”o catalán ha dejado claro que el texto “no vale”, tras lo cual exclama: “¡Viva España!”. Fraga cree que el fallo del Constitucional ha tocado “bastantes artículos” del “Estatut”o que salió de las Cortes Generales y que la norma catalana “no se tenía en pie”.
Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz de los conservadores en el Congreso, celebra el fallo y considera que sí ha estimado parte del recurso presentado por su partido. “Por lo menos –dice, satisfecha– se ha cuestionado la constitucionalidad de medio centenar de artículos”. E insiste en que la sentencia, al estimar en parte el recurso de su partido, “deja bien sentado” que “sólo la nación española” tiene carácter vinculante y jurídico. “Hemos cumplido con nuestro deber de defender la Constitución”, añade con orgullo.
María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, critica a Montilla por su “rebeldía” contra la sentencia del TC. “El hecho de que se excluya a determinados partidos políticos porque no piensen igual –dice– es un comportamiento muy antidemocrático y muy fascista” La Generalitat le responde que el PP está demasiado apegado a ese adjetivo y que Cospedal está familiarizada con el mismo. Joaquín Nadal, conseller de Política Territorial, le replica que su Govern nunca “colaborará con el PP”, pero advierte que, con estos comentarios, “el PP se está excluyendo él mismo directamente de la política catalana”. Le recuerda a la dirigente popular que debe “un respeto institucional” al presidente catalán y que, aunque Cataluña y España estarían “mejor sin sentencia”, si ha habido fallo es “por culpa” del recurso del PP. Nadal añade que el PP se ha comportado con Cataluña “de forma permanentemente agresiva” y se ha preguntado cuáles son los “oscuros objetivos” que llevaron a este partido a recurrir sólo en este “Estatut” y no en otros. Leire Patín, secretaria de Organización, no consiente que Cospedal llame fascista a Montilla. La secretaria de Organización asegura que participar en una manifestación es un ejercicio democrático y recuerda que “la única que ha llamado a la rebelión públicamente contra algo aprobado en el Parlamento ha sido Esperanza Aguirre” así que, “en todo caso, que se dirija a ella”. Cospedal, por su parte, quiere aclarar que no ha llamado fascista a Montilla, sino a su actitud. Y no tiene inconveniente en pedir “excusas” al President, “dejando bien clara cuál era la verdadera intención de mis palabras”. Patín, sin embargo, cree que la intención del PP, ahora que “el “Estatut” es un 95% constitucional” es “volver a crispar”.
De la Vega y Salgado, frente al "Estatut".
De la Vega, vicepresidenta del Gobierno, hace hincapié en que la sentencia del TC pone de relieve que el PP “ha sufrido una derrota en toda regla”. Aclara que el TC no aceptó el 92 por ciento de los pronunciamientos de anticonstitucionalidad que el PP presentara. Y Elena Salgado, vicepresidenta segunda y ministra de Economía y Hacienda, asegura que la sentencia dictamina que el “Estatut” “no rompe España, no da a los catalanes distintos derechos del resto de los españoles y no modifica la Constitución por la puerta de atrás”. Gregorio Peces-Barba, jurista y “padre” de la Constitución, avala la sentencia aunque discrepa de una sola cuestión: “Creo que Cataluña es una nación, palabra que no sólo está en el preámbulo sino que podía estar en el articulado. A eso no le hubiera dado importancia, y hubiera evitado algún problema. Pero en este tema, el TC se ha pasado y se ha equivocado”.
Alfredo Pérez Rubalcaba. Efe, Emilio Naranjo
Alfredo Pérez Rubalcaba, por el contrario, se muestra “satisfecho” con el fallo. El ministro del Interior reconoce que el Tribunal “ha dado la razón a lo que nosotros votamos”. Y, cual cirujano político, comenta que el “Estatut” tiene 38.000 palabras, que el recurso (presentado por el PP) impugnaba 16.000, y que el tribunal ha enmendado sólo 300, por lo que “me siento muy respaldado por el Tribunal Constitucional”. Alfonso Guerra, presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, califica la sentencia de “bastante sensata”, y afirma que el presidente de la Generalitat, José Montilla, ahora tiene que hacer “ruido”. Y Gaspar Llamazare, del IU, garantiza que su formación acata la sentencia pero no la coparte ni en el fondo ni en la forma, ya que considera su contenido “conservador, restrictivo y corporativista” y censura que los magistrados haya obrado un fallo que trocea la norma “en lonchas, como si fuera un salchichón”.
Otros personajes de Internet manifiestan, desde sus blogs, sus puntos de vista. “Aún falta por conocerse la letra pequeña de la sentencia –comenta Ignacio Escolar en su blog del pasado miércoles titulado ‘Lo que rompe España’–, pero la lista de bajas ya apunta maneras. Curiosamente, las mayores enmiendas de sus corporativistas señorías, los párrafos del “Estatut” más necesitada de tijera, son precisamente los artículos que regulan la actividad de los jueces, lo que les tocaba a ellos. En el ranking de hipocresía gana de nuevo el PP, el partido que recurrió el “Estatut” ante el Constitucional, aunque ahora Rajoy prefiera hablar catalán en la intimidad. De los 14 artículos anulados, seis también figuran con una redacción casi idéntica en el Estatuto andaluz, que fue aprobado con el voto del PP. ¿Se romperá entonces España a la altura de Despeñaperros? Vigilen la falla sísmica, pero lo dudo mucho; y no será porque los que dicen defender la unidad nacional no se empeñen en ello”.
“Si es así, que abdique el Rey”, titula Gabriel Jaraba en su blog del jueves último, en el que habla sobre el T. C. “Pues señor –comenta–, acabamos de comprobar que, en España, no es necesario ganar unas elecciones para gobernar. Basta con estar representado en el Tribunal Constitucional. Nos damos cuenta, a la vez, de que la soberanía popular de la democracia española es limitada, ya que dicho tribunal actúa de facto como una cuarta cámara facultada para torcer la voluntad de los ciudadanos expresada en las urnas y la de sus diputados y senadores que les representan en las regiones y nacionalidades, en el Congreso y en el Senado. Más aún, el TC se arroga incluso la capacidad de enmendar la plana al Rey, que sanciona con su firma las leyes con las que se dotan los ciudadanos, absteniéndose de intervenir en ella. Si esto no es un golpe de estado, que venga Armada y lo vea”.
“Y la montaña parió un ratón”, reflexiona Duce en “Rincón del Náufrago”. En el artículo “El parto de los montes”, Duce resume: “Son las nueve menos cuarto de la mañana del día 29 de junio del Año de Desgracia 2010. El Náufrago echa un vistazo a la prensa digital y se entera de que, ¡por fín!, después de casi cuatro años, los Montes Constitucionales, han parido. Después de vueltas y vueltas... ¿Anulamos el partido? Hay que formar otro equipo, que este no nos vale... Al parecer, el partido ha terminado, aunque, después de tantas vueltas y revueltas, enjuages, malabarismos, amenazas, no nos enteramos del todo, quién ha ganado. A todos esos tejemanejes pretenden que lo llamamos Justicia. Como si esa Señora fuera un ser Abstracto. En el último minuto del partido, después de años de vaivenes, el delantero o la delantera, marca su gol que no se sabe si cae dentro o fuera de la raya de la portería. Y sale un 'mus minusculus' que no hay dios quien entienda si es ratón o rata, después del rato que ha pasado: Las referencias a los conceptos de ‘Cataluña como nación’ y ‘realidad nacional de Cataluña’, carecen de eficacia jurídica interpretativa. ¡Qué maravilla de magia! ¿Y eso, cómo se come? ¿Salomón ha partido a la criatura? ¿Quién se ha llevado la cabeza y quién el mondongo? ¿Ha nacido un ratón o un elefante? ¿Y de los ‘114 artículos, 129 preceptos y 201 cuestiones’, en cuestión ¿'qué se fizo'?... No me llames Justicia, llámame Apaño”.
Tormenta política en Catalunya
Pero, más allá de esta tormenta política veraniega, nos queda el humor que irrumpe en nuestras vidas gracias al ingenio de humoristas como Kap, Faro, L’Avi…
Se mean sobre uno y en Madrid dicen que llueve.
El humor de Manel Fontdevila: La España plural, No pasa nada, La sentencia, Puestos a recortar y Souvenirs del G-20.
El de Territorio Vergara: Cuatro años después, Sube el IVA, El metro de Madrid en huelga, La cizaña y El estado de Bienestar.
O el de Pep Roig: La paja en el ojo… Ozonización, Ver ano, Obsesión y Lo justo.
2 comentarios:
Estado, País, Pueblo, Nación, Comunidad Autónoma, Provincia, Comarca, Región, Sitio, Localidad, Municipio, Pagos... que más da...
¡Hagan vino señores, jueguen futbol, y compren en el Corte Inglés, y no pasa res
chiflos.
Il semble que vous soyez un expert dans ce domaine, vos remarques sont tres interessantes, merci.
- Daniel
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